Herencias y maldiciones 8
La fiesta de 15 de Claudia empieza inocente y termina en una depravación .
Empezaba la fiesta de cumpleaños de Claudia, aunque su madre Alejandra tenía una relación agradable con Rosmery, se le hizo extraño que Claudia invitara a su rectora, pero a pesar de su curiosidad igual lo admitió.
La fiesta fue agradable, Claudia bailaba y disfrutaba con sus amigas y compañeras, y Rosmery hablaba tranquilamente con Alejandra charlas banales. Llegó a un momento de esa conversación en que Rosmery le propuso a Alejandra:
– Alejandra, lo que pasa es que Clau es una muchacha muy juiciosa, pero con un temperamento un poco fuerte, y pues lo que veo es que a ti te cuesta pasar tiempo con ella por el asunto de la fábrica, te quiero hacer una propuesta, déjala pasar este fin de semana conmigo, quiero llevarla de paseo a mi finca en las afueras de la ciudad, allá hay de todo para que se distraiga y se desestrese que dice? – pues Rosmery, lo único que me da para aceptar es para darle el regalo a mi niña que pase tiempo libre. – Pues está hecho, así lo vamos a hacer. – Claudia hija, ven un momento por favor. – Dime mami. – Estoy hablando con la profe Rosmery y creo que deberías pasar este fin de semana con ella en una finca y pues si tú quieres te dejo ir. – Mami sería genial, muchas gracias mami te amo. – Entonces acuestate a dormir que mañana salen. – Bueno ma. Después de eso, Claudia se despidió de sus amigas y se dirigió al baño para cambiarse e irse a dormir. Mientras tanto Rosmery le decía a Alejandra: – Alejandra, me puedes prestar un momento el baño? – Claro, Rosmery ve. Luego Rosmery fué al baño detrás de Claudia, cuando entraron las dos, Rosmery cerro el baño con llave. – Claudia, tengo ganas, agáchate. – Si ama. Y mientras Claudia se agachaba, Rosmery se iba subiendo el vestido y bajando la ropa interior mostrándole su vagina. Claudia, sabiendo lo que tiene que hacer, empieza a lamer la vagina de Rosmery, la señora se tapa la boca mientras siente la lengua de la quinceañera, Claudia ya no lamía sino chupaba, y lo hacía con ganas, como si realmente le hubiera hecho falta, la respiración de Rosmery era más fuerte, movía su pelvis y tenía una contracción y finalmente tuvo su orgasmo en la boca de Claudia, la niña se bebió todo, quedaron sus labios untados de corrida y siguió agachada esperando la orden de su ama Rosmery. – Puedes levantarte, y ya sabes, desde mañana serás totalmente mía. – Si ama.
Al día siguiente, Rosmery llegó en su carro a recoger a Claudia, quien ya estaba lista, llevaba una blusa blanca hermosa y un pantalón, mientras que Rosmery llevaba un top más fresco y sin brasier, mostrando pitones erectos. A la llegada a la entrada a la finca Rosmery ordenó: – Desnúdate, aquí vas a entrar totalmente desnuda. – Si ama. Claudia hizo caso y entró completamente desnuda, ya adentro de la casa, en la sala, la esperaban 3 mujeres más todas en vestido de baño, la mayor Lucrecia, una viuda de 52 años, muy conservada para su edad, un cuerpo bien cuidado, senos medianos y buena cola, cabello canoso, Miriam de 40 años, divorciada, una mujer de piel mestiza, cabello castaño, un cuerpo tonificado por un buen cuidado, y Natalia, mujer de 38 años, piel negra, alta y fornida debido a su actividad de levantamiento de pesas, senos pequeños pero un abdomen tonificado y musculosa. – Hola amigas. – Saludo Rosmery. – Ella es la nena de la que les he hablado, como pueden ver está hermosa y también es una gran sumisa, así que queda bajo sus órdenes, pueden hacerle lo que quieran. – Claudia, yo me tengo que ir, quedas bajo las órdenes de mis amigas, harás lo que ellas digan, mientras yo no esté a ellas les dirá si ama has entendido? – Si ama.
Al retirarse Rosmery, Natalia levantó a Claudia como si nada y la llevó a uno de los cuartos, junto con las otras señoras, allá se terminaron de desnudar, hicieron acostar a Claudia, después lucrecia tomo la iniciativa y se subió encima poniendo su vagina en la cara de la niña, Claudia, con el gesto de asentimiento de lucrecia, empezó a sacar la lengua y a lamer la vagina de la señora, luego Miriam, empezó a chupar la vagina de Claudia, la niña sentía profunda excitación al sentirse humillada, luego Natalia apareció con un falo puesto, el cual sin medir y de un solo empujón, penetró sin piedad la vagina de Claudia, la niña emitió un grito que fue silenciado por la vagina de lucrecia, Natalia se quedó quieta, con el daño adentro de la vagina de Claudia, cuando la niña se acostumbró, Natalia empezó a bombear con fuerza y velocidad, mientras lucrecia movía su pelvis en la boca de la niña, quien ya se dedicaba a chupar y gemir hasta que tuvo un orgasmo en el falo que llevaba Natalia puesto y posteriormente recibía un orgasmo de lucrecia en su boca, el cual se bebió y dejo limpia la vagina de la señora. Después Natalia sacó el falo y lucrecia se bajó de la cama, y Miriam ordenó: – es hora de que te bajes y empieces a gatear. – Si ama. Y dicho esto, la niña se bajó pensando que a Miriam le iba a chupar la vagina, que también tenía mucho vello, pero, la mujer se dió vuelta y le mostró su cola, Natalia abrió la cola de Miriam, mostrándole un ano velludo y le dijo a la niña: – saca la lengua y lame. – Si ama. La niña sin dudarlo sacó su lengua y empezó a lamer el ano de Miriam, la mujer empezaba a gemir, a Claudia, su sabor le gustaba y seguía lamiendo con más rapidez, luego a Miriam le dió esas ganas de orinar, se dió vuelta y orinó en la cara y boca de Claudia, la niña no lo entendía pero extrañamente le gustaba, luego fue y lamió la vagina y la chupó para limpiarle los restos de orina, y Miriam al ver cómo se la chupaba de bien, movió su pelvis y también tuvo su orgasmo también en la boca de la niña. Después de eso, Natalia se sentó en un sofá, desnuda, mostrando una vagina negra y velluda, con un cuerpo musculoso ordenó a Claudia: – Ven gateando y empieza a disfrutar tu regalo. La niña hizo caso y acercó su boca a la vagina de Natalia, que, en medio de su excitación, cogió la cabeza de la niña y la pegó a su vagina, la niña chupaba, y la negra movía también su pelvis y pegaba la cabeza de la niña, tanto era la excitación que subió sus fuertes piernas en los hombros de la niña, Claudia se sentía ya fatigada y finalmente en medio de la velocidad de movimiento de la pelvis, Natalia tuvo una contracción y finalmente un orgasmo largo y blancuzco que mojó la cara y los labios de la niña. Natalia estaba feliz de haber sometido y humillado a una niña blanca y hacerle beber su corrida. Estas y más cosas sucedieron en esa finca donde Rosmery pervirtio sexualmente a Claudia, haciendo que la maldición continuara. Con el paso del tiempo, Claudia quedó embarazada y tuvo una hija a la que llamó Sonia pero esta historia va para el siguiente capítulo….
Uff ya quiero leer otro más 😏😏