Inesperado consuelo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Linda2014.
Toda la mañana estuve pensando en mi amiga Susana, tenía dos, quizás tres semanas que eran constantes sus peleas conyugales, las cuales se volvían cada vez mas violentas… Tengo 38 años, soy soltera, alta y de cuerpo atlético, logrado a base de ejercicio. Tengo un departamento en la ciudad de México y esa noche mi amiga Susana me distraía de mi lectura, era una noche de viernes, mi novio me había avisado que no podría llegar debido al exceso de trabajo, por lo quedecidí quedarme a descanar en casa, después de una buena ducha, me pusé un camisón sedoso y me apliqué unas gotas de mi perfume favorito para consentirme.
Fui a acostarme a la cama libro en mano, sin embargo la situación de Susana por momentos me distraía. Sonó entonces mi celular, era Susana quien me dijo que estaba cerca de mi casa y que necesitaba un lugar para dormir pues la situación con Carlos, su esposo era ya insoportable. En menos de cinco minutos llamó a mi puerta, la dejé entrar y al verla envuelta en lágrimas y con un golpe en el rostro la abracé muy fuerte, condolida por su emoción… me dijo que quería recostarse y dormir, olvidarse de todo, caminamos a la recamara y ella no dejaba de llorar, pensé que sería bueno que tomara un baño para que se relajara, a lo que accedió. La ayudé a desvestirse mientras me contaba el pleito que habían tenido, todo el tiempo que estuvo en la regadera no dejó de llorar, cuando escuché que acababa la ducha entré para darle una toalla con la que se secó y envolvió su cuerpo, no dejaba de temblar y de llorar, instintivamente la abracé, nuestras caras se acercaron y la comencé a besar en la mejilla, brindándole mi apoyo incondicional, sus lágrimas humedecieron mi piel, lo cual me causó tristeza e indignación. Mis labios recorrieron toda su cara desesperadamente pues me dolía su tristeza
Ella me abrazó con mas fuerza y me estremecí cuando sus manos bajaron por mi espalda a la cintura y se deslizaron poco a poco hasta llegar a mi trasero, como les he dicho traía un camisón sedoso que hacía mas intenso el tacto, mi cuerpo se estremeció y se excitó, pues no llevaba nada de ropa interior bajo el camisón…. Sus manos recorrieron mis nalgas y me atrajo a su cuerpo con fuerza, tratando de unir su sexo al mío. Mis pezones se endurecieron, ella aún estaba envuelta en la toalla de baño y sus tetas estaban junto a las mías, el abrazo dejó de ser fraternal para ser totalmente erótico.
De inmediato respondí con una caricia semejante, mi sexo se humedeció y se dilató, sentía palpitar el corazón en la vagina, comenzamos a besarnos primero suave y después desesperadamente, su desnudez era increíble, su cuerpo era perfecto, con ansia le di la vuelta, la abracé por la espalda tomando sus tetas con mis manos y mientras con una de ellas masajeaba su hermoso pecho la otra comenzó a recorrer su vientre hasta encontrar su clítoris que comencé a sobar, primero lentamente hasta hacerla gemir de placer, así abrazándola, la conduje a la cama, la hice caer boca abajo y me acomodé sobre ella, le besé y acaricié su espalda, bajé a las nalgas, eran firmes y redondas, las acaricié lentamente y poco a poco fui deslizando mi mano hasta su sexo, el cual estaba resbaloso y palpitante, introduje mi dedo en su vagina, lentamente para que su placer fuera máximo, se retorció de placer y nuevamente gimió inconteniblemente, parecía que el orgasmo llegaría muy pronto, por lo que la giré boca arriba, le pedí que flexionara las piernas , las abri lentamente y mientras lamía su clítoris introducía cuidadosamente mis dedos en su vagina, era increíble lo mojada que estaba…
De vez en vez acariciaba sus tetas sin dejar de lamerle, entonces llegó el orgasmo, sentí su cuerpo convulsionarse entre mis labios; también yo estaba a punto de acabar, aún cuando no había sido estimulada por ella el solo hecho de darle placer me tenía completamente prendida, cuando acabó ella se fue sobre de mí y comenzó a retribuir el placer que le había dado, me dijo que siempre le habían gustado mis tetas y que siempre tuvo la fantasía de estar en la intimidad con una mujer, mordisqueó mis pezones, lamió mis tetas hasta llegar a mi sexo que aguardaba ansiosamente su lengua, llegué rapídisimo, un orgasmo totalmente intenso y prolongado, Jamás pensé que una mujer podría hacerme sentir tantas sensaciones , dormimos abrazadas, el cariño de amigas había sucumbido a la pasión de la carne, no nos consideramos lesbianas, solo es una forma de demostrar a una amiga lo mucho que la quieres y que la apoyas, desde entonces ella no ha vuelto con su esposo pues en mi ha encontrado la fortaleza para rehacer su vida y solo ocasionalmente nos amamos hasta la locura …
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