Como buenas hermanas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Elena le traia una sorpresa a su hermana menor, Eva. Elena tenia 22 años; Eva, 18. Las dos habian salido a su madre; es decir: estaban buenisimas. Ambas tenian el pelo negro y liso, pero la mayor poseia una larga melena, mientras la pequeña lo tenia cortito y arreglado. Corporalmente eran muy parecidas: un buen par de tetas -que volvian locos a los chicos de su barrio-, largas piernas y unos culos casi perfectos. Elena media 1,80; Eva, 1,70. La primera era mas delgada (moldeada como una silfide del Olimpo); la segunda, sin llegar a estar gorda (ni mucho menos) era mas compacta y, por decirlo asi, mas maciza.
A pesar de todo, ambas eran bastante reservadas con los chicos y la verdad es que ninguna habia pasado mas alla de unos besos y los inevitables magreos de los chicos que, casi en seguida, querian llevarselas a la cama.
Y aquella tarde Elena le traia una sorpresa a Eva. En realidad, era tambien una sorpresa para ella misma, pues nunca antes habia visto una pelicula porno. Al principio penso en no decirle nada a su hermana, pues ambas eran bastante timidas y, en realidad, no tenian confianza para hablar de ciertos temas, pero luego penso que seria injusto no compartir aquello con su hermana.
Despues de comer (no habia nadie en casa) las dos se fueron a su habitacion y conectaron el video. Sus camas estaban pegadas, semejando una sola, pero cada una se situo en la suya. No sabian muy bien como iban a reaccionar y las dos estaban bastante preocupadas porque no dejaban de pensar que era algo incomodo ver algo asi con tu hermana, pero finalmente se concentraron en la pelicula.
En la primera escena, un ejecutivo llamaba a su secretaria; esta llegaba y comenzaba a comerle la polla. Lo que las dos hermanas sintieron mientras veian como esa actriz (que estaba buenisima) se merendaba la verga de aquel tipo (que estaba buenisimo), fue, amen de gran sorpresa, una tremenda excitacion. Pero la timidez era mayor que la excitacion, asi que las dos aguantaron un buen rato sin apenas un movimiento, con los ojos fijos en la pantalla, mientras los protagonistas follaban de una manera salvaje y el se corria en la cara de ella.
Elena sintio que los pezones se le habian puesto durisimos y le costo mucho reprimir un movimiento casi involuntario de sus manos dispuestas ya para acariciarse los senos; ¿que pensaria su hermana? Sin embargo, fue Eva quien, al comenzar la segunda escena (un trio entre dos mujeres y un hombre) no pudo resistir la tentacion y, sintiendo que se estaba humedeciendo, presa de un deseo irrefrenable, desabrocho sus vaqueros ajustados y, directamente, echo mano a su coño para intentar calmarse.
Comenzo a masturbarse como solia hacerlo, tumbada boca arriba con las piernas abiertas, las bragas puestas, y juntando dos dedos para frotarse arriba y abajo, con caricias cortas y rapidas justo encima del clitoris.
Al verla, su hermana Elena no podia creerlo. "Eva, me sorprendes" dijo nada mas comenzo su hermana a desabrocharse. "Estoy cachondisima" le contesto su hermana ya en plena tarea a la vez que apartaba el edredon que, al principio, se habia puesto encima por timidez. Estaba como una moto.
Elena penso que aquello no era normal, se sentia extraña en esa situacion, pero entre la posibilidad de marcharse y olvidarlo todo, o la libertad que le daba la actitud de su hermana, opto por la segunda y, metiendo una mano bajo su blusa, comenzo a acariciarse suavemente su pezon izquierdo, sin dejar de mirar la pantalla. Pronto empezo a sentirse muy caliente, como jamas lo habia estado; le apetecia calmar esa sed que nunca antes se habia despertado en ella. Dejando atras los remilgos, comprendiendo que estaba en familia, se quito la blusa y el sujetador: empezo a sobarse las tetas con las dos manos. De vez en cuando dejaba de atender a la pelicula (en la que ahora una de las actrices le comia el coño a otra mientras era enculada por el actor) para ver a su hermana, que seguia, excitadisima, arriba y abajo, arriba y abajo, separando las piernas e inclinado la pelvis hacia arriba, girando sobre si.
Elena estaba a mil. Ahora fue ella quien se quito el pantalon (tambien las bragas) quedandose completamente desnuda y, velozmente, comenzo a jugar con su coño.
Asi estaban las dos hermanas, masturbandose la una delante de la otra, mientras veian esa pelicula que las hacia conducirse de una manera tan distinta a la habitual (A pesar de compartir habitacion desde la infancia, nunca antes se habian masturbado juntas).
Fue cuando comenzo la tercera escena del film cuando las cosas se desbocaron. Eran dos mujeres: una enfermera atendia a una paciente y, a la vez que le hacia un exhaustivo reconocimiento, se la follaba. Al oir una frase en boca de la enferma ("Nunca antes habia hecho esto") surgio la idea. Hubo algo en el ambiente que hizo converger una mirada de lujuria a las dos hermanas, pero ninguna dijo nada, como si no se atrevieran a plasmar su pensamiento, y continuaron masturbandose por su cuenta.
Tuvo que ser Eva, la hermana pequeña, la que de nuevo tomara la iniciativa, viendo la pasividad de su hermana. Se levanto y dando un rodeo, se acerco lentamente a la cama de su hermana, que seguia tumbada y tocandose. Se interpuso entre ella y la television, poniendose delante de la pantalla y comenzo a magrearse las tetas y a chuparse los pezones, a la vez que se movia sensualmente, como una serpiente.
De modo que ahora no veia Elena la pelicula, lo que ahora veia, mientras seguia jugando con su coño, era a su hermanita sobandose, bailando medio desnuda para ella, lo que le produjo un placer inmenso y alcanzar el primero de los orgasmos que luego seguirian. Eva se acerco sobre la cama y, con los ojos inyectados en sexo, le solto a su hermana: "Estas buenisima" y al instante lanzo su boca hacia los globos de su hermana, a la vez que los apretaba con las manos y chupaba sus pezones, primero, y luego los lamia, y volvia a empezar.
Cuando Elena, la mayor, la responsable, sintio la lengua de su hermana en su cuerpo, subiendo y bajando sobre la cima de sus pechos, de inmediato penso que eso no estaba bien, que eso no se hacia, pero su propio cuerpo le decia que aquello era el paraiso y que no queria que parase. Por un instante de duda, sujeto la cabeza de Eva con las manos, interrumpiendola, cumplido el cual, acerco su boca a la suya y, despues de intercambiar sus lenguas como no habia hecho con ninguna chico, le dijo: "Comeme hermanita; soy toda tuya".
Eva no tardo mucho en obedecer y, abalanzandose sobre su hermana, poniendose encima de ella, la beso de nuevo y, con fuerza, la obligo a ponerse de espaldas. Luego bajo la lengua por su espalda y comenzo a chuparle el culo, a la vez que le daba unos azotes, y le ofrecia su mano derecha para que le chupara el dedo corazon.
Asi lo hizo Elena. Cogio la mano de su hermanita con sus dos manos y, como si fuera una polla, comenzo a tragarse el largo dedito de su hermana, mientras esta, seguia comiendole el culo, lamiendo ahora una nalga, ahora otra, dando pequeños mordisquitos y metiendo su lengua en el agujero, diciendo de vez en cuando para calentar a su hermana: "que culo tienes". Y vaya si lo conseguia: Elena se retorcia de placer, emitia gemidos entrecortados con su respiracion dificultosa por culpa de la excitacion (habria que decir gracias a); y para facilitar la labor de su hermana, bamboleaba su culo arriba y abajo, retardando el momento de encontrar esa lengua que la estaba volviendo loca.
Por su parte Eva seguia cachondisima. Muchas veces habia soñado con la posibilidad de hacerselo con su hermana, pero nunca penso que tuviera oportunidad. Ahora estaba pasando y era real: se estaba tirando a su hermana. Y de que forma. Eva disfrutaba comiendose a su hermana mayor, sintiendose la jefa. Con dulzura le dio la vuelta y comenzo a lamerle el coño, primero suavemente, entrando y saliendo, luego succionando con fuerza, chupandole el clitoris y metiendole los dedos. "Asi, hermanita, cometelo todo. Que bien lo haces, cariño".
Era curioso, nunca antes habia sido Elena tan cariñosa con su hermana, pero ahora, que estaba siendo devorada por su boca con una maestria que le hizo preguntarse si realmente era la primera vez que su hermana se comia un coño, sintiendo el fuego del placer y la excitacion de lo prohibido, sentia la necesidad de mostrarse afectuosa con ella. "Asi, asi, sigue nena, trabajatelo, que bien… aahhh… siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii".
Elena sintio una sacudida por todo el cuerpo y tuvo una serie de orgasmos multiples que la transportaron a otra dimension. De vuelta a este mundo, sus miembros se relajaron agotados por el esfuerzo, no sin antes contraerse de nuevo y retorcerse con motivo del tremendo placer que habia sentido. Estos movimientos llenaron de satisfaccion a su hermana, que comprobo que habia hecho un buen trabajo y aumentaron su excitacion.
Elena cogio cariñosamente la cabeza de su hermana y la beso en la boca con dulzura, metiendo y sacando su lengua, chupandole los labios. Luego dijo: "Que bien, pequeña. Ahora me toca a mi". Los ojos de Eva se iluminaron con un fuego que ya se habia consumido en los de su hermana, y que pronto esperaba extinguir de los suyos. "Lo estoy deseando. Chupame entera".
La verdad es que estaba muy mojada, y se habia corrido ya un par de veces, pero esperaba que realmente el bueno -como ella lo llamaba- le llegaria con la boca de su hermana sobre su coño. Estaba excitadisima. Se sacudia con violencia a cada uno de los lametones, y se movia al compas de los mismos, buscando intensificar el placer. Acariciaba la larga melena de Elena mientras esta devoraba su cueva, y la animaba con frases como: "Es tuyo, nena. Todo para ti. Cometelo".
Lo que mas la excitaba de todo era pensar que era su hermana, su admirada e idolatrada hermana mayor, la que se la estaba follando con la lengua. Despues de apretar con fuerza su cabeza contra su coño, la solto bruscamente y se dio la vuelta, poniendose de rodillas y ordenando: "Chupame el culo". Elena obedecio, pero antes la beso nuevamente en la boca y en el cuello, y se demoro en sus pezones metiendoselos primero en la boca, y frotandoselos luego contra los suyos. Despues de un rato, volvio a la vagina con sus dedos y, por ultimo, se merendo el clitoris de su hermana hasta que esta se corrio en su boca. "Vamos hermanita, asi. Que lengua tienes, cariño. Me corro, me corro, yaaaaaaaaa…".
Y asi fue en efecto. Se corrio como nunca lo habia hecho. "Te quiero, te quiero, te quiero", dijo mientras todavia acariciaba su pelo y esta vez fue Eva quien beso a Elena en la boca y las dos se fundieron en un abrazo.
En la pantalla aparecian los titulos de credito. La pelicula habia terminado, aunque era evidente que ellas se habian perdido la mitad. No importaba, se dijeron. "Mañana traere otra de donde he traido esta" indico Elena. "Si quieres podemos verla juntas" sugirio Eva, y ambas se rieron. Eran las cinco de la tarde y aquel habia sido el primer polvo de sus vidas: y lo habian compartido, como buenas hermanas.
Autor: Anonimo
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