Camila y Daniela 6
La historia de una atracción prohibida entre una mujer y una niña……
Era la mañana del día lunes y Camila cómo era habitual se disponía a llevar a Daniela al colegio, salió apresuradamente sobre las 6 de la mañana para no llegar tarde y tener algo de tiempo con su niña, pero sobre el pasillo encontró a la figura de María que hablaba por teléfono y con un gesto le pidió que esperara. Después de un par de minutos, María colgó e inmediatamente arrojó sobre Camila una bomba nuclear, le dio la noticia tras una larga lista de agradecimientos, que ya no era necesaria su ayuda para transportar a Daniela al colegio, pues junto con su esposo habían contratado la ruta particular del colegio, que la llevaba en las mañanas y la traía en las tardes. Camila estupefacta y golpeada, no sabía qué decir pues María era una mujer muy determinada y no daba lugar a replica, sin embargo se atrevió a preguntar el por qué, pues hasta el momento no lo habían hecho a pesar de tener la oportunidad. María por pura cortesía, dio una respuesta bastante lacónica, en donde le hizo saber que su madre seguía muy enferma y por eso tendría que ocupar mucho más de su tiempo en ella y ya no podría estar tan pendiente de Daniela y su transporte al colegio y a la casa. La conversa no escaló mucho más, pues María parecía tener bastante afán y sin ser grosera con Camila se despidió y cerró su puerta, dejando a la tetona de 28 años, muy desilusionada, ni siquiera había podido ver a su niña y ahora no tenía un espacio fijo para compartir con ella al menos minutos. El resto de día Camila estuvo muy pensativa, pues no encontraba la forma para entablar algún contacto con Daniela, no obstante, guardaba la esperanza de que tal vez en el transcurso de la semana, la suerte volvería estar de su parte y por una u otra razón, estar en presencia de Daniela sería inevitable, craso error, falsa esperanza, Camila no se esperaba que aquello era tan sólo principio de dolores. Llegó el martes, luego el miércoles, atravesó el jueves y finalmente arribo el viernes, pero de Daniela ni una noticia, en las mañanas estuvo mirando por el visor de su puerta desde las 5:50 hasta las 6:40, que era el lapso en el que Daniela regularmente salía para el colegio, pero nunca la encontró, ni siquiera a María o a Carlos, parecían haber desaparecido, en las noches apenas si se veía en ocasiones alguna luz tenue en la rendija inferior del apartamento de la niña, pero no había mayor actividad, nadie entraba o salía, parecía un lugar fantasma. Camila no se explicaba el porqué de la situación, pero de nuevo falsamente pensaba, que tal vez sólo era cosa de esa semana, tal vez Daniela se estaba quedando fuera de casa por algún motivo, pero pronto regresaría y todo retornaría a la normalidad cotidiana. Un asomo de desespero hizo presencia en su pecho, no lo dejó fluir y cómo la mujer adulta y madura que era, intentó controlarlo para no perder la calma, aunque en el fondo notaba cómo poco a poco el temor de no ver a su niña y saber de ella, empezaba a hacerse fuerte y a materializarse en una tristeza llena de ansiedad. Durante el fin de semana, no salió, se debía a sí misma cómo pretendiendo engañarse, que lo hacía por pereza y ganas de estar en casa, pero la realidad era que no salía por estar pendiente del pasillo y del apartamento de Daniela, aguardaba fielmente a su pequeña niña y de cuando en cuando, visualizaba el corredor por el visor de su puerta, infructuosamente gastó todo su fin de semana en una vigilancia que sólo le aumentó la ansiedad y le permitió ver el claro desespero que empezaba a sentir, al no tener noticias de su niña. Fue un fin de semana complicado, pero hasta ahora empezaba lo peor. La nueva semana inició y la rutina de la anterior se repitió a cabalidad, Camila haciendo vigilancia y quemando tiempo para intentar encontrarse con su niña en el pasillo antes de ir al colegio y en las noches, esperando ansiosa en la sala y saliendo repetidas e innecesarias ocasiones hasta el ascensor y de vuelta, para intentar percibir qué era lo acontecido en el apartamento de su mujercita, pero esta vez fue peor, parecía estar en completa oscuridad y en lúgubre silencio, ya no se veía esa tenue luz, ahora parecía estar deshabitado. Camila no quería perder el control, pero los peores pensamientos pasaban por su mente y no tenía manera convincente de desmentirlos, se preguntó si acaso súbitamente sus vecinos habían decidido irse a vivir a otro lugar y realizaron su mudanza al medio día, cuando ella no estaba, también pensó que quizás habían descubierto el romance que sostenía con Daniela y María tomó la decisión de separarlas para siempre, evitando líos legales para salvaguardar a su hija, aunque descartó la idea porque le parecía inverosímil, así un par de ideas más rondaban su cabeza y con el transcurrir de la semana, el fantasma iba creciendo y las ideas en su corazón, se transformaban en un miedo tétrico el cual Camila procuraba ignorar, como evadiendo la realidad. Cuando llegó el día viernes, el desespero ya hacía evidente presencia en Camila, que parecía estar constantemente ansiosa y nerviosa, hasta en su trabajo lo notaron, su comportamiento a pesar de que ella no lo notaba o lo hacía intencionalmente presentaba drásticos cambios, pues parecía cada vez más malhumorada y poco tolerante, pero no sólo eso, además sus ojos reflejaban cansancio y estaban acompañados por un par de grandes ojeras, pues no conseguía dormir plenamente desde hace más de cuatro días. Frustrada y llena de incertidumbre tomó su teléfono la intentar comunicarse con María bajo el pretexto de saber cómo seguía su madre pero con el verdadero fin de entender qué estaba pasando, en dónde estaban y tener noticias de Daniela, pero cada intentó terminó en el buzón de voz, fueron más de diez llamadas pero ninguna obtuvo resultado, tan sólo la grabadora de voz, era quién aparecía del otro lado de la línea. Ese fin de semana fue peor y Camila no podía creer su desventura, cuando todo iba mejor con Daniela, justo sucedían esto, se desvanecía, se desaparecía, parecía una ilusión que al tocarla se funde en el aire. Recordaba profundamente a su niña y se alegraba en los recuerdos que hasta el momento acumulaban, pero al instante la oscuridad emergía al recordar que no sabía nada ella y lo angustiante de la situación. Para el momento el miedo, la tristeza, la nostalgia y la incertidumbre ya eran una realidad presente en Camila, unos en mayor medida que otros, pero siempre todos presentes confundiendo y atormentando la mente y el corazón de Camila, llenándola de amargura, impotencia y enojo. Ese fin de semana fue particularmente difícil, pero sólo fue el puente conector con una semana todavía peor. El lunes Camila se levantó de su cama sin ningún aliento, en toda la noche no consiguió dormir a pesar del trabajo que la esperaba al día siguiente, no podía parar de pensar, Daniela se le estaba convirtiendo en una obsesión y no conseguía sacarla de sus pensamientos, toda la madrugada la bombardeaban las ideas más terribles acerca de Daniela y su futuro, su cerebro parecía estar en su contra ofreciéndole las ideas más devastadoras. De nuevo el monstruo apareció, pues de nuevo no consiguió ver a Daniela, el pasillo estaba vació y en un lapso de una hora, nunca fue abierta la puerta del apartamento. No le interesaba ya ni siquiera llegar tarde a su empleo, lo único que le importaba era poder encontrarse con su niña. Con el paso de los días, Camila fue perdiendo cada vez más y más el control, ya sin disimulo alguno llamaba cerca de quince veces al día al número de María sin recibir respuesta y siempre al buzón de voz, se la pasaba adormilada en el trabajo, no se arreglaba ni un poco, siempre estaba molesta e indispuesta y en todo momento, sin excepción, no paraba de pensar en Daniela, realmente su recuerdo la estaba carcomiendo. Pero no sólo era eso, verdaderamente la tristeza más sentida y melancólica la acompañaba a diario y en medio del llanto se sentaba a observar por la ventana de su apartamento en las noches, las luces de la ciudad que reflejaban los cristales, estaba desconsolada, una sensación que no tenía desde que era niña la acompañaba de nuevo, sentía un profundo vacío, una tormentosa soledad que la hacía sentir como si fuese la única en la ciudad. Con cada día que pasaba estaba peor y lloraba prácticamente cada vez que estaba a solas. El fin de semana procuró averiguar con los porteros del edificio si acaso sus vecinos e habían mudado, pero estos no le supieron dar respuesta, pues cómo tenían diferentes turnos, la información que guardaban no era precisa. El desespero ya corroía el alma de Camila y durante todo el día sábado y domingo, no paro de pensar en Daniela, en recordarla, pero sobre todo, en comprender lo que esa niña rubia y tierna de doce años estaba significando realmente para su ser. Fue tremendamente evidente que la niña causaba en su vida un revolcón total, no era simplemente un capricho pasajero, Camila desveló por completo sus sentimientos hacía Daniela y supo que estaba enamorada de esa niña, que por loco o descabellado que fuera, realmente un profundo y entrañable cariño nació en su pecho cuando conoció a su vecina rubia de doce años, no tuvo duda, que a pesar de lo socialmente escandalizante, su gusto, atracción y cariño por Daniela era una realidad incuestionable, tuvo la plena certeza que no deseaba ponerle fin a ese lazo nunca, sino que por el contrario deseaba fortalecerlo y profundizarlo todavía más, percibió con convicción, que su deseo más genuino, era ser la novia de Daniela, que esa pequeña rubia de doce años, fuera su mujer, aunque entendió lo demente que eso sonaba, no le importó, pues era lo que deseaba y sentía sin capacidad y voluntad de control alguno, finalmente había cedido ante el ímpetu del instinto natural, fuera de todo prejuicio. Aceptaba sin reparo su realidad, siendo una mujer adulta, se había enamorado de una mujer preadolescente, de una niña de doce años, ya estaba, no había mucho más que agregar y sólo quedaba lo que el tiempo tuviera que decir. Pero más allá de su reflexión auto reveladora, la tristeza y amargura eran sus verdaderos amos, pues no la dejaban en ningún momento y se encargaban de recordarle que no importaba lo que pensara o sintiera, Daniela no estaba a su lado y no sabía si volvería a estarlo. El lunes de la cuarta semana evidencio sin lugar a dudas el deplorable estado de Camila, por su incontrolable insomnio, no pudo ir al trabajo, pues no podía levantarse de la cama, el cuerpo y los ojos le pesaban, los tenía hinchados, toda la madrugada había llorado sin parar y su cuerpo sufría los estragos, además la depresión ya hacía mella y simplemente Camila no tenía ni una gota de ánimo para ponerse de pie. Cómo tenía un cargo medianamente alto en la obra de construcción cómo ingeniera no tuvo gran inconveniente, pero en todo caso este hecho sacaba a flote que Camila estaba totalmente afectada y que su vida corría el riesgo incluso de destruirse, que la ausencia repentina de Daniela, la estaba derrumbando. Ese día fue tortuoso, pues en la oscuridad de su habitación siguió llorando sin parar y apenas si comió, así llegó la noche y al día siguiente, con apenas una hora de sueño, Camila se obligó a sí misma aunque no le importaba realmente, levantarse para ir al trabajo, no fue porque temiera perder el empleo, sino por evitar llamar la atención, lo último que deseaba era a sus compañeros y a su propia madre indagando acerca de qué le sucedía. Martes, miércoles, jueves y viernes fueron igual, pero siempre peores, para la noche del último día, Camila estaba en absoluto desconsuelo, ya no lloraba, pero era como si una sombra de muerte estuviera en su corazón y el frío de un cementerio la acompañara a todo lado. Esa noche de nuevo no durmió y ya no sabía qué hacer, nunca lo pensó pero verdaderamente eso le estaba destruyendo la vida a pedazos. El sábado, no se bañó, sentía que nada tenía sentido o valor, parecía que la vida de repente perdía todo su color y el gris decadente invadía todo el panorama. Estaba deprimida, melancólica, ansiosa, desesperada, triste, enojada, sin fuerzas, son sus ojos hinchados, con ojeras gigantescas y todo su ser debilitado, pero ante lo infranqueable de la situación, se dirigió al supermercado y compró una botella de ron, no era de las que evadía los problemas, pero esto se le salía de las manos y la colapsaba en absoluto, la desbordaba y deseaba así fuera por un momento, perderse entre el alcohol y fundirse en el eterno paraíso psicodélico de los borrachos, dónde se ve, se siente y se sufre pero entre la abstracción y el olvido momentáneo. Sobre las 9 de la noche, después de comer un sándwich, Camila abrió la botella y sin reparo, comenzó a beber directamente de ella, acompañó la atmosfera del lugar con sonoras melodías melancólicas, de desventura y desamor, de desesperanza y tristeza, cantaba herida y en lágrimas, junto a su ventana, con las luces del apartamento totalmente pagadas, recibiendo apenas la luz tenue del reflejo del sol en la luna entrando por su ventana. Estaba descalza y recogida sobre sus propias piernas en posición fetal, sentada en el suelo, con la cara entre las rodillas y con la botella en la mano que en menos de tres horas ya iba por la mitad. Lloraba y sus lágrimas parecían el mar sin fin,, desconsolada y con un dolor físico y espiritual en su pecho, un nudo le atornillaba la garganta y entre la triste música de fondo, apretaba sus músculos faciales, cerrando con enorme fuerza sus ojos, mientras los recuerdos de Daniela le atravesaban el pensamiento. En un momento dio un fuerte suspiro que pareció tener voz propia y se quedó mirando perdidamente a la luna, que esa noche estaba particularmente esbelta, la infinita tristeza se apoderó por completo se su ser y en un momento se sintió abandonada, perdida entre la infinidad del universo y absorbida por el inclemente frío del vació sideral, ya no consiguió más aliento, su esperanza finalmente falleció, la paz de su alma estaba completamente extraviada y en medio de un inmenso dolor, se sintió derrotada, ya no le quedaba nada más, estaba rendida ante la pesadez de la existencia y sencillamente, se dejó caer sobre su propio peso, asumía entre su cabeza dando vueltas, que estaba muerta en vida, no pensaba suicidarse, pero vivir así, era igual a estar muerta.
Eran las 3 de la mañana y Camila yacía tendida sobre el suelo de su apartamento, sumergida en el sueño provocado por el exceso de alcohol y el cansancio acumulado de tantos días, la botella permanecía a su lado, pero derramada sobre la alfombra y con la mano de Camila abierta, tras dejarla caer, la luz que entraba por la ventana, bañaba su figura desconsolada en medio de la sala del apartamento, el celular comenzó a sonar y Camila vio su sueño interrumpido abruptamente, estaba muy confusa y le costó ubicarse para entender lo que estaba pasando, sin embargo en medio de su ebriedad recuperó un poco su conciencia y reconociendo que a esa hora, sólo entran llamadas con malas noticias, la adrenalina la hizo entrar de nuevo en sus cabales y medio gateando se acercó hasta la mesa del comedor donde tenía su celular, pensó que tal vez era su madre, quizás su padre sufrió alguna complicación, pues ya hace algunos años que padecía una enfermedad en sus huesos, por eso con urgencia se acomodó y se preocupó aún más, al reconocer la procedencia desconocida del número que llamaba, sin más expectativa y muy nerviosa contestó: “aló, ¿quién es?”, hubo un tenso silencio, hasta que una voz que no logró reconocer pues hablaba en un tono muy bajo y con cierta interferencia le dijo: “aló, soy yo, ¿ya me olvidaste?”, Camila hizo cara de extrañez y con más ahínco respondió: “por favor, no estoy para juegos, ¿quién es? Hable o cuelgo”, de nuevo un silencio apareció, y mientras Camila recobraba su conciencia alejada por la ebriedad, tuvo el presentimiento, podría ser….. “discúlpame, no quiero molestarte, soy yo….soy Daniela”, en ese momento el vientre de Camila se revolvió y su corazón aceleró drásticamente su ritmo, la respiración siguió igualmente este camino y en un segundo sus manos ya le estaban temblando: “¿quién? ¿cómo? ¿enserio? ¿Dani, eres tú?”, D: “sí, soy yo Cami, soy Daniela”, un silencio estremecedor se apoderó de la llamada y en cuestión de un par de instantes, todo se volvió lagrimas tanto de un lado de la llamada, cómo del otro, se escuchaban sollozos y ninguna de las dos podía pronunciar palabra, así estuvieron cerca de cuarenta segundos, hasta que Camila tomando fuerza y atónita dijo: “No puedo creerlo, ojala esto no sea un sueño, no sabes cuánto te he extrañado”, respondiendo Daniela entre lágrimas: “no, no es un sueño, enserio soy yo la que te está llamando….. yo también, no he parado de pensar en ti”, C: pero ¿cómo? No entiendo nada, ¿qué les pasó? ¿Dónde están? ¿dónde estás? ¿ estás bien? Dime…..”, D: “sí, no te preocupes, estoy bien, estamos donde mi tía, estamos viviendo aquí temporalmente”, C: ¿y por qué me llamas a esta hora, te pasó algo? Discúlpame pero estoy sin palabras y me cuesta procesar este momento”, D: “no te preocupes, yo sé, te llamo a esta hora porque es la primera oportunidad que he tenido de hacerlo, hace más de dos semanas que he intentado llamarte pero nunca podía”, C: “¿y desde dónde me estás llamando? ¿te compraron celular?”, D: “no, nada de eso, es una larga historia, intenté hacerlo desde el celular de mi mamá, pero lo único que pude fue sacar tu número, porque a los pocos días se lo robaron en el bus o lo perdió en el hospital, no se sabe, luego no tuve más oportunidad, en el colegio algunas amigas tenían teléfono pero ninguna minutos para poder llamar, luego hablando con mi prima que vive acá, me enteré que tenía un celular de los viejitos, de los de teclas y eso, pero lo tenía guardado porque ya no lo utilizaba precisamente por lo viejo, entonces se lo pedí prestado, pero no tenía tarjeta SIM, por eso tuve que ahorrar parte de mis onces y antier cuando mi tía nos llevó a comer un helado, entré a una tienda y la compré sin que ella si diera cuenta, pero no pude llamarte inmediatamente porque nunca estoy sola y me vigilan siempre, hoy lo pude hacer porque convencí a mi mamá de dejarme quedar en el cuarto de mi prima en una pijamada, pero ella ya se quedó dormida y por fin pude llamarte, discúlpame por la hora, pero en verdad me fue imposible antes”, Camila escuchaba en silencio incrédula de la situación, pues había soñado tanto con escuchar la voz de su niña que todavía se preguntaba si era verdad ese momento o en medio de la ebriedad estaba alucinando, por eso prendió la luz y de a pocos se concentró en recuperar los sentidos y afianzar su atención en lo que Daniela le contaba: “claro, te entiendo, no te preocupes, todo lo contrario, me hace muy feliz escucharte, no sabes cuánto, llevo todo el mes pensando en ti, no he parado de recordarte, estaba angustiada, desesperada, muy triste, es que te me perdiste de un momento a otro, fue increíble”, D: “¨sí, para mí ha sido igual, todos los días estaba pensando en ti, en las clases, en el entrenamiento, en las noches mientras hacía tareas, en la cama mientras me dormía, no podía olvidarte y me dolía muchísimo no saber nada de ti, no verte y no hablarte, pero mucho más que no tenía forma de decirte dónde estaba, para que al menos lo supieras”, C: Y precisamente, ¿dónde estás? ¿qué pasó? ¿por qué se fueron?”, D: estamos en casa de mi abuelita, ella está muy enfermita y sigue en el hospital, salió unos días, pero le tocó volver, ha sido muy triste, he llorado también mucho por eso, mi mamá y mi tía se la pasan todo el día en el hospital o haciendo cosas de esas, estamos viviendo acá mientras mi abuelita se pone mejor, mi mamá va en ocasiones al apartamento y me trae ropa, hace mucho que no voy allá”, C: “¿pero y tu papá? Siempre que pasó por el apartamento, parece no haber nadie”, D: “es que él ya no tiene tiempo de nada, él si va en ocasiones allá, pero también se la pasa casi siempre acá, pero igual yo casi no lo veo, porque como a mi mami le tocó renunciar al trabajo para encargarse de mi abuela, él ahora trabaja más y siempre llega muy tarde”, C: “claro, ahora todo tiene sentido…¿y tu abuela, cómo está?”, D: no lo sé muy bien, no nos dicen mucho sobre eso a mi prima y a mí, pero yo la vi cuando estuvo unos días acá y estaba muy flaquita, se veía muy débil, lloré al verla”, C: “claro, te entiendo, pero quiero que sepas que aquí estoy, que aquí sigo firme contigo y aunque nos hayamos separado por tantos días, me sigues teniendo a tu lado, si lo quieres, sigo estando para ti cuando lo necesites y ahora más que nunca, no te voy a dejar sola y te aseguro que tu abuelita, se va a poner bien, ¿lo sabes”, D: “gracias, muchas gracias, no sabes cómo me llena de fuerza y me alegran tus palabras, el sólo hecho de escuchar tu voz, ya me pone mucho mejor……tenía miedo…..”, C: “¿miedo? ¿ de qué?”, hubo un tenue silencio y la niña dijo: D: “que tal vez me hubieras olvidado”, por la mejilla de Camila una lágrima rodó y respondió con seguridad: “jamás, jamás digas o pienses eso, nunca, pero nunca, pero nunca te he olvidado, no sabes cuántas noches he pasado sin dormir porque no paraba de recordarte, en el trabajo mi único deseo era poder verte, escucharte, hablarte, no sabes cuánta falta me has hecho, estaba destrozada, muy pero muy deprimida, pensé que jamás volvería verte y eso me estaba matando en vida, escúchame bien Daniela, yo a ti jamás te olvido, porque sabes algo……. (un silencio profundo y tenso se hizo presente durante algunos segundos mientras juntas contenían la respiración, por lo que una estaba a punto de decir y la otra de escuchar)………..tu eres mi amor”, esas palabras fueron como un eco estruendoso arrasando un bosque y levantando por los aires animales, montañas, árboles y rocas, las palabras de Camila fueron como una lanza al cuello de Daniela y la traspasaron, le quebraron su garganta y colapsaron su corazón y de nuevo la niña rompió en estrepitosas lágrimas y entre sollozos dijo: “significa tanto para mí lo que me acabas de decir, que no puedo parar de llorar, gracias Camila, gracias por no olvidarme, gracias por quererme tanto, gracias por estar a mí lado y brindarme tu apoyo en todo momento, realmente todo este tiempo que he estado sin poder verte, hablarte y saber de ti, he pensado muchas cosas y aunque sigo sin entender muy bien del todo lo que me sucede, quisiera contarte lo que por mi mente pasa…..”, en ese momento Daniela se queda en silencio y al fondo Camila escucha una débil conversación entre su niña y una voz femenina, aguarda unos segundos y de nuevo Daniela vuelve a la línea: “discúlpame, voy a tener que colgar, Angie mi prima se despertó y si me ve hablando, seguramente mañana le va decir a mi mamá y me voy a meter en problemas”, C: “ashh princesa, no sabes cuánto anhelo escuchar todo lo que tienes por decirme, me dejas con una gran intriga, pero entiendo lo de tu prima y no quiero volver a perder el contacto contigo, así que te propongo algo, para que te puedas comunicar conmigo cada vez que quieras y puedas, mañana a primera hora te recargo minutos ilimitados a este número del que me llamas y cuando tengas oportunidad, me marcas, no importa la hora o el momento, siempre voy a estar disponible para ti, ¿te parece?”, D: “sí, está bien, entonces apenas pueda yo te llamo”, C: “bueno mi princesa, entonces por ahora me despido porque no quiero meterte en problemas, te agradezco con el alma tu llamada, realmente me has vuelto a la vida, gracias, gracias, gracias, infinitas gracias mi Daniela, te quiero, jamás te olvido, descansa, espero atenta tu llamada, linda noche, tan linda como tus ojitos, sueña conmigo”, D: “tú también me has llenado de felicidad, siento como si de repente una gran energía hubiera entrado en mí, me siento muy feliz y no quisiera dejar de escuchar tu voz pero estoy tranquila, porque sé, que mañana te volveré a llamar, gracias por quererme tanto, yo también te quiero muchooo, hasta mañana”. Camila dejó el teléfono y estupefacta por la emoción de nuevo lloró, pero esta vez ya no de tristeza sino de felicidad, por primera vez en muchas noches pudo conciliar el sueño y de nuevo, la paz le volvió al alma.
Al día siguiente la llamada no llegó, pero Camila comprendió que era imposible recibirla en día domingo cuando su niña más vigilada estaba, por eso no se afanó y por el contrario vivió su día al máximo, se bañó, se arregló y salió con gran alegría de su departamento rumbo al centro comercial, donde compró un importante presente para Daniela. E lunes, el ánimo estaba por los cielos, realmente se le veía vigorosa y de nuevo volvió a ser la típica compañera jovial y amable, eso sí, guardaba bastante ansiedad y no se separaba de su teléfono, pues esperaba con gran ilusión la llamada de su niña. La mañana pasó y la llamada nunca llegó, esto estreso algo a Camila, pero comprendió que el tiempo libre de su niña era muy escaso y probablemente la llamaría en la tarde, no se equivocó, sobre las 3 pm, entro la llamada del número que Camila registró en el teléfono como “ella” junto a un emoticón de corazón para evitar levantar sospechas, no espero ni al primer timbre y contestó con rapidez, del otro lado efectivamente se encontraba Daniela y Camila se inundó de felicidad. La niña le comentó que la llamaba desde el gimnasio donde entrenaba con su equipo de porras y que lo hacía desde el camerino, mientras se alistaba para el entrenamiento en el tiempo que tenía antes de la llegada de su profesora. La conversación fue corta, pero muy sentida, hablaron de cómo iba el día de cada una y sobre lo que iban a hacer más tarde, algunas risas iban y venían, entre uno que otro comentario con tintes románticos pero todavía algo distantes, así el tiempo transcurrió volando y pasaron 15 minutos como un segundo, de nuevo la llamada llegó a su final, pues Daniela tenía que retornar al gimnasio e iniciar el entrenamiento. Así, día tras día transcurrieron las llamadas sobre las 3 de la tarde y de a pocos, dejaban atrás el tema de la abuela, aunque siempre era mencionado y con naturalidad se iban desenvolviendo una junto a la otra, con cada llamada profundizaban un poco más en el conocimiento sobre sus vidas y sobre sus seres, por momentos Camila intentaba preguntarle a Daniela qué era eso que le pensaba decir la primera noche que la llamó, pero notaba de inmediato como la niña esquivaba el tema y por eso concluía no insistir más por ese día en averiguar, pues Daniela atravesaba un duro momento y Camila sabía lo difícil que seguramente estaba siendo para la niña manejar una gama de emociones tan alta en corto tiempo, lo último que deseaba era fastidiarla. Conversación tras conversación, siempre cortas, pero sustanciosas Camila se enteró que Daniela tenía miedo profundo a las mariposas aunque fuera un temor extraño, también que su color favorito era el rojo y como se había roto un brazo cuando tenía 7 años, además conoció el interés de Daniela por el mar pues nunca había ido y como sus padres se habían separado cerca de un año, cuando la niña tenía 10 años de edad. En la misma medida, Daniela penetró todavía más en el conocimiento de Camila, enterándose por ejemplo por qué decidió estudiar ingeniería civil, como era la casa donde creció, que una de sus pasiones era la pintura aunque nunca se había aventurado en desarrollarla, que su comida favorita era el pollo teriyaki y que su mejor amiga se llamaba Fernanda. Fue una semana muy interesante para las dos y de a pocos recuperaban el ritmo de lo que habían dejado atrás hace un mes; el día viernes la conversación se alargó más de lo habitual, pues el reloj ya marcaba las 3:30 de la tarde y aún no aparecía la entrenadora del equipo, por eso, Daniela sospechó que como en otro par de ocasiones, seguramente tuvo algún inconveniente y llegaría tarde o simplemente no llegaría, así que son mayor afán siguió hablando con Camila le hizo saber que esta vez tenían algo más de tiempo. Entre la conversación, recordaban permanentemente hechos vividos por las dos y se reían a modo de anécdota, particularmente llegó al orden natural de la plática, ese momento, cuando se besaron por primera vez en el apartamento de Camila, entonces en la mujer adulta surgió una incógnita que en algún momento tuvo pero que había olvidado, realmente su duda era legitima y sin dobles intenciones, por eso expectante ante la respuesta de la niña dijo: “Dani, ¿te puedo hacer una pregunta?”, D: “claro, por supuesto”, C: no quiero que lo tomes a mal o como si yo estuviera insinuando algo indebido, pero luego de ese día me pregunté ¿si acaso tú, tal vez, de alguna forma, me contaste sobre el problema de tus pezones para que sin quizás entenderlo bien, llegáramos a algo relacionado con el contacto físico? Lo pensé, porque jamás me volviste a mencionar el tema y además, porque cuando te he chupe las téticas en la otra ocasión, no me manifestaste ninguna molestia, no quiero que me malinterpretes, sólo quiero saber, no estoy diciendo que sea así”, la pregunta de Camila iba en un tono serio, pero inevitablemente adentrarse en estos terrenos con el temperamento de ambas, resultaba peligrosamente erótico: D: “no te preocupes, entiendo tu pregunta y la forma en que lo dices, pero sobre eso, realmente cuando te dije sobre mi molestia fue real, es más, todavía la tengo, sólo que por momentos se me aliviana y de nuevo duro un par de días con los pezones irritados, eso era verdad, pero no te niego… (hubo un tenue silencio)… no te niego, que ese día sin saber muy bien por qué, deseaba verme muy bonita para ti y fui cuidadosa hasta en la ropa interior que me puse, realmente no sabía por qué, pero quería que me vieras linda”, la respiración se cortó en Camila y de nuevo aparecía esa sensación de emoción y adrenalina morbosa, aunque estaba en medio del patio de construcción sobre la zona verde a la vista de todos los trabajadores, no le importaba preguntar pues nadie la escuchaba y por eso, una vez más empezó a ceder ante su libido y curiosidad: “¿ah sí? ¿Acaso que cuquitos te pusiste ese día? Porque recuerda que yo solamente te pude dejar en faldita y lamerte las téticas, no pude ver más allá”, la niña nada tonta y con el frenesí sexual ahora más desarrollado y reconocido, entendió de inmediato el tono de la pregunta de su mujer adulta, que ya cambiaba hasta la fuerza de su voz y evidentemente no preguntaba de forma seria y normal, por eso, en ella también saltó la chispa de la lujuria y sin temor alguno, encerrada solitaria en el camerino, respondió: “jaja lástima, porque me puse los que me llegaban a media nalga y me quedaban muy holgados en la vagina, eran rosados, ¿si te hubieran gustado?”, Camila se encendió ante la actitud y la pregunta retórica de su niña y respondió: “por supuesto que sí, me hubiera encantado, te habría sentado sobre mis piernas y te masajearía con mis dedos la parte de la nalga que te quedaba afuera de los cucos, porque sabes, me fascina tu culo, me vuelve loca, me encanta que lo tienes redondo y parado, me excita mucho recordar cómo te veías con la falda del colegio, es que incluso ahí se te marcaba, sabes que me encantaría, estar recostada en la sala de mi apartamento donde por primera vez te mame las tetas y te besé la boca y que tú me modelaras la ropita más sexy que tienes, que hicieras una pasarela sólo para mí”, D: uy, esa idea me gusta, yo feliz de pasearme en cuquitos delante tuyo para que me veas, me fascina sentir que me miras y me deseas, eso me jaja como tú dices, me excita mucho…”, C: “ahh pero qué bueno saberlo, está como muy calientica la niña, ¿o me equívoco?”, D: jaja no te equivocas, realmente me haces mojar, si vieras como tengo la vaginita de húmeda”, C: ¿ah sí? ¿Cómo lo sabes, acaso dónde tienes puesta la manito?”, D: “cerquita, muy cerquita”, C: “jaja vamos a ver si la acercas más, déjame saber ¿cómo estás vestida hoy mamasita, ah? ¿Qué ropita rica y deliciosa para quitártela tienes puesta?”, en ese momento, Camila sentía que el morbo le ganaba, pero no podía retirarse de la obra, porque de lo contrario recibiría un memorando, por eso, a pesar de su enorme fogosidad, lo único que pudo hacer, fue sentarse para dejar de caminar impacientemente evitando llamar la atención: “bueno…. Hoy estoy con el uniforme de entrenamiento para gimnasia, tengo mis zapatillas blancas, estoy en short morado oscuro y un top blanco, además tengo el cabello recogido en una colita jaja, así estoy, ¿te gusta?”, C: “me fascina mamasita, sólo imaginarte ya me hace dar ganas de estar encima de ti, chupándote y lamiéndote todo ese cuerpo tan hermoso que tienes, y no me paro de imaginar cómo se te debe ver la vagina en ese short, uff me muerdo los labios al pensarlo, se te debe ver una montañita de carne deliciosa, bien tensada y rellenita, que delicia…. ¿y hasta dónde te llega el short? No me dirás que estás dejando ver ese culo a tus compañeras, cuando tú sabes que sólo es mío, sólo yo puedo verlo, manosearlo, mamarlo y dejarlo lleno de saliva”, D: “pues mira que no te equívocas, porque este short que tengo puesto hoy, tiene la particularidad que me queda un poco chiquito, porque me lo compraron con una horma que no se adapta a mi cuerpo, entonces como tú te imaginas, la vagina se me nota muchísimo y se me marca por completo, porque la tela se me mete un poco por los lados, porque el elástico está muy recogido, eso me daba vergüenza a veces, porque lo único que no permite que mis labios se marquen por completo, es la ropa interior, entonces sí, así se me ve jaja…. Y por eso mismo, cuando me estiro o hago un movimiento fuerte, la parte que me cubre las nalgas, tiende a subirse un poco y me descubre exactamente la rayita donde empiezan, aquí ninguna niña se fija en eso, porque estamos sólo entre mujeres, pero me encantaría modelártelos, esa sería una de las prendas para el desfile por ejemplo jaja……”, Camila estaba a mil con la picardía fina y lujuriosa de su niñita, realmente quería estar de piernas abiertas frente a su escritorio y con la mano hundida en la vagina, para poder satisfacer su necesidad sexual imperante, pero de nuevo la obligación laboral se lo impedía y ahora sufría en carne propia lo que un día le provocó a Daniela, cuándo le prohibió masturbarse y esperarla hasta el día siguiente, a lo cual la niña intentó forzosamente tratar de rozar sus piernas y producir algún tipo de frotamiento que diera placer a su palpitante vulva, ahora era Camila, que con las piernas totalmente juntas y los músculos tensionados, procuraba sentada sobre aquella silla de la zona verde, frotar su entrepierna ansiosamente y a la vista de todos, pero como apenas alcanzaba pequeños roces, tan sólo aumentaba su tensión y elevaba su ansiedad: “uff Daniela, no juegues con fuego porque te quemas, tú no sabes todo lo que me estás produciendo y hasta donde me estás llevando, creo que la próxima vez que te vea, no voy aguantar y vas a saber qué es una mujer adulta llena a más no poder de deseo sexual, voy a devorarte”, Daniela en medio de una risa pícara y coqueta dijo: “eso es lo que quiero”, C: ¿Segura? ¿te sientes lista para meterte a la cama con una mujer adulta y acostare por completo con ella?”, D: “no, para eso no me siento lista, porque ni siquiera sé muy bien cómo se hace o qué es realmente…pero sí me siento lista para dejarme guiar por ti, por mis deseos y si todo resulta bien, que me enseñes entonces, qué es lo que podemos hacer tú y yo juntas, metidas en una cama y desnudas…..”, esas palabras quebraron por completo la voluntad de Camila, no podía creer lo que escuchaba y todo lo que estaba reflejando Daniela en el espectro más amplio posible, no sólo era el juego y la lujuria, era mucho más, desde el propio aspecto romántico de la relación, pero traspasando mucho más que eso y llegando a una cúspide desconocida, Daniela se estaba transformando lentamente y su proceso de crecimiento físico y mental realmente lo evidenciaba, escuchar esas palabras desde la boca de una niña de 12 años, dirigidas a una mujer adulta de 28, era realmente la muestra indudable que esa niña, era mucho más que un simple ser infantil y sin ningún tipo de pensamiento mórbido o perverso, todo lo contrario, lo que mostraba era una preadolescente repleta de libido, con una despertar sexual cada vez más intenso y con una curiosidad erótica y morbosa, que deseaba saciar por orden del más legitimo instinto, en la cama con una mujer, pero no cualquier mujer, con Camila, su mujer. Camila perdió el aliento y se sintió anonadada por la poderosa respuesta de Daniela, realmente esto escalaba a otro plano y ya no era la necesidad imperiosa de masturbarse propiamente, sino el propio procesamiento de una idea prohibida y ardiente, como era estar verdaderamente y fuera de toda fantasía, en una cama, desnudas con Daniela y listas para hacer todo lo que el deseo lleno de lascivia les determinara. Eso verdaderamente la colapso y no encontraba respuesta, la niña a pesar de eso, guardó silencio, de alguna forma comprendió que sus palabras fueron un flechazo para Camila y por eso se limitó a esperar ansiosamente, porque ella misma deseaba saber qué opinaba Camila al respecto, no se lo había podido y querido comunicar, el primer día lo intentó, pero luego desistió cuando comprendió que esas palabras saldrían de su boca en el momento adecuado pero por teléfono claramente no era, lo que Daniela no le había dicho a Camila, es que ese mes no sólo fue de sufrimiento, sino de mucha reflexión, atisbos de madurez y raciocinio propio medianamente avanzado aparecieron en su ser y por segundos y momentos logró comprender vaga pero exactamente lo que significaba su relación con Camila, lo que estaba sintiendo por ella, lo que quería que sucediera y en ese orden de ideas y vislumbrándolo a lo lejos, el deseo que tenía naciente y creciente, de sin saber de nuevo a qué se refería exactamente, hacer el amor con Camila o como alguna vez escuchó en alguna película, de acostarse con ella, pero claramente esto sólo era una parte de su reflexión que fue bastante extensa y de días de pensamiento, con sus limitados medios logró aclarar aunque con algunas dudas lo que deseaba con Camila, llegó a su ser, esa legitima emoción de mariposas en la panza, esa visión histórica y natural, esa necesidad humana y sincera, de amar y sentirse amada, de construir con alguien mucho más que una amistad y conocer ese sentimiento que todos evocaban como bello llamado amor, a Daniela le había llegado la pre adolescencia en pleno, pudo entender aunque todavía de lejos, que deseaba verdaderamente tener un amor con Camila, ser el amor de Camila, que ya no fueran simples vecinas o amigas con un gusto físico, llegó a su mente para nunca más abandonarla el más puro y real anhelo que había tenido jamás en su vida: ser novia de Camila y lo que eso significara en todos los aspectos, por primera vez en su corta vida Daniela sintió y descubrió que se estaba enamorando. Fue un momento complejo y Camila no sabía muy bien que responder porque evidentemente esto seguía en la máxima escala de lo sexual, pero realmente superaba todo límite y abarcaba cada aspecto de la relación y el lazo que estaba tejiendo don Daniela, por eso fue cuidadosa y evito un comentario apresurado o imprudente, por varios segundos no supo que decir, hasta que decidió como hasta ahora cuando no encontraba respuesta sólida, dejarse guiar por su instinto y naturaleza, que el momento mismo fuera el que guiara sus palabras: “bueno mamasita, creo que tú y yo entendemos muy bien lo que nos está pasando, seguramente yo más que tú, pero veo claramente que también lo entiendes y a pesar de tu corta edad lo manejas con madurez, creo que el deseo de una por la otra en todo sentido sólo ha crecido y crecido desde el momento en que nos conocimos, todo esto ha sido muy extraño para las dos porque es algo que en nuestra sociedad no se da o si se da se mantiene escondido por completo, a pesar de todo aquello, no pudimos resistirnos e inevitablemente entre tú y yo, sin importar la diferencia de edad o que ambas seamos mujeres, nació algo más que una amistad y un gusto físico pero también sentimental se ha hecho realidad, yo sé que ambas sabemos lo que nos está pasando en el fondo y sé que produce algo de miedo, porque es muy desconocido y sobre todo prohibido, pero veo también que estamos dispuestas e enfrentarlo juntas y es eso justamente lo que te quiero decir, Daniela, yo a ti te quiero enserio y aunque me vuelves loca y me haces perder el control sexualmente hablando, reconozco que no eres sólo eso sino mucho mucho más, puedo ver quién eres y el alma tan bella que tienes, por eso y por la experiencia que tengo de más respecto a ti, sé muy bien que mi deseo no sólo es el de verte desnuda frente a mí mientras te paso la lengua hasta el último rincón de tu vagina, no mi deseo va mucho más allá de eso y por eso quiero que sepas, que cuando llegue el momento y nuestro lazo se haya consumado y sea una realidad, cuando esto que estamos construyendo sea una verdad completa, con el mayor de los gustos y créeme, el más morboso y sucio de los impulsos, vamos a entrar a mi cama tú y yo, sin interrupciones, sin afanes, sin quien nos moleste, en la privacidad de mi apartamento y en nuestra absoluta intimidad, nos vamos a desnudar por completo y estando ahí mi niña, te voy a convertir para siempre en mi mujer, en mi mujercita, estando ahí mi amor, tú vas a saber por qué no debiste jugar con fuego y qué es tener una hembra adulta sobre ti, revolcándote como perra en celo, ya lo verás”, Camila cerró su contundente pero exacta respuesta para el momento, no habló ella sino su instinto y complacida por lo que acababa decir, se recostó sobre su asiento y sonrió de par en par, para Daniela la respuesta fue más que exacta, era como si Camila adivinara su pensamiento y comprendiera prácticamente todo lo que había estado pensando ese mes pero sin habérselo dicho, tal cual era de esperarse, esto fue una fuerza vital para la niña, que se llenó más aún de seguridad y confirmo lo que ya pensaba: Camila seria su novia y con eso, vendría todo lo que tuviera que venir, estaba lista para afrontar su futuro. Para ese momento Daniela se sentía tranquila y varias dudas más con la respuesta de Camila se habían disipado, pero la realidad es que la atmosfera sexual aunque pausada, no se desvanecía y por eso Daniela llevada por su libido quiso seguir extendiendo el tema, aunque ya le quedaba claro cuál sería el futuro al respecto y sólo preguntaba para generar más morbo: “Cami, pero tú ¿cómo me ves?¿crees que sí estoy lista para acostarme contigo?¿crees que si tengo lo suficiente para llenarte de placer…..(la niña lo pensó, estaba a punto decir algo que jamás había pronunciado, rompía un nuevo hito)…”, C: “¿sí? ¿de placer….dilo jaja, quiero escucharlo, no seas tímida ahora, conmigo no (Camila entendió inmediatamente que Daniela de nuevo daba un giro al sentido se la conversación y gustosa tomó el hilo)…”, D: “jaja está bien, está bien, es que a veces me cuesta decir ciertas cosas, no porque no quiera, sino porque es extraño aunque me gusta….entonces bueno jaja….¿crees que sí estoy lista para llenarte de placer la vagina? ¿o eres muy golosa?”, la niña de inmediato se sonrojó por completo y su cabeza se hizo un horno, se le subieron todos los calores entre la timidez por lo dicho y la excitación por su sentido, C: “jaja lo sabía, sabía que ya tenías ganas de preguntar por mi vagina, porque hasta el momento no la has conocido, es más ni siquiera la has tocado, ella tiene muchas ganas de conocerte y especialmente tu carita de niña inocente, para restregarse sobre tu lengua, sabes que, tengo muchas pero muchas ganas de masturbarme, no aguanto más, voy a subir hasta mi oficina, ya estuve lo suficiente aquí abajo, espérame 5 minutos, pero mientras tanto me haces un favor, ¿está bien?”, D: “jaja dime”, C: “te vas a quitar los shorts y los cuquitos que traigas puestos, vas a cerrar con llave el camerino donde estás y te vas a sentar de piernas abiertas donde puedas, porque nos vamos a masturbar juntas, escuchando una a la otra, ¿entendiste?”, D: “sí, claro que te entendí, entonces para cuando me llames ya voy a estar lista y con las piernas abiertas para masturbarme contigo bien rico”, C: “uff, hablas como toda una putica, así me gusta, ya te llamo”, D: “jaja aprendí de la puta mayor, bye”, colgando inmediatamente y dejando a Camila con la palabra en la boca y con el fluido en su vagina, encendida a más no poder y con el ferviente deseo de perder el control y hacer que lo perdiera su niña. Prácticamente corrió y en menos de dos minutos alcanzó su oficina, algunos compañeros observaron con curiosidad su afán, pero sin más detalle. Llegó, puso seguro y se ubicó inmediatamente en la silla de su escritorio, ese día llevaba su overol rustico, lo desabrochó, lo dejó caer y pronto reveló unas femeninas y torneadas piernas, adornadas por un cachetero marrón de encaje que permitía observar parte de unas cálidas nalgas por el tiempo que estuvo sentada aguantando la presión sexual, no perdió ni un minuto y con total falta de cuidado, colocó sus piernas abiertas y con el cachetero abajo sobre el escritorio, tumbando con cierta violencia varios papales y un tarro repleto de esferos y herramientas de oficina, acomodó su teléfono con unos manos libres y de inmediato llamó a Daniela que ya estaba tumbada sobre el suelo sin short ni cucos, tal cual se lo dijo Camila: “¿entonces Danielita ¿cómo estás, dónde estás?, D: “estoy sobre el suelo, tengo la mano derecha sobre mi vagina y llena de ganas de masturbarme mientras te escucho”, C: “uff pero que bien, esa es la actitud mamasita rica, así me gusta, yo también estoy patiabierta sobre mi escritorio, tengo la chocha al aire y literalmente le está escurriendo moco vaginal, por eso te decía, ¿será que si estás lista para restregar esos labios rosaditos que tienes sobre la cuca abierta y chorreante de una perra cómo yo? Es que tu vagina mi amor, todavía es muy joven y no secreta lo mismo que la mía, tu fluido todavía es transparente y muy liquido mamasita, pero mi cuca desborda moco vaginal cuando está muy arrecha, es blanco y espeso, ¿será que si soportas todo lo que tengo aquí entre las piernas para darte?, Daniela lejos de darle asco, se impresionó un poco por la idea, pero el ímpetu sexual la empujaba y realmente deseaba lo que decía: “jaja pero es que eso depende, tú eres muy maleducada jaja, porque ni siquiera me has presentado tu vagina, no sé cómo es, qué color tiene, cuál es su forma, su tamaño, que tan grande es tu clítoris, en fin, no sé cómo es la vagina de mi mujer (decir eso emocionaba a Daniela), para poder comérmela a gusto”, C: “jaja ah, pero eso es culpa tuya, porque no has querido conocerla, es más, creo que nunca me has mirado con morbo esa parte”, D: “jaja tú qué sabes”, C: “¿ah, yo no sé? ¿qué es lo que no sé, a ver?”, mientras hablaban, ambas se empezaron a frotar instintivamente su vaginas con un ritmo suave como de precalentamiento, mientras a la respuesta de la otra se reían pícaramente inclinando su cabeza hacía atrás: “jaja tú no sabes cómo te mire el día del parque de diversiones”, C: “¿cómo me miraste? ¿algo te llamó la atención?”, D: “sí, totalmente, desde la mañana misma, note que tu vagina se pronunciaba mucho y cuando estábamos en la rueda de la fortuna, no pude dejar de mirarla con disimulo, parecía como un dulce envuelto y apretado”, C: “uff, eso no lo sabía, pensaba que todavía no se te despertaba el gusto por la vagina de tu hembra, pensé que sólo tenías mente para mis tetas”, D: “tus tetas me fascinan, me encantan, cuando pienso en ellas inmediatamente me dan ganas de chupártelas, especialmente tus pezones, me encanta cuando están muy duros y se chocan con mi lengua, pero ese día no pude evitar mirarte la entrepierna cada vez que podía, y por la noche, cuando me meneaste el culo y te vi en tanga, no pude evitar notar ese montoncito que se te hacía justo donde está tu vagina y que cubría tu tanga, parecía estar muy caliente y por un momento quise acercar la cara para sentirlo, pero no pude porque no podía parar de masturbarme”, Camila aceleraba al escuchar las palabras de Daniela el ritmo de su masturbación, frotando a palma abierta y ritmo algo más rápido toda su vulva, presionando sus labios y pasando por cada pliegue interno de manera desordenada a través de un movimiento circular: “uff mami, debiste haber pegado la carita y así reconocías a qué huele tu hembra en celo”, D: “pero antes de saber cómo huele, quisiera saber cómo es, no me has dicho”, Daniela insistía con esa pregunta, pues su morbo la hacía sentir deseosa de saber cómo era la vagina de Camila y el hecho de imaginarla la excitaba muchísimo, por eso ya no sostenía el teléfono con su mano, sino que lo sostenía con la cabeza inclinada y contra el hombro, utilizando su mano izquierda para manosear todo su cuerpo y apretar cada tanto sus tetas, mientras la derecha aumentaba el ritmo haciendo especial énfasis en su clítoris sobresaliente, rosado y brillante, C: “bueno, si quieres saberlo, debes averiguarlo, ¿cómo te la imaginas?”, D: “uff no Cami, por favor, no me hagas esto, dime cómo es, quiero.. deseo saber….quiero masturbarme mientras me lo dices”, Camila escuchaba la voz de su niña que claramente estaba empezando a desbocarse presa de un clímax a medio camino y llevada por lo animal del momento venidero, empezó a introducir en su vagina suavemente y al mismo tiempo su dedo índice y su dedo medio, mientras con la otra mano seguía frotando con más vehemencia, sus labios exteriores y su clítoris: C: está bien mamasita, si tan urgida estás, entonces yo te voy a contar cómo es mi vagina”, D: “ay siii, dalee”, decía entre jadeos la niña, C: “bueno, primero, tengo un monte de venus robusto y abultado, jaja esa siempre fue una cualidad, estoy depiladita pero ya me está naciendo de nuevo el vello púbico entonces se ven un poquito las raíces, mis labios superiores tienen un color marrón, tú sabes que yo tengo la piel trigueña, pero esa parte de mi cuquita sí es más oscura, son gruesitos y tienen la forma muy marcada, tú los vieras, parecen unos labios de boca que quieren darte un beso, cuando los abres, te vas a encontrar con que el interior sobre toda la vulva, es rojito con algunos toques rosados, yo tengo varios pliegues mi amor y sé muy bien que te vas a divertir pasándole la lengüita por encima y sintiendo la textura de cada uno, como te decía cuando ya estoy muy excitada como ahora, empiezo a producir un tipo de fluido especial, que se conoce como moco vaginal, es blanco y espeso, y es para que te lo comas todito y lo saborees en tu garganta”, para ese momento, Daniela estaba extasiada al imaginar cada detalle de la vagina de Camila y con más rapidez frotaba su vagina, sus dedos se deslizaban con un ritmo desordenado y animal sobre su clítoris y el himen todavía virgen impenetrado, produciendo un sonido como de chapoteo de agua, pues estaba expulsando fluido vaginal de manera desmesurada y ya se le escurría una parte por entre el inicio de sus nalgas pegadas al suelo, como estaba moviendo la mano con ese ritmo salvaje, la imagen era de una niña de 12 años, tirada en el suelo de un camerino, con las piernas abiertas, en tenis y en top deportivo, manoseando su propio cuerpo con una de sus manos, aumentando su morbo al sentirse a ella misma y abierta de piernas, empapada a tal punto que la parte interna de sus muslos brillaba por la humedad del fluido que allí estaba yendo a parar, tras cada contacto violento entre la vulva palpitante de la preadolescente y su mano, la excitación escalaba más y más y Daniela respondía a la voz de su hembra y a su imagen vaginal, con un jadeo constante y gemidos bastante perceptibles, como si no le importara ser atrapada por una de sus compañeras con la mano atrapada entre sus vagina hambrienta, pero sí con el pleno deseo de ser escuchada por su mujer al otro lado de la línea para que supiera cuanto lo estaba disfrutando y como se masturbaba como perra en celo, como potra indomable ardiente y fogosa, que no puede resistir ante la imagen de la vulva de una tetona de 28 años, cual ninfómana encerrada en un camerino y tirada en el suelo, mientras que también, su mujer adulta, la hembra que la enloquecía y encendía sus pulsiones vaginales salvajemente, al otro lado de la línea, se daba dedo vertiginosamente y salpicaba su asiento y el suelo con algunas gotas que caían ante los dedos entrantes y salientes del conducto vaginal abierto y expandido, reaccionando a cada toque, activando cada conexión de su sistema nervioso, produciendo en la tetona, una convulsión completa, que la hacía mover como poseída y casi la tumbaba de la silla, pues se sostenía con enorme fuerza, preparándose para la explosión final, masturbando con rudeza su clítoris al mismo tiempo, yendo por el camino orgásmico más intenso y potente posible, deseaba sentir correr su libido por cada fibra de su ser….D: “ahhhh, ahhhh y…¿co..cómo..cómo tienes el clítoris, dímelo, quiero saberlo, ahhhhhh, es tan rico como el resto de tu vulva, dímelo, es grande y carnoso…ahhhh quiero chupartelooo ahhhh….”, la excitación no podía ser mayor y la tensión sexual estaba a segundos de la hecatombe, sin percibirlo Daniela se estaba apretando a sí misma con una fuerza nunca antes utilizada su teta izquierda, esforzándose por agarrar también la otra mientras con los labios secos, la boca entre abierta y los ojos perdidos en el techo, inclinaba su cabeza como si de un zombi petrificado se tratara y sólo se escuchaba del interior de sus labios una especie de gemido con potencia media y grave, suspendido e indefinido, parecía estar petrificada, con su mano pegada a la vagina, ahora con un movimiento absolutamente veloz y frenético, sin importar lastimarse o exceder su capacidad vaginal, esperaba las palabras tan ansiadas para llegar al cielo orgásmico y dejarse ir por completo, alcanzando una vez más esa exquisita y estremecedora sensación a la cual se estaba haciendo adicta, en ese momento Camila con algo más de resistencia por su recorrido sexual, ya daba tumbos sobre su silla y sabía que no podía aguantar mucho más, le costaba hablar y por eso con su último aliento, mientras no cesaba su auto penetración, ahora con tres de sus dedos y su frotamiento bestial sobre su clítoris dijo lo que Daniela tanto deseaba oír y lo que ella consumida en el morbo y en la absoluta suciedad sexual quería decir: “ahhhh, mamasita rica y deliciosa, niña rubia de culo blanco y respingado, de labios rosaditos, tengo el clítoris carnoso, es grande y muy pronunciado, sólo es separar los labios y ya te vas a encontrar con esa glándula que salta a la vista y brilla empapada en fluido y sudor, esperando que le pongas la lengua encima y lo hagas bailar de placer y a mí gemir como loba aullando, es muy rojo, muy rojo repleto de excitación e hinchado de las ganas tan hijueputas que tengo de tenerte ahogada entre mis piernas mamándome la chocha ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh….ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh AHHHHHHHHHHHahhhhh………”, ahhhhh…ahhhh….ahhhhhhh (decía en un tono muy agudo y delgado pero potente), ahhhhhhhhhhh noooo, no puedooooo, esto es demasiado…ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhAHHHHHHHHHHHHHHH…..ahhhhofff….”, Daniela respiraba agitada, con sus venas faciales y del cuello brotadas, bañada en un sudor que se desprendía de las raíces de su cabello y con la cabeza pegada contra la pared del camerino, con su ceño fruncido y con los músculos faciales condensados en una gesticulación de ansiedad y angustia producto del frenesí sexual que la sobrepasó por completo y le hacía escapar una lágrima por su rostro, era demasiado, simplemente esta vez para Daniela la potencia sexual fue mucho, pero mucho más allá y la tenía tirada contra el camerino, con el habla cortada y perdida entre el limbo orgásmico que poseía absolutamente su cuerpo, una electricidad la recorría, mientras sudaba como pocas veces, Camila por su parte, al ser una perra experimentada en el arte de auto satisfacerse, se derramó sobre sí misma y como era de esperarse, su escritorio quedó hecho un desastre y varios e los papeles importantes que manejaban, resultaron mojados por el chorro de fluido expulsado durante el estallido, tenía todavía sus manos clavadas sobre su vulva que palpitaba literalmente después de tan arrasador orgasmo y con sus dedos metidos en su canal vaginal, sintiendo como escurría fluido entre sus manos, pasaron así más de 1 minuto, el placer había sido tan intenso que no se recuperaban y seguían perdidas entre los efectos pos orgásmicos y la sensación de ligereza que viene después del momento de máxima tensión y placer, un momento después, Camila al ser la primera en poder recuperar el habla, pronunció una débil frase, pero no fue escuchada pues durante el estallido, la niña había tirado sin intención el celular, pues sus movimientos intensos e incontrolables así lo produjeron, así que espero cerca de 15 segundos más, hasta que escuchó como del otro lado parecía Daniela haber tomado de nuevo el celular, así que preguntó de nuevo: “¿estás ahí Daniela?”, con voz débil y quebrada respondió: “ssí, a..aquí estoy…es que el teléfono se me había caído, cuando tuve el orgasmo….ufff es que fue demasiado, increíble”, C: “¿sí mamasita deliciosa? ¿te gustó?”, D: “me encantó, sentí volar, fue realmente increíble”, C: “que rico saberlo, para mí fu igual, tú vieras, mi oficina estáhecha un desastre, como si me hubiera apareado contigo aquí mismo…..dime algo, ¿dónde tienes la manito?”, D: “jaja en el teléfono?”, C: “¿y la otra, niña tonta jaja….?¿pegada a la vagina todavía cierto?”, D: “¿jaja eres bruja?”, C: “casi, soy yo con quien te revuelcas y te conozco, sé lo caliente que eres, por eso vamos a hacer algo, para que te vayas preparando y asimiles a qué sabe una vagina”, D: “jaja a ver”, C: “esa manito que tienes ahí, llena de fluido, te la vas a meter a la boquita y vas a lamerte cada dedito, para que te tragues su propio fluido y así cuando estemos metidas en una cama tu y yo, embarradas de saliva y fluido, ya lo asimiles, ¿está bien?”, D: “jajaja está bien, pero si tú lo haces conmigo, también quiero que te tragues todo eso que salió de tu vagina y como tú misma me dijiste, cojas tu como vaginal y te lo pases, quiero que te lo comas, mientras te chupas la mano, ¿está bien jaja?”, C: “está perfecto, me encanta lo cachonda que eres…..entonces vamos a hacerlo….ahora”, en ese momento ambas guardaron silencio y la niña novata e inexperta en cuánto al contacto directo con el fluido vaginal, probado sólo indirectamente aquellas veces que Camila le práctico sexo oral y la besó después, procedió sin cuestionar pues todavía seguía su llama libidinosa encendida y le excitaba penar que Camila estaba haciendo lo mismo, a meter sus dedos en la boca, lentamente los introdujo y empezó como si de una paleta se tratara a lamerlos, uno a uno y a reconocer por vez primera, el sabor de su propio fluido y su consistencia, no le disgustó, realmente no se trataba de eso, sino lo que significaba en ese momento, por eso con enorme placer aunque un poco de reserva por lo desconocido de la situación, los lamió hasta dejarlos limpios y trago por su garganta, una mezcla de fluido y saliva combinados en uno solo, que al ir bajando por su tracto digestivo, sentía como le incendiaba cada parte de su sistema nervioso, su excitación era tanta, que el sentir su fluido mezclado con saliva bajando por su garganta mientras su mujer del otro lado, se tragaba su propio moco vaginal, tuvo un desconocido impulso poco claro por su naturaleza sin precedentes en su vida, como de clavar sus dedos sobre la cavidad vaginal que por el himen protector, permanecía cerrada.
HOLA AMIGOS, DE ANTEMANO ME DISCULPO POR MI LARGA AUSENCIA Y CON LOS VARIOS SEGUIDORES QUE ME ESCRIBIERON Y NO LES PUDE RESPONDER OPORTUNAMENTE.
HE ESTADO OCUPADO Y MIS OBLIGACIONES PERSONALES ME HAN COMPLICADO BASTANTE TODO, PERO NO DESEO ABANDONAR ESTE PROYECTO Y LOS QUE TENÍA PREVISTOS, ASÍ QUE DECIDÍ ATENDER LA SUGERENCIA DE VARIOS SEGUIDORES Y ABRIR ALGUNOS CANALES POR DONDE SI QUIEREN, PUEDEN COLABORARME CON ALGUNA AYUDA MONETARÍA, ACLARO NO VOY A COBRAR POR ESTA OBRA O CHANTAJEARLOS RESPECTO DE QUE SI NO ME PAGAN, NO ESCRIBO, ESA NO ES MI INTENCIÓN. SEGUIRÉ ESCRIBIENDO ME APORTEN ALGO DE DINERO O NO, SIN EMBARGO, SI ME GUSTARÍA DEJAR ESOS CANALES ABIERTOS PARA QUIEN DE CORAZÓN DESEE COLABORARME Y ASÍ AYUDARME DE ALGUNA FORMA, HA SOBRELLEVAR ESTE MOMENTO DE DIFICULTAD ECONÓMICA. LOS CANALES SON PAY PAL QUE FUNCIONA PARA TODO LATINOAMÉRICA Y USA, ADEMÁS TAMBIÉN DE UNA CUENTA EN PATREON DONDE NO VAN A ENCONTRAR CONTENIDO POR OBVIAS RAZONES, PERO DONDE SE PUEDEN SUSCRIBIR DE MANERA SIMBÓLICA PARA APOYARME Y SEGUIR ENCONTRANDO SU CONTENIDO EN EL SITIO HABITUAL, ES DECIR ACÁ. EN PATREON ME ENCUENTRAN POR MI NOMBRE, DE LA SIGUIENTE MANERA: Mario Fernandez. Y EN PAY PAL ME PUEDEN COLABORAR HACIENDO DEPOSITOS BUSCANDO MI CUENTA DE CORREO QUE ES: [email protected]
ESTARÍA MUY AGRADECIDO SI ME PUEDEN COLABORAR, RECUERDEN NO ES OBLIGATORIO O IMPOSITIVO, ES SENCILLAMENTE UNA AYUDA Y UN RECONOCIMIENTO A MI TRABAJO PARA QUIENES DESEEN HACERLO, NO TIENE QUE SER UN MONTO ALTO NECESARIAMENTE, CUALQUIER AYUDA SERÁ BIEN RECIBIDA. ADEMÁS LES ANUNCIÓ, QUE EL PRÓXIMO CAPÍTULO DE ESTA ENTREGA SE SUBIRÁ EL PRÓXIMO SÁBADO, PARA QUE ESTÉN PENDIENTES, PUES SI USTEDES ME COLABORAN, YO TAMBIÉN DEBO RECOMPENSARLOS CON UN TRABAJO CONTINUO. ADICIONAL ESTOY VENDIENDO UNA SERIE ERÓTICA, SOBRE UN COLEGIO Y TODO LO QUE SUCEDE EN ESTE CONTEXTO, PARA ADQUIRIRLA SÓLO DEBEN ESCRIBIR A MI CORREO EL CUAL ES EL MISMO QUE EL DE PAY PAL. GRACIAS DE NUEVO POR LA ESPERA Y POR SU ATENCIÓN.
AHORA SÍ JAJA, DE NUEVO DESEO SABER CON ANSIAS SUS OPINIONES SOBRE ESTA ENTREGA, NOS VEMOS EN LOS COMENTARIOS.
Me estremeció tu relato me hicieron salir algunas lágrimas por que sentí el amor verdadero de las protagonistas, ojalá puedan concretar ese amor verdadero y que la madre autorice a su hija y le dé su bendición en esta relación, hojala sea un final feliz
Nonpor favor no, que la nena no se auto desvirgueeeeeeee
En que momento se autodesvirga
Diosss…espere con tantas ganas está continuación que se me hacía infinito el tiempo para leer de nuevo una obra tan espectacular.
Si en algún momento no deseas continuarla más…por favor dale un final.
Gracias por continuarla y no dejarnos con la intriga de esta hermosa historia
Te felicito bro que gran relato muy exitante espero que vengan muchos mas capítulos
Exelente relato el sufrimiento de camila por no ver a daniela me pego espero la madre de dani de su concentimiento para que esten juntas esperare tu proximo relato saludos
Ufff que historia bro severa siguela es demaciado exitante espero con ancias el próximo capitulo
que buen reato.
Que buen relato valió la.pena la espera Mario y aquí estamos al pendiente para el.proximo.capitulo ojala y se puedan encontrar las protagonistas para consumar su amor saludos….
Definitivamente tu historia ha sido la mejor de esta página, tienes un don de que uno se puede imaginar todo lo que relatas.
Es un gran relato, tal vez el mejor que haya leído en toda mi vida. Un saludo muy especial para el autor, deseando inmensamente que esta historia nunca termine y que lleguen más capítulos
Ahora si, después de comunicarme con él(lo hice a través de su correo personal) y haberle puesto una carnada con anzuelo, el farsante de Mario Fernandez picó y se enganchó en el anzuelo que le propuse. Siempre con la excusa de que tenia problemas, hasta inventarse lo del COVID. lo único que quería era apelar a la bondad de los lectores de la innegable fascinante historia de Camila y Daniela para pedir DINERO y, a través de del afán de los que caímos en su maquiavélica trampa, típica de los estafadores, de espaciar cada vez mas los capítulos de la historia tejiendo mas su trampa y así caer en ella y comenzar a enviarle dinero para ver si este seguía escribiendo la continuación de la historia , creer en los problemas inventados por el autor y el deseo de continuar leyendo la, repito, innegable y fascinante historia, seguramente algunos de nosotros caímos y se dedicaron a enviarle algunos dineros que al no satisfacer su apetito de dinero fácil(fácil, porque es innegable su habilidad de escritor y, por tanto, creer facilmente en sus cuentos y recolectar el dinero que desde el principio se trazó como intención) al no llenar su botija y su mala intención, decidió, tal y como lo hizo, dejar de escribir y no terminar la historia dejando a los innumerables seguidores de la historia con las ganas de saber su conclusión.
A través de estas palabras quiero exortar a los titulares de esta página de SEXO SIN TABUES a despedir de sus escritores al tal MARIO FERNANDEZ por falso, embaucador y timador, evitando con ello que mienta con intenciones delictivas estafar a los lectores de esta seria página.
Me da tristeza realmente esperaba el sig capitulo 😓
Se fijan lo que les había dicho: este tipo Mario Fernandez lo que es un grandisimo vagabundo ESTAFADOR con indudables habilidades de escritor de relatos eróticos.. Es indudable que sus dotes de escritor son excelentes, como lo demuestra con este relato de Daniela y Camila. Escribe los primeros relatos los cuales usa como anzuelos para después victimisarse fingiendo enfermedades y apuros económicos para jugar luego con el interés de la gente pidiendo dinero cuando sabe que el, interés de la gente en continuar leyendo la historia. No caigan en ese perverso juego. Nadie le envíe un centavo porque enviándolo o no, ese bandido nunca va a continuar con la historia de Camila y Daniela porque quien sabe de donde se la copió o a quien utilizó para que la escribiera haciéndolo cómplice de su gran ESTAFA. Ese bandido jamás va a publicar nada mas, al menos con su nombre, porque sabe que lo hemos descubierto. Eso ya lo ha hecho en otras páginas donde, en algunas, ha tenido éxito coronando su estafa. Unámonos todos en contra de tan despreciable bandido que es capaz de jugar con los deseos e interés de la personas a quienes nos atrae este tipo de lectura pero de allí, a caer en tan vil estafa, no debe ser.
Todos los que hemos seguido esta historia debemos unirnos para pedir a los señores directores de esta estupenda página a no caer jamas en las garras de una persona con tan bajos instintos de estafador..
Otro capitulo porfa
Que mal es una decepción, que tan buen escritor halla salido todo un estafador , la verdad muchos esperábamos con ansias la continuidad del relato
ojala pronto suban la siguiente parte, es la mejor historia de sexo sin tabues.
Definitivamente la envidia es el peor mal que existe, por que no se le puede ayudar económicamente a alguien que nos entretiene con tan magnifico material, todo en la vida tiene su valor, y el ser un escritor con una mente tan brillante tiene su precio. El mismo lo ha dicho, no es obligación colaborarle, el que quiera y pueda que lo haga y el que no pueda, pues no y todos tan tranquilos. Se muere mas gente de envidia que de cualquier enfermedad.
Excelente serie ojalá, al parecer no habrá continuación por parte del Escritor así que por todos aquellos a los que les fascino la historia espero Autorización para terminarla saludos,
De mi parte, Angel 55, si lo has de escribir siguiendo la ruta que el inicio, seria maravilloso, no le cambies el titulo para para que se nos facilite seguir la saga.