Herencias y maldiciones 9
Sigue esta historia de sexo intergeneracional .
Ya Claudia tendría 30 años para este suceso, Sonia su hija, ya cuenta con 10 años, ha heredado la belleza de su madre, una niña de cabello mono, ojos azules, relativamente alta para su edad, una maravilla que llamaba la atención. Alejandra, su abuela ocasionalmente la visitaba, el tema no es por ahí, Claudia todos los días trabajaba y casi no le quedaba tiempo, lo cual hacia que Sonia se la pasara en el colegio no solo en las clases, sino también en las tardes aprovechaba el tiempo en la biblioteca, pero lo que más le llamaba la atención son las actividades de mantenimiento y jardinería, tal es así que le gustaba ponerle atención y ayudar a la conserje del colegio, llamada Milena, una mujer de color de 36 años, cabello largo, negro, senos grandes, piernas torneadas y una mujer alta, a pesar de la ropa de trabajo y del peso de su trabajo es muy hermosa, de paso también es muy tolerante, ya que ella deja y le enseña su arte a Sonia, a lo largo de todo este tiempo, Milena y Sonia han construido una gran amistad tanto así que la primera la ha invitado a su taller que también es su casa y que está en uno de los extremos alejados del colegio y nadie lo frecuenta, en uno de esos momentos, luego de un trabajo fuerte, Milena necesitó cambiarse, se desnudó se metió a bañarse, Sonia sin querer entró a la casita de Milena y la vió desnuda en la ducha, milena no se dió cuenta de que Sonia la miraba, sorprendida pero tuvo una sensación que nunca en su vida había sentido.
Cuando llegó por la noche a la casa, Sonia no dejaba de pensar en ese cuerpo de su amiga desnuda y casi no podía dormir.
Al día siguiente, después de terminar clases, fue como siempre primero a leer y después a acompañar a Milena, ya cuando terminaron sus labores, Milena y Sonia iban para la casita de la conserje hasta la noche que llegaba Claudia a recogerla. Adentro de la casita, Milena le preparaba ricos platos a Sonia, pasaban un buen rato y jugaban, hasta que Sonia le confesó a Milena: – Milena, te voy a contar algo y de paso te pido que me perdones no lo vuelvo a hacer. – Dime pequeña que te pasó. – Lo que pasa es que ayer entré a tu casa y no me dí cuenta y te ví desnuda mientras te estabas bañando lo siento. – Ay pequeña, en serio? – No me había dado cuenta, pero tienes que tener cuidado, igual no estoy brava contigo, esas cosas pasan. – Además me quedé viéndote y estabas muy bonita. – Ay gracias, tu también estás muy bonita. – gracias. Lo que si tengo curiosidad y quisiera preguntarte es porque tu pecho es grande y el mío es pequeño? Y allá abajo tú tienes un matorral y yo no tengo pelo? – Pequeña, lo que pasa es que tú eres muy niña, cuando crezcas te va a salir, además tú eres una niña muy bonita y lo serás mucho más de grande. – Puedo pedirte algo? – si claro, dime. – Quítate la ropa quiero verte otra vez. – Pero niña, eso no se puede, me puedo meter en un problema si hago eso contigo. – Ayy porfis, no diré nada a nadie ni siquiera a mi mami ni a mi abuela. – Bueno, está bien, pero nada de decirle a nadie listo? – claro que sí. Luego Milena se quitó su ropa de trabajo y se le veían unos senos mucho más grandes y resaltaban con su piel negra y una vagina con buen vello. – Bueno pero yo no me voy a desnudar sola, tu también te tienes que quitar la ropa. – Está bien. Y la niña se quitó la ropa, mostrando unos pechos muy pequeños debido a que no se ha desarrollado, un trasero blanco y una vagina estrecha y lampiña. Tomó la iniciativa Milena y le dió un beso, Sonia se ruborizó pero sintió cosquillas en su barriga, milena prosiguió con el beso, la niña aceptó el beso y se fue dejando llevar y la pasión se encendió, Milena chupaba los senitos a la niña, ella la miraba y empezaba a sentir mucho calor y respiraba más pesado. Milena sentó en la silla a Sonia, y pasó a arrodillarse y chupar su ombligo, la niña seguía respirando y jadeando, la mujer bajaba lentamente con su lengua hasta la vagina, pasó por un lado y le empezó a dar piquitos, la niña jadeaba más fuerte, empezaba a gemir suavemente y se movía de la calentura que empezaba a sentir, Milena empezó a lamer esa vagina y Sonia cerró sus ojos y se entregó a lo que le estaba haciendo la negra, no lo entendía pero le gustaba, luego Milena empezaba a chupar y succionar la vagina de Sonia, la niña ya estaba fuera de si gimiendo. – Milena, me gusta esto, por favor sigue sigue, Milena me orino me orino ohh ohhh ahhh aaaaaaahhhhh ahhhhhhhhh. Sonia había tenido su primer orgasmo, y al ver qué había untado la cara de Milena se disculpó. – Ayy Milena, perdóneme, no quería orinarte pero no me soltaste y no pude ir al baño. – Tranquila pequeña, esto es que pudiste llegar al placer y veo que te encantó. – La verdad es que sí. – Ahora te toca. Dicho esto, Milena se sentó al lado de Sonia, y con la diferencia de estatura entre las dos, los senos de Milena quedaron a la altura de la cara de Sonia, la niña instintivamente empezó a chupar los senos de la mujer, su sabor aunque al principio desagradable porque Milena no se había bañado, a Sonia le empezó a gustar y Milena, al ver a la niña chupando sus senos, se excitó sobremanera, y empezó a jadear y a mirar hacia arriba producto de la excitación, los senos de Milena eran tan grandes que casi no le cabian en la boca de Sonia, sin embargo la niña seguía chupando los senos, Milena, aprovechando la vulnerabilidad de la niña, le cogió una mano a ella y la fue llevando hacía su vagina, la niña, sintió mojado y al principio mostró un poquito de asco, pero Milena dijo :- Prueba tus dedos, la niña chupó un dedo. – Uhhhmm sabe delicioso, quiero más. – Claro que sí pequeña, quédate sentada que ya te traigo más. Y en el acto, Milena se levantó de la silla (es un sofá), se subió en él y se acurrucó hasta dejar su peluda vagina a la altura de la cara de Sonia. – Abre la boquita pequeña, de aquí puedes sacar el manjar que probaste. La niña primero pasó una lamida, y al comprobar que su sabor era idéntico al que probó con dedo, siguió lamiendo, Milena deliraba y con cada lamida jadeaba más fuerte y empezaba a mover su pelvis. – ahhh chupa pequeña chupala chupala que es tuya, tu la quisiste pequeña ohh si ohh si. Y miraba hacia la cara de la niña, y al ver esa carita angelical de piel blanca y ojos azules, chupando su vagina negra mientras la niña la miraba a la cara con esa carita tierna y un bigote formandosele, ella se excitó como nunca y movía más rápido su pelvis y agarraba la cabeza de la niña y más la pegaba a su vagina, el movimiento era cada vez más rápido y más fuerte. – Ahh si peque ahh si ahhh si me encanta como me la chupas ohh ohhh ohhh ohhhhhhh ahhhhhhhhh. Milena tuvo su orgasmo, un orgasmo largo y blanco que cayó en la boca y en la carita de la niña, cuando fue a retirar la niña su cara de la vagina, Milena le dijo : – Por favor, termina el trabajo pequeña, limpiala con tu lengua. La niña le hizo caso, la dejó limpia y Milena se sentó junto a ella y la besó.
– estuvo delicioso pequeña. – Gracias Milena, me gustó mucho, será que habrá más de esto? – Si tú no le dices a nadie ni siquiera a tu mamá tendrás más, por ahora, voy a limpiarte que tú mamá no demora en llegar por ti. Luego la limpió y a los minutos llegó Claudia por su hija.
Sonia llegó a su casa y siguió pensando en Milena, y Milena también en su casa no dejo de pensar en Sonia, después de un tiempo, la conserje tendría un secreto que Sonia descubrira y será partícipe…..
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!