Camila y Daniela 4 parte 4
La historia de una atracción prohibida entre una mujer y una niña..
Después de terminar su desenfrenado encuentro sexual, Camila y Daniela se dirigieron hacia el colegio, preocupadas por lo tarde que estaba y las consecuencias que ello podría traerles. Arribaron a las instalaciones de la institución educativa, sobre las 7:30 am y se encontraron con la portería principal cerrada. Camila bastante preocupada ya, y alejada por completo del instinto sexual, abandono el auto para acercarse al portero que custodiaba la entrada y preguntarle si Daniela podía entrar al colegio. El portero más allá de mirarle las tetas y morbosear a Camila, no dio gran respuesta y le dijo, que no dependía de él, que debía hablar directamente con la profesora y con la coordinadora general, pues el colegio era estricto frente a los horarios y no admitía a nadie después de la hora fijada, a menos que tuviera una muy buena y sustentada razón. Camila miró hacia el auto y encontró a Daniela observando por la ventana, con cara de pocos amigos y notoriamente asustada. Supo entonces, cual era su lugar y se armo de valor para hablar con quien hiciera falta, con tal de garantizar la entrada de su pequeña enamorada. Ella era la hembra adulta y activa y en su rol, estaba proteger a su mujercita y garantizar su bienestar. Daniela bajo del auto y se acerco a Camila. Juntas, en un acto desafiante, pícaro pero poco sospechoso, entraron al colegio tomadas de la mano. No era algo inusual o descabellado, parecía una madre joven, acompañando a su hija al colegio. Fuera de la preocupación, ambas se reían por dentro, pues les despertaba gracia como exhibían su amor romántico y sexual frente a todos, pero nadie lo notaba. Caminaron guiadas por el portero, hasta la sala de profesores, donde se encontraba la oficina de la coordinadora general. Tomaron asiento y después de diez minutos fueron atendidas, «sigan por favor», les dijo la coordinadora, invitándolas a pasar a la oficina. El ambiente estaba tenso, pues ya casi eran las 8 de la mañana y Daniela no había podido iniciar su jornada escolar regular, «tomen asiento», dijo la coordinadora, mientras rebuscaba algo entre un armario repleto de libros. «Jhonatan, el portero, ya me conto el motivo de su visita en mi oficina, pero antes de hablar de eso, debo recordarle algo a ustedes y principalmente a usted, la acudiente de Daniela -la coordinadora miraba fijamente a Camila con un gesto serio y el ceño medianamente fruncido- …debe saber que aquí existe un manual de convivencia -tomando un libro del armario-, el cual debe ser cumplido a cabalidad pues es la base de nuestra institución educativa fundamentada en respeto y disciplina…..el artículo 26, parágrafo 5 de este libro, específica el horario de entrada y salida de los estudiantes, siendo enfático en que, quien no lo cumpla, no podrá, escúcheme bien, NO PODRÁ INGRESAR AL COLEGIO Y TOMAR CLASES…..se lo digo, porque sencillamente usted no debería estar aquí, no entiendo ni siquiera porque el portero las dejo entrar, esto nunca sucede», terminó de pronunciar la coordinadora, una señora vieja, con una edad entre 60 y 70, gorda, de baja estatura, gafas, cabello corto y cara de amargura y fastidio en todo su esplendor. La pobre de Camila desconocía que la coordinadora era una vieja amargada y autoritaria, que disfrutaba al ejercer su poder para oprimir y abusar de los demás, por eso, ni siquiera saludo a Camila y fue directo al punto. Además, el reclamo de la vieja, radicaba en que nadie entraba a su oficina sin autorización previa con días de antelación y un montón de papeleo y burocracia, mientras Camila le basto con sus atributos, para recibir la ayuda del joven portero Jonathan, que como buen hombre no pudo resistirse y la ayudo, para agradarle lo más posible. Camila estaba algo nerviosa, pero ver a su mujercita en problemas y saber que ella era la heroína encargada de rescatarla de tales adversidades, la llenaba de valor para enfrentar a los más feos mounstros, en este caso la coordinadora, Camila tomó una bocanada de aire disponiéndose a hablar y cuando tuvo seguridad dijo «entinedo, pero……» abruptamente interrumpió la grosera coordinadora y silenció a Camila diciéndole «guarde silencio, no se le ha pedido que hable, hasta que llegue la directora de curso de Daniela, no continuaremos, mientras tanto, voy a estudiar que tipo de castigo le corresponde a Daniela y su acudiente para esta situación». Camila estupefacta por la interpelación de la directora inclino su cabeza un poco hacía atrás, abriendo los ojos en señal se sorpresa, pues le parecía inverosímil, increíble, que una persona tan déspota estuviera en un cargo tan alto en una institución educativa, basada supuestamente en el respeto. Ironías de la vida. Los minutos siguientes fueron de silencio y tensión, entre cruces de mirada con la directora y entre Camila y Daniela. La niña estaba muy asustada y preocupada, ya no lo disimulaba, sus ojos cristalinos estaban al borde de romper en llanto y desbordar la catarata de lágrimas que contenían. Camila estaba triste, no soportaba ver a su mujercita en tal condición, pero la frustraba todavía más no poder consolarla como era debido, como su pareja, pues debían guardar la apariencia y mantener la distancia. Por fin, después de cerca de 15 minutos llegó la profesora de Camila quien era la directora de su curso. Era un mujer de mediana edad, rasgos normales y algo de belleza, nada extraordinario, sin embargo, a diferencia del mal ser humano que encarnaba el papel de coordinadora, la profe, como ke decía Daniela de cariño, era un persona amable, respetuosa y sobre todo fraterna. Al entrar en la oficina y ver a Daniela a punto del colapso, lo primero que hizo fue acercarse y decirle «buenos días Dani, ¿Qué te sucede, por qué estás así?» mirándola compasivamente y acariciando su cabeza. Una sensación extraña recorrió por vez primera las entrañas de Camila y aunque algo absurdo pues el contexto nada tenía que ver con su idea, sintió algo de celos, al ver como otra mujer tocaba a su niña. Capto de inmediato la idiotez que estaba pensando y lo dejó de lado. Camila no tenía la culpa, era natural, era un hembra protegiendo a su libidinosa pareja. Se levanto de la silla airada la coordinadora y se dirigió a la profesora «mire Marcela, lo que sucede con Dani -en tono irónico bramaba la vieja-, es que llegó supremamente tarde y sin explicación alguna, invadiendo mi oficina de forma abusiva, esperando que pasara la falta por alto y haciéndome perder ya, media mañana…..eso merece un castigo reglamentario y la llame a usted para acordar entre las dos, cual debe ser», Camila ahora enfadada no podía creer la sarta de mentiras pronunciadas por la coordinadora, que jamás les concedió el derecho a replica y por ende nunca pudo explicar el por qué del retraso de Daniela, además le molestaban profundamente las exageraciones malintencionadas de la profesora, al decir que había perdido media mañana, cuando apenas iban 15 o 20 minutos en ese lugar. Quiso responder a la altura, pero fue anticipada por las palabras de Marcela, la profesora de Daniela «entiendo, entiendo señora Ana (así se llamaba la vieja coordinadora), estoy de acuerdo que es una falta incumplir el horario escolar reglamentado, pero no estuve presente en el momento en que la acudiente de Daniela explicó el por qué de la llegada tarde, así que me gustaría conocer los motivos», amigable y hábilmente la profesora Marcela concedió el derecho de hablar a Daniela, pues conocía de sobra a la coordinadora y sabía, que seguramente ni siquiera la había escuchado. La vieja iracunda intento repetir su acto autoritario del primer intercambio con Camila, queriendo hablar por ella y dejarla en silencio, pero esta vez Camila envalentonada y con gran carácter, pues no era ninguna tonta, sino todo lo contrario se puso de pie y firmemente dijo «no, no, no, espere señora coordinadora, por favor déjeme hablar, porque usted en ningún momento me permitió explicar nada de lo sucedido y sólo se dedico a calumniarnos -la vieja, un poco impresionada por la inesperada reacción de Camila guardó silencio y se sintió incapaz de responder-… no quiero parecer irrespetuosa, pero sencillamente no puedo permitir tales infundías generadoras de confusión (Camila intentaba hablar lo mejor posible), lo cierto es, que mi vecina, es decir la niña aquí presente, tuvo un percance esta mañana, pues su madre y su padre se encontraban incapaces por razones de fuerza mayor para este caso laborales, de conducir personalmente a su hija al colegio, yo me ofrecí a traerla, pues tengo algún grado de confianza y en ocasiones anteriores ya lo había hecho en compañía de su madre -Daniela miraba algo sonrojada e impresionada a Camila, que mostraba ímpetu y seguridad en cada comentario y en cada movimiento, parecía una profesora dando cátedra- … en el camino nos encontramos con un inconveniente inesperado, una rueda de mi carro fue alcanzada por una tachuela ubicada en la calle, penetrando por la goma de la llanta y alcanzando el deposito de aire, produciendo un pinchazo que inmovilizó el auto, intente resolverlo por mi propios medios, pero no logré mi cometido, entonces me remití a la línea de mecánicos ofrecidos por la aseguradora del automotor y tuvimos que esperar más de 30 minutos hasta que el sujeto llegó y reparó el daño, luego de eso, abordamos el vehículo y nos dirigimos lo más pronto posible a las instalaciones del colegio. Mi intención jamás fue molestar a la señora coordinadora, pero vi necesario explicar personalmente los motivos para evitar malentendidos y sobre todo, para que Daniela pudiera ingresar al colegio y tomar sus clases, eso es todo». Todas estaban admiradas por el discurso de Camila, se expresaba como una mujer letrada e inteligente, parecía por su vestimenta y vocabulario, una alta ejecutiva de alguna importante empresa, la misma coordinadora después que Camila terminó sus palabras le dijo con curiosidad «¿usted es abogada», C: «no, no lo soy, mi profesión es la ingeniería civil, soy ingeniera», «mm ya, pero parece abogada» dijo casi silenciosamente la vieja. No era para menos, Camila se asemejo en ese momento, a una jurista frente a un tribunal defendiendo con todos los argumentos técnicos y jurídicos a su cliente; ante eso la vieja , no tenía respuesta infundada valida. La profesora sonrió un poco al ver una mujer como Camila con tanto carácter y realizada sobre sí misma, como mujer educada respetaba a las otras mujeres que habían logrado superar los condicionamientos sociales aún existentes aunque en menos medida. «Te entiendo, es comprensible lo que dices, por cierto ¿cuál es tu nombre?, no nos hemos presentado», C: «mucho gusto, mi nombre es Camila», «mucho gusto, yo soy Marcela, la profesora de Daniela», ambas se dieron la mano cordialmente y procedieron a mirar a la coordinadora que más allá de todo, contaba con la última palabra. «Ya veo señorita – se dirigía ahora con más respeto la coordinadora, pues supo reconocer en Camila a otra mujer con carácter y poder, que no se iba dejar pisotear por ella-, pero en todo caso, debo confirmar lo que usted dice y voy a llamar a la madre de Daniela, a ver que tiene por contar ella», la vieja seguía insistiendo, buscando salir victoriosa del combate y castigar a Daniela. Tomó el teléfono y llamó a María, Daniela se encontraba muy asustada y se refugiaba en la idea de que su mujer la protegería y sacaría del aprieto. Camila estaba conmocionada por la cantidad de cosas sucedidas, pero mantenía la compostura, faltaba un escalón más y ya estaba cerca de resolver el problema. Claro, faltaba lo más complejo, María, todo dependería de su reacción y de su grado de credulidad frente a la versión de Camila, pues la madre de Daniela conocía el horario exacto de salida de Daniela y sabía que no era lógica su llegada tarde, por eso la excusa de Camila debía ser lo suficientemente convincente y le confianza de María para creerle, también debía ser de amplías proporciones. Un minutos después la madre de Daniela contestó y la coordinadora le contó esta vez, siendo fiel a la proporciones lo que estaba sucediendo y la versión de Camila. Todas aguardaban pacientemente, incluyendo a Camila. Segundos posteriores, Ana acercó el teléfono a Camila y le dijo, «quiere hablar con usted», entonces Camila agarró el teléfono y saludó con voz algo nerviosa: «ho..hola María ¿cómo estás?», M: hola Camila, muy bien, gracias, ¿qué pasó? ¿por qué Daniela llegó tarde? (decía en tono serio)», C: «sí mira, lo que sucedió, fue lo que te dijo la coordinadora, de camino para acá nos pinchamos y tuve que esperar al mecánico por media hora», M: «mmm ya ¿y por qué no me llamaste para avisar? (preguntó indagante María), Camila pensó unos segundos en un silencio nervioso y dijo: «porque… porque no quería preocuparte, era algo sencillo de resolver, pero el mecánico tardó mucho», M: «mmmm ok, ¿y Daniela está bien?», C:» por supuesto, perfecta», M: «bueno, entiendo, pero por favor, la próxima vez avísame, así coordinamos esfuerzos y nos evitamos este tipo de problemas, muchísimas gracias Camila en todo caso…pásame por favor a la coordinadora nuevamente», Camila no lo podía creer, se estaba zafando de la situación sin mayor consecuencia para ella o su mujercita, su episodio sexual se completaba con perfección y percances: «está bien María, si sucede una próxima vez, yo te aviso, que tengas buen día, adiós», pasó el teléfono a la coordinadora, que cruzo dos minutos más de palabras con María y luego colgó. Se dirigió a Daniela quien se mostraba más tranquila y le dijo: «muy bien, señorita Martínez, puede tomar sus clases el día de hoy, pero ni se le ocurra, que esto va a suceder nuevamente, la próxima no entra». Daniela miró de inmediato a Camila y sonrió profundamente, aliviando su preocupación. «Se pueden retirar», dijo finalmente la coordinadora y abrió la puerta para que las tres salieran. Caminaron con Marcela hasta el salón de clases y allí se despidieron. Camila agradeció a Marcela por la ayuda y está le dijo muy amablemente que había sido con todo gusto. Luego Camila miró a Daniela y le dijo, guiñando su ojo «adiós Dani, juiciosa», Daniela sonrió y respondió: «adiós Cami, tú también», Marcela las miró algo extrañada, pero no hubo más, Camila partió hacia su trabajo caminando sobre sus tacones y en su minifalda por los pasillos del colegio y Daniela ingresó al salón de clases con Marcela.
Pasó el día y llegó la noche, con grandes éxitos para la relación de Camila y Daniela. Lograron sortear el tema de Carlos, tuvieron un delicioso encuentro afectivo y sexual, juntas enfrentaron a la tirana directora saliendo victoriosas, Camila avanzó en el vinculo de confianza con María y por qué no, encontró una aliada en Marcela, quien era muy amable y seguramente, si en algún momento lo necesitaba podría valerse de su ayuda. Todo bien, todo bonito.
El martes en la mañana todo fue maravilla, cuando Camila, por petición de favor hecho por María, acordó llevar a Daniela, durante toda la semana al colegio, puesto que Carlos no consiguió salir más temprano y María, estaba trabajando. María confiaba ahora mucho más en Camila y no veía inconveniente en que le ayudará con Daniela y su ruta escolar, al menos por esa semana, no pretendía abusar de la confianza, pues Camila tras la insistencia de María acepto recibir algo de dinero para la gasolina del auto. Así María equilibraba un poco la balanza. Ahora Camila y Daniela, habían encontrado su espacio diario a solas.
Era maravilloso, en el auto Daniela y Camila se comportaban como lo que eran, una pareja. No habían reservas y el saludó era de «buenos días mi amor ¿cómo estás?», besándose posteriormente con pasión y cariño. Por motivos de tiempo, el almuerzo con Camila, quedó pospuesto para el día viernes, permitiéndoles disfrutar el martes, miércoles y jueves a plenitud. Se volvió costumbre detenerse en esa calle solitaria en las mañanas y hundirse brevemente en el desenfreno sexual, para luego ir al colegio y trabajo respectivamente. El martes la niña amaneció algo cansada por el agite del día anterior y el entrenamiento deportivo de la tarde. No quería algo agitado, deseaba algo tranquilo y sin apuros, es por eso que «mami» como empezó a decirle a Camila lujuriosamente en los momentos que quería mamarle las tetas, se dedico a amamantarla tranquilamente, posando ambas tetas sobre su boca, y regocijándose en los lengüetazos repletos de lascivia de su niña. Camila estaba tranquila, disfrutando recostada en el asiento, mientras su niña se devoraba las tetas. Habían aprendido que no debían y podían demorarse mucho, por eso contenían las ganas de avanzar y se mantenían en lo más rápido, pero no por eso, menos placentero. Ese martes fue calmado, la niña chupo las tetas de su «mami» hasta sentirse satisfecha y luego se recompuso para dirigirse a la escuela.
El miércoles, los ánimos habían subido pero el tiempo seguía siendo escaso. Después de algunos besos, caricias y preguntas matutinas, Camila sintió el deseo de masturbar a su niña. Hasta ahora no había sucedido y el impúdico deseo, de tocar la vagina de la rubia de culo respingado sobrepasaba la razón. La miró fijo y detenidamente, y le dijo con voz sensual pero de mando: «mi amorcito, hoy tu mami, te va a ser sentir algo que nunca antes has sentido, llegó el gran día mi muñeca, hoy voy a tocar tu vagina con mis manos y hacerla chorrear fluidos hasta que chilles de placer». Daniela se sintió arrecha y cachonda por las palabras de Camila y se mordió los labios, mientras acariciaba su busto por encima de su uniforme escolar. Camila quiso hacerlo todo con premeditación y con el juego de la descripción, como ya tenían más confianza no opto por el desarrollo natural de todo, sino que organizo todo un juego de la seducción y lujuria lésbica, donde la hembra adulta, enseña a la cachorrita, como satisfacer la hambrienta vagina. La tomo por la cintura y la ubico de tal forma, que Daniela quedaba de espaldas al pecho de Camila. Suavemente empezó a besar el cuello de la niña en la parte de la nuca y por los lados del cuello. Al sentir el primer toque de la húmeda lengua de Camila repleta de saliva sobre la piel de su cuello, Daniela sintió un intenso escalofrió que muto en una corriente eléctrica, al alcanzar su orificio rectal. Era el paraíso, su hembra deslizo suavemente la lengua sobre su cuello, mientras que con su espalda sentía la presión de las enormes tetas, al mismo tiempo sentía el respirar agitado y el profundo jadeo de una hembra adulta que rayaba en la animalidad, sintiendo como descargaba su aliento y deseos sobre su nuca y cuello, invadiéndola, poseyéndola, haciéndola toda suya y venciendo toda voluntad de resistencia. Daniela se sentía dominada, careciente de voluntad, a merced de Camila, ella era su todo, su figura dominante, a quien se sometería, quien arrebataría su virginidad en una noche de sexo lésbico y pasión animal, la idea, le fascinaba. Se entrego por completo y olvido su voluntad, se dejo llevar totalmente por lo que estaba pasando y sintiendo, tomando las manos de Camila, para que acariciara, así fuera por encima del saco del colegio sus nacientes tetas. Se relajo aún más, gozaba y se retorcía de placer, mientras Camila danzaba con su lengua sobre su su femenino y delicado cuello, por momentos Camila daba leves apretones con sus dientes y Daniela daba brincos de excitación, Camila se deleitaba son el sabor de la piel de su princesa y le encantaba el olor que se producía al dejar su saliva sobre el cuello de la niña, era particular, pues se entremezclaba el aroma natural de la piel de Daniela, con la fresca y abundante saliva, de la boca de Camila. Mientras le respiraba en la nuca y chupaba su piel, Camila dijo en un tono de voz suave, pero tenso, delicado pero rígido, en potencia media «me fascinas, mamasita rica, me encanta todo de ti, quiero chuparte hasta la última parte de tu cuerpo, comerte toda, hacerte el amor, culiarte, desvirgarte, probar con mi boca el sabor de tus pliegues vaginales, lamer la raya que separa tus nalgas, sentarte en mi boca y que me restriegues tu vagina, quiero hacerte muchas cosas sucias, que te vuelvas una adicta, una zorra, una puta, una perra, mi puta, mi sucia sumisa», Daniela se separó de la realidad y quedó perdida en el universo de Camila, su vagina estaba fuera de control, deseaba tener relaciones sexuales en ese mismo instante con Camila, no lo soportaba más, las palabras de Camila provocaron espasmos en su abdomen y un endurecimiento descomunal sobre sus pezones, las piernas le temblaban, el aliento le faltaba estaba extasiada, no se sintió nunca ofendida, por el contrario, sentía que Camila le estaba expresando de esa forma sus más poderosos y sexuales deseos, eso la emocionaba, quería satisfacerla, acceder a todo lo que ella quisiera, pero no solo por darle gusto, sino porque ella también quería, el instinto de la suciedad sexual se despertó en su ser y cada vez que estaba con Camila, avanzaba más y más, y se convertía en la forma común de entender el sexo y de sentir deseo. Estaba tan absorta y excitada, que Camila no tuvo necesidad de tocar su vagina, pero la niña daba sendos saltos hacia adelante, como una mujer que desea ser penetrada por una verga dura y firme, y se acerca levantando su cadera para que su macho la penetre, pero en este caso, no había macho, sino hembra, que percibió lo que sucedía y maquiavélicamente y con una sonrisa algo siniestra, no accedió al deseo de Daniela que se retorcía hacia adelante esperando el toque de Camila, la niña no podía más y la tensión sexual, de querer y anhelar, pero de no recibir, la hacía retorcer peor y lo que medio alcanzaba a sentir producto del roce de su propia ropa interior la encendía todavía más, en un punto no lo soporto y mientras Camila se pegó a su cuello como una vampira succionándole la vida, Daniela quiso tocarse y satisfacer por fin la necesidad de masturbarse para llegar al orgasmo y completar el momento, pero Camila se lo impidió y con gran fuerza la abrazo, apretando sus brazos e impidiendo el movimiento de las manos, entonces la niña sintió convulsionar, por la enorme tensión sexual que comprimía todos sus músculos y la totalidad de su aliento, empezó a retorcerse de forma violenta y compulsiva, mientras Camila con gran fuerza y furia animal, clavaba parte de sus dientes en el costado derecho del cuello de Daniela, a la vez que succionaba su piel y lamía parte de ella con su lengua, le estaba haciendo un moretón, un chupón, la estaba marcando como su propiedad, entonces el momento escalo al punto de la violencia y la vertiginosidad sexual más poderosa, haciendo que Daniela no resistiera más y sin recibir un solo toque de las manos de Camila sobre su vagina, estallara en un orgasmo compulsivo y violento que le provoco la arrechera brutal que su vagina sentía y que entre el roce de sus pantis y Camila comiéndole el cuello, la llevo a experimentar un nuevo tipo de placer, que no consistía en el frotamiento consciente e intencional, con un cuerpo sólido sobre su vagina, sino que consistía en la acumulación de deseo sexual al punto más salvaje posible, pero sin llegar nunca a satisfacerlo directamente sobre su vagina, sino dejando que se adentrara de su ser y que la tensión sexual más poderosa la colapsara en el morbo absoluto y quebrara sus músculos en un espasmo intenso que laharía estallar de placer colapsada con lo sucedido, pero todavía aún, sin tocar su vagina. Era brutal, sexo tántrico en una lésbica y aberrada presentación. Daniela, aún no sabía como se llamaba, todo ocurrió instintivamente. La niña daba saltos con su cadera y gritaba de placer y dolor, por el moretón que le estaba haciendo Camila en su cuello. Todo fue bruma en un momento, de un estrepitoso grito, Daniela pareció quedar si aliento y casi desmayada, exhalo su última fuerza y se dejo caer sobre las tetas de Camila, que a su vez, disminuyo sus lamidas sobre el cuello de Daniela, hasta extinguirlas, quedando las dos, una sobre la otra, descansando un momento, recuperando su aliento, saciándose en el placer alcanzado como quien sube una cumbre y antes de cualquier acción, se recuesta sobre su cima y se satisface em el significado y sensación de su proeza, son esos 5 minuticos de cielo tras un placer intenso. Camila observaba a Daniela, que descansaba sobre su pecho y al mirarla sonreía, consentía ahora con ternura su frente y rostro, dando pequeños besos sobre la frente y las mejillas, jugando como dos enamoradas. «¿Te sientes bien mi amor? ¿te gustó?»,preguntaba Camila a Daniela, a lo cual la niña no respondió nada, sino que guardo silencio, no por grosera o falta de palabras, todo lo contrario, estaba reposando y asimilando lo sucedido. Luego de un minuto, la niña algo débil respondió «ufff me fascino, gracias Cami, fue algo que nunca había sentido, no pensé que uno pudiera llegar a tener tanto placer sin tocar la vagina….gracias mi amor, me encanto», acercando su labios a los de Camila y dando un tierno beso, estando la boca de una y otra en sentido contrario, al mejor estilo del beso entre Mary Jane y Peter Parker en Spiderman. Ese día, no terminó como Camila lo había planeado, pues por cuestiones de tiempo, no pudo masturbar su niña con su propias manos como lo deseaba, pero no le importo, porque curiosamente el desenvolvimiento natural de la situación y el profundo deseo sexual que sentían una por la otra, las había conducido por un nuevo camino, totalmente inesperado, pero mucho más precioso. Era hora de partir y aunque Camila deseaba proseguir con su acto sexual y culminarlo al masturbar a su niña y más aún, veía ese mismo deseo en la actitud de Daniela, que todavía estaba sumida en el contexto sexual de la situación deseando más, opto por evitar problemas y por qué no jaja, seguir el juego que ya había empezado y dejar a su niña cargada de energía sexual hasta el topo, para que aguantara todo el día con esa sensación entre las piernas y al siguiente, hacerla estallar en un orgasmo nunca antes visto. Sí, definitivamente eso era lo mejor, por eso, aunque Daniela quiso enganchar sus labios de nuevo en un beso sexual, Camila la detuvo tiernamente, diciéndole: «mi amor, yo sé lo que quiere esa cuquita tuya, yo sé lo que tú quieres, y no te preocupes porque lo vas a tener, pero por hoy, te me vas con los cuquitos mojados y con la vagina hambrienta a estudiar y ya veremos como te portas, a ver si mañana, te pongo a gemir con mis dedos…..jaja». Daniela, que entendió a la perfección producto del instinto que la guiaba, el juego de Camila, sonrió pícaramente y supo que la esperaba un largo y mojado día, donde su mayor anhelo sería que Camila la masturbara, pero ante la imposibilidad del hecho, debía aguantar hasta el próximo día, iba a ser un día de tensión sexual al límite. «Ah, eso si mi amor, me haces un favor y no te tocas, porque yo no te lo permito jaja (Camila asumía su rol dominante natural en la relación)…..me guardas todo eso para mañana, ¿me entendiste, putica?», sonrojada y excitada respondió Daniela: «por supuesto que entendí mi amor, tú sabes que yo a ti te obedezco en todo», terminó de decir Daniela en un tono sensual y con voz de niña inocente, que obedece a la mamita. Así terminó el día y luego de recomponerse como ya era costumbre, fueron rumbo al colegio.
La noche del martes Camila llegó muy cansada de trabajar, pero sobre todo muy caliente, pues aunque le había establecido la prohibición de no tocarse a Daniela hasta el día siguiente, ella misma era victima de su invento, pues se sentía excitada todo el tiempo, pero no había querido masturbarse en el trabajo, para estallar al día siguiente sobre Daniela. La tensión y el estrés acumulado la estaban matando y Daniela literalmente fue todo su pensamiento durante su jornada laboral. Nunca pudo concentrarse realmente y los propios compañeros de trabajo, le decían que la notaban extraña, como tensionada. Obviamente ella decía que no era así e intentaba pasar desapercibida. Lo logró parcialmente y sobrevivió ese día, pero la energía sexual acumulada era demasiada y simplemente al llegar a casa y ponerse su pijama de short y esqueleto se satín, cayó en la tentación y empezó a masturbarse sobre sus cobijas. Hundió su mano entre su vello púbico hasta alcanzar su ardiente vagina, que literalmente estaba hecha un caldero infernal, pues estaba con una altísima temperatura y con un lago de fluido esparcido entre sus nalgas, ano y entre pierna. Empezó el masajeo con vehemencia, pues la arrechera ya la llevaba al tope y no necesitaba antesala. Tocaba su vagina sin ningún cuidado y pasaba sus dedos sobre toda su área púbica sin discreción, tocando fuertemente cada pliegue y zona dentro de esa chorreante y exquisita vulva. Tenía los labios superiores gruesos y carnosos, produciendo un espectáculo visual al verlos masturbados y aprisionados por la mano de Camila, que desplazaba esas deliciosas carnes hacía los lados a cada toque con su mano. Se masturbaba poderosamente y gemía sin pudor, procurando inconscientemente hacerlo lo más ruidoso posible, para que su niña la escuchara. Con su mano en su vagina y la otra sobre su teta que había sacado para juguetear y dar toquecitos con su dedo sobre el pezón, Camila se satisfacía y empezaba a desahogar un poco, todo ese deseo que la estaba sumiendo en un absoluto caos, el no poderlo hacer realidad. Se masturbaba con potencia y su tanga azul marina, diminuta como a ella le gustaba recogía todos esos deliciosos aromas de su vagina excitada y de los humores recogidos durante todo el día de trabajo, haciendo que esa prenda intima, fuera un cofre que acumula todo el tesoro vaginal y corporal de Camila. Cualquier hombre, estaría deseoso de tener tan exótica prenda recién arrancada del cuerpo de Camila, entre su colección. La sesión demasturbación avanzaba y Camila empezaba a sentir leves gestos de convulsión orgásmica, mientras intensificaba sus movimientos, empezó a estirar su dedo medio de manera parcialmente consciente hacia el área donde se encontraba su ano, lo rozaba a cada movimiento vaginal y mientras por un lado tocaba su vagina y masajeaba su clítoris, por el otro se aventuraba a dar rosecitos sobre su virgen ano, que al entremezclarse las sensaciones se empezaba a dilatar y producir una nueva sensación en el cuerpo de Camila, que se caracterizaba por el profundo placer vaginal, pero por el delicioso toque suave sobre un área con cientos de terminaciones nerviosas. En ese desenfreno sexual, Camila siguió aumentando el ritmo, pensando en Daniela y todas las cosas sucias que habían hecho y todas las que les faltaban por hacer. Era el Nirvana, el estado perfecto, Camila avanzaba y gemía todavía más fuerte, en el punto que sintió que se acercaba el orgasmo, metió dos dedos entre su cavidad vaginal y literalmente empezó a darse dedo con fuerza y profundidad, tocando sus paredes vaginales internas, sintiendo los pliegues y relieves que estaban encargados de transmitir la información sexual, producida por los invasores dedos, para llevarla hasta el cerebro de Camila y notificarle, que la muy perra, se estaba masturbando como puta en celo sobre su cama, con los dedos metidos en la cuca y uno revoloteando sobre su ano, por lo tanto, el cerebro debía disparar todas las hormonas sexuales pertinentes y conducir a esa puta libidinosa, hasta un estruendoso orgasmo. Tal cual fue, Camila, la perra, la sucia, dio un brinco en su cama y contorsionó su cuerpo como si el mismo demonio la poseyera, gritando fuertemente y orinándose en fluido sobre su tanga completamente empapada. Grito, pero su apartamento de gruesas paredes no permitió la fuga del sonido. Quedó tendida sobre su cama, con sus dedos introducidos en su vagina y satisfecha momentáneamente por el intenso orgasmo que experimentó. Lo tenía claro, al día siguiente, no sólo masturbaría ferozmente a Daniela, sino que además, por fin, se comería llena de ímpetu y salvaje fuerza sexual, esa deliciosa vagina de Daniela, hasta tragarse la última gota de su exquisito jugo vaginal.
BUENO AMIGOS, ESPERO LES HAYA GUSTADO, PRONTO VIENE LA SIGUIENTE PARTE. DISCULPEN LAS DEMORAS, ANDO MUY OCUPADO.
HE LEÍDO TODOS SUS COMENTARIOS Y LO AGRADEZCO PROFUNDAMENTE, EN ESTA OCASIÓN JAJA, COMO YA ES COSTUMBRE LES PIDO TAMBIÉN, QUE POR FAVOR DEJEN SUS OPINIONES, PUES ME ENCANTA LEERLOS. ¿QUÉ ES LO MÁS LES GUSTA? ¿QUÉ ES LO QUE MÁS LES EXCITA? ¿QUÉ CREEN QUE VA A SUCEDER? ETC…
GRACIAS, HASTA LA SIGUIENTE OCASIÓN. NOS VEMOS EN LOS COMENTARIOS.
He leído todas y cada una de las partes de éste exitante relato, me pongo a mil (como hombre) me exita mucho el amor lésbico y más este dónde una chica mayor inicia y logra enamorar a una chiquita
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Creo que este capítulo ha sido de los más calientes,la expresividad con la que está relatado es tan buena que mi cabeza recrea todo como si lo hubiera vivido.
Me encanto,espero con ansias la continuación.
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Me encanta me e leído todos hasta ahora y espero el siguiente relato de esta Camila y Daniela no tardes mucho
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Exelente relato me exita demasiado solo quiero leer como camila se comera a su hembra y si esa maestra se unira ala accion jajjja
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Hombre es es el mejor relato lesbico que he leido, me dejas calitne apurate y subi la siguiente parte
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Estoy esperando ansioso el siguiente capítulo esto es oro
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Sigie asi Mario exelente relato morboso y caliente ya Quiero leer el momento que camila se coma esa jugosa chochita saludos
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Realmente, de lo mejor que he leído, sopy bastante apático a los relatos en donde existe «violencia» de un adulto para un niño principalmente por el desconocimiento de este último pero acá las cosas se dan por mutuo acuerdo, de una niña que ya sabe lo que le gusta y lo hace por instinto con una mujer que le da ese «lugar», me encanta la fomra de escribir, detallar, describir, le doy un 100 y espero con ansias la siguiente parte!
Muchas gracias por tu comentario y atención a la serie. Ya está subida la siguiente parte para que la leas.
Jamas me habia conectado como usuario a un a pag de este tipo pero el relato LESBICO de Camila y Daniela me obliga a hacerlo. Jamas habia leido algo mas erotico, exitante, caliente y agradable que este( y mire que he leido muchisimos). Solo quiero rogarle a su autor(a) que por favor continue con la trama. Dejar a uno encendido sin llegar al momento donde Camila y Daniela, dada cualquier circustancia, obligado viaje de Maria o enfermedad de ella o cualquier otra cosa o motivo, deba pedirle a Camila que cuide a Daniela por aunque sea dos dias completos para que tengan que dormir juntas y leer, despues de su boda, por ejemplo, una noche completa las dos juntas y permitirnos deleitarnos a todos leer,bajo la magnífica redacción del autor, el desvirgue definitivo de Daniela y mucho mas. QUE HISTORIA MAS DIVINA Y CAUTIVANTE es esta historia. Por favorcito, continue con el añadido de MAS capitulos. No tarde tanto por favor se lo ruego.
Cuanto tiempo estiman que tardará la continuacion de esta EXCELENTE HISTORIA. Que barbaros.Por favor no nos dejen que este sabor, Hay mucho que contar. Esperamos con ansias
Hola amigo, gracias por tu comentario. Tiempo al tiempo jaja, todo vendrá, no te preocupes, te aseguro que lo van a disfrutar enormemente. Me disculpo por mi retraso, en la siguiente parte entenderás el por qué. Ya está subida, puedes leerla si quieres.
Todos los dias entro en la página para ver si llegó, la continuacioón. POR FAVOR CONTINUEN
Soy Rich de nuevo: Caramba amigo escritor hasta cuando será que podamos leer la continuación de esta magnifica historia de CAMILA Y DANIELA. Ya hace mas de dos meses que la historia comenzó y mas de uno de mi primer comentario. Incluso di una idea de como continuar la historia. Sugerí el argumento de tomar un posible viaje de emergencia de María, por duelo o efermedad, por uno o dos dias, o cualquier otra cosa que obligara a María a pedirle a Camila tener un dia, o mas de uno, a Daniela bajo su cuidado dada esa emergencia y permitirnos leer a los muchos lectores de esta maravillosa historia como Camila se acuesta en su cama con Daniela y hacen verdaderamente el amor con el desvirgue definitivo de la niña, enseñarla al goce del rozamiento de sus dos vaginas y todo lo que se puede inventar entre una niña y una mujer enamoradas acerca del sexo lésbico. Por favor amigos, complazcan a los muchos lectores de esta página y su maravillosa historia de Camila y Daniela.
Quiero, con sus permisos, añadir que en lo personal no me gustaría la intromisión de la Profesora de la escuela de Daniela ni de ninguna otra mujer en esta historia.
Gracias amigo por tu comentario. Todas tus sugerencias son tomadas en cuenta y no te preocupes jaja, que no es que esté escaso de ideas, sólo que he tenido muy poco tiempo y para que las cosas salgan bien, hay que dedicarle varias horas. Ya puedes leer la siguiente parte, ya está subida. Espero la disfrutes y la comentes tanto como esta. Gracias por la paciencia.
Si, es suficiente. Solo quiero lo expresado.
Gracias amigo. Y está subida la siguiente parte, puedes leerla.