Después del divorcio
Me divorcié de mi marido infiel y una nena me hizo sentir lo que nunca sentí con el canalla.
Está historia la cuenta Mireya:
Hola a todos me llamo Mireya, tengo 34 años, mi historia comienza desde mi divorcio con Lucio, quien me fue infiel con mi mejor amiga y aparte de eso no me complacía. Soy una mujer trigueña, de contextura normal cabello negro, ojos café, nariz mediana y labios carnosos, senos grandes, cintura y abdomen blando y buen trasero, no soy tan gorda pero tampoco flaca, me considero muy bonita. Trabajo en una multinacional dónde mi jefe ha Sido muy bueno y pues he Sido gran trabajadora. Luego del divorcio no me he sentido bien y el apartamento donde vivía con mi ex marido me recordaba cada instante de esa infidelidad, así que decidí pedirle a mi jefe que me trasladara a otro lugar, caso que fue resuelto y me trasladaron a otro país, hice los trámites de visado y demás y a las dos semanas estaba en mi nuevo sitio, encontré un apartamento mediano, justo para mí, no conocía a nadie pero me sentía bien. Al terminar de acomodarme escuché sonar la puerta: – Hola vecina mucho gusto mi nombre es Lucía, ella es mi hija Sabrina y venimos a darle la bienvenida. – Muchas gracias lucía, me llamo Mireya y me agrada este recibimiento. Luego nos sentamos a charlar, pero hubo un momento donde ví a la pequeña Sabrina, una nena blanquita de cabello mono, lacio, ojos verdes, mirada inocente, relativamente alta, casi a la altura de mi pecho, tenía un pecho plano y un buen trasero, era hermosa, me sentí atraída por ella, – Y Sabrina cuántos años tiene? – Tengo 8 años señora Mireya. – Ahh no me diga señora solo Mireya. – Pero cuéntame- interpelo Lucia como fue el tema del divorcio? – Le conté lo sucedido y Lucia se solidarizó conmigo – Yo también soy divorciada, mi ex se fué del apartamento y me dejó a mi hija y a mi solas. Disculpa, Mireya debemos irnos creo que estás cansada y debes descansar.
Lucía y su hija salieron de mi nuevo apartamento, no dejaba de pensar en la pequeña Sabrina, era extraño y daba miedo. Pasó el tiempo y yo seguía trabajando, solo descansaba los domingos, días en los que me ocupaba de arreglar mi apartamento y otras cosas, lo que si pasaba era que todos los días tenía la visita de Sabrina, me preocupaba el porque Lucia no estaba tan presente, le pregunté a Sabrina a lo que contestó: – mi mami debe viajar mucho para trabajar así que estoy sola, pero ya que llegaste tengo compañía y por eso te visito, es más le voy a decir a mi mami que me deje quedar contigo. Eso realmente me preocupó pero también me prendió. Seguían pasando los días y las noches y no dejaba de pensar en Sabrina, cuando me visitaba la veia cada vez más linda. Cierto día, llegaba de trabajar cuando Lucia llegó al apartamento: – Mireya, necesito hablar contigo, me da pena decirte esto pero mañana tengo que salir a un viaje muy largo por ahí un mes, y era si no es mucha molestia para que me cuides a Sabrina. – Lucia, no hay problema yo te puedo colaborar con ello. – Ella me dejó todo explicado y a la mañana siguiente, trajo a la niña uniformada, yo estaba lista para irme a trabajar dejé que acomodara todo y nos fuimos. En la tarde, llegaba a casa, cuando al momento también llegaba Sabrina, nos saludamos de beso en la mejilla y se puso a hacer sus tareas, yo por mi parte, me fuí a mi habitación me desvesti y me puse una bata, quería aprovechar la oportunidad para ver si puedo hacer algo con la niña que me estaba volviendo loca. Al pasar por el comedor, Sabrina se me quedó viendo, pero siguió con sus tareas mientras yo cocinaba algo para cenar las dos. Media hora después, terminó sus tareas y decidimos cenar, le comencé a preguntar y hablamos sobre el colegio, sus gustos y cosas banales hasta que en un momento ella me dijo: – Mireya, la verdad te ves muy bonita, crees que cuando sea grande seré como tú? – Claro que sí sabri, inclusive ahora tú estás hermosa así que de grande serás más hermosa. Diciendo esto, le empecé a acariciar el cabello de manera seductora, por un momento pensé que la niña se iba a asustar, pero ella solo miraba y sonreía sonrojada, luego le acaricié su mejilla y me acerqué a ella, me dejé llevar de mi instinto y le robé un beso. Ella me miró sorprendida abriendo esos ojitos verdes, pero no fue agresiva ni nada, así que tomé su mentón y la volví a besar, esta vez más apasionado y más lujurioso, la niña se dejó llevar por todo lo que le hacía, mientras la besaba tome su cintura y la acariciaba, la niña empezó a gustarle, luego paré y le dije : – Vamos a mi habitación. Luego la tomé de la mano y caminamos hacia la habitación yo adelante ella atrás, aproveché para contonear mi trasero y alcancé a observar que ella lo miraba como perdida, al llegar a mi cama, volví y la tomé y la bese, aún llevaba su uniforme de colegio, una jardinera azul con una camisilla blanca, procedí a besar su cuello, ella respiraba pesado, luego lentamente, bajé la cremallera de su jardinera y la fuí quitando lentamente, ella estaba sonrojada y acalorada pero su cara me decía que quería más, procedí a desabotonar uno por uno y de forma sensual los botones de su camisita, al quitarlos no tenía tan siquiera un top, me mostró unas tetitas rosaditas, un ombligo hermoso y tenía unos calzoncitos rosaditos con una rosa en el centro, la acosté en mi cama y empecé a lamer su cuello nuevamente, bajando a sus tetitas las cuales empecé a chupar con mucha alevosía, Sabrina respiraba cada vez más pesado y empezaba a mover su cabeza, luego bajé hasta su ombligo el cual pasé su lengua y logré sacar el primer gemido de la niña, no podía aguantar y decidí quitarle su calzón, al hacerlo decidí olerlo, y su olor me excitó sobre manera, luego procedí a cumplir con un morboso deseo y era tener fotos de una mujer desnuda, con mi celular le tomé la foto a Sabrina, la guardé y seguí haciendo mi trabajo, pasé mi dedo por su vaginita rosadita virginal, por un momento sintió miedo, pero luego de volverla a besar, mojé mi dedo con saliva y lo intenté introducir en su vagina, me demoré ya que era muy estrecha, cuando pude meterlo, ella pegó un grito de dolor, dejé mi dedo quieto en su vagina y volví a robarle un beso, luego cuando del dolor pasó a gemir de placer empecé un metesaca, la masturbaba, Sabrina respiraba pesado y empezaba a gemir, me blanqueaba los ojos mientras yo la masturbaba, luego bajé a chuparle su vagina, parecía loca Sabrina gimiendo – Ahh ahhh Mireya me gusta quiero más por favor. Yo seguía dedeando y chupando la vagina de Sabrina ya ella movía su pelvis, – Ohh Mireya sigue dándome por favor ahh ahh ahhh uhhhmmm ahh ahh ahhhhh jaaaaaa. La niña había tenido una especie de orgasmo, temblaba y se desgonzaba cayendo ensimismada. – Te gustó cariño? – Si señora, nunca había hecho esto pero me encantó. – Podemos seguir pero con una condición, nadie debe saber de esto ni tu mami listo? Me lo prometes? – está bien prometo no decirle a nadie. Después de eso volví y la besé apasionadamente, luego me separé de ella, y haciendo un sensual baile, me quité mi bata quedando totalmente desnuda, la niña me miraba sorprendida con mis tetas grandes, rosadas y empitonadas, y una vagina con muy buen vello, en forma de v encima de mis labios. Volví y la besé, puse sus manitos en mis nalgas, la acosté y abrí sus piernas, luego las crucé con las mías y nos pusimos a hacer tijeras, me estaba follando a una niña de 8 años y no sentía el menor remordimiento, seguía moviendo mis pelvis mientras yo gemía, y también el choque de vaginas sonaba plaf plaf, yo gemía y la niña también hasta que tuve un orgasmo suave, volví y besé a Sabrina en la boca, ella estaba extasiada, y yo también pero seguía excitada y con ganas de más, así que me fui acomodando y le puse mis tetas en su boquita, ella chupaba como si fuera una bebé mientras yo masajeaba otra vez su vagina, ella volvía a excitarse, pero tenía que darme placer así que nos bajamos de la cama y la hice arrodillar, luego fui acomodando mi vagina a la altura de su cara, ella fue sacando su lengua y la fue metiendo en mi vagina, me sentía en el cielo con esa niña humillada lamiendo mi vagina, decidí mirar hacia abajo, y ella me excitó aún más mirando hacia mi con su mirada inocente, mi matorral cubría sus labios formándose un bigote, empecé a mover mi pelvis ya entregada gimiendo, esto era único, esa niña lamía y chupaba muy bien, luego me senté en la cama, y arrodillada ella jale de su cabello y ella gateando se acercó otra vez a mi vagina y siguió haciendo su trabajo de chupar, yo movía con desespero mi pelvis y llegué a montar mis piernas en su espalda, cada vez más rápido movía mi pelvis – ohh si sigue chupando pendeja ohh si ahh ahhh ahhh ahh uhhhhmm ahhh jaaaaaaa. Agarré duro la cabeza de Sabrina me contraje y tuve un gran orgasmo, chocaba mi pelvis contra la cara de la niña y ella bebía mis jugos, cuando descansé y solté la cara, la veía con su misma mirada inocente pero llena de mis jugos, en la comisura de sus labios tenía líquido blanco, su cabello estaba desordenado, mi morbo salió y le tomé una foto así y la guardé luego volví a besarla en la boca, después tuve otra idea aberrante y fue levantarme y colocarme de espaldas a ella, quien arrodillada, empezó a besar mis glúteos, luego los abrí para que ella viera mi ano, – Por favor saca tu lengua y lamelo. Ella sin dudarlo, sacó nuevamente su lengua y empezó a lamer, me sentía en la gloria me movía y agarraba la cabeza de la nena para pegarla cada vez más a mi culo, ella casi se ahogaba pero esos lametazos me hacían delirar, luego la levanté y la volví a acostar, yo me subí y puse mi vagina a la altura de su cara, mientras con mi dedo volvía a masturbar la de ella, la niña chupaba y como podía gemía, yo le daba dedo y también gemía del placer que estaba recibiendo tanto fue así que ambas volvimos a tener un orgasmo, Sabrina se lo bebió todo, y yo saqué mi dedo y lo chupé tomándome lo que dejó Sabrina. Luego de eso, me acosté al lado de ella, estaba cansada pero la ví feliz, yo por mi parte me sentía plena, estábamos cansadas y decidimos ir a dormir.
Sabrina no dejó de ir a mi casa, aprovechamos para tener sexo mucho sexo, con mi jefa me la había llevado tan bien que se la presente a ella, y maryury como se llama también tuvo sexo con ella, hasta hicimos un trío dónde Sabrina fue nuestra sumisa, pero eso será otro relato.
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