Camila y Daniela 5 parte 2
La historia de una atracción prohibida entre una mujer y una niña…..
Daniela terminó de tragar la saliva depositada por Camila desde su boca y en señal de satisfacción se recostó en el asiento, era una escena maravillosa de ver, la mujer adulta con sus tetas al aire completamente babeadas y maltratadas, junto a su niña que desbordaba saliva por sus labios. Finalmente todo se calmó y ambas con siniestra precisión empezaron a recomponerse vistiendo de nuevo sus ropas, aunque en este caso Camila era la única semidesnuda. Daniela miró fijamente por última vez las tetas de su amante, pues Camila procedió a ocultarlas en su enorme brasier y así tras unos segundos, ambas estaban listas para partir, se dieron un último beso y Camila con una sonrisa de broma le preguntó a Daniela: “¿si quedaste satisfecha mi amor jaja?”, a lo cual la niña con un tono ciertamente inocente y tierno dijo: “sí, pero sólo un poquito jaja”, C: “jajaja eres muy golosa mi amor, te atragantaste chupándolas y aun así no fue suficiente jaja”, D: “ es que me gustan mucho, no sé por qué, pero cuando te las veo pierdo el control sobre mí cuerpo, sólo sé que quiero chuparlas”, C: “que rico mi amor, me encanta saberlo, no te preocupes, ya habrá tiempo para más, por ahora debemos irnos, no quiero arruinar la salida de mañana”, aceleró el vehículo y con normalidad y sin levantar sospecha cada una cumplió con su rutina habitual.
Era la mañana del día sábado y Camila bastante puntual a las 7 de la mañana ya estaba lista para salir, sólo le hacía falta desayunar, pero no era para menos, la emoción casi no la deja dormir al pensar y sentir cómo sería su día en el parque de diversiones junto a su mujercita, quería que todo saliera perfecto y la ansiedad no la dejaba tranquila, sin embargo procuraba mantener la calma para no desvelarse y desgastarse tontamente. Desayunó algo ligero y se dio un último vistazo en el espejo del corredor de su apartamento, como iba a ser un día movido, no se complicó demasiado y trató de verse atractiva para su niña y al mismo tiempo estar relajada con ropa cómoda, llevaba unas zapatillas deportivas azules con rosa, un leggins negro muy ajustado con una línea blanca en los costados y una camiseta de color blanca ceñida al torso, que permitía cierto grado de transparencia por lo estirada de la tela revelando un brasier blanco sin muchos detalles, tenía además un saco deportivo complemento del leggins amarrado a la cintura y por si era necesario, en su bolso llevaba colgada gorra negra para protegerse del sol, aunque parecía más un atuendo de gimnasio, la belleza de Camila era indudable y se veía muy atractiva. A paso veloz llegó a la puerta del apartamento de Daniela y sin esperar tocó la puerta, eran las 7:50 de la mañana, aunque intentó alargar la espera no pudo más, pasaron algunos segundos y detrás de la puerta apareció María, que tenía un extraña expresión en el rostro y no parecía dispuesta al menos en su indumentaria para la ocasión, M: “hola Camila, ¿cómo estás? (pronunciando con un tono y mueca seria)”, C: “hola María, muy bien, ¿pasa algo? (de inmediato pregunto, pues notó a la madre de Daniela extraña”, M: “sí Camila, discúlpame, lamento informarte que no podemos ir, surgió algo completamente inesperado y tengo que irme a atenderlo”, C: “ ¿pero por qué, cómo así, qué pasó? ¿Puedo ayudarte en algo? (dijo aturdida, pues las palabras de María, fueron como un cuchillo a la yugular)”, M: “no Camila, me da pena contigo porque sé que teníamos tu invitación y tú dispusiste el tiempo para nosotras, pero enserio, discúlpame esto se me sale de las manos”, C: “¿pero qué pasó, le sucedió algo a Dani? ¿Puedo ayudarte en algo? (decía rápidamente con cierta impaciencia y angustia al ver su cita derrumbarse)”, C: “mm no Camila, no es nada de eso, realmente es un asunto personal y no me gustaría molestarte todavía más con nuestros problemas”, C: “no María, no te preocupes, puedes confiar en mí, entre todos debemos ayudarnos, la solidaridad nunca sobra, cuéntame, tal vez te pueda ayudar en algo”, M: “no Camila, realmente en esta ocasión tu ayuda no la utilizaré, porque en verdad ya has hecho mucho por nosotras y no te voy a molestar más”, Camila iba a interrumpir, pues ya la impaciencia la corroía y no toleraba más el discurso de María, que de sustancia no revelaba nada, sin embargo esta con una señal de mano le dijo que esperara para proseguir: “pero soy consciente, que te mereces saber el por qué no podemos atender a tu cortés y muy valorada invitación, mira, como decirte, bueno, al grano, mi madre está enferma, sufre del corazón y esta mañana, tuvo una complicación cardiaca, mi hermana me llamó hace como 10 o 15 minutos, realmente si hubiera sabido antes, te lo comunicaba, pero es que de verdad acabo de enterarme, está en el hospital y por ahora dicen que se encuentra estable, pero no hay nada claro aún y debo ir a verla obligatoriamente”, Camila recibió la noticia con asombro y no supo que decir, pues por un lado sentía realmente lo que le estaba pasando a la madre de María y por otro veía desvanecer su propio deseo ante la imposibilidad de compartir con Daniela, pues efectivamente esto era un suceso de fuerza mayor y no había mucho por hacer, entonces tomando fuerza para reponerse replicó: “lamento realmente escuchar eso, me quedo sin palabras francamente sólo te deseo desde lo más sincero de mi corazón que tu madre se encuentre bien y se pueda recuperar, y bueno, entiendo que no puedo ayudar demasiado pues esta vez la situación me desborda, pero si quieres te llevo, yo ya estoy lista, sólo es prender el carro y vamos para allá, no sería ningún problema, realmente tenía el día dispuesto para salir con ustedes, entonces no hay inconveniente”, Camila de forma sincera ofrecía su ayuda, pues aunque deseaba ver y compartir con Daniela, también era cierto que a María le tenía un grado de aprecio por los momentos compartidos y sobre todo por la cercanía familiar que sentía hacia ella, al fin y al cabo era su suegra no oficial por descabellado que pareciera y era su deber ayudarla, no quería tampoco ver a Daniela triste o afligida por los problemas de su madre y abuela, María entonces le dio las gracias pero le hizo saber que ya había solicitado un Uber y por eso no había mucho más de que preocuparse, Camila estupefacta no sabía cómo responder y en su garganta un nudo se forjaba pues inevitablemente ese fin de semana y tal vez más, volvería a perder a su niña, no lo soportaba, ni tan siquiera pensarlo, pero ya no le quedaban más herramientas, estaba encadenada. En ese momento, Daniela entró en escena y de inmediato el ánimo de Camila dio un salto para luego convertirse en amargura al saber que probablemente ese sería el único instante que la vería. Daniela estaba enterada de la situación, pero no sabía que tan grave era, María para protegerla, le había contado resumida y generalmente sin profundizar en detalles y simplemente le dijo que la abuela estaba enferma y debían visitarla, esa noticia para Daniela tuvo un extraño y desagradable sabor, pues por un lado su amada “abuelita prechiosa” estaba enferma y no le gustaba para nada esa realidad, pero por el otro lado, incluso más amargo que lo anterior, no podría estar con la mujer que la enamoraba, la niña no sabía que actitud asumir, pero reflejaba un profundo aburrimiento con ciertos toques de tristeza. Saludó a Camila y luego se dirigió a su madre con un tono de voz disminuido y apagado, en medio de un suspiro: “entonces ¿qué vamos a hacer? ¿ya no vamos a ir al parque de diversiones?”, como más allá de todo Daniela era una niña preadolescente, ese tipo de cosas la ponían mal, pues deseaba con fervor ese día y cuando por fin llegó todo se desmoronó, entonces María respondió: “no Daniela, tú sabes que la abuela está enferma y tenemos que ir a visitarla y cuidarla, ya hable con Camila y ella me dijo que para una próxima ocasión será, que luego reprogramamos la salida y vamos, ¿cierto Camila?”, mirándola de reojo para que le siguiera el juego y así Daniela se animara un poco: “sí Dani, no te preocupes, en estos días vamos, no te afanes, esas entradas las podemos validar en cualquier momento, no hay problema, por ahora hazle caso a tu mami y ve a visitar a tu abuelita que está enfermita”, a Camila esas palabras le costaron como nunca antes pues era el sello definitivo que la separaba de su hermosa rubia, pero no podía hacer nada más, sólo resignarse, Daniela sin mediar palabra y con una expresión de total desconsuelo, dio media vuelta y empezó a sollozar, creyendo que no la escucharían pues caminaba hacia el interior del apartamento para ir a buscar sus cosas e irse con su madre, Camila la miraba alejarse y al escuchar su llanto y penetrar en la distancia que las separaba, deseó también llorar pero con ímpetu se contuvo para no delatarse frente a María, era una escena muy devastadora para las dos, era la separación de dos corazones, que ya eran en realidad sin saberlo, uno solo. Un minuto después salió Daniela con su maleta color rosa, donde llevaba ropa y otras cosas más que iba a necesitar para los próximos días, entonces Camila no resistió más y simplemente se despidió, deseo suerte y miró con una infinita ternura y tristeza los ojos de su niña, dio media vuelta y se encaminó hacía su apartamento, por el pasillo, de espaldas sin ser vista dejó caer una par de lágrimas que secó disimuladamente con su mano derecha, llegó hasta su puerta y cuando estaba a punto de introducir sus llaves para abrir, escuchó la voz de María que le decía: “Camila, espera, ¿puedo hablar contigo un instante?”, la sorpresa no pudo ser mayor y sin atisbo de duda respondió inmediatamente: “claro, por supuesto, dime, te escucho”, María se dirigió hasta la puerta de Camila y en un tono de voz medio para que Daniela no las escuchara le dijo: “disculpa Camila, no sé cómo decirte esto y más con lo que te acababa de mencionar, pero ante el riesgo de abusar abusivamente de tu confianza, me veo obligada a pedirte un gran favor, enorme, gigante, probablemente el más grande que te haya pedido, no te sientas comprometida, si no puedes, no hay ningún problema”, Camila emocionada ante las palabras de María, respondió velozmente: “dime María, no te preocupes en lo más mínimo, yo te colaboro con gran gusto, no es ningún abuso de confianza, para mí es un placer ayudarte, dime por favor”, M: “bueno, pues no sé cómo decírtelo, hasta hace un momento no lo había pensado, pero bueno, tú sabes lo mucho que quiero y amo a Daniela, siempre trato de protegerla de todo mal y peligro, procuro que no se entere de las cosas feas y mantenerla alejada de situaciones donde no debería estar y con esto que surgió de mi mamá, me preocupa muchísimo, como lo vaya a tomar ella, porque ama demasiado a su abuela y si la ve en el hospital y repleta de tubos por todo lado, creo que sería devastador, ella es apenas una niña, con 12 años no creo que sea conveniente que este en un lugar así y bajo esas condiciones, yo le conté lo sucedido, pero muy por encima y ella en realidad ignora la gravedad de la situación, hasta hace un momento me pareció normal llevarla a ver a su abuela, pero viéndola como está y lo triste que quedó después de saber que no iríamos al parque de diversiones, creo que llevarla al hospital sería muy mala idea, por eso Camila, te quiero y te necesito pedir un favor extraordinario, realmente tú te has ganado mi confianza y siempre has demostrado mucha madurez y solidaridad con Daniela, conmigo y con Carlos también, él hoy no está, por eso no tengo a quien más recurrir y como tú nos habías invitado a esa salida, pues no sé, aunque me cuesta pedírtelo y se me cae la cara de vergüenza, me gustaría saber si puedes llevar a Dani al parque de diversiones…….”, Camila estupefacta y atónita, interrumpió abruptamente pues no podía con tanto, entonces dijo: “¿cómo? ¿Las dos….las dos solas?”, M: “sí Camila, sé que suena raro y además es una gran responsabilidad para ti y una enorme preocupación para mí, pero creo que Daniela se distraería, se divertiría y así estaría lejos de todo esto horrible que le está pasando a mi familia y a mí misma, además podría estar tranquila y hacer todo lo que tenga que hacer en el hospital y fuera de ahí, tú sabes que de un momento a otro surgen necesidades y hay que estarse moviendo, pero con Dani, me es muy difícil…. Mira, como te decía yo sé que esto es sorpresivo y hasta arriesgado, quien me viera diría que estoy loca y soy una madre irresponsable, pero tú ya me conoces, sabes cuánto la amo y como la cuido, lo hago por Dani y única y exclusivamente porque te consideró una persona de enorme confianza, además que ante la gravedad de la situación no tengo muchas más opciones, si no puedes, no hay problema, tranquila, yo entiendo totalmente, no te sientas comprometida… entonces, ¿qué dices?”, Camila no se lo podía creer y como en la montaña rusa, donde seguramente horas más tarde estaría subida, su ánimo y energía se disparó con brusquedad, pues a pesar de la mala situación de María, en cuanto a su salida con Daniela, nada podía ser mejor, la tendría para ella sola, sería una auténtica cita de pareja, sin quererlo todo se había configurado a la perfección, por eso no tardó en lo más mínimo para dar su respuesta, aunque intentando disimular su estrepitosa emoción: “claro María, no te preocupes, entiendo completamente y para mí no es ningún inconveniente, todo lo contrario, era lo que había planeado para el día de hoy, entonces si quieres, avísale a Dani para salir de una vez, porque se empieza a hacer tarde y luego hay mucha fila”, M: “por supuesto, tienes razón, muchas gracias nuevamente y durante el día entonces te estoy llamando para saber cómo van, gracias Camila, de verdad eres un ángel en nuestro camino…..DANIELA, ven por favor”, inmediatamente la niña, atendió el llamado de su madre, pues estaba esperando para irse con ella al hospital por lo tanto creía que ya se iban, caminando por el pasillo vio con sorpresa a Camila y por un instante su emoción se hizo palpable y tuvo la esperanza que lo del parque de diversiones siguiera en pie, por eso en medio de la incertidumbre llegó hasta la puerta, M: “Dani, llegue a la conclusión que es mejor que vayas al parque de diversiones, porque necesito estar sola para moverme mejor con lo de tu abuela, entonces Camila te va a llevar (inmediatamente la respiración de Daniela se cortó, era absolutamente increíble), por eso necesito que te portes MUY juiciosa, no te metas en problemas y obedezcas a Camila en todo, porque ella se va a encargar de ti y la responsabilidad es muy grande, por eso lo mínimo que te pido es que no le causes ningún tipo de problema, ¿entendiste?”, Daniela estupefacta, no podía contestar debido a la gran emoción, sin embargo el deseo de irse inmediatamente con Camila le dio un empujón anímico y contestó: “claro que sí mami, no te preocupes por nada, voy a portarme muy bien y juiciosa, no le voy a ocasionar nada de problemas a Cami, todo lo contrario, te lo prometo”, M: “está bien, te creo Dani, entonces coge la maleta que habías alistado y ve con Camila porque se les está haciendo tarde, más tarde te llamo”, ipso facto la niña tomó la maleta, se despidió de su madre que le dio mil besos y con una sonrisa de par en par, se dirigió junto a Camila hacia el ascensor, el corazón de juntas latía a mil, era lo que tanto deseaban y se hacía realidad. Como siempre salieron del edificio sin afán y con disimulo, pero al entrar en el sótano donde se encontraba el auto, no tardaron ni un segundo en abalanzarse una sobre la otra y con enorme pasión, se dieron un beso muy sentido. C: “creí que no podríamos estar juntas, quería llorar”, D: “yo también, de hecho lloré sin que se dieran cuenta, cuando iba por el pasillo”, C: “uff mi amor, no sabes el desespero que me dio, pero bueno, mira lo que nos acaba de suceder, estamos solas y juntas, con todo un día por delante y nada de afán, hoy va a ser un día inolvidable, te lo aseguro….no perdamos más tiempo en tristeza mi princesa, más bien abrocha el cinturón y vámonos ya, me muero de ganas por compartir este día contigo”, D: “está bien mi amor, tienes razón, vamos entonces”. Así, Camila pisó el acelerador a fondo y salió con velocidad acelerada rumbo al parque de diversiones, era increíble, no podía procesar lo que le estaba sucediendo, de repente tenía a su niña para sí sola todo un día, con el permiso de la propia madre y sin ningún afán, es como si le hubiesen dejado abierta la puerta de la juguetería y ella pudiera disponer a voluntad y sin reserva de todo lo que estuviera en ella, se sentía completamente libre, como si de viento corriendo sin límite se tratara, por un momento, tuvo la idea de desbaratar todo el plan, para llevarse a Daniela a un lugar donde estuvieran las dos solas y allí poder por fin, desfogar todo su deseo sexual y tomar la virginidad e inocencia de Daniela para siempre, de hacerle el amor y tener sexo lésbico y animal sin freno, conociendo por fin la desnudez de un cuerpo sobre el otro, sin filtro, temor o afán, pensó en ir a un motel, pero de inmediato descartó esa opción por lo inverosímil y arriesgada de la situación, después de ir hacia algún paraje alejado, pero supo ver el enorme peligro que significaría eso para las dos y por último contempló la idea de volver secretamente al apartamento, cuando María ya no estuviera y en su propia cama follar con Daniela, pero después de contener el poderoso impulso, decidió descartar esta opción, pues el preciado y deleitante momento, llegaría, cuando tuviese que llegar, pero no sería de esta manera, sino fruto natural del deseo de Daniela. Estaba dispuesta a esperarla. Como era un día supremamente especial, no quería escatimar en gastos y deseaba complacer a su princesa hasta el último deseo, por más caprichoso que fuera, por eso, antes de llegar al parque de diversiones se detuvo en una reconocida cadena de venta de donas y malteadas, tomando un dulce y sabroso desayuno junto a su mujercita, “pide lo que quieras mi amor”, le decía Camila a Daniela, que estaba anonadada por la naturaleza misma de la situación, pero sobre todo por el poder nunca antes alcanzado que hoy le otorgaba Camila, básicamente era su centro de atención y la trataba como a una niña consentida dándole gusto en todo, por un momento se sintió como esas niñas ricas y malcriadas que tienen todo lo que desean, simplemente al pedirlo a sus complacientes padres. El desayuno se fue entre risas y jugueteos inocentes pero coquetos, las caricias iban y venían, pero ante el público no se sembraba sospecha pues por la marcada diferencia de edad entre Camila y Daniela, la escena se asemejaba a una madre consintiendo a su hija sin mayor problema, juntas lo notaron y por eso, cuando iban hacía el estacionamiento, se tomaron de la mano venciendo la timidez y el miedo, pues nadie las miraba con extrañez, pues nada raro había “entre una madre y una hija” tomadas de la mano, de alguna forma ambas sonreían, pues sentían que se burlaban del mundo al mostrar abiertamente parte de su peculiar relación pero sin generar atisbo de duda en algún transeúnte. La mezcla perfecta. De nuevo abordaron el auto y se dieron un rápido beso, por el temor de que alguien las viera, salieron del parqueadero y siguieron su camino hacia el parque de diversiones. Estando allí, no tuvieron que hacer fila, pues Camila había adquirido las entradas más costosas, que le otorgaban la libertad de saltarse los aburridos controles y las filas interminables, claro, se encontraba con una u otra persona que también había comprado ese tipo de pase, pero era una insignificante minoría. Al ingresar al parque, nunca se soltaron de la mano, todo el tiempo caminaron tomada una de la otra y se reían al ver como nadie notaba algo extraño. Para iniciar el día, empezaron con un recorrido tranquilo, observando las diferentes atracciones para ver en qué orden se subirían. La primera seleccionada, fue la de los carros chocones, en esta, ambas reían frenéticamente y las tetas de Camila se sacudían con violencia exponencial, esto lo notó Daniela sin querer, que hasta el momento no había despertado su hambre sexual, pues lo diferente e inesperado del día no lo había permitido, sin embargo, esta fue la base, la raíz, el comienzo, de un día inolvidable pero sobre todo muy sexual, en donde ambas, sin esperarlo, fueron tomando el rumbo que en el fondo tanto les encantaba y entre juego y juego, la tensión sexual fue aumentando. Para la segunda diversión la casa de los espejos fue el lugar seleccionado, allí ambas tropezaban y se reían a lo tonto por la torpeza en los movimientos, en determinado momento, Daniela tomó las manos de Camila y las colocó sobre sus hombros, quedando la niña delante de la mujer adulta, diciéndole: “ yo te guio”, pero Camila de inmediato percibió algo extraño, la niña se juntaba de forma obvia contra su cuerpo y especialmente contra las prominentes tetas de Camila, literalmente Daniela las tenía clavadas en su nuca, es como si buscara la manera de sentir el cuerpo de Camila a como diera lugar. Sin más, lograron atravesar el laberinto y salir bien libradas y sin muchos golpes del intrincado lugar, pero Camila quedo con la duda sobre la intención que había motivado a Daniela para pegarse a su cuerpo. Iban caminando, tomadas de la mano por supuesto, y la niña se antojó de un algodón de azúcar que vendían en uno de los puestos del parque, así que reconociendo el enorme poder que le daba Camila y con tono de niña caprichosa hecho a medida y a propósito para que su mujer la escuchara, dijo: “quiero un algodón de azúcar y lo quiero ya”, entonces Camila lejos de sentirse ofendida o irrespetada, entró al juego, pues supo reconocer que la intención de Daniela no era ser propiamente malcriada o fastidiosa, sino de alguna manera crear un ambiente de roles, donde ella era la niña dulce y caprichosa y Camila, la mujer adulta y fogosa que le seducían estas actitudes. No tenían ni que hablar, la química sexual y el conocimiento entrañable entre una y otra, ya era tal, que se entendían con miradas, gestos o actitudes. Por eso la niña no esperó mucho más y se detuvo en el puesto diciendo al tendero: “por favor me regala un algodón rosado, ella lo paga (señalando a Camila)”, el tendero sonrió, al confundir a una pequeña lesbiana morbosa, con una niña caprichosa que señalaba a su madre para que pagara su dulce. Camila se acercó y siguiendo el juego le dijo: “pero acabas de comer mi amor, y el dulce a esta hora de la mañana, no te conviene, tú sabes”, D:” pero lo quiero”, haciendo un puchero con actitud infantil, C: “jaja está bien….por favor señor, que sean dos, el mío azul….. tú ya sabes mí amor, todo lo hacemos juntas jaja”, el tendero no sospecho de nada, pues la situación pareció natural entre una “madre y una hija”, por eso, despacho el pedido, medio perdido en las marcadas tetas de Camila y se rio una vez más al ver la “minipataleta” de la pequeña rubia. Se sentaron en una silla de madera ubicada a un costado del camino, para comerse cada una su algodón, charlaban y reían, hasta que Camila traspasó el muro de concreto y le dijo a Daniela: “ufff me gustaría compartir este algodón contigo, dártelo de mis labios”, a lo que la niña, encendida por el repentino comentario de su mujer y sobre todo, fogosa desde el momento de los carros chocones dijo: “¿ah sí, y eso cómo sería jaja?… explícame porque no sé jaja”, C: “jaja ¿qué pasa mi amor? ¿Acaso quieres imaginártelo? ¿Eso por qué? ¿Hay algo que no me has dicho jaja? Te noto muy pícara”, D: “jaja no, así no se vale, yo te pregunte primero”, C: “jjaja bueno, está bien, pero luego me respondes tú jaja…. Pues tomaría un pequeño trozo de algodón entre mis labios así (realizando inmediatamente la acción), jaja y bueno, luego tú tendrías que venir por él (pronuncio forzosamente, pues el algodón se le quería caer)”, esto más que sensual, le pareció divertido a Daniela que inevitablemente se rio con algarabía, fue un momento único, Camila por un momento detuvo su mirada en su alegre y sonriente niña, viéndola hermosa bajo el poderoso sol de la iluminada mañana produciendo un brillo celestial sobre el cabello rubio de su princesa; suspiro, no pudo resistirse, la escena fue superior a su razón y dentro de su pecho sintió un arrollador sentimiento que la invadía y producía en su ser una tormenta de emociones, su estómago revuelto y su sonrisa desbordada, delataban un enamoramiento creciente e irreversible. Las risas se detuvieron y el algodón terminaron, prosiguieron su aventura y se dirigieron hacía la montaña rusa, casi se vomitan, pero pudieron sobrevivir a la extrema diversión. Así se fue un buen rato, entre risas, juegos, coqueteos, caricias y emociones intensas Camila y Daniela se entregaban más y más una a la otra, no lo percibían, pero el sentimiento de cariño romántico y la atracción física, además del lazo emocional se ensanchaban y hundían sus raíces hasta lo más profundo de sus seres. Después del mediodía, cerca de las 2 pm, Camila le propuso a Daniela que se subieran en la rueda de la fortuna gigante que tenía el parque y luego fueran a almorzar, así lo hicieron entonces y en un abrir y cerrar de ojos estaban en la canasta que las llevaría hasta la cúspide. A medida que iban subiendo y como nadie las veía pues en las canastas próximas no había pasajeros y además una barrera de hierro las cubría de los ojos externos, Daniela se acercó sin temor a Camila y empezaron a acariciarse sin timidez. Pronto, el tono del momento fue subiendo y a medida que ascendían Camila deseaba estar más alto, para poder besar a Daniela sin ser vista, pero cada tanto, la rueda se detenía para que nuevos pasajeros pudieran abordar en la parte inferior del juego. En determinado momento y cuando la canasta estuvo lo suficientemente alta y alejada de curiosos, Camila tomó el rostro de Daniela “y le robó” un fugaz pero mojado beso, esto le gustó soberbiamente a la rubia de culo respingado y en un segundo, ya le estaba devolviendo el favor a Camila con un beso de lengua, con algo de intensidad. C: “por fin solas mi amor, hace rato que tenía ganas de besarte, no me aguanto tener esos lindos labios rosaditos tuyos frente a mí y no poder comérmelos a besos”, D: “Uff a mí me pasa igual, hoy te ves tan linda, te queda muy bien ese leggins”, C: “gracias mi muñequita, esperaba que lo notaras y…….”, interrumpió Daniela, agregando: “¿pero no te incómoda?”, Camila se inquietó con la pregunta y respondió: “¿incomodarme, por qué?”, D: “pues no sé, la verdad es que a mí nunca me han gustado mucho que digamos, porque me siento como desnuda, además se marca la rayita de la ropa interior”, justo en ese momento Camila pudo notar lo obvio, que Daniela todavía era inexperta y le faltaba mucho por saber y aprender, por eso no desaprovechó el momento y le dijo: “mm te entiendo mi amor, pero por un lado son muy cómodos no me lo puedes negar, pero por el otro, sobre la ropa interior, es porque no usas la más adecuada……”, de nuevo interrumpió Daniela y replicó: “¿cuál es la adecuada, entonces”?, C: “claro mi amor, mira, las mujeres por lo general después de cierta edad, empezamos a cambiar el estilo de ropa interior que usamos, dejamos un poco de lado los primeros estilos más grandes y completos y empezamos a usar unas prendas más pequeñas y menos visibles, no sé si las conoces, creo que sí, pero se llaman tangas, y son esas que se te meten entre la nalga, son muy delgadas a los lados y cubren escasamente la vagina y la parte frontal, donde está el vello púbico, ¿me entiendes?”, la niña con gesto y mirada curiosa, pero con cierto aire de malicia respondió: “mmm sí, creo entenderte, ¿entonces tú tienes una tanga puesta hoy, supongo, no? (observando con picardía hacía el área vaginal de Camila)”, Camila sonrió al comprender las maquiavélicas intenciones de su niña y dijo: “jaja no sé, eso ya te tocaría verificarlo a ti”, entonces la niña algo nerviosa se quedó inmóvil sin saber qué hacer pues era obvio que Camila le dejaba la puerta abierta para que colonizara una nueva isla en su cuerpo y sobrepasara los límites alcanzados, y esta vez, la diferencia era abismal, pues en los anteriores encuentros y acercamientos, era principalmente la mujer adulta la encargada de hurgar en el cuerpo de la niña y descubrir las fragancias, sabores, formas e imágenes de la intimidad de Daniela, pero esta vez, sería la pequeña rubia quién empezara a tomar ese papel. No había punto de comparación, bien o mal, Camila ya tenía experiencia sexual y sabía muy bien lo que era penetrar en la profundidad de otro cuerpo, pero para Daniela esto era desconocido, era en absoluto el paso definitivo hacia la entrega total a Camila y hacia el lesbianismo empedernido, pues ahora descubriría la sensualidad en las mujeres y nacería en ella el gusto indomable por las vaginas. Camila estuvo nerviosa al pronunciar sus palabras, pero reconocía la necesidad de decirlas para comprobar si su niña estaba lista, para romper la última barrera y llegar, hasta donde una relación lésbica romántica y sexual, debe llegar. Daniela titubeo un poco y con la mano algo temblorosa, se empezó a acercar hacia el cuerpo de Camila, sobre sus muslos, pero en cierto momento se detuvo y parecía no poder avanzar, estaba tiesa, incluso algo pálida, era el paso definitivo y necesitaba el impulso de su mujer para poder darlo, C: “dale mí princesa, yo sé lo que quieres y yo también lo quiero, tócame, no te avergüences, la otra vez te lo explique, este cuerpo es tuyo, aunque no sea oficial, tú y yo, estamos construyendo una relación y yo soy tu pareja, por eso no te intimides ante mí, te estoy esperando con ansias”, en ese momento se acercó y llevada por el deseo le dio un beso muy sentido a su niña, a lo cual esta respondió traspasando finalmente la barrera y tocando los muslos de Camila, los acariciaba con suavidad mientras la besaba y en el momento justo, con ayuda de los movimientos del cuerpo de la mujer adulta, la niña deslizo delicadamente sus manos hacía el culo de Camila, era la primera vez que lo tocaba ciertamente, nunca antes había sentido algo similar, con timidez pero con decisión, se fue apropiando lentamente de este, mientras Camila perdiendo de a pocos el control, parecía querer echársele encima en medio del acalorado beso, la tensión fue subiendo y la niña ahora se posesionaba por completo del culo se su mujer, nunca antes había pensado en las nalgas de otra mujer con algún tipo de morbo, pero estar ahí, sintiendo las enormes tetas de Camila sobre su pecho y mentón, saboreando la saliva de su mujer a cada lengüetazo en su boca, respirando su aliento cálido y agitado, le producía un descomunal placer y al tocar las nalgas de su mujer, sencillamente caía rendida a la excitación. Nunca había entendido, porque algunos hombres “eran tan malos y le miraban las nalgas a la mujeres”, era para Daniela algo descabellado, incomprensible, pero en ese momento, al sentir la carnosidad, la redondez, la forma, la suavidad y el movimiento del culo de Camila, fue como una revelación, pues descubrió una poderosa e inquietante sensación, que la conducía a un placer infernal, a un morbo dantesco, no entendía cómo, pero al sentir el culo de su mujer en sus manos, sentía ganas de besarlo, de verlo, de observarlo, de apretarlo, de acariciarlo, de masajearlo y en general de hacer cualquier cosa que su impulso le dictara, pero que le permitiera disfrutar de ese manjar. La situación se empezaba a salir de control y Daniela ahora más empoderada y menos tímida, hacía realidad sus deseos y suavemente pero con firmeza, apretaba las nalgas de Camila, lo cual sorprendió enormemente a la tetona de 28 años, pues era todo un lujo ver como esa pequeña niña de 12 años, se consumía en el morbo y la lujuria al manosear su culo, por eso se dejó llevar de la excitación y el frenesí que nacía en el momento y como ya empezaba a ser costumbre, olvidaba por completo donde estaba y se entregaba al vicio de la lascivia, entonces subió su cuerpo un poco más y sin meditarlo demasiado, sacó bruscamente de un jalón una de sus tetas, por encima del brasier y de su camiseta, introduciéndola con gran prisa en la boca de Daniela, para que se la mamara mientras le acariciaba el culo. Era el paraíso, el hecho sorprendió gratamente a la niña, que ni corta ni perezosa, abrió su boca de par en par, para tragarse la magnitud escandalosa de los pezones hinchados de libido de su mujer. El riesgo era total, pues la rueda estaba a media altura y en alguna medida, un atento observador las podría descubrir, pero el desenfreno sexual las enceguecía y las hacía olvidar todo a su alrededor. La niña estaba por completo entregada a mamar el pezón de Camila y a acariciar su culo, que no era el más grande, pero sí estaba bien definido y torneado, como es de esperarse en una mujer joven, bella y saludable; la curiosidad y el deseo sobrepasaron a la niña y subió sus manos hasta la pretina del leggins, introduciéndolas, por debajo de la camiseta de Camila y acariciando brevemente su espalda, produciendo al toque un corrientazo sobre la columna vertebral de la mujer, justo cuando la niña se disponía a avanzar más y descubrir un poco más de la piel y espalda de Camila, el juego reanudó su marcha con un brusco movimiento, que les tomó por sorpresa y les hizo dar un salto, pues las asustó y quebró la fogosidad el momento, pues recuperando el orden, se dieron cuenta del contexto de la situación, de dónde se encontraban y lo que estaban haciendo, cuando la rueda se echó a andar, Camila un poco sonrojada por su pérdida de control guardó su teta de nuevo en su brasier y camiseta, mientras se recomponía la ropa y sonreía apenada mirando a su niña, que estaba algo acelerada por la adrenalina de la situación, pero que también sonreía. La rueda giraba lentamente y poco a poco llegaba a lo más alto de la circunferencia, tiernamente Camila abrazó a Daniela y juntas disfrutaban del viento rozando sus rostros y el aire fresco que inundaba sus pulmones a esa gran altura, Camila observo de reojo a Daniela y fue como ver una obra de arte, pues su piel blanca era besada por el sol y la silueta de un costado de la cara de la niña, era bañada por la luz del astro de fuego, contrastando con la sombre generada por el techo de la capsula, era un espectáculo, Daniela se veía hermosa, justo cuando iba a cambiar su mirada, Daniela la descubrió y sus ojos penetraron profundamente en la humanidad de la mujer adulta, es como si en ese momento, hubiesen establecido una conexión mucho más allá que física, casi espiritual, como si cada una hubiera entrado en el cuerpo de la otra, invadiendo su alma y su mente, fue un momento supremamente entrañable y en medio de una sonrisa, de nuevo se besaron tierna y apasionadamente, así llegaron hasta lo más alto de la rueda y allí de nuevo, esta se detuvo. Sin darse cuenta ambas se habían perdido en el beso y juntas dejaron escapar un par de lágrimas, lo que estaban sintiendo dentro de sus pechos las elevaba hasta alturas inconmensurables y generaba en sus cuerpos, las emociones más intensas y jamás sentidas. Para ese punto, disfrutaban de la grandiosa vista que ofrecía la abismal altura y se perdían recostada una sobre la otra, divisando el cielo. La niña rompió el silencio y dijo: “tomémonos una foto, ¿sí?”, esta idea encantó a Camila que de inmediato respondió: “claro que sí mí princesa, que gran idea”, buscando de inmediato su teléfono celular. Cuando ajusto la cámara para sacar la selfie de las dos, fue un momento apabullante, pues ver en la pantalla del celular su rostro, junto con el de una niña de 12 años, que era su pretensión romántica y sexual, disfrutando de una cita un fin de semana como cualquier otra pareja normal, fue estremecedor para ella, pues clarificaba todavía más, lo que significaba la situación, pero luego de eso, sencillamente no le importó, la belleza de Daniela la dominaba y su presencia la hacía profundamente feliz, por eso con una gran sonrisa en el rostro, tomó la primera foto, quedando su mujercita recostada y sonriendo igualmente en su hombro, luego ambas empezaron a posar y hacer muecas y caras graciosas, como si de una sesión fotográfica entre un par de modelos se tratara, se divertían enormemente y para el gran final, Camila decidió inmortalizar su relación con una foto inolvidable y que evidenciaba perfectamente lo que estaba pasando entre las dos, en un segundo, giró su cara hacía Daniela y la besó, tomando inmediatamente la foto, para que su amor, estuviera todo el tiempo presente consigo en su propio teléfono celular. Fue algo hermoso para ellas dos y sin pretenderlo, entendieron que indudablemente, lo de ellas, ya no era solamente una aventura descabellada, sino un amor real, aunque prohibido. Finalmente el juego siguió su marcha y entre risas y cotorreos, llegaron de nuevo a la base del mismo. Bajaron y se dirigieron al restaurante para almorzar, allí por supuesto llegaron tomadas de la mano y Camila complació en absolutamente todo a Daniela, que no desaprovechó y pidió hasta postre. Tardaron un buen tiempo y cerca de las 4 de la tarde, dieron por terminado su almuerzo y se dirigieron hacía el baño, para atender sus necesidades en general. Cepillaron sus dientes y se acicalaron un poco, pero justo cuando estaban por salir, Daniela le dijo a Camila, que la esperara un momento más, que tenía ganas de entrar al baño, que no se demoraba demasiado, sólo iba a orinar y nada más. Así que la niña ingresó a uno de los baños privados y cerró la puerta, en principio Camila no estaba pensando en nada, realmente la iba a esperar y nada más, pero cuando vio por el reflejo del gran espejo principal, como caía el pantalón blanco que ese día llevaba su niña y esta claramente se sentaba a orinar, no pudo resistir y la tentación apareció en ella, como el hambre, en una bestia feroz. Rápidamente la idea la colonizó y como en anteriores situaciones le sucedió, el control se iba poco a poco y se detuvo a observar que no hubiera nadie, entonces caminó hasta la puerta del baño donde estaba Daniela y golpeó diciéndole: “mi amor, déjame entrar, necesito usarlo yo también”, D: “dame un segundo, acabo y ya te abro”, C: “abre mi amor tranquila, no hay nadie más aquí”, la niña se tomó algunos segundos pues no quería que Camila la viera mientras orinaba pues eso la avergonzaba, ignoraba que de alguna forma sin reconocerlo también plenamente, eso era lo que precisamente deseaba la mujer adulta, verdaderamente la lujuria más animal y sucia, la poseía en esos momentos. Como pudo, después de subir su panti negro tipo bóxer y su pantalón, tiró de la cadena y abrió la puerta, allí estaba Camila, visiblemente ansiosa y acelerada, cuando la niña sonrió e iba a pasar por su lado para salir y dejarla entrar, pues no sospechaba de las intenciones de su mujer, fue bruscamente detenida y de un empujón introducida al baño, pues Camila descargó todo su deseo en un movimiento y se le pegó al cuerpo y a los labios, arrojándola casi sobre la taza del baño y cerrando la puerta toscamente. Estaba hecha una fiera y mientras la niña intentaba comprender lo que estaba sucediendo y emparejar la fogosidad de su hembra, Camila estaba bañada en morbo y furia animal, la besaba desesperadamente y metía su lengua hasta lo más profundo de su boca, pero no se detenía ahí, sino que tomándola firmemente del rostro con ambas manos, guiaba su cabeza hacia arriba y besaba mórbidamente todo el cuello y la parte frontal de este en la pequeña rubia. Parecía una bestia y su jadeo era como el de una bestia devorando una presa, entre el calor infernal del momento y la saliva desparramada Camila le decía a Daniela: “te deseo, te deseo, te deseo demasiado, no sabes cuánto me encantas, quiero hacerte mía, ya no lo soporto”, a lo cual Daniela no respondía, no porque no quisiera o tuviera algo por decir, sino porque la increíble fuerza sexual que estaba desplegando Camila, la tenía totalmente fuera de sí, era sencillamente una presa siendo devorada. Sin esperar mucho más y con el ímpetu del momento, Camila subió de un tirón la blusa azul de pecho descubierto y con decoración de bordes de flores que llevaba la niña y sin detenerse mucho más, apartó el pequeño brasier, que cubría las nacientes tetas de Daniela, inmediatamente las atacó con su boca y empezó a lamerlas y apretarlas como loca empedernida, mientras la niña sólo podía contornearse hacia atrás, en señal de la enorme satisfacción que le producía todo lo que le hacía su mujer, pero Camila impaciente y desesperada por llegar mucho más lejos, siguió bajando, lamiendo todo el abdomen de su princesa, introduciendo su lengua en su ombligo, produciendo toques eléctricos muy intensos sobre todo el estómago de Daniela, que daba saltos de placer, luego, despegó su boca y dijo: “uff mí amor, para qué te subías el pantalón, si yo te lo iba a bajar, ven acá”, acto seguido desabrocho abruptamente el pantalón de la niña y de nuevo, en un solo movimiento, lo bajó por completo junto con su opa interior hasta la altura de las rodillas. La niña estaba atónita y sin palabras, sólo recibía descarga tras descarga y como una fuerte roca en la playa, recibía la poderosa fuerza de cada ola que el libido de Camila generaba. Sin pensarlo ni un segundo Camila invadió el área vaginal de Daniela, y succiono su clítoris fuertemente, luego empezó a chupar la vagina de su niña y a lamer cada centímetro de ella, a gran velocidad y con ritmo vertiginoso, no le importaba que acabara de orinar, todo lo contrario, le excitaba de alguna mórbida razón, saber que todavía había presente algo de orina, sobre la superficie de la vulva de Daniela. De rodillas y mirando fijamente a Daniela mientras le hacía un poderoso sexo oral, Camila se entregaba por completo al olor y sabor de esa vagina que tanto la encendía. Lamió y lamió como perra en celo y cuando empezó a notar que su niña subía hacía el orgasmo, pues tenía los ojos cerrados pero muy apretados, con cada musculo de su rostro tenso y además, con el cuerpo contorneando hacía atrás al no resistir tanto placer, tomó firmemente el culo de Daniela por detrás con ambas manos y no le permitió escaparse, pegándola todavía más a su boca y hundiendo a más profundidad su lengua, la niña en principio como es natural ante el abrumador placer sexual intento resistir, pero segundos después, su cuerpo de preadolescente y lesbiana empedernida, pareció ser capaz de soportar la gigantesca carga sexual y ahora lejos de apartarse, ella misma se pegaba como queriendo que Camila literalmente se tragara su vagina, en un momento, colocó sus manos sobre la cabeza de su mujer y tomándola entre su pelo y cráneo, la clavo literalmente sobre su vulva y empezó además de los lengüetazos de su mujer, a restregarse ella misma contra su boca, moviéndose al ritmo que marcaba su desenfreno sexual absoluto. Pasaron varios segundos y mientras Camila apretaba firmemente el culo de Daniela sumergiéndose más y más en esa virginal vulva, y Daniela se restregaba como loca en la boca de Camila, clavándola y sosteniéndola desde su cabeza, un intenso calor recorrió el cuerpo de la niña y en un violento jadeo y tirón hacía atrás, la niña blanqueo los ojos y llegó al orgasmo, abriendo su boca que se reseco en ese momento y la dejó como petrificada, dejando escapar algo de saliva por los costados de sus labios, estaba tiesa, como pasmada y poseída, con los músculos totalmente tensos y apretando el cabello de Camila con una enrome fuerza, ese fue el orgasmo más brutal que había experimentado, fue tan estremecedor, que no pudo (además porque sabía que no debía) hacer algún tipo de ruido fuerte, solamente le alcanzó para quedar medio muerta y con la boca abierta y el cuerpo tirado para atrás, es como si el alma hubiese salido por su boca y no pudiera recuperar su ser. Pasaron varios segundos y Camila miraba desde abajo, con la boca todavía pegada a la vagina de la niña pero ahora sin movimiento, con agrado y satisfacción, al ver el enorme placer que le había generado con su bestial sexo o mejor ataque oral, un momento después la niña pareció empezar a relajarse y los músculos a soltarse, de su boca salió un relajado gemido, que marcaba le profunda explosión orgásmica que había tenido segundos antes: “ahhhhhh”, dijo la niña, mientras soltaba suavemente el pelo y cabeza de Camila, entonces esta le dijo: “¿qué tal mi amor? ¿rico jajaja? Pero eso no es todo, hasta ahora empezamos, tú sabes lo que a mí me gusta en ti, todavía falta saborear ese culo, estoy que me lo como desde que llegamos, me muero por probarte otra vez el ano, me vuelve loca, date vuelta”, la niña no pudo ni responder y en un segundo, ya estaba otra vez obedeciendo a su hembra y sometiéndose al profundo morbo que la dominaba. No acababa de componerse de su anterior orgasmo, cuando semi recostada en la taza de baño y con Camila de rodillas atrás suyo, sintió como sus nalgas eran separadas por las manos de su hembra y como una superficie cálida, blanda y húmeda, hacía contacto directamente con su cavidad anal. Dio un pequeño salto que la llevo a empinar más su culo, dejándolo totalmente expuesto para que su mujer lo devorara. Como era debido, Camila atacó el ano de Daniela y respiró profundo, como intentando absorber el aroma hormonal del culo y vagina de su niña, sentía que de alguna manera, era como una hembra en celo que busca aparearse y se guía a través del olor. Pasaba su lengua una y otra vez, sobre la raja del culo de su niña y de cuando en cuando, le besaba y mordía levemente las nalgas de su niña, que eran blancas y respingadas, como una redondez exquisita, pues la gimnasia en el grupo de porras, se las había moldeado, no tenía gran carnosidad, pero sí un culito parado y respingado, digno se ser atravesado, en este caso con su lengua. Mientras le chupaba el culo, escucharon los pasos de y voces de unas mujeres que estaban entrando al baño general, en vez de parar y recomponerse, Camila intensificó aún más el lamido sobre el ano de Daniela, separando sus nalgas con más ahínco. Para ese punto la niña ya estaba desbordada por la sensación de la lengua de Camila en su culo y su movimiento, por eso, temiendo dejar escapar un gemido, se puso a sí misma la mano en la boca, como queriendo silenciarse para evitar ser descubierta, pero esto sólo empeoraba la situación, pues la perra de Camila le gustaba en cierta forma verla sufrir entre el desespero por el excesivo placer y la imposibilidad de dejarlo escapar en forma de grito sonoro, intensificando entonces el movimiento se su lengua e introduciéndola parcialmente en el ano de la niña. Pasaron segundos que parecían horas y entre las palabras sueltas que lograban captar de las mujeres que entraron aparentemente a retocarse el maquillaje, Daniela empezó a gimotear pero ahogadamente por su propia mano y de sus ojos, unas lágrimas de placer absoluto pero atrapado, se escapaban, mientras sentía como cada vez el control se iba y parecía que inevitablemente iba a estallar en un gran grito, que sin lugar a dudas la iba poner en descubierto, pero nada podía hacer, pues no aguantaba más, justo, cuando estaba por rendirse, las dos mujeres que habían entrado al baño, se dirigieron hacía la salida del baño, y mientras sus voces se hacían débiles y sus pasos imperceptibles, Camila enloquecida como bestia y puta drogada, chupaba el culo de Daniela, succionando el ano de la rubia, para luego soltarlo y volverlo a succionar, provocando en el sistema nervioso rectal de la niña, unos espasmos incontrolables que sin dar mucha más espera, la hicieron estallar en un grito poderoso, agudo y muy sentido, que delataban un abrumador placer dentro del cuerpo de la niña y que se escapaba en ondas de sonido. El grito fue tan estruendoso, que desestabilizó a la propia Camila, quien de inmediato supo que serían descubiertas pues evidentemente se tuvo que haber escuchado fuera del baño, con el atenuante eso sí, de los otros gritos de personas en los juegos más extremos. En un segundo y mientras Daniela se dejaba caer en cierta forma sobre el tanque de la taza de baño para descansar y relajar su cuerpo después de tan increíbles par de orgasmos, Camila se puso de pie y rápidamente subió el pantalón y ropa interior de su niña, que parecía como un zombi desmayado, le acomodó como pudo la ropa y justo cuando abrió la puerta para salir, se encontró con la trabajadora encargada de aseo, a quien no escuchó entrar por el tipo de calzado utilizado para esa labor y esta de inmediato le dijo: “¿qué pasa aquí? ¿qué están haciendo ahí las dos? Escuche un grito”, Camila absolutamente nerviosa y asustada por ser descubierta, pensó lo más rápido que pudo y respondió: “jejeje no te preocupes, mi nombre es Camila y (no sabía ni que decir)………………y esta es mi hija, Daniel… es que… el grito fue porqué, porqué….vio, vio una araña gigante en el baño y se asustó, entonces me tocó entrar así de inmediato, porqué también me asustó muchísimo, no sabía que le había pasado, porqué gritaba…¿cierto mi amor?”, Daniela que todavía estaba débil por los orgasmos se recompuso levemente y respondió esforzándose: “sí mami, era una araña muy grande, por eso me asuste y grite, disculpen”, entonces la encargada del aseo dijo: “mmmmm está bien, entiendo, mucho gusto, mi nombre es Estela, escuché el grito y por eso vine, pensé que alguien se había golpeado o algo así, porque fue un grito muy fuerte, pero bueno, me alegra saber que no fue nada grave”, C: “sí, sí, no te preocupes, es que mi hija es muy nerviosa y gritona, ¿cierto mi amor?”, D: ”sí mami, cierto”, C: “ya está, eso es todo, muchas gracias, buen día”, de inmediato, Camila tomó a Daniela y casi a rastras por la velocidad con la que salieron caminando y sin darle tiempo a la encargada del aseo de contestar, ambas salieron apresuradas del baño y con el corazón a mil, por el gran susto que acababan de sentir, pero con una sonrisa bastante notoria, pues una vez más, a pesar de estar al borde de ser descubiertas, se salieron con la suya, y Daniela quedo repleta, y Camila con la bica embarrada del culo y vagina de su mujercita. La cita perfecta.
La tarde avanzó y entre risas, juego, diversión y un delicioso helado que fue el toque perfecto sobre las 5:40 de la tarde, el día de parque de diversiones llegaba a su final. Sobre las 6 de la tarde, mientras el sol caía y las sombras se apoderaban del lugar contrastadas por las luces encendidas de los juegos en el parque, Camila recibió una llamada de María, que inesperadamente, no se comunicó durante el día lo cual llamó la atención de Camila pues María cuidaba muchísimo a Daniela y eso sólo podía significar dos cosas, o que la madre de María había empeorado y por eso no tuvo tiempo de comunicarse o que María ya estaba confiando enormemente en Camila y por eso no se sentía intranquila frente a la seguridad de Daniela, o quizás ambas, el caso es que la llamada de María fue esclarecedora y le hizo saber a Camila, que no se había podido comunicar, porque en el hospital tuvo que encargarse de mil y un cosas necesarias para su madre y coordinar otras tantas con la familia, sin embargo, afortunadamente la abuela de Daniela iba presentando alguna mejoría y se alejaba paulatinamente del riesgo mortal. También le pidió el favor, de llevar a Daniela no al apartamento, sino a una nueva dirección, a la casa de la tía donde regularmente iban los fines de semana, pues esa noche la pasarían allí. No habló mucho más, pues seguía ocupada, pero acordaron con Camila que apenas salieran del parque, fueran hacía ese lugar, según le dijo Camila, por el tema del tráfico y la hora, eso sería entre 8 u 8:30 de la noche, María no tuvo mayor inconveniente y tras hablar brevemente con su hija, colgó. C: “Bueno mi amor, ya es hora de irnos, fue un día espectacular, ¿la pasaste tan bien como yo?, D: “por supuesto, la pase demasiado bien, creo que ha sido uno de los mejores días de mi vida, disfrute mucho todo, desde los juegos del parque, la comida, lo que hablamos y bueno jaja, todo eso rico que hicimos, estuvo muy delicioso, gracias Cami”, C: “jaja qué bueno mi princesa, me alegra enormemente que la hayas pasado tan bien, pues ese era mi propósito, me encanta verte feliz y que sonrías todo el tiempo y bueno jaja, que hayas disfrutado mi lengua en tu vaginita jajajaj……..te iba a decir, que fuéramos a comer algo antes de llegar donde tu tía, porque según me dijo tu mami, se demoran un ratico más y muy posiblemente no tengan comida preparada e imagino que ya debes tener hambre, ¿te parece?”, D: “claro, me parece, la verdad tengo un poquito de hambre, mucha gracias por todo, enserio”, C: “no hay de qué mi muñeca, es lo que ya te he dicho, tú y yo ya no somos simples amigas y estamos construyendo nuestro propio mundo, nuestra relación de pareja y en ese sentido, me encanta complacerte en todo y por qué no, gastarme el dinero que ganó junto a ti, realmente esto no es nada para todo lo que me inspiras y mereces”. Así entre algunas palabras más y sonrisas entre comentarios, llegaron hasta el auto de Camila y allí estando una vez dentro, se besaron deliciosamente. Camila quiso tener un detalle todavía más importante y sofisticado con su niña, por eso emprendió el curso hacía un reconocido restaurante ubicado en uno de los miradores de la ciudad de Bogotá. Estando allí, ordenaron un par de platillos exquisitos y la cuenta ascendió a un gran monto, pues el sitio era bastante lujoso y lo frecuentaba cierta elite de la ciudad. Fue una cena muy especial y el punto culmine de tan especial día. Incluso, algo de romanticismo se notaba en la atmosfera, por la decoración temática del lugar. De cuando en cuando, se tomaban las manos y se acariciaban con gran disimulo para no ser vistas, aunque la verdad no había nada que temer, pues nadie sospechaba de “una madre y una hija”. Finalmente después de comer deliciosamente, subieron de nuevo al auto y Camila siguió la marcha, pero antes de descender de la montaña, quiso llevar a Daniela a uno de los miradores, para que observara la ciudad en todo su esplendor, en medio de una noche fresca y tranquila como era esa. Subió algunos kilómetros más y encontró un lugar medianamente desolado, donde había alumbrado público y pasaba uno que otro vehículo, pero no se veían transeúntes a pie. Estaciono sobre el pasto a la orilla del camino y allí bajaron del auto para ver la ciudad en el anochecer. Se tomaron de la mano y juntas miraron el eclipsado paisaje de las luces y las sombras. D: “guau, es bellísimo, nunca antes había venido acá, nunca había visto la ciudad así”, C: “jaja ¿te parece mi amor? Esa era la idea, que lo disfrutes, realmente la vista es muy bella”. Estuvieron así cerca de dos minutos, tomadas de la mano, respirando el aire fresco de la noche y desfrutando en silencio de la ciudad y de la presencia de una y otra. Luego, en un momento, Daniela empezó a moverse algo intranquila, como si quisiera algo, mientras Camila la observaba de reojo preguntándose por la inquietud de su princesa, pero en un movimiento sorpresivo, la niña se volcó hacía ella, y buscando su boca con energía la besó tremendamente y con vertiginosa ansiedad, la intranquilidad de Daniela se debía a que deseaba acercarse a Camila, pero no sabía cómo. Hasta ahora, para la niña, los momentos donde más había logrado traspasar la barrea de la timidez y la desconfianza, era cuando la fogosidad sexual la dominaba, pero luego, es como si de nuevo entre las dos, al menos para ella, se tendiera un velo y no supiera cómo rasgarlo, por eso, este acto de besar sorpresivamente a Camila, fue enérgico pero algo torpe en el movimiento, pues no lograba empatar las ideas y coordinar exitosamente sus intenciones, aun así, significó un enorme avance, pues con esto, la niña mostró que ya no podía contenerse más y que el deseo de establecer un lazo más profundo con la mujer adulta, la regia por completo. Para Camila este beso fue un goce absoluto, pues marcaba que no sólo era ella quién se deleitaba en la idea de tener algo con Daniela, sino que a la niña también le sucedía. El viento nocturno acariciaba sus rostros y sus cabellos bailaban en el aire, mientras se sumergían en un profundo beso, con la ciudad y sus luces en el fondo, no podía ser más perfecto. Al terminar su beso, decidieron subir al auto para emprender la marcha, pues ya eran cerca de las 8 de la noche y una vez más, el tiempo se agotaba y corría en su contra, además de la alerta por los vehículos que de vez en cuando pasaban. Cuando estuvieron adentro, Camila notó como la niña se quedó con la mirada baja y directa hacía el piso del auto, como ya se empezaban a conocer a profundidad y las palabras sobraban pues los gestos y actitudes hablaban mucho más, Camila no giró la llave para encender el auto, sino qué directamente le preguntó a la niña: “¿qué te pasa mi amor? ¿Tienes algo?”, D: “mm noo, no.. tranquila, no me pasa nada”, C: “ay Dani, yo ya te conozco y tú sabes que cuándo te pones así, es porque algo tienes.. Dime por favor, es para mí muy difícil entenderte si tú no me hablas, para construir una relación, hace falta confianza, sabes”, D: “No, es que es una bobada, sin importancia y no quiero molestarte con eso”, C: “no te preocupes princesa, cuantas veces te he dicho que tú no me molestas y que todo lo que tengas por decirme será bienvenido…. Dale, dime, te escucho”, D: “mmm bueno, está bien, pero no me tomes a mal….. es que, me quedé pensando en lo que sucedió hoy en la rueda de la fortuna”, C: “¿en la foto que nos tomamos? (preguntó ingenuamente)?”, D: “mm sí en eso, pero no solamente en eso….”, Camila empezó a notar hacía donde podía ir la extrañez de la niña y dijo: “¿entonces?”, D: “mmm pues, también en lo que pasó antes, ¿recuerdas?”, Camila tenía el corazón acelerado por lo que la niña aparentemente estaba insinuando, por eso con cierta picardía respondió: «mmm ¿en lo de la ropa interior?”, D: “….. sí, en eso”, agachando la mirada, totalmente enrojecida y apenada, C: “claro que lo recuerdo princesa, recuerdo si no estoy mal, que tú querías ver la tanga que traigo puesta, ¿no es cierto?”, Daniela sintió desmayarse y la respiración se le fue casi por completo, en medio de una increíble tensión, respondió: “…sí, justamente…. Me gustaría ver… ver la tanga que traes puesta……….. (Con enorme valor y entereza agregó)….. me gustaría verte en tanga, tengo muchas ganas”, Camila totalmente colapsada por la petición de su mujercita, quedó sin palabras y con un nudo en la garganta, después de varios segundos intentando recuperar la calma le dijo: “está bien mi amor, tus deseos son ordenes, ve para la parte de atrás del auto, quiero que la veas muy bien o mejor, que me veas muuuy bien”, la niña obediente y ansiosa se pasó a la parte trasera del vehículo, mientras Camila encendía las luces internas del carro, para iluminar en medio de la oscuridad del mirador. La niña se sentó inclinando su cuerpo hacía atrás para tener una vista panorámica y Camila, en medio de una parsimonia casi ritual, con el fin de aumentar la atmosfera sexual, se empezó a mover y se ubicó, entre los asientos delanteros del vehículo, con una rodilla en cada uno. Acto seguido dijo: “mira bien mí amor y disfrútalo, porque este cuerpo este culo es tuyo y eso es lo que te vas a comer”, inmediatamente colocó sus manos sobre el leggins para empezar a bajarlo lentamente, al tiempo que las pupilas de la niña se dilataban, como cuando se ve un delicioso y apetecible postre. El leggins caía lentamente y empezaba a revelar una tanga de color morado oscuro, con unos bordes a los costados decorados con cierto encaje, que se iba perdiendo a medida que las nalgas no muy grandes, pero firmes y bien torneadas de Camila, iban quedando al descubierto y se tragaban el hilo de la lujuriosa prenda en medio de ellas. Para ese punto Daniela se encontraba estupefacta y abstraída, con una extraña sensación, como de un volcán en erupción a la vez que un astronauta flotando en el espacio por la gravedad cero. El leggins siguió bajando y después de algunos segundos, estuvo por completo a la altura de los muslos de Camila, revelando por fin a la mirada de Daniela, el culo y la tanga que pertenecían a la tetona de 28 años. Era una vista espectacular, Daniela no se lo podía creer y Camila hacía lo suyo, procurando empinar el culo para que se viera más prominente y apetitoso para su mujercita. Quebró el silencio cargado de electricidad sexual y dijo: “¿entonces mi amor, te gusta? ¿Ya viste lo que usamos las mujeres grandes debajo del leggins?”, Daniela sin poder decir palabra y a fuerza de impulso, pues todo lo que estaba sucediendo la sobrepasaba, sólo pudo pronunciar: “me encanta”, cuando Camila estaba por tomar de nuevo su leggins para subirlo e irsen, notó por el espejo retrovisor, como Daniela llevada al parecer por su instinto, comenzaba a manosearse por encima del pantalón, sobre su área púbica y vaginal, al parecer la niña quería frotarse para producirse placer, observando la poderosa imagen del culo de su mujer, al aire y en una provocativa tanga. Entonces Camila sonriente y arrecha como siempre, decidió no cortarle las ganas a su princesita y por el contrario alentarla diciendo: “dale mi amor, yo sé lo que quieres hacer, desabróchate el pantalón y mete esa manito entre tu vagina…. Mastúrbate mí amor, con toda confianza, tranquila, dale mi amor, mastúrbate viendo el culo de tu mujer en tanga, ¿no te parece rico?”, la niña como bala disparada por pistola, respondió a la incitación de su mujer adulta y sin pensarlo dos veces e incluso con algo de violencia, lastimando su propia piel, se desapuntó el pantalón y no esperó ni siquiera a bajarlo, sino que inmediatamente introdujo su mano, y se encontró con su vulva totalmente empapada en fluido. “¡Qué delicia!”, exclamó y de inmediato inició el frotamiento vaginal con sus propios dedos. Camila, que se moría de la dicha por lo que estaba pasando, sólo pensaba en seguir subiendo la temperatura del momento y empezó a mover sensualmente su cadera y cintura, para que su culo bailara al son del movimiento sexual de la seducción. Meneaba suave pero marcadamente su culo de adelante hacía atrás, como si de una serpiente se tratara, era una hembra en celo exhibiéndose para su mujercita, procurando seducirla, mostrando sus atributos y como se restregaría sobre su boca cuando llegara el momento de comérsele la vagina. Daniela totalmente estupefacta, expresaba todo su deseo por medio de su mano y el vertiginoso movimiento sobre su vulva, aplastaba su clítoris con vehemencia, haciendo presión con cuatro de sus cinco dedos y movía la mano en todas direcciones según le indicaba su propio cuerpo y el placer orgásmico que iba creciendo: C: “esooo, esooo mí amor, así te quería ver, arrecha, como una perra para mí, mastúrbate bien rico, durooo, exprímete esa chocha hasta que te quedes seca…. ¿no está rico el culo de tu mujer? Míralo, todo esto es tuyo, este culo es para que te lo devores”, las palabras de Camila encendían a la niña y la llevaban hasta la temperatura del núcleo solar, ya no soportaba más y el momento cúspide llegó, cuando Camila en un acto de total perversión sexual, inclino su torso hacía adelante, quedando con sus brazos, cabeza y tetas, sobre la parte frontal del auto, casi inclinada hacía el suelo, dejando ver por completo así, su culo redondo y algo carnoso a Daniela, que además, por lo pequeño del hilo de la tanga, permitía ver una pequeña mancha oscurecida con cierta forma circular, que no era otra cosa diferente, que una parte del ano de Camila, que permanecía oculto todavía en el hilo de la tanga y que sumaba, un olor expelido por la vagina y culo de la mujer adulta, después de un día largo y agitado, llenando el interior del auto, de un aroma sexual inconfundible y marcado profundamente a hormona femenina de apareamiento, de esta manera para Daniela fue imposible continuar, e inundada y colapsada por el olor del culo y vagina de su hembra, además de la exquisita vista de este al aire y atrapado en esa lujuriosa tanga, movió sus dedos con enorme fuerza sobre su vagina y con una galáctica fuerza, presiono su clítoris, convulsionando en ese instante y dejando escapar un grito ensordecedor y encendido, que era el reflejo de la cumbre orgásmica a la que llegaba: “AHHHHHHHHHHHH ¡QUÉ RICOOO! AAAAaaaahhhhhhh”, moviéndose sobre el asiento como si estuviera sufriendo un ataque o algún tipo de posesión demoniaca. Camila sonrió y cerca de un minuto transcurrió, cuando se levantó, miró hacia atrás y encontró una espectacular imagen, de una niña rubia y hermosa, con su mano atrpada todavía en el pantalón y respirando agitadamente con la cabeza inclinada hacía un lado del asiento, parecía estar rendida, socavada por la fatiga. Camila sólo podía sonreír y se vanagloriaba en lo que acababa de suceder, sin subir aún su pantalón, se acercó a Daniela y le tomó el brazo que tenía sobre su vagina, sacando su mano del pantalón y metiéndosela en la boca, para saborear los jugos vaginales de Daniela, que como ya era costumbre, desbordaban y chorreaban enormemente. Introdujo la mano repleta de fluido de la niña en su boca y mientras le lamía los dedos, la miró morbosamente y le dijo: “¿qué tal mi amor? ¿si te gustó? ¿si disfrutaste masturbarte viendo el culo de tu mujer?…. este fluido esté delicioso, se nota que esa cuca tuya la pasó bien y por eso dejó salir todo este manjar, ¿cierto?”, la niña sin aliento, pero forzada por el aura sexual transmitida por su hembra en celo respondió con voz débil: “uffff, eso estuvo delicioso, me fascinó, realmente lo sentí muy ricoo… y que te puedo decir, la verdad me encantó tu culo, tus nalgas, la tanga, todooo, es una delicia”, C: “jaja mí amor, que bueno y eso que no lo has probado, ya verás cuando lo hagas, como te volverás una adicta jaja…..y de esta también (llevando la mano de la niña sobre su vagina atrapada en la tanga, emanando una elevada temperatura corporal desde esta área)”, cuando la niña sintió la vagina de Camila por encima de la tanga y el gran calor que esta emanaba, no pudo hacer mucho más y sólo disfruto de la sensación, pues el cansancio la invadía y el último orgasmo había anulado sus fuerzas sexuales. Camila lo notó de inmediato, pero lejos de molestarse o incomodarse, supo reconocer que por ese día ya era suficiente “diversión” para su princesa y que ahí se marcaba el límite natural, por eso no insistió más y procedió tranquilamente, después de una sonrisa y un par de comentarios más a subir su licra. Le dio un breve pico (beso simple) a Daniela en la frente, en la mano y en la boca y luego procedió a acomodarse de nuevo en el asiento del piloto y alistarse para emprender la marcha. Vio su celular y encontró dos llamadas perdidas de María, pues el reloj ya marcaba las 8:30 de la noche. Entonces tocó la pierna de su niña, en señal de hacerla pasar al asiento de adelante para que pudieran irse, la niña se acomodó la ropa, apuntó su pantalón y se ubicó en la silla del copiloto. C: “Bueno mí amor, es hora de irnos, ¿cómo la pasaste hoy?”, D: “de maravilla, no quisiera irme, no quisiera separarme de ti”, C: “yo tampoco mi amor, pero lo bueno es que seguramente de aquí en adelante vamos a tener la oportunidad de compartir mucho tiempo sólo para nosotras……. Pero bueno mi amor, vámonos ya, porque tu mami ya me llamó y no queremos que se moleste”, D: “está bien, vamos entonces”, finalmente se acercó a Camila y se dieron un último beso sentido y húmedo. Aceleró el vehículo y en unos minutos descendieron la montaña, en el camino Camila llamó a María para explicarle que ya estaban cerca pero el tráfico las tenía atrapadas y María pareció entender totalmente la situación, pues no puso ningún tipo de queja de objeción. Sobre las 9:30, arribaron a un barrio de clase media, donde vivía la tía de Daniela y donde se encontraba María esperándolas, para ese momento la niña estaba sumida en un profundo sueño y fue despertada por un toque en su pierna y unas suaves palabras dichas por su mujer: “despierta mí amo, ya llegamos”. De esta manera tuvieron el último momento a solas y sin ser vistas, se dieron un último pico (beso sencillo), en señal de despedida. Bajaron del auto, golpearon en la casa y allí salió María, que entre comentarios y agradecimientos, invitó a Camila a pasar, a lo cual esta declinó pues también estaba cansada y tenía ganas de llegar pronto a su apartamento. No hubo tiempo para más y entre un gesto amable, alguna sonrisa y un ambiente tranquilo, se despidió de María y le dijo por último a Daniela sonriendo: “hasta una próxima ocasión, fue un placer compartir contigo hoy, adiós Dani”. Entrando María y la niña a la casa y Camila partiendo rumbo a su apartamento.
BUENO AMIGOS, DESPUÉS DE MUCHO TIEMPO, HOY POR FIN PUEDO SUBIR EL RELATO DE CAMILA Y DANIELA. MUCHOS ME HAN ESCRITO PARA SABER PORQUÉ NO HABÍA SUBIDO LA CONTINUACIÓN O SI IBA A ABANDONAR LA HISTORIA. QUIERO QUE SEPAN QUE LA PANDEMIA LLEGÓ HASTA MÍ Y TUVE COVID, TAMBIÉN HE TENIDO ALGUNOS APRIETOS ECONÓMICOS Y FINALMENTE, EL PAÍS EN EL QUE VIVO, ES DECIR COLOMBIA, ESTÁ CONVULSIONADO Y PROTESTANDO ACTIVAMENTE CONTRA EL ÍMBECIL QUE TENEMOS POR PRESIDENTE. TODO ESTO, SIGNIFICÓ PARA MÍ UN ENORME PROBLEMA Y POR ESO, NO PUDE CONTINUAR EL RELATO CON REGULARIDAD. PERO HOY POR FIN DE NUEVO ESTOY AQUÍ Y LES DEJÓ UNA VEZ MÁS, UN RELATO DE ESTA HISTORIA DE ATRACCIÓN PROHIBIDA.
ESPERO SUS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES SOBRE LA HISTORIA Y EN GENERAL, SOBRE LO QUÉ PIENSAN. TAMBIÉN ME GUSTARÍA SABER, SI HAY ALGUNA CHICA LECTORA (NO UN HOMBRE QUE SE HAGA PASAR POS MUJER), Y CONOCER SU OPINIÓN ACERCA DEL RELATO. INFINITAS GRACIAS A TODOS POR EL APOYO Y A LOS USUARIOS QUE CONTANTEMENTE HAN ESCRITO PARA PREGUNTAR ACERCA DEL RELATO. GRACIAS, NOS VEMOS EN LOS COMENTARIOS.
PSDT: Aquí les dejo un articulo real que seguro les va a interesar, para que vean con sus propios ojos que una historia como la de Camila y Daniela, no está alejada de la realidad, sólo que ese tipo de cosas se mantienen en secreto. Hagan saber también sus opiniones en los comentarios.
https://www.infobae.com/2007/10/01/340757-entrenadora-top-tuvo-relaciones-alumna-13-anos/
Súper exitante, me encanta como escribes. Saludos desde Costa Rica
Hola, gracias por tu comentario. Ya está subida la continuación de la historia para que la leas. Gracias
Hola Mario dónde podemos leer la continuación? no aparecen más en esta página!! 🙁
Te entiendo panita tambien soy de colombia , bogota y se lo mala que esta la situacion en estos momentos y aprovecho para felicitarte por tu relato esta muy bueno muy exitante espero que sigas con este gran relato esta muy bueno ojala sean muchas mas partes de este relato 🙏🙏🙏
Gracias amigo, ya está subida la siguiente parte de la historia para que la leas.
Saludos Mario y que bueno que ya estas recuperado del covid atodos nos a pegado muy fuerte esta pandemia y que buen relato cada uno es mejor que el anterior espero el próximo para saver. Como sigue esta interesante saga de camila y Daniela.
Gracias, ya está subida la siguiente parte.
Daludos desde Honduras Bro, me alegra que ya estes bien.
Excelente capitulo mmmm….. x un momento me hicoste creer que Camila toamatia virgunidad de su nena y lo peor, me.imagine a a la tetona mamandole su quita a esa niña mientras esta se orinaba a chorros
Gracias, no te preocupes, todo llegará a su tiempo. Ya está subida la siguiente parte de la historia.
Finalmente, me puse un poco triste al pensar que esta historia no continuaría
Me alegra la continuación.
Sinceramente me ha gustado también este capítulo, quizá no hubo mucha acción pero sí hubo avances significativos en su relación que en la historia en mi punto de vista tiene mucho peso, muy bien que desarrollaras su relación.
Y sobre lo demás, ufff, esa chupada de ano realmente calienta muchísimo, y sobre todo pensar que Camila tenía una tanguita, también me gustó mucho la parte donde Daniela le habla golpeado a camila, me gusta mucho el tipo de «violencia» consensuada, al final no es violencia, es el rol, tanto verbal como física. Así que estuvo muy satisfctorio este capítulo.
Gracias por escribir, por favor, continúalo.
Vaya, qué fortuna que te hayas recuperado del covid.
Y lo peor, que hoy día Colombia sigue en crisis, es horrible de lo que te enteras por las noticias.
Fuerza y saludos desde México.
Gracias amigo, no te preocupes en la continuación del texto que ya está subida, encontrarás que estoy haciendo al respecto, para no dejar más lapsos gigantes entre capítulos. Todo a su tiempo jaja, vienen cosas muy pero muy interesantes y Camila y Daniela, hay para mucho rato. Gracias, disfruta.
Joder macho!!! Te estaís montando una buena faena en esta historía ,que narrativa por dios sumerge al lector seguid así please y ya enserio espero que su nación encuentre la paz y la concordia mis mejores vibras,saludos!!!!!
Gracias, ya está subida la continuación de la historia, para que la leas.
Que buen relato espero el siguiente y que andes bien
Gracias, ya está subida la continuación, para que la leas.
Mario, felicidades es el mejor relato erótico que he leído, los detalles, los personajes, el contexto de cada suceso… genial. Espero la parte donde Daniela satisface a Camila… gracias.
Gracias amigo, todo llegará a su tiempo, por ahora, ya está subida la continuación de la historia, para que leas.
Amigos, tremendo embarque con este Mario. Hasta al correo personal que publicó le escribí. No hay derecho a que deje a todos los lectores de la historia Camila y Daniela «guindados de la brocha» al no, publicar la continuación de esta fascinante historia. Hace mas de dos meses que publicó esta ‘;ultima parte y, muy campante, ha dejado a todos los que seguimos la historia esperando por su continuación. No hay derecho a que haga esto, No existe justificación alguna, parece que ya se le acabaron. Coronavirus? o será la otra? Problemas económicos? Pues diga cuanto cobra para ver si entre todos y, ante una suma que no sea especulativa, podemos ayudarlo. Lo importante es que continúe o finalice la historia. Creo que los administradores de la página deberían tomar cartas en el asunto. No hay derecho!!!!!!!
Disculpa nuevamente amigo, no es mi intención. Has sido un gran seguidor de la serie y no quiero decepcionarte, por eso en la nueva entrega aclaré que voy hacer al respecto, pero en todo caso, Camila y Daniela hay para rato. Gracias por tu apoyo y paciencia.
Hola Mario este relato de todos lo que he leído en mi vida es el mejor, por favor continualo y desearía ver a Daniela comiéndole la vagina a Camila y amo tu manera de escribir te pido que subas la próxima parte luego…. y deberías que pasen uno años y ellas ya sean pareja oficial y vivan juntas y se devoren sexualmente todo un día
Eres el mejor escritor saludos y besos desde chile 🇨🇱💖
Gracias, todo llegará a su tiempo, por ahora puedes disfrutar de la siguiente parte, que ya está subida.
Hola Mario en la página no aparece publicada la continuación, dónde podemos verla o cuando será publicada??
Donde puedo ver la siguiente parte