En la oficina 3
La historia de karla en la plaza.
Inés el siguiente domingo fue a la plaza, cuando terminó de mercar fue al puesto de doña marcia: – Doña marcia. – Dígame hijita. – usted más tarde está ocupada? – Pues mija yo cierro a las 2 pm si quiere pasar. – Esta bien, pasaré. Después de esto, Inés y karla fueron a la casa, organizaron todo como lo hacían normalmente y mientras tanto le comentó a su hija: – Hija, esta tarde debo ir a donde doña marcia a tratar un tema delicado con ella, te llevaré pero estarás fuera del puesto juiciosa vale? – Está bien mami. En horas de la tarde, Inés llegó con karla donde doña marcia, la cual entraron al puesto dejándolo cerrado, karla se sentó en una silla afuera y de repente alguien llegó y le habló:-hola muñequita como estas como te llamas y porque tan sólita? – hola señora, bien me llamo karla y mi mami esta adentro hablando con doña marcia. – Uhhmm esa charla va a ser larga, cuantos años tienes? – tengo 8 años y tu como te llamas y cuantos años tienes? – me llamo Silvia y tengo el puesto de frutas de aqui enfrente de doña marcia, eres muy hermosa y tengo 49 años. Silvia era una mujer bajita, morena, cabello negro, ojos café, senos grandes y caídos, gorda, piernas gruesas y trasero grande, mirada desgastada por su trabajo en la plaza. – oye karla, no está bien que estés aquí sola, porque no entras acá y me acompañas un rato mientras tu mamá sale, es mas, en mi puesto tengo un hueco donde ver el puesto de marcia mientras tu mamá sale. – Creo que está bien. Y Silvia y karla entraron al puesto de frutas, Silvia cerró y dejó con llave el depósito.
Mientras tanto Inés hablaba con marcia: – doña marcia, no se como decirle esto, lo que pasa es que tengo que confesarle algo, lo que pasa es que cada vez que paso y hablo con usted siento algo raro como que me atrae no lo sé. – Mijita pero, yo soy mucho tiempo mayor que usted, además yo ya estoy vieja y fea. – Eso es lo que pasa, que a pesar de su físico igual me siento atraída hacia usted. – Si es así en serio, esperame un momento. Marcia miró a los lados y como no vio a nadie cerró con llave su local. – Si es en serio lo que me dices, desnudate. Inés se desnudo dejando ver unos senos medianos pero hermosos y una vagina totalmente depilada y rosadita, cuando tuvo a Inés desnuda, marcia también se desnudo mostrando unos senos grandes y caídos, aureola oscura y una vagina grande y peluda, se sentó y le dijo a Inés :-arrodillate y empieza a chupar. Inés sin pensarlo, se arrodilló y metió su cara en la vagina de marcia, y empezó primero a besarla y luego a chuparla, inclusive los vellos no impidieron que Inés chupara con pasión alevosa, marcia empezó a mover su pelvis al ritmo de las chupadas de Inés, quien de gustaba esa vagina de mujer mayor. Al frente, Silvia empezó a manosear a karla, quien respiraba pesadamente, Silvia le fue quitando la ropa, hasta dejar sus senitos planos desnudos y su vaginita rosadita ya inflada. Silvia por su parte, empezó a chupar el ano de karla mientras metía un dedo en su vagina, karla gemia y se sentía diferente pero le gustaba, la chupada en el ano y el dedo en la vagina tuvo un gran orgasmo, Silvia dijo que putita eres, ahora desnudame, karla procedió a quitarle el delantal, el vestido, el brasier y los calzones de Silvia, luego Silvia le dio la espalda :-comeme el culo. Karla sacó la lengua y en medio de ese gordo trasero encontró el ano y empezó a lamerlo, aunque sudado por el peso del día, karla lamia porque le gustó el sabor del ano de Silvia, la señora gemia y deliraba al ver a una niña lamerle el ano humillada, luego se sentó y le puso a disposición su vagina velluda y arrugada – chupa tu manjar ahora. Karla chupo la vagina de Silvia, ella gemia y agarraba la cabeza de karla y la pegaba a su vagina, movía la pelvis de tal manera que tuvo su orgasmo en la boca de karla, quien lo bebió todo. – gracias señora Silvia, me gustó mucho. – gracias karlita, me encantaría volverte a ver. – en algún momento vendré. Mientras tanto, en el puesto de marcia, Inés seguía chupando la vagina de marcia, marcia gemia hasta que tuvo su orgasmo, quien Inés bebió con gusto, luego marcia levantó a Inés y metió un dedo en su vagina, a Inés le gustaba eso y empezó a gemir, marcia movía con más violencia y velocidad el dedo en la vagina de Inés que ella tuvo su orgasmo, luego marcia besó a Inés. – gracias mijita por esto, si quieres puedes venir más seguido, este chochito es suyo para que se lo coma. – Gracias doña marcia debo irme. – ok que me le vaya bien mija. Al salir Inés encontró a su hija sentada en la sillita y también ya había tenido sexo, se fueron, llegaron a la casa y descansaron. Después contaré el relato de la fiesta de la empresa donde Regina y karla tendrían otra aventura……
Me encanto sigue asi