Fiesta de la primavera: María Teresa se desqitó durísimo con Estela
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DIEGOCUERO.
Al rato, se levantó, fue al baño, hizo sus necesidades, se lavó y aunque borracha, quiso seguir la fiesta.
Agarró su cartera, se tomó otra pastilla rosa estimulante, se retocó el maquillaje y se cambió la bombacha.
Y en ese momento, se acordó de la que le hizo Estela.
Se excitó, se puso loca y hecha una tromba, salió del baño directo a buscarla.
María Teresa, borracha, media merqueada, fue a la cocina y no la encontró, tampoco en otras piezas.
Preguntó a algunas mujeres que en bolas estaban reponiéndose de sus respectivos polvazos.
Y fue Sandrita, mirá vos, la que le dijo dónde estaba, en una de las habitaciones de arriba.
Aún con su pedo a cuestas, María Teressa agarró su cartera, fue adonde le dijo Sandrita, entró y la encontró a Estela tirada en la cama, apenas había terminado de garchar con Ernesto.
Estela le preguntó qué hacía ahí.
Por toda respuesta, la loca y furiosa María Teresa se sacó la pollera, la bombacha y tras abrir la cartera, sacó un salchichón y se le metió a Estela en la cama.
AL ver eso, la delgada le pidió que no, que no le diera porque estaba hecha bolsa de lo anterior.
"No, no Tere, esperá, estoy hecha concha", le pidió.
"Hecha concha te voy a dejar yo, conchuda, me la hiciste bien amorcito, ahora vas a ver" le dijo Teresa totalmente borracha y sacada.
Y aunque Estela no quería, María Teresa se sacó todo, se le zambulló encima, le abrió violenta las piernas y tras meterle duro el salchichón, se le revolcó y la cogió con furia, locura, pasión y por qué no amor.
Y Estela disfrutó, si es una loca genial.
Gimió, gritó, pidió, la excitó a Tere.
Y la gorda le hizo concha la concha hasta que ambas acabaron sobre el colchón.
Teresa, zorra, aprovechó y le metió otro juguete.
Luego se lo sacó, la ató a la cama, le sacó fotos totalmente desatada, y tras atarla con el cordón erótico le metió los extremos en la vagina y la cola y se la violó por media hora, dándole sin asco ni piedad mientras la besaba, exprimía las tetas, disfrutaba, mimaba y besuqueaba toda su piel fina y encremada y gozaba con su excitación y con los gemidos permanentes de Estela.
Cola, vagina, cola, boca, masturbadas, fotos, Tere le metía lo que tenía a mano.
Estela pedía y pedía, la otra se la enfiestaba sin parar.
Y así, María Teresa se desquitó con su novia, haciendo una vez más el amor con su amor.
Y de paso, recordándole quién es la que manda en la relación.
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