Historias de playa 1
Dos entregas, dos historias, un solo pueblo, la playa es testigo de estas narraciones.
Muchas veces en los pueblos cercanos a la playa, al mar, se encuentran muchas historias, de hombres marineros que se han perdido en medio del mar buscando un tesoro, o alguien que haciendo un rito consiguió algo inesperado, así como hay historias que se cuentan de generación en generación que muestran cierta magia y belleza, hay otras que se olvidan y no se cuentan sencillamente porque atentan contra el devenir cultural de estos pueblos, historias que muchas veces vienen de interacciones entre lugareños y turistas, que para las costumbres de dichos pueblos representan la deshonra y la afrenta (se cambiarán los nombres de lugares y personas para seguridad y discreción).
La primera historia sucede en un pueblo llamado La Muralla, para una temporada de junio, verano intenso, los estudiantes están de vacaciones, con mucho flujo de turistas que van a disfrutar de sus playas y una de esas turistas es Ayda, una mujer de 37 años, docente universitaria de refinado caminar, porte y delicadeza, de piel blanca, cabello ondulado y rubio, ojos café claro, mirada altiva, senos medianos, abdomen plano, y un trasero redondo, toda su belleza resaltaba con su vestido de baño de dos piezas de color azul aguamarina, era un espectáculo verla en la playa tomar el sol, lugareños y turistas hombres chorreaban la baba por ella, una mujer de 10. Al finalizar la tarde, ella recogió sus cosas e ingresó en su camioneta, una Toyota fortuner, una de las más caras, es que ella es la esposa de un importante ganadero de la región, quien en ese momento no estaba por viajes de negocios. Mientras iba camino a su cabaña de hospedaje, andando en su camioneta encontró algo que llamó su atención, una niña, que en su vestir se notaba lugareña que estaba sentada sola a orillas del camino y al no haber nadie más paró, se bajó de la camioneta y empezó a hablarle a la niña: – Hola, como estás? Que haces aquí sola, no es peligroso por acá? – Hola señora, no se preocupe, acá no es peligroso simplemente quise andar en mi paseo y pues estoy acá. – Pero te encuentras bien te sientes bien?.- Si señora, tranquila es que mi mami trabaja haciendo masajes en las islas cercanas y pues llegó muy cansada y está durmiendo. – Ahh si quieres puedo llevarte a un paseo en la camioneta. – Pues mi mamá me dice que no confíe en extraños, pero al verla a usted que es una persona seria y amable está bien.
La niña sube al carro y en eso Ayda pregunta – Y como te llamas niña y cuántos años tienes? – Me llamo Briana, tengo 12 años. – Mucho gusto, me llamo Ayda y tengo 37. – Señora perdón que le diga esto, pero para tener esa edad usted es muy bonita. – Gracias, la verdad tu también estás bonita. – Gracias señora.
Briana era una niña cuya estatura daba más o menos al pecho de Ayda, tenía una formación incipiente de pechos, es decir, hasta ahora empezaban a salir, de piel negra, cabello negro y liso, ojos negros y saltones, mirada curiosa e inocente, vestía una blusa blanca y un chor café, delgada, más bien flaca, y Ayda tenía razón, Briana a su modo es bonita.
– Y que la trae por acá señora? – preguntó la niña mientras iban en la camioneta. – Pues aproveché que estaba libre de la uni, soy docente, y también que mi esposo está de viaje de negocios vine para conocer y cambiar de ambiente y tú estudias? – Si claro que estudió, pero mis jornadas son extenuantes porque como mi mami trabaja yo soy la que cocino para mí y también tengo que ir hasta el próximo pueblo a estudiar, entonces con las tareas y el cansancio de mamá pues no queda casi tiempo, por lo menos ahora que estoy de vacaciones tengo más tiempo de pasear.
Ayda había rentado una cabaña exclusiva a mitad de camino entre La muralla y el pueblo vecino de Don Simón, totalmente privada, con su parqueadero exclusivo y sin la visión chismosa de la gente, un sitio perfecto para llegar con cuántos hombres quisiera y poderle montar cacho a su marido, pero ella tenía un oscuro secreto, ella tenía marido para conservar la apariencia, ya que ella es lesbiana, le gusta coquetear y a veces aprovechando la ausencia de su marido, tener sexo con otras mujeres, detrás de esa refinada forma hay una mujer candente que se moja cuando ve otras mujeres y, para sorpresa esta no fue la excepción, ya que al ver a esa niña Briana, le llamó la atención y después se excitó que quiso tenerla.
– Doña Ayda, está muy bien usted aquí. – Verdad que sí?, pero, no sé si mi mamá me esté preguntando. – De verdad que sí pero no te preocupes, dime el nombre de tu mamá, dónde vives y le digo a uno de mis contactos que la busque y verifique todo. Y, así lo hizo y después le informaron a Ayda que la mamá de Briana estaba tan cansada que estaba durmiendo en una hamaca en el solar de la casa. Ya tranquila, Briana se acomodó en la sala de la cabaña, ella y Ayda estaban cenando, cuando terminaron, era muy de noche y todo estaba solo y tenue, ahí Ayda comentó : – Briana, conozco tu casa, sé dónde vives y sabemos que tú situación no es la mejor, y que tú no acostumbras a estar en la calle para arriba y abajo, las voy a ayudar a tu mamá y a tí, tengo $700.000 que te voy a dar pero con una condición, por esta noche tienes que hacer todo lo que yo te diga sin objetarme nada, ahora sí te niegas, le contaré a tu mamá que te fuiste con una desconocida y tendrás problemas con ella. -Ayy señora Ayda, como me va a decir eso? Está bien, haré lo que usted diga pero no le diga nada a mi mamá. – ok. Luego Ayda cerró toda la cabaña, entraron a una habitación y la cerró con llave, luego ordenó: – Anda, quítate la ropa. La niña, se fue quitando lentamente la blusa, el chor y los calzones, quedando desnuda, sus teticas apenas saliendo, aureola morada, una rayita abajo que es su vagina, lo cual a la vista era estrecha. Ayda también se quitó su traje de baño, saltando unos senos grandes, con una aureola rosada, pitones gruesos, y al quitarse los calzones mostraba una selva en su vagina, debajo de un abdomen plano y hermoso.
– uhhmm que rica que estás Briana, sube a la cama y ponte en cuatro. La niña le obedeció, dejando su cola a Merced de la mujer, quien más la miraba, más se excitaba, luego, mojó uno de sus dedos y lo empezó a pasar por la entrada del ano de la niña – señora, por favor no me haga daño. – Tranquila, no te voy a hacer daño, te dolerá un poco al principio pero luego te acostumbrarás. Luego, la mujer, decidió lamer el ano de la niña, ella respingo y soltó un pequeño gemido, luego, cuando mojó lo suficiente el ano, procedió a meter el dedo corazón, fue metiendolo suavemente, la niña daba pequeñas quejas de dolor, de un momento a otro, ayda sin contemplación empujó hasta el fondo el dedo, Briana emitió un grito de dolor, sentía un ardor, la nena sollozaba y le salía una lágrima, la mujer dejó su dedo metido, mientras el hoyo anal cedía ante el intruso, luego la mujer empezó a follar el ano de la niña -ayy, ayy, ayy, ayy duele. Con la otra mano la mujer le agarraba el cabello y la embestía con más fuerza, en un momento dado sus quejidos se convirtieron en gemidos – ayy si, ayy si, por favor, no me lo saque siga haciéndolo, ahh ahh. Luego, la mujer soltó el cabello de la niña, y el dedo corazón de esa mano procedió a mojarlo con su boca, después comenzó a acariciar la entrada de su vagina, la niña, estaba poniendo cara de susto – señora, me va a doler, por favor, yo me dejo por mi colita pero ahí no. – aguanta que es por ustedes y acuérdate del premio. Luego, ayda de un empujón metió el otro dedo en su vagina – aaaaaayyyyy me duuueleeeee. La sonrisa de ayda al escuchar el quejido de Briana era lasciva, le estaba encantando, ahora tenía un dedo de cada mano metido en cada agujero, uno en la vagina y otro en el ano, luego ayda volvió a empezar a mover sus dedos en los hoyos, Briana lloraba, luego la mujer follaba sin piedad los dos hoyos al tiempo de la niña, la masturbaba con una velocidad y violencia impresionantes – ahhh ahhh ahh que rico señora se siente rico, ahh ahh ahhh. Luego ayda la acostó boca arriba y mientras la iba masturbando otra vez ahora solo en su vagina, ella la besaba con lascivia en la boca – ayy ayyy ayy ayy señora me gusta esto ayy ahhh ahh ahh aahhhhhhh uhhhmmmmnnn. Briana llegaría a su primer orgasmo de su vida, quería descansar pero ayda seguiría besándola en su boca de manera lujuriosa, Briana correspondería el beso. Ayda se puso de pie, e hizo que también Briana se pusiera de pie, luego le ordenó: – anda, ven y chupa mis tetas. La niña, con algo de timidez se acercó a una teta y empezó a lamer, cuando fué a chupar le costó metérsela toda a la boca, ayda empezaba a respirar fuerte y a dar pequeños gemidos mientras acariciaba la cabeza de la niña, después de un tiempo empujaba sutilmente y la niña iba bajando a su abdomen, para luego posteriormente arrodillarse y quedar de frente con la vagina de ayda, la niña, mirando esa selva, la veía muy complicada y no quería pero la mujer agarró su cabeza y la empujó hacia su selva, la niña empezó a sacar la lengua y a lamer su vello hasta ir encontrando su clítoris, ahí, ayda gimió más fuerte, ella miraba hacia abajo, Briana mientras lamía miraba hacia arriba y con esa mirada inocente, excitó aún más a ayda quien no hacía sino mover su pelvis – Ahhh como la chupas de rico puta, ahh te gusta la Cuca, ahh si ahh si que rico ahh, que perra eres, ahh. La niña seguía mirando hacia arriba mientras ya chupaba la vagina de la mujer, luego la mujer se volteó y le dió la espalda a la niña arrodillada mientras le decía: – ahora a chupar mi culo. – Pero ahí es por dónde se hace popó. – créame te va a gustar. Luego, ayda con sus manos abriría sus nalgas para mostrarle a la incrédula Briana un ano con vello, la niña metió la lengua, ayda blanqueaba los ojos de placer, Briana ya lamía ese hoyo, y a pesar de sentir un sabor fuerte, le gustó. – ahh ahh ahh, te gusta mi culo no? Ahh ahh que rico metes tu lengüita ay te gusta cierto? – ujum. – slap slap slap me gusta su culo señora slap slap slap. Briana estaba concentrada lamiendo el ano de ayda, luego la mujer hizo levantar a la niña y la hizo acostar, luego ella, se subió de rodillas y puso su vagina velluda a la altura de la cara de Briana, la nena sabía que hacer y volvió y sacó la lengua para seguir lamiendo y chupando – ohh ahh ohh ahh ahh ahh me voy a venir me voy a venir ah ah ah ah ah ahhhhhhhhhhhhhh. Un líquido blancuzco salía de la vagina de ayda y tocaba la lengua y entraba a la boca de Briana, ayda tenía su orgasmo, pero era muy copioso ya que seguía contrayendo y expulsando líquido mientras Briana se lo tomaba todo. Cuando terminó ayda se acostó al lado de la niña y la besó con cariño, luego, al verla como quedó con restos de líquido vaginal en sus labios y con un vello pegado en su mejilla procedió a tomarle una foto para guardarla de recuerdo. – como te sientes Briana?- La verdad me siento rara pero bien. -Te has ganado bien tus 700. Mañana te dejo cerca a tu casa, y por favor no le digas esto a nadie y no muestres tanto el dinero aprendelo a gastar disimuladamente. -Bueno señora Ayda muchas gracias. Luego se fueron a dormir.
Al día siguiente, la morocha Briana llegó a su casa, su madre ya no estaba, pero ella ya tenía su plata bien guardada y por su parte Ayda siguió con su esposo y su trabajo y a veces va a La Muralla, ese bello pueblo en la playa a pasar vacaciones…..
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!