Consuelo y Cristina, dos hermanas cogiendo bien
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DIEGOCUERO.
Vamos a Consuelo y Cristina, dos de las cuatro hijas de Estela, que son tan o más locas del orto que la madre.
Una noche de viernes de 2002, de tanto que Estela las pervertía y les hacía de todo en la siesta, las dos se tentaron y decidieron probar entre ellas.
Consuelo tuvo la iniciativa y esa noche la llamó a Cristina a su pieza.
Las chicas, en camisón y recién bañadas para irse a acostar, charlaron de todo un poco.
Y cuando Cris se iba a dormir,Coni la tomó de la mano y empezó a decirle cosas dulces.
Cristina se tentó, le hizo mimos y se dijeron piropos y hasta se besaron la boca.
Y ahí Consuelo le propuso sexo.
Cris le dijo que lo pensaría y que le contestaría al día siguiente, pero que en principio le parecía genial, ya que los hombres no le daban bola y quería tener un poco de relaciones, aunque sea con una mujer, como ya las tenía con la madre.
Le dijo que podría ser y que le respondería al día siguiente.
Justamente a la noche siguiente, Consuelo, recién bañada, con cremita y en deshabillé, volvió a llamar a Cristina, también bañada y perfumada pero en camisón.
Le repitió la propuesta y Cris aceptó enseguida, diciéndole que le había encantado hacerlo con Estela en la siesta y que ahora quería probar con ella.
Y ese sábado a la noche fue el momento.
Estela andaba con su marido Ernesto de sexo en un hotel, así que las dos estaban solitas para hacer lo que quisieran.
Recién bañadas y perfumadas las dos, cenaron sandwiches de fiambre en el comedor, un buen postre con crema y se hicieron mimos y se dijeron cosas dulces.
Y luego se volvieron a la pieza de Consuelo.
Ahí Cristina ya estaba excitada.
Coni aprovechó y le empezó a hacer caricias, calentándola para que Cristina entrara y empezara a sacarse todo.
Consuelo tenía preparada una carterita con cosméticos, cremita y una bolsa con juguetitos eróticos.
Se empezaron a decir cositas, hicieron jueguitos eróticos, se mimaron, se acariciaron y, aunque no estaban pintadas, se besuquearon la boca todo lo que pudieron.
En un momento, ya tipo 2 de la madrugada, Consuelo empezó a hacerle caricias a Cristina por todo el cuerpo manoseándola bien, y ella no sólo lo permitió sino que le pedía más y más.
Empezaron a sacarse el deshabillé, el camisón y se quedaron en corpiño y bombacha.
Consuelo hizo como que se iba al baño, le fue por atrás a Cris y le desprendió el corpiño, y Cris le pidió que se lo sacara.
Consuelo hizo eso, se sacó el suyo y las dos quedaron en bombacha negra con detalles muy finos.
Y se hicieron rogar a ver quién se quitaba primero lo que le quedaba, hasta que Cris no tuvo drama y se sacó despacito la bombacha, excitando a Consuelo que le tenía unas ganas enormes.
Cuando Cristina quedó desnuda, Consuelo se sacó su bombacha, se le sentó encima a cris y sin dejar de besarla en la cara y hacerle mimos, le pidió que cerrara los ojitos y abriera las piernitas.
Cristina, excitada total, sacada, cerró nomás los ojos y abrió sus piernas todo lo que pudo.
Y Consuelo le metió un salchichón de plástico por la vagina, mientras la manoseaba toda.
Luego se le revolcó encima y le hizo cuerpo, vagina, cola con otro salchichón más largo y hasta la obligó a masturbarse, lo que Cristina hizo sin ningún problema.
Cris frotó lo suyo mientras Coni le sacaba fotos.
Cuando acabó, vertió el flujo en la boca de Consuelo, que ya estaba lista para tragarlo.
Después Cristina le dijo de todo a su hermana para calentarla y le juró revancha.
Coni aceptó, abrió las piernas y Cristina le hizo todo lo que la otra le había hecho antes: vagina, cola, pechos, boca, todo.
Después se pasaron la lengua por las vaginas y se besuquearon a más no poder.
Tras un rato largo de sexo, decidieron descansar un rato.
Y luego, cuando estaban en pleno descanso, Consuelo no avisó y se le acostó encima dándole de nuevo todo.
Cristina le pidió tragar su líquido, lo que Coni accedió, se frotó, acabó y le dio el flujo a su hermana.
Así estuvieron las dos toda la noche y parte del amanecer.
Como los padres llegaron recién a la 1 de la tarde de su noche de sexo, ni se enteraron.
Pero después Consuelo y Cristina, cada una por separado, decidieron contarle todo a Estela y le mostraron la ropa interior manchada de flujo y hasta de semen, las fotos y un audio grabado por Cristina.
Tremendas mujeres, tremendas hermanitas, tremendas locas.
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