La amiguita de mi hija
Historia contada por una mujer, que relata lo que disfrutó con la amiga de su hija.
Relato narrado en primera persona, se cambian los nombres para mayor discreción.
Hola, mi nombre es Lucía, tengo 34 años, empresaria, divorciada y madre de una hermosa hija llamada Sabrina. Físicamente soy una mujer de piel color canela, cabello café ondulado, ojos café, redondeados, mirada profunda, nariz pequeña redondeada, labios gruesos, cuerpo bien formado senos grandes, cintura pequeña y buen trasero, me considero una mujer hermosa, Sabrina mi hija tiene 10 años, ella a diferencia de mi es blanquita y alta, parecida a su papá, es una de la más bonitas del colegio, y digo una de las más bonitas porque tiene una amiguita que no le envidia nada en la belleza, y es la niña que a mí realmente me movió el piso, ella es Emy, una niña también de 10 años, piel blanca, con la diferencia de mi hija es que Emy tiene el cabello rubio, ojos verdes y bien saltones, boquita pequeña, alta para su edad, casi que a la altura de mis hombros, delgada, y con un trasero muy bonito para su edad. Nosotras vivimos en una casa grande en las afueras de la ciudad, con su buena piscina, con un muy buen estilo de vida que gracias a los negocios que he hecho nos la podemos dar. Sabrina y Emy casi todas las tardes después del colegio vienen a hacer sus tareas y a veces los fines de semana que Sabrina no está con su papá vienen y juegan un rato en la piscina y hacen más actividades, ahí, en esos momentos es donde más me embeleso por Emy, ya se que sonará disparatado, pero ver esa niña en vestido de baño, marcando su figura infantil y preadolescente a la vez me enciende, tanto que me controlo y en las noches, procurando que mi hija no me vea, me masturbo fantaseando con hacerle el amor a Emy.
Finalmente esa fantasía se me hizo realidad y pasó de la siguiente manera: Era un sábado en la mañana, del fin de semana que Sabrina se iba con su padre, yo iba a estar sola hasta el domingo en la noche que el papá me traía la niña otra vez, (se me olvidaba mencionar que los papás de Emy, Sara y Carlos, son muy amigos míos por eso no ví inconvenientes en la amistad de Sabrina con Emy), estaba pensando en que iba a hacer el fin de semana cuando escuché el timbre:
S: Hola Lucia
L: Hola Sara cómo estás? Ese milagro?
S: Pues aquí Emy que quiere venir a ver a Sabrina.
L: Hola Emy.
E: Hola señora Lucía.
L: Emy perdóname pero este fin de semana Sabrina está con su papá y viene hasta mañana.
E: ahhhhh.
S: Ayy Lucía que pena contigo venir a molestar no sabía.
L: Tranquila Sara tampoco es para tanto, mi hija me imagino con lo despistada no le dijo nada a Emy.
S: No Lucía no te preocupes, mira voy a ir a donde mi mamá.
L: Luego que pasa?
S: Lo que pasa es que Carlos y yo tenemos que ir a donde la mamá de él a visitarla que está muy enferma y no tengo a quien encomendar a Emy.
L: Sarita, tranquila si quieres me puedo quedar con ella, de todas formas no tengo nada planeado para este fin de semana así que si Emy no tiene problema y Carlos tampoco, me la puedes dejar.
Emy sonrió diciéndole a la mamá que si la podía dejar, y, Sara luego de llamar y preguntarle a Carlos y este dando el ok, Emy se quedaría conmigo ese fin de semana.
Luego de irse Sara, Emy acomodó su maleta y nos sentamos en el comedor a hablar de como iba en sus estudios, preguntándole cosas de mi hija, etc. Llegó la hora del almuerzo, cociné algo mediano para las dos y después de almorzar descansamos un rato y le propuse:
L: Emy, que te parece si ahorita nos cambiamos y nos metemos en la piscina?
E: claro que sí señora Lucía, ya me voy a cambiar.
Ella fue a la habitación de mi hija y yo naturalmente me cambié en la mía, me coloqué de vestido de baño de dos piezas naranja, el brasier me quedaba un poco ajustado dándole realce a mis senos y la tanga, también le daba realce a mi cola, lo cual se me veía muy sexy.
Al llegar a la piscina ví también a Emy, tenía también un vestido de baño de dos piezas color azul rey, resaltaba con el color de su piel, bra que apenas tapaba sus senitos, con un calzoncito que resaltaba su colita, estaba calentandome otra vez.
Nadabamos contentas durante un buen tiempo, luego en la orilla, aprovechaba yo para jugar y toquetear con ella, estábamos disfrutando, al final de la tarde, nos salimos de la piscina y yo le pasé una toalla y mientras se cubría la abrazaba yo para darle calor, ya que ella sentía frío.
Nos cambiamos y cociné algo de cenar para nosotras, después de ahí, estuvimos en la sala viendo una película, aprovechaba para abrazarla y consentirla parecido a mi hija, pero aquí buscaba algo más carnal. En un momento, Emy también sintió confianza conmigo y también me abrazó, cosa que me volvió a encender, ahí hice mi siguiente jugada, pasé mis dedos por sus brazos, su piel se comenzó a erizar, Emy se sentía rara ya que volteó y me preguntó:
E: Señora Lucía, que es lo que hace? Me siento rara.
L: Lo siento, no pensé que te incomodaria.
E: No no, es raro pero… Me gusta.
L: Emy te puedo pedir algo?
E: claro que sí señora.
L: Ésto no lo vayas a contar a nadie, ni a tus papás ni a Sabrina ni a nadie.
E: Porque no?
L: Porque ante los demás esto está mal pero si a ti te gusta podemos seguir pero solo eso te pido.
E: Está bien, no le diré a nadie.
Luego, tome su mentón y acercándome a su carita la comencé a besar, fue un beso suave y romántico, Emy me miraba con sorpresa pero a la vez sonreía lo cual demostraba aceptación, luego, volví a besarla pero esta vez con más pasión, Emy se dejaba llevar de lo que yo le hacía, luego de desnudarla, me dediqué a besar y chupar sus teticas, Emy ya respiraba pesado, con mi lengua recorría su cuello, su pecho, su vientre, su ombligo hasta su bajo vientre, ahí la abracé y colocándome detrás de ella comencé a besar su cuello y su nuca, bajando por toda su espalda recorriendola con mi lengua hasta llegar a sus nalgas, allí las agarré con mis manos mientras las besaba, luego, haciéndola poner en cuatro, mostrándome su vagina rosadita y su culito todo cerradito, procedi a pasarle mi lengua, Emy respiraba más pesado y comenzaba a gemir.
E: aaaahhhh, señora Lucía no entiendo ésto pero me gusta, ahh ahhh.
Yo seguía pasando mi lengua de abajo hacia arriba y viceversa desde su vagina a su ano y viceversa, luego humedeci dos de mis dedos, intenté meter el primero, Emy balbuceaba:
E: ayy señora Lucía, me está doliendo ayy ahh.
Yo metía el dedo en su vagina con cuidado, ella acomodaba sus nalgas hasta que finalmente metí mi dedo hasta el fondo:
E: Ayyy duele duele ayy.
Dejé quieto mi dedo hasta que Emy se logró acostumbrar al dedo y dejó de quejarse, luego procedi con mi otro dedo a su anito, lo comencé a pasar, Emy temblaba y en el temblor el dedo en la vagina inconscientemente la follaba.
E: ayy uhhmmm ayy uhhmmm.
Metí el dedo completamente en su ano, ella gritaba, los dos dedos estaban quietos hasta que ella dejaba de quejarse, cosa que finalmente sucedió, luego comencé a mover los dos dedos al tiempo dentro de su vagina y su ano, eso con una mano, con la otra le pegaba palmadas a su culo, ella gemía.
E: ahh ahh ayy señora Lucía me está gustando ayy ahh ahh.
De un momento a otro aceleré la doble penetración de mis dedos y luego cogí su cabello, señal de total sumisión, Emy gemía y gritaba de un placer indescriptible que estaba sintiendo.
E: ahh ahh ahh si señora Lucía me gusta ahh ahh siga por favor no pare ahh ahh ahh uhhmm uhhmmm ahh ahh ahh ahh me orino me orino ahh ahh ahh ahh ahhh uhhmmmm ahhhhhhhhhhh.
Emy tuvo su primer orgasmo, aún así dejé mis dedos dentro de sus huequitos, Emy gateaba para adelante y atrás y yo no sacaba los dedos, luego la dejé de rodillas y besaba su boca y de un solo golpe saqué mis dedos.
Luego seguía besando la boca de Emy, y mientras hacía eso me desnudé, dejando mis tetas grandes con aureola y pezones café, mi piercing en el ombligo y mi vagina peluda, la niña miraba asombrada mi cuerpo, no la dejé sorprenderse y la seguí besando, bajé su cabeza a la altura de mis senos, los cuales ella comenzó a chupar como si fuera una bebé, luego me dí vuelta con Emy arrodillada y yo me levanté, dejando mis nalgas a la altura de su cara:
L: Emy, se que te va a gustar, no te resistas, saca tu lengüita y disfruta.
Luego Emy comenzó a besar mis nalgas, cuando logré ver qué sacó su lengua, abrí mis nalgas, dejando mi ano a su alcance, ella con cierto asco pasó su lengua en mi hoyo anal, me estremecí, luego sentí otro lenguetazo más y así comenzó a lamer, yo respiraba pesado y movía mi culo pegandoselo más a su carita:
L: ahh si Emy te gusta mi culo? Ahh me encanta como lames.
E: ujum lap lap lap.
L: ahhh si quieres chupa chupa, se que te gusta mi culo, cómetelo.
E: slurp slurp slurp.
Ella chupaba mi ano como si su vida dependiera de ello, era sublime, me sentía en la gloria, estaba a punto de venirme pero no lo quería así.
Me senté en el sofá, veía la cara de Emy, sus labios brillaban de comerse mi culo, su mirada, sorprendida pero sonriente, abrí mis piernas, mostrándole mi vagina con buen vello, con mi dedo dándole una señal, se acercó gateando, comenzó a lamer mi vientre, pasando su lengua alrededor de mi ombligo, luego, ya del desespero, bajé su cabeza a mi vagina, ella abrió su boca y comenzó a meterse mis vellos en ella, yo gemía nuevamente, luego pasó su lengua por mi clítoris, a guianza mía y comenzó a lamer, era tal mi excitacion que agarré su cabeza y monte mis piernas en su espalda, rodeando su cabeza con mis muslos, ella con cada chupada me hacía estremecer y mover mi pelvis.
L: Ahh ahh si Emy así por favor no pares sigue chupando, de aquí salió tu amiga Sabrina, ahh ohh ahh.
Cruzaba miradas con Emy y era un espectáculo, la niña blanca rubia de ojos verdes, rodeada de mis piernas morenas y con mi vello púbico en su boca, mirándome inocentemente mientras me daba placer, cada vez mis movimientos eran más rápidos sentía que me iba a venir.
L: ahh ahh ahhh ahh Emy si si me voy a venir me voy a venir me voy a venir uhhmmm juummm………….ahhh ahhh ahhh ahhh.
Tuve mi orgasmo, sentía que se iba mi alma, tenía todavía atenazada a Emy, no quería soltarla, ya que cada vez que movía su lengua me pasaba un corrientazo que me hacía mover. Finalmente, después de un rato logré descansar y liberé a esa niña de las garras de mi vagina, la miraba a ella, Emy tenía su mirada tierna, un poco seria, su cabello desordenado, un vello al pie de su labio y restos de líquido vaginal en sus labios, mentón y parte de su pecho, nos acomodamos, nos fuimos a mi habitación y nos dormimos.
Ese domingo en la tarde, llegaron los padres de Emy, la niña al despedirse me abrazó y me dió un beso en la mejilla, de ahí en adelante seguimos hablando y cuando mi hija se va con su papá aprovecho para que sus padres la traigan y yo seguir mi aventura con ella….
Excelente Relato, Gracias por compartir, espero que tengas mas…
Muy hermoso tu relato
Se me puso re dura la pija, espero que continúes con el relato, estuvo exquisito
Es la primera vez que leo un relato de lesbiana y madura, me gusto mucho, como llevaste la amistad y la curiosidad al siguiente nivel. Deberías darle un cierre mas personal al despertar el domingo y buscar una segunda parte.
Ayyyy que ricooooo !! me encantan los relatos lésbicos de mujeres adultas follándose a niñas, me calientan demasiado!!
Ami tambien me caliente me he dado una masturbada con este que rico tener una niña
Uuuf delicioso tu relato tener una así es la lujuria y morbo que da espero que sigas con más relatos
Muy buen relato. De lo mejorcito de sexo lésbico entre una madura y una niña. La única falla es que, a un niño o niña, no se le puede pedir que no cuente nada. Es la esencia de la niñez. Los niños/as sienten la obligación de contar a sus padres todo lo bueno o lo malo que les sucedió. No poder hacerlo los traumatiza y les causa dolor. Más todavía, si lo que sucedió es algo que les agradó mucho. Obligar a una niña a no contar nada a sus padres, es traumatizarla. Disculpe. Pero es así.