La chica Monroy II
Tercer encuentro entre Fernanda y Camila, algo íntimo que marca el inicio del or en está joven pareja de chicas..
El sábado por la mañana trae consigo el agetreo normal para la familia Urrutia, los chicos Monroy se preparan para desayunar, Camila emocionada presiona a todo mundo para que se apresure víctima de la desesperación de ver a su amada Fercha.
Puntual, como siempre, el padre de los chicos llegó a recogerlos acompañando de una visiblemente felíz Fernanda.
Educada y bastante propia la chica se baja del vehículo para saludar a su madrastra y su esposo.
El saludo es cordial y hasta cariñoso, el trío guarda un secreto, disimulan su complicidad como profesionales, ni los gemelos, el padre o la misma Camila notan nada extraño más allá de lo fraternal del saludo, hecho que no pasa desapercibido para el padre Monroy pero que interpreta como una buena señal.
El camino a casa es el de siempre pero con un ligero cambio, desde el divorcio el padre Monroy cambió de vehículo dejando atrás su sedán, ahora maneja una van que alberga a toda la familia sin problemas.
Los gemelos van al fondo jugando videojuegos, justo detrás del señor Monroy están sentadas Camila y Fernanda, la proximidad dio paso a la conversación.
- Veo que te llevan bien con Samantha y Dan, Fernanda.
- Sí, es coordialidad, es la madre de mi mejor amiga y su esposo, lo mejor es tener una buena relación.
- No podría estar más de acuerdo, las cosas pasaron, lo mejor es seguir adelante y perdonar.
- Por eso me agradas, en eso nos parecemos, ambos somos relajados, perdonamos fácil y lo más importante, queremos ver feliz a mamá.
- También te quiero ver feliz a tí cariño.
- Lo soy, estoy feliz con mi vida, estoy felíz que seas mi nuevo padre, me gusta mucho tenerte en mi vida.
- Gracias cariño, también me gusta ser parte de tu vida…
- Ya… No lo hagas raro, mejor pon atención al camino, si mamá se entera se va a molestar.
- Ja ja ja, vale vale.
Fernanda es honesta, de verdad es felíz de tener al señor Monroy de padrastro, al inició no estaba convencida de que su madre fuera la amante, dicha relación duró bastante tiempo, suficiente para convencer a la pareja que en realidad querían estar juntos, que se amaban, al final los eventos y el tiempo ayudó a que las cosas se asentaran y ahora el señor Monroy está casado con su madre y es su nuevo padre.
Pese a su poco deseo y creatividad a la hora de intimar, el señor Monroy es un excelente padre, cariñoso con sus hijos y esposa, atento, excelente proveedor, bastante despistado con la malicia de la gente, pero es una buena persona.
El resto del camino las chicas jugaban juegos de manos, cantaban, se hacían cosquillas, recargaban sus cuerpos para sentir su calor.
Sin coito, las pequeñas disfrutaban su compañía dejando fluir sus emociones dando paso a un creciente amor.
En casa de los Urrutia la pareja hace el amor, sin nadie en casa, se entregan en cada rincón de la casa, incluso en la cama de Camila, están decididos a dejar su escencia en cada rincón de la casa.
Sentados en la sala de los Monroy los chicos esperan a que Alexa este lista, saldrán a comer a un restaurante que le gusta a todos, los 4 chicos juegan inocentes, Fernanda notó que cuando los hermanos de Camila están cerca, la niña abandona todo su morbo comportándose como lo que es, una niña de 9 años.
El grupo de 4 chicos y dos adultos reposa en casa después de la comida, Fernanda y Camila duermen en el sillón de la sala recargando sus cuerpos, la imagen es tierna, Alexa toma una foto de la pareja de amigas sin saber que son en realidad una pareja de amantes.
Los gemelos se retiraron a su cuarto a jugar videojuegos, el matrimonio se retiró a su recámara a intimar, la tierna pareja de lesbianas amantes descansa cargando baterias para lo que vendrá está noche.
Samantha, aún desnuda, con restos de sudor y fluidos, reposa en el pecho de su esposo, su celular vibra en la mesa de noche, la pareja ignora el mensaje concentrados en besarse y tocar sus cuerpos, con la casa sola les es imposible mantener las manos alejadas del otro.
El mensaje no es nada importante, solo una foto con la leyenda «Son tan lindas», Alexa ignora por completo que su hija y la hija de su amante, ahora esposo, sostienen una relación sentimental que ha sido consumada en varias ocasiones, Alexa y el señor Monroy son tal para cual, inocentes.
La noche cobija la ciudad, Dan y Samantha tienen un suave coito anal, arrodillados bailan dulcemente disfrutando la penetración, él abraza su enorme barriga desde atrás, ella sujeta su nuca alzando los brazos hacia atrás.
Besos, suspiros, gemidos y – te amo – llenan la habitación, hace rato la pareja vió la foto enviada por Alexa, las chicas se ven lindas, nadie pensaría que son amantes de la misma forma en que nadie pensaría que Camila se come un pene de 17 centímetros por su tierna vulva.
El matrimonio Monroy se vuelve a dar amor, ninguno de los dos era particularmente activo sexualmente, pero la libertad que les da haber terminado con el amorío y ahora ser esposos, saber que todas las cosas van bien entre lo niños y el embarazo de Samantha, les animó a querer un hijo de ambos, la emoción de procrear los tiene excitados todo el tiempo, a diferencia de los Urrutia, su sexo no es espectacular, no obstante, es bastante satisfactorio para ambos.
Pero lo intenso sucede en la recamara de Fernanda, pero comenzó como algo inocente.
Niños dense un baño y a dormir.
- Si Lexa.
- Niñas ustedes también.
- Ma, queremos probar unas demás y maquillarnos, ¿Nos podemos desvelar?
- Ok amor, pero no vayan a dormir con crema o maquillaje encima, y no se desvelen mucho.
- Gracias Ma
- Gracias Alexa
En la recámara de Fercha las niñas vestidas con blusas y shorts esperan que la mascarilla se seque para lavar sus rostros, inmersas en una sana conversación rien de sus infantiles bromas, comparten sus vivencias semanales a profundidad, se confían sus secretos, todo pasa tomadas de la mano, las chicas pueden sentir el calor mutuo acumulado en la unión.
En un momento las chicas guardaron silencio, les urgía besar sus labios pero primero necesitaban remover las mascarillas.
En el lavamanos, una a lado de la otra las pequeñas amantes lavan sus rostros con agua, festejan la suavidad obtenida, aunque está suavidad sea propia de su edad.
Mirándose atraves del espejo las chicas cruzan sus miradas, los corazones laten rápido, sus cuerpos reaccionan por inercia y se unen torpe apasionado primer beso de amor para ambas.
Fernanda saca su lengua al ataque, Camila response el asesio como tantas veces a visto a sus padres primero y a Dan con Samantha ahora.
Gimiendo en medio del beso, Fercha tomó la iniciativa, la pequeña Camila tiene más experiencia en temas sexuales, pero en lo romántico Fernanda tiene todo mucho más desarrollado, no tiene experiencia, pero si mucha determinación.
La niña de 9 años se dejó hacer en manos de su amante que toma su rostro con ambas manos, la niña corresponde el beso pero es Fercha quien tiene el control.
Camila no sabe que hacer o como reaccionar, sabe cómo mamar un pene, sabe chupar una vagina, sabe que tiene pose tiene que adoptar para que le entre un pene por su vulvita de 9 años, sabe ponerse en 4 para que le coman el ano, incluso sabe mover su lengua en el beso, pero ignora completamente cómo reaccionar a un beso de amor, ver a su madre abrazar a Dan es una cosa, pero reaccionar a lo que está sintiendo es otra.
Fernanda le come la boca, es el primer beso de la chica pero tiene algo de práctica con su almohada, había fantaseado con su primer beso de amor, domina completamente a la fierecilla que atina a sostener sus brazos abiertos.
Al terminar el beso un hilillo de saliva las une, sonrojadas las niñas se ríen quedito, los brazos de Camila por fin reaccionaron, Fernanda sujeta su rostro con ternura y ella rodea su cintura con amor.
En esa pose las niñas caminan con cuidado a la cama, sus ojos fijos, una cálida sonrisa dibujada, respiran profundo, sudan, saben que esta noche será diferente, van a consumar su amor.
Paradas a un lado de la cama las niñas se desvisten mutuamente, las prendas caen, queda a la vista el atlético y juvenil cuerpo de Fercha en comparación del infantil cuerpo de Camila.
Las dos niñas se vuelven a unir en un tierno beso mucho más tranquilo que el anterior, ojos cerrados, pronto dejaron los besos largos para dar paso a los juguetones besos cortos, alguna mordida suave, algo de risas, caricias prolongadas, un discreto chupete por aquí o por allá.
Piel con piel, vientre con vientre, fundidas en un abrazo las niñas sienten latir el emocionado corazón de su pareja, aspiran su aroma, transmiten su calor.
Fernanda empujó a Camila a la cama, el cuerpo de la nena cayó suavemente guiado por los brazos de su amante, montada sobre ella la adolescente asedia de nueva cuenta la boca de la niña que recibe con gusto los labios de su amada, las manos de Camila salieron de su letargo recorriendo el cuerpo de su amante.
Sus manos infantiles recorren el firme cuerpo adolescente, espalda, cintura, nalgas, la niña todo lo que Fernanda tiene para ofrecer, reclama el cuerpo como suyo usando sus manitas, deja tatuadas sus caricias en la piel de Fernanda que recordará este momento para siempre.
Una pierna se clava en la entrepierna de Camila, caliente por naturaleza la niña mueve su cintura tallando su vulva contra su amante.
El calor del genital y su humedad dejan rastro en la estilizada pierna, Fernanda inicia su descenso abandonado la boca de Camila que suspira con fuerza gracias a los besos de su amante.
Firmes y suaves, así son las manos que colman de placer a la niña de 9 años, Fernanda sabe acariciar, es un talento innato, una corriente eléctrica recorre todo el cuerpo se la niña creados por las manos de su amante.
Besos aquí y allá dejan un rastro de saliva, arrancan suspiros extra en la pequeña que tiene la vulva completamente encharcadas y dilatada.
Fernanda raspa la piel de Camila con su lengua, leyó en alguna parte que lamer después de un beso causa más placer, la chiquilla de 9 años al borde del abismo puede corroborar eso, aún no han tocado su vulvita o pezones y la nena está lista para estallar en un orgasmo.
Todas esas nuevas sensaciones y emociones, la pequeña Camila tiene una revolución conceptual respecto al sexo, por momentos podría afirmar que esto le gusta más de lo que hace con Dan.
Los pezones erectos de Fernanda rozan la piel de Camila causando un agradable placer en ambas chicas, sin previo aviso los juguetones y curiosos dedos de Fernanda tocaron con ternura los diminutos pero firmez pezones de la niña.
Un exquisito orgasmo extremecio a nuestra pequeña protagonista, delicadas cosquillas recorren su piel que tiene protuberancias que van desde su ingle hasta su cuello, los fluidos vaginales inundan su interior, Fernanda la tiene más empapada de lo que Dan jamás la ha tenido, gime entre suspiros de placer, sonríe de oreja a oreja extenuada con el delicioso orgasmo que acaba de experimentar.
Fernanda se muerde los labios inferiores con media sonrisa, está satisfecha con su trabajo, ahora es su turno pero ella es paciente, además su forma de demostrar amor es dando, con sus manos recorre sutilmente la piel de la chiquilla, espasmos ligeros sacuden el cuerpo de su jóven amante allá por dónde pasan.
Abierta de piernas, Camila descansa en la cama de Fernanda, sus piernas reposan enredada en la cintura de su amante, acaricia las manos que tanto placer le dieron, le sonríe, es una sonrisa tímida y enamorada, Camila va en cuenta que en esta relación ella es la que sigue, su amante esta dispuesta a darle todo lo que pida, pero al final, Fernanda tiene las riendas de la relación.
- ¿Te gustó?
- Sí-ip, mucho.
- Aún no terminamos, es la primera parte.
- ¿Ahora qué sigue?
- Primero, vamos a tomar agua, después, te tengo una sorpresa.
Fernanda tiene 14 años, es más inteligente que el promedio, vive en una ciudad grande, tiene acceso a Internet, una mala supervisión por exceso de confianza, aunque se la ha ganado y lo más importante, tiene dinero.
La chica tiene una mesada de aproximadamente 70 dólares mensuales, ahorrativa por naturaleza, tiene guardada una cantidad significativa de dinero.
Nuestra co-protagonista es consciente de sus carencias, no tiene un pene, tiene manos, boca, piel, succión y puede hacer maravillas con eso, sin embargo, Fernanda sabe que no tiene un pene.
Una búsqueda rápida de contenido pornográfico le ayudó a encontrar lo que necesitaba, se quebró la cabeza para conseguir comprarlo siendo una menor de edad, no vamos a explicar la peripecia, pero lo consiguió, le costó un más de lo estimado, pero no importa.
Una vez recuperadas, las bribonas están listas para seguir… Fernanda esta dispuesta a entregarle sus virginidades y esta decidida a reclamar lo que queda de virginidad anal de su pequeña amante.
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