En esa furgoneta abandonada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ayer entre beso y beso acabé encima suya, sabía que el sofá de una furgoneta no era muy cómodo, por muy tentadores que fueran sus labios, la espalda se resentía de estar tanto rato en esa postura torcida e inexistible en el kamasutra, así que me dijo sube anda, y por primera vez pude abrazar su cuello.
Timida cojió la birra para hechar un trago más, y al acercarse a dejar la botella en el respaldo pude sentir el olor de su pelo. Derrepente se gira y puedo sentir en la mía su boca fría y mojada por la cerveza, fue un beso de esos que no te esperas y que te dejan atónito, un beso laaargo que hizo que sin saber porqué, aquella charla de media hora se transformara en un calentón que iba incrementando con esos besos.Al sintiendome culpable, paré, pensaba que no era su intención, ya que no quería ir tan acelerada si nunca habíamos tenido tema. Ella volvió a cojer otro trago de cerveza y yo también, me puso la botella de cerveza en la cara, toda sonriente porque se me notaría que tendría los mofletes bien rojos, me imagino, por el calentón que ya llevaba dentro. Se me quedó mirando un rato, sin decir nada, era agradable, pero entonces pensé, que esos momentos a solas se debían aprovechar al máximo, así que la bese en la nariz, un beso mono, sin duda, pero luego vino lo fuerte.
Acercando su boca empezé a morderle los labios, otra vez volvía a subirme ese calor, un rato de rozar nuestros labios, noté como las dos, poco a poco ibamos acelerando cada vez más y besando con más fuerza, la respiración se notaba más fuerte, madre mía como estaba deseando yo que fuera mía en ese momento, y empezaron las caricias, aquello era demasiado, ya no eran los besitos rutinarios, aquello estaba empezando a hervir, sus dedos acariciando mis piernas me hacían cosquillas, y dudé de si al final acabaríamos haciendo el amor… Repentinamente sin que yo me lo esperara, la rutina se rompió cuando me agarró fuerte del culo, que subidón cuando lo noté, sentí como los pezones se me ponían duros, de golpe paró, yo aún dudando de si eso acabaría desembocando a la cama, y me dijo suspirante, "en tens ganes?" y yo respondi con un ilogico, i tu? me apretó más fuerte el culo sin decir nada, ya sabía que no había marcha atras así que pregunté "anem a casa?" tumbó la cabeza hacia atras, mirandome con cara de: quiero follarte ahora, y volviendo a apretar sus manos en mi culo me dijo "no, aquí".
Entonces ya si que me derretí, dimití, y empece a comerle la boca sabiendo que seguidamente podría quitarle la camisa, que iba a ser toda mía, que le haría disfrutar. Me agarré al respaldo del asiento, y su mano pasó a mi cintura, recorriendo todo mi cuerpo.Bajé por primera vez a besarle el cuello, mordí y se estremeció, como a quien le tiran agua helada encima. Seguí bajando y sentí su aliento en mi oreja, se acercó al darse cuenta que de alguna forma me estimulaba a darme pequeños mordisquitos, le cojí las manos y se las puse en mi espalda, las cuales rozaron suave y lentamente mi piel con las yemas de los dedos, entrando por debajo de mi jersey,probocando un agradable y sensual cosquilleo hasta llegar al broche de mi sujetador e intentar desabrocharlo.
Poco a poco sentí como el broche se había abierto, cuando pensaba que me iba a agarrar fuerte las tetas noté que sus dedos seguían la trayectoria de mi espalda desnuda y notando piel con piel seguimos comiendonos la boca, pasé otra vez mis labios por su cuello, volviendo a notar que se estremecía, bajó y me agarró fuerte el culo junto con suspiros,le miré la cara para pasar a morderle la oreja izquierda y vi que ya estaba sudando. Todo ya era más acelerado, se estaba muriendo con mis besos y se hechó atras suspirando fuerte, dando paso libre… y cuando casi llego a su pecho, sus manos se deslizan a apretarme los míos por primera vez, fuerte, juguetonas, me exitaron al sentirlas ahí debajo de mi sujetador a medio a quitar.
Mientras le desabrochaba el cinturón seguía jugando con mis pezones erguidos tan sensibles, buf… de golpe empezó a comerme el cuello a mi, a darme mordiscos, ¡que pasión!, y después de darnos besos por todos lados yo le quité el sujetador, dejandonos al descubierto.Le coji las manos y las empotré al asiento. Loca de pasión bajé sintiendola hasta el canal, notando también sus manos exitadas no parando de tocarme, ahora el culo, ahora la espalda, ahora mi pelo…ahora que si un uff… o un oh… mientras yo me volvía loca mordiendole timidamente los pechos con el sujetador, hasta no poder aguantar la locura ni a timideza, y arrancarselos de su prisión y empezar a chupar un pezón, a morderle el otro… me demostraba claramente que le encantaba apretando fuerte mi pelo,esos estremecimientos que bonito era ese paraiso de pezones erguidos, no me hubiera cansado nunca de chupar y apretar, pero paré en cuanto me abrazó, chocando nuestros cuerpos semidesnudos, me tumbó, me miró, y me dijo "ara em toca a mi", acto seguido empezó a morderme el cuello, la oreja, y a bajar…todo aquello que era sensible se le ponía la piel de gallina, hasta que me mordió los pezones.Era una opera de suspiros, sentía como estimulaba aquello que estaba en ascuas, una erupción recorrió mi cuerpo, toda la piel estaba de gallina. Eramos un par de cuerpos desnudos jugando a caricias destructoras, a arañarnos suavemente con las uñas, a estar poseidas de nuestra pasión, sólo sentirnos, sólo notarnos, era lo más placentero que podía existir, después de toda mi sed al principio, desgastandola recorriendo todo su cuerpo con mis labios, sabía que era la hora del toque final, de cumplir mi deseo, de hacerla mía.
Pasé una mano por debajo de sus pantalones, sólo acariciando para mojar. Al notarlo, ella también se puso a la faena, pero lo dejó apoyandose al asiento al empezar a temblar, en cuanto pasé un dedo timido por debajo de las bragas y empece a masturbarle el clitoris, el deseo de verla gemir era enorme, yo también estaba en las ultimas, sentía que necesitaba explotar yo, quería sentirla más, estaba ardiendo…ella suspiraba a la vez que besaba mi cuello sensible e intentaba meterme mano también, pero no podía
Me encantaba ver como se estremecia y me estremecia yo también al verle, sobretodo cuando al tocarla me ponía a darle algun mordisquito al cuello o al pecho, pero no era todo violencia, se contrastaba muy bien con el compas lento, ahora rapido, ahora lento, era una mezcla entre acariciar y frotar de golpe a lo bestia hasta oirla suspirar, aunque el propio cambio, ya hacía que le dieran calambres.
En un asiento de un vehículo era algo extraño estar dos personas tumbadas, así que me levantó y me sentó en el respaldo, cojiendome una mano, subiendola arriba mientras con la otra me desabrochaba el pantalón, yo le agarraba el pelo mientras volvíamos a besarnos.
A la mierda, pensé, y la giré hacia el otro lado, arrancandole los pantalones ya de un tirón, empecé a bajar a toda velocidad, por su tripa lento, mientras le acariciaba suave las piernas y los muslos cuando también empecé a besarlos mientras ella, me acariciaba el cabello, a rozarme el pelo erizado de mi nuca al pasar la lengua por sus labios, rozando de nuevo sus piernas, sus muslos, hasta quitarle las bragas y pasar por primera vez la lengua por ese lugar tan deseado por mi. Entonces si me encendí, jugue con su pequeño tesoro un buen rato, chupandolo, empapandolo, oyendonos suspirar y gemir, volví a acariciarlo bajando e introduciendo un dedo, primero suave, después rapido, mientras mi lengua seguía haciendo su trabajo. Ella gemía fuerte ya de placer y yo cada vez ardía más y más, suspiraba y gemía con ella sólo de oirla. Y ya cansada de manos y ella incomoda, me quité yo los pantalones y mirandome me penetró con un dedo, mientras yo seguía tocandola a ella.
Todo se incrementó, cada vez nuestros suspiros eran más rapidos, el placer más intenso, nos tocabamos más o más rapido, nos mordíamos del placer, nos mirabamos, nos besabamos, hasta que acabamos rozandonos en desesperación abrazadas suspirantes, lentas y rapidas. Me cojió una pierna y bajó del todo, ella no jugó, pasó a la acción, llevaba rato pensando que faltaba poco para correrme, y esque me daban calambres al sentirla y a la vez ver como era ella la culpable de mi placer,introduciendo además un dedo frío dentro de mi. Derrepente, la exitación se cruzó con mi placer seguido. Cada vez iba más rapido y no me dejaba escapar,cada vez se me hacía más inevitable gritar,noté como empezó a tocarse ella también al deducirlo, intenté tocarla también pero un golpe eléctrico de placer me tumbó,y no me dejó llegar, el placer más intenso que había sentido en mi vida,un gemido inundó toda la furgoneta, seguido de su voz diciendo "joder, joder, joder".
Recuperandome, nos vimos empapadas, me abalance sobre ella diciendole "això és feina meva" y ella me respondió con un suspiro, y empecé a acariciarle de nuevo los muslos y el cuello y los pezones hasta que volví a masturbarle, entonces suspiró un si… yo seguía estimulandole todas las partes del cuerpo mientras suspiraba cada vez más y más fuerte, también noté como se iba ayudando rozandose a mi, tocandome, mirandome. Pasé a los dedos rapidissimos, empezó a retorcerse y a gemir más y más fuerte,hice doble y también le estimulé el clitoris, parecía como si su cuerpo estuviera recibiendo miles de calambrazos, subí para estar encima suya de nuevo, y le vi cara de estar a punto de venirse, pero para mi sorpresa todo fue silencio, se abalanzo hacia mi mordiendome el hombro no midiendo su fuerza, pero tampoco suficiente fuerte como para hacerme daño, sentí como temblaba y se estremecía por un fuerte orgasmo.
Las dos suspirando nos dimos un beso, de esos dulces, y otro y otro… y riendonos a la vez nos abrazamos y me dijiste "joder, ha estat bé" y mordiendote el hombro le contesté "has sigut meva"
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