Herencias y maldiciones 2
Una extensa saga de relatos dónde las víctimas son niñas o jovencitas .
Antes de empezar este relato hago una pequeña corrección del relato anterior en su último párrafo por error escribí Romina pero la persona que huye con María del Carmen es Herminia, su mamá.
Ahora sí, aclarado esto continúo, Herminia y María del Carmen llegan a Bogotá, no saben a dónde ir ni que hacer, así que en la estación del tren se acomodan para descansar y más tarde ir a buscar por lo menos habitación y comida. En medio de las reflexiones que hacía Herminia, una voz femenina les habló: – se sienten bien? – si, estamos bien, venimos de muy lejos dejándolo todo por la violencia y no tenemos a dónde ir, me puede ayudar con eso? – Si claro, yo soy dueña de una pensión, si quiere les puedo arrendar, por cierto mucho gusto mi nombre es Eulogia. – Señora eulogia, mucho gusto me llamo Herminia y ella es mi hija María del Carmen. Eulogia era una propietaria de una pensión en el centro de Bogotá, una mujer de clase media, vestía con un chaquetón negro y un sombrero de media copa, tenía en ese momento unos 42 años, se veía hermosa y con clase, aparte de los arriendos también se dedicaba a la magia blanca, es decir, hacia consultas para amarres, prosperidad y todas esas cosas. Lo cierto, es que eulogia, al ver a María del Carmen le empezó a gustar y se creó una obsesión con la niña. Al llegar a la pensión, eulogia, les mostró la habitación a Herminia y María del Carmen, y después de cerrar el negocio, se acomodaron y se fueron a descansar, mientras eulogia se fue a su habitación a pensar en que hacer para tener la niña para si, hay que aclarar que Eulogia nunca tuvo esposo y ni mostró interés en tenerlo.
Al día siguiente, Herminia habló con eulogia para preguntarle a dónde conseguir trabajo, Eulogia, habló con una viuda amiga suya dueña de una fábrica para que le diera trabajo, la señora le envió la carta de entrada, y fue aceptada, tenía que presentarse a trabajar al día siguiente.
Al amanecer, Herminia le pidió el favor a eulogia que sí le podía cuidar a María del Carmen, a lo que eulogia contenta aceptó. Eulogia y María del Carmen se fueron a la habitación de la primera, y mientras Eulogia trabajaba en los trucos con sus clientes, María del Carmen miraba sorprendida y con mucha atención lo que hacía. Al mediodía, Eulogia comentó: – Oye María del Carmen, te parece si almorzamos ahora? – Si señora doña Eulogia. Y después de servirle el almuerzo a María del Carmen, Eulogia fue a su cocina a servir el jugo, pero en el jugo de María del Carmen le colocó un brebaje y se lo rezó con el propósito de hacer que la niña le obedezca en todo lo del plano sexual, que más adelante conseguiría esposo pero su libido sexual solo lo tendría en presencia de Eulogia. Elogia, sirvió el jugo y mientras almorzaba, esperó pacientemente a que María del Carmen almorzara y se tomara el jugo con el brebaje. Cuando la jovencita se terminó el almuerzo tomándose el jugo, el efecto fue inmediato ya que Eulogia la invitó a recostarse, María del Carmen aceptó. Ya en la habitación Eulogia comentó: – María del Carmen, ya llevas dos días acá con tu mamá pero no te he terminado de conocer y quisiera saber cuántos años tienes? – Señora Eulogia, tengo 15 años recién cumplidos hace unos días, quería agradecerle de parte mía y de mi mamá ayudándonos con todo, no sabríamos que hacer sin usted gracias. – Es un gusto para mí, ademas, no tenía corazón para dejarlas abandonadas a su suerte en especial a ti, que eres una jovencita muy hermosa. – Ayy doña Eulogia muchas gracias, usted también está muy bonita. – Gracias mijita, y que les pasó porqué tuvieron que salir de su hogar. María del Carmen, con lágrimas le contó de su vida en la hacienda, de lo que pasó en su fiesta de 15 años, como le mataron a su papá hasta de su violación, Eulogia estaba estupefacta escuchando la historia. – Tranquila hija, ven, déjame abrazarte. Y se abrazaron, el brebaje surtió efecto ya que al mirarse las dos fijamente, se sintió una atracción y Eulogia se acercó y finalmente besó a María del Carmen, la jovencita, a efecto del brebaje sintió un fuego intenso en su cuerpo y le devolvió el beso, haciéndolo más apasionado, y mientras se besaban, Eulogia desnudó completamente a María del Carmen, viendo un cuerpo hermoso, propio de una mujer en desarrollo, sin dudarlo, Eulogia empezó a besar a María del Carmen con locura, su cuello, bajó a su pecho, la hizo acostar en su cama, recorría con su lengua los senos, el ombligo, las piernas y los muslos de María del Carmen, la jovencita no hacía sino gemir, sentía que su cuerpo se le estaba yendo, con cada beso con cada caricia, Eulogia se acercó a la vagina de María del Carmen y primero la empezó a oler, luego a darle besitos en los labios, después pasó a chuparla con desesperación, María del Carmen gemía, estaba fuera de sí – ohh dame más señora Eulogia, quiero más por favor no pare ….. Eulogia seguía dándole lengua a la vagina de María del Carmen hasta que ésta tuvo su orgasmo, el cual Eulogia se lo bebió todo. María del Carmen en cierto momento sintió vergüenza, pero también sentiría placer y curiosidad, sensaciones que aprovechó Eulogia para desnudarse y mostrarle unos pechos grandes, cintura hermosa y blanda y una vagina velluda, María del Carmen al ver a esta mujer desnuda, sintió una curiosidad, quería tomar esa mujer, quería recorrer su cuerpo, y llevada por ese instinto, se levantó de la cama y se abalanzó sobre Eulogia y la empezó a besar, luego se fue agachando para besar sus senos, eulogia empezaba a respirar pesado, la jovencita se entretenía en sus pechos, mordiendolos, chupandolos, estaba poseída, tanto así que Eulogia la obligó a arrodillarse y le mostró la cola, María del Carmen con alevosía, empezó a chupar y entró con su lengua hasta su ano, el cual no importando lo peludo lo lamía y chupaba con pasión, Eulogia gemía y blanqueaba los ojos con el placer que le daba esta quinceañera, luego, Eulogia hizo levantar a María del Carmen y la hizo acostar en la cama, después, eulogia se fue subiendo hasta ponerle la vagina a la altura de la cara de María del Carmen, la jovencita empezó a chupar directamente lo húmeda que estaba, eulogia al mirar hacia abajo veía a María del Carmen disfrutar de su vagina y se excitó de tal manera que la hacía mover la pelvis, eulogia gemía fuerte y cada vez se movía más rápido hasta que finalmente Eulogia tuvo su orgasmo en la cara y boca de María del Carmen, un líquido blancuzco que la jovencita no dudó en disfrutar y beber todo. Luego, Eulogia se acostó al lado de María del Carmen y durmieron un rato. Más tarde, Eulogia abrió su consultorio y siguió su jornada con María del Carmen a su lado hasta la noche que llegaba Herminia del trabajo. En el siguiente capítulo les contaré cómo se fue perdiendo el efecto del brebaje y el nacimiento de una maldición…..
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