iCarly: Un día con Carly y Sam

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gustav280.
Este relato es una simple parodia. Espero les guste.

Era una mañana fría en Seattle, eran las 7:30am en el apartamento de Carly está en calma. Spencer duerme plácidamente en su cama luego de haber estado trabajando hasta muy tarde en una escultura hecha de papel de china, pegamento y muchos, muchos pedazos de cartón coloreado. Carly duerme en igual cama en su cuarto. Cerca de las 9:30 ambos hermanos se levantaron para desayunar. Carly bajo en pijama mientras que Spencer salió ya cambiado y listo para:

– Por qué tan arreglado? Pregunta Carly.
– Iré con Calceto a buscar unas cosas para mi escultura de cartón. Estaré fuera todo el día, asi que regresare alrededor de las 6:00pm – Respondió Spencer.
– Y hasta dónde irán? – pregunta Carly de nuevo.
– Iremos a Canadá, más bien a Vancouver. Ahí un amigo de Calceto nos dará los materiales…y además compraré tocino…asi que nos vemos en la tarde.
– Suerte, le respondió Carly

Era domingo, asi que no había escuela, ni nada. Fredie se había ido desde el viernes con su mama a visitar unos parientes en Fresno y regresarían ese día por la tarde. Carly se preguntaba que podría hacer todo el día solo, justo en ese momento llegó Sam, y como es costumbre de Sam:

– Hola Carly, tienes comida? – Dijo Sam
– Si claro, pasa…qué haces tan temprano aquí? – Preguntó Carly
– Mama empezó con sus peleas de nuevo, ahora es con un electricista con el que salía de nombre Enrique. Así que mejor decidí venir contigo.
– Bueno, estaré sola hoy asi que me vendrá bien la compañía de alguien.
– Bien, porque no salimos de compras? – Dice Sam
– Me parece bien, responde Carly.

Justo en ese momento comienza una fuerte tormenta y ambas se quejan de su suerte.
– Bien, nos quedaremos aquí y tan pronto pasé la tormenta, nos vamos de compras. – Dice Carly, que aún estaba en pijama. – Mejor me cambio de ropa, para estar lista en cuanto termina la tormenta.
-Te acompaño, responde Sam.
-Claro, dice Carly.

Ambas entraron al cuarto de Carly y comienzan a platicar un momento acerca del show y de lo bueno que era. En ese momento Carly empieza a desvestirse, se quita su blusa de pijama y se queda con el sostén puesto solamente. Después se quita el pantalón y queda con su calzón. Sam no le quita la mirada de encima, aunque estaba en ropa interior Carly tenía un bonito cuerpo. Aunque aún se estaba desarrollando, se veía bastante bien. Bonita cadera, bonitas piernas y se veía que tenía unos senos pequeños, aunque el brasier los hiciera parecer grandes. Sam no despegaba la vista de su amiga. Carly ve esto y le pregunta:

– Que tanto me ves?
– Nunca te había visto en ropa interior. Te ves muy bien, cualquier chico se volvería loco.
-Saam !!! No digas eso….aunque lo sé, responde Carly con una sonrisa.
– Oye seamos justas, tú ya me viste en ropa interior, déjame verte yo asi, será nuestro secreto. Le dice Carly a Sam, quien se queda sorprendida por la petición de Carly. Aun asi pensó que sería normal ya que suelen ser asi algunas amigas.
– De acuerdo, dijo Sam luego de unos segundos.

En eso Sam comenzó a desvestirse. Se quitó su playera y su pantalón. Traía puesto un sostén y bragas negras. Ambas, estaban, frente a frente, en ropa interior, viéndose. Las dos pequeñas de cuerpos en desarrollo mostraban un color de piel claro y blanco, se podía ver su suavidad.

– Tienes un bonito cuerpo Sam, mejor que el mío. Dice Carly.
– Claro que no, las dos somos sexys, no creo que tú o yo seamos más sexy que la otra. Hay que vestirnos ya, no vaya a llegar Spencer. Dice Sam.
– No te apures, se fue con Calceto a Vancouver, regresara en la tarde, es más porque no nos quedamos asi otro rato. Al fin y al cabo estamos solas…que dices? – pregunta Carly.
– Esta bien, creo, vamos a comer algo a la cocina. Contesta Sam.

Asi que ahí van las dos, en ropa interior y calcetas a la cocina. Carly y Sam caminaban a la cocina. Sam iba por detrás de Carly y no le quitaba la mirada a su pequeño trasero. Con su ropa interior, el trasero de Carly se veía hermoso, redondo, firme pero a la vez pequeño. Luego de comer un poco ambas regresaron al cuarto de Carly. Ya en el cuarto, ambas comenzaron a hablar de los chicos guapos de la escuela. Incluso de Gibby.

Luego de un rato de risas y tanto hablar ambas se quedaron calladas y viéndose la una a la otra. Ambas sentadas en la cama, sentían esa calentura, sentían esa excitación de verse semidesnudas una a la otra. Ambas quería decir algo, pero ninguna se animaba hasta que:

– Eres mi mejor amiga Sam. Nunca te cambiaría por nadie y espero que siempre seamos amigas. Te quiero y siempre quiero que estés a mi lado para hacerme reír. Dice Carly.
– Tú también eres mi mejor amiga. No conozca a alguien tan tonta como para aguantarme. Gracias Carlangas, responde Sam.

Ese fue el momento en el que todo inició. Luego de responder Sam, le agarro la mano a Carly y ahí fue donde la chispa encendió. Carly no aguantó la calentura y se acercó y beso a Sam en la boca. Fue un beso, tierno, lleno de amor. Sus labios se movían como los de dos amantes. Sam respondió el beso. Esa calentura de ver el cuerpo de Carly provocó que nacieran en ella deseos de tener a su amiga.

Ambas acostadas en la cama seguían con su beso. Labios, lenguas todo estaba dando vueltas en ese beso. Sam deslizaba su mano por las caderas de Carly. Carly hacia lo mismo con Sam. Las caricias hacían que ambas sintieran una excitación increíble. Carly se acostó sobre su amiga y el beso seguía. Sam deslizaba sus manos hasta las hermosas, suaves y pequeña pompas de Carly. Metió sus manos en los calzones de Carly y le acariciaba el trasero. Finalmente pasó lo que ambas esperaban. Carly se levantó de la cama y se desnudó. Completamente. Ahí estaba Carly Shay, desnuda frente a su amiga. Sam sin más que hacer hizo lo mismo. Ambas se encontraban desnudas, frente a frente. Carly no lo aguanto y se volvió a abalanzar a Sam. La beso y luego pasó a besar los pequeño pechos de Sam. Lindos, en formación y con un pezón rosado completamente duro.

Luego fue el turno de Sam quien con su lengua comenzó a jugar con los también pequeños senos de Carly. Era la escena más excitante que pudieran ver. Sam acostó a Carly y con su lengua comenzó a lamer el cuerpo de su mejor amiga. El abdomen, el ombligo, las piernas, los pies, todo. La joya de la corona, la vagina, limpia de bellos de Carly. Al comenzar su ataque oral, Carly se encorvaba del placer, gemía, se estiraba. Estaba en una erupción de placer.

– Te amo Sam, te amo, ahí ahí ahí ahiiiiiii, aaaaaaaahhhhhhhh, gritaba Carly.

Sam continuaba en su festín oral, mientras Carly no podía para de gritar hasta que el finalmente Carly terminó con un grito monumental separando la cabeza de su amiga. Carly toma a Sam de las piernas, las separó y le regreso el placer a su rubia amiga. Sam gemía:

– Carly, es tuyo, hazme lo que quieras, te amooo, ahhhhhhhhh, justo ahí, ahhhhhh; gritaba Sam.

Sam explotó en un grito de placer. Ambas se besaron de nuevo y comenzaron a hacer la típica posición de tijeras que practican las chicas. Su vaginas, se rosaban, se junatabn, se daban placer. Sam y Carly, Carly y Sam, el nivel orgásmico que sentían las dos niñas de iCarly estaba por la nubes. Finalmente luego de unos minutos en esa posición, las dos gritaron en el mas placentero de los orgasmos que ambas pudieran haber tenido.
Luego de esto, se recostaron en la cama a descansar, no sin antes fundiorse en otro largo beso. Descansaron un momento más y ambas se vistieron para irse de compras. Ya en la puerta del apartamento, Sam detuvo a Carly y le dio otro beso:

– Te amo Carly, lo sabes. Le dijo Sam.
– Lo se Sam, yo también te amo y quería saber si no te gustaría quexdarte el fin de semana, quizás podamos divertirnos mas. Le dijo Carly.
– Claro, quiero estar ahora a tu lado.

Luego de esto ambas chicas salieron a su día de compras, tomadas de las manos y con una mirada coqueta. Ese fin de semana sería el mejor de sus vidas hasta ese momento.