La monja
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Karlitaswet.
Mi nombre Karla tengo 33 años, este no es mi nombre real pero por razones obvias no ocupo el mío. Soy una mujer casada con hijos pero siempre he tenido un lado muy oscuro, desde chica he tenido tendencias bisexuales, en la escuela sentía sensaciones raras al estar cerca de ciertas chicas en particular y después tuve la oportunidad de estar con una. En mi caso me gusta vivir con un hombre, tanto que estoy casada con uno pero no puedo negar que el cuerpo de una mujer me puede volver loca.
Desde hace algunos años tengo amistad con un hombre que entiende como funcionan mis necesidades, los dos hacemos espacio en nuestras agendas familiares y sociales para vernos y pasar buenos ratos. Este relato que les contare sucedio hace aproximadamente un año y medio, la verdad podría ser la fantasía de cualquiera pero nosotros tuvimos las suerte de disfrutarlo en carne propia.
Habíamos conseguido escaparnos un fin de semana juntos, Carlos mi amigo y yo, como era un viaje de relajación decidimos ocupar una línea de autobuses para llegar a nuestro destino. Para aprovechar el fin de semana tomamos el autobús el mismo viernes por la tarde, como es usual cuando nos vemos CArlos y yo no aguantamos las ganas de meternos mano y cojer como desesperados. Como nos vimos directamente en la terminal de Autobuses solo nos saludamos y nos subimos al autobus, nos hbian dado acientos en la mitad del autobus pero al ver que estaba practicamente vacio no fuimos a los asientos de atras. No tenía que decirle a nada a Carlos, él suele pensar igual que yo y sabía que el fondo del autobus iva ser un lugar comodo para hacer algo.
Mientras el autobús salía de la ciudad fuimos platicando y poniéndonos al día, como suelen ser los viajes nocturnos las luces interiores del autobus las apagan y ponen alguna película en la pantalla, cuando estabamos fuera de la ciudad y todos los pasajeros se habian acomodado comense colocando mi mano sobre el pantalon de Carlos, el solo sonrio por que ya sabía lo que venia. Debo de decir que soy vouyeriste y exhibisionista pero en este caso no quería armar un alboroto dentro del autobus asi que solo me iva alimitar a lo indispensable, una buena mamada. Despues de frotar un poco mi mano sobre le pantalon de Carlos ya podia sentir como estaba algo muy duro debajo, tome la frasada que dan a los apsajeros y la coloque sobre sus piernas, ahora sin problemas podria abrir su pantalon. El solo sonreia y miraba al frente, al meter mi mano pude sentir su verga dura y despues de una par de jalones senti un poco de jugo escurrir por mis dedos, eso me daba a entender que tenía ya varios días sin sexo y que seguro tenia uan dotación de leche muy rica esperandome.
No me importo si alguien me veía, yo crei haber visto que nadie estaba en los asientos al rededor nuestro ya demás me moria por comerme ese palo, asi que meti mi cabeza debajo de la frasada y me dedique a lo mío, tenía tiempo sin estar con Carlos por lo que mi antojo erá enorme, me sabía tan rica, dura y caliente, después de unos instantes pude sentir la mano de Carlos sobre mi cabeza, sabía por que lo hacía y no era necesario porque yo lo quería, comencé a meterme más profunda esa rica verga, llegaba prácticamente hasta mi garganta, tenía que hacerlo muy lento para no hacer ruidos y despertar a alguien, pero por lo mismo que me la estaba comiendo con calma y hasta el fondo podía sentir como Carlos lo disfrutaba, cad vez salía más jugo de su verga y más rico me sabía, yo no pensaba parar hasta tragarme esa rica leche, así que con una de mis manos la meti y comence a masajearle los huevos, se como le encanta que le haga eso, además aprete mis labios y comence a succionar lo más fuerte que podía sin hacer ruido, él sabia que quería su leche y que cuando me pongo en plan de putita siempre consigo lo que quiero, así que también ayudo a que fuera más rapido, comense a sentir como los huevos en mi mano se iva acercando a su verga, pida sentri todas las venas de su palo y la delicia de la orilla de su cabeza.
Se sentian más duros esa era señal de que mi cena estaba a punto de servirse, pude sentir como su verga se ponia dursima y me prepare las saque del fondo y la puse donde pudeirá llenar de leche la boca de su putita. Fue una delicia podía sentir como sus chorros de leche golpeaban en mi paladar y llenaban mi boca, comence a tragarlo, estaba delicioso, espeso y de ese sabor uico, no iva a dejar ni una gota, Y aí fue segui succionando suave para sacarle todo, ya se que sencible le queda despues de una buena venida pero no le iva a dejar leche en los huevos al menos en ese momento. Cuando sentía que no hiba a salir más la saque de mi boca y me dedique a dejarla limpia con mi legua, que como nueva jajajaj. Me incorporé había olvidado por completo el autobus, no vi a nadia la vista asi que me acomodo el cabello y el di un pequeño beso a Carlos, recline mi asiento y me acomode para recuperar el aliento, despues de unos minutos estaba recuperada pero fue entonces cuando vino mi sorpresa, de un par de asientos delante de nosotros en el lado opuesto del autobus se levanto una persona en dirección al baño que estaba en la parte posterior, cuando la vi solo podía ver su silueta por la obscuridad y me parecio que traia una mascada al rededor de la cabeza, supuse que era una mujer. Paso a nuestro lado, Carlos empezab a quedarse dormido por lo que no la noto, yo estaba confiada de que no habia visto o escuchado nada, pasaron un par de minutos y salio del baño, la luz aun estaba encendida en el interior del baño así que ahora si la pude ver bien, era una monja!! eso si me tomo de sorpresa, deinmediato me espante como si aun fuera una niña en la escuela de mojas jajajja.
Cuando paso a mi lado pude ver su rostro era joven y relativamente atractiva, pero lo que me dejó fría fue su mirada, entre mujeres sabemos loq ue son las miradas y las suya delataba dos cosas, una sabía lo que acababa de hacerle a Carlos y segunda le gustaba ser cómplice del secreto. Eso me hizo sentir una emoción inmediata en el estómago.
Ella siguió a su lugar y se sentó, yo no sabía que hacer, vi como endendió la pequeña luz sobre su lugar, por unos minutos trate de pensar que hacer, el susto incial se hbía convertido en curiosidad y morbo, era genial. Cuando ví que su luz permaneci encendida decidí tomar al toro por lo cuernos, o al monja por el hábito jajajaja, me levante, Carlos ya estaba profundamente dormido, así que no le tuve que explicar , cuando llegue a su lugar note que ella estaba leyendo. La salude y le dije que si me pida sentar a su lado, ella abrio los ojos de sopresa y no contesto, yo aproveche el momento y me senté, le dije “perdona pero mi marido ya esta muy dormido y ami me ha dado insomnio de nuevo, no te inporta si te hago compañia?” fue entonces cuando ella sonrió nerviosamente y dijo que no habría problema que con gusto. Note que ella comenzaba a sonrojarse lo cual me dio más ánimos. Comencé preguntandole que leia, y erá alguna novela que no conocía pero por el título le segui la platica para hacer algo de conversación, ella cada vez se ponía más nerviosa, lo notaba en sus manos que no se quedaban quietas. Yo suelo ser demasiado directa así que hizo lo común para mi, le dije “ oye no estes nerviosa se que sabes que hice hace rato con mi Marido y a mi ni me incomoda ni me molesta y me parece que a ti tampoco así que mejor no lo dejamos atrás y platicamos con calma y sin incomodidades” ella solo rió y dije “esta bien”.
Fue entonces cuando me dijo que su nombre era Clara y que trabaja en un peuqeño pueblo donde la funcionaba como administradora de una casa para personas desamparadas, la mayoría solían ser inmigrantes que iban de paso, personas mayores que estaban enfermas o lastimadas y no podían seguir su viaje. La plática era agradable y parecíamos conocernos de años, aunque en todo momento teníamos un aire de cómplices. El autobus se detube en un estación de gasolina y comedor, Clara me dijo que era normal, que esta ruta solía hacer una parada de 30 minutos en ese lugar, así que era buena oportunidad de cenar algo.
Le dije que le diría a mi Marido para que también aprovechará el descanso, que nos veríamos en el comedor. Fui a mi lugar, desperté a Carlos y le dije que si no quería cenar algo, me dijo que sí así que bajamos, no le comente nada de Clara, cuando llegue al comedor pude ver a clara en un taburete al fondo, llegamos y presente a Carlos como mi esposo, no tuve que decirle nada Carlos ya conocía esa rutina y se presentó como si fuéramos un matrimonio feliz, la saludó de mano y se sentó. Ordenamos algo de cenar y hicimos algo de platica ligera, no enteramos que la casa de ayuda social de clara estaba a las afueras de la ciudad a la que ivamos. Despues de comer algo muy pequeño, pedimos un café, sin importar cual fue el tema yo baje una manopor debajo de la mesa la puse sobre la pierna de Carlos, él ni nadie sospechaban mis planes, sin aviso comnce a moverla sobre su entrepierna, mi intención era que nadie en el comedor a excepción de Carlos y por supuesto Clara. Ellos se quedarón frios asi que yo continue la platica como si no sucediera nada, Carlos entendi más rapido pero Clara no sabia que hacer por lo que le sonrei de una forma que le inspirar complicidad y tranquilidad, ella sonrio de vuelta pero estab nerviosa volteaba hacie el resto personas pero nadie nos ponia atención. Fue entonces cuando pude notar que ella también se estaba excitando.
Despues de unos minutos la verga de Carlos ya estaba completamente dura y el rostro de Clara se ponia cad avez más rojo, no era nervios o pena podía ver que era calentura, seguro estaba super mojada, yo puedo distinguir una putita con solo verla, fue entonces cuando ella pidio permiso y se levanto hacia los sanitarios. Entonces Carlos me pregunto que cual era mi plan por que no entendia nada, se trataba de una monja, jajaja, yo solo le di un pequeño beso y le dije que confiara en mi. Me levante de mi lugar y tambien me dirigía hacia los baños. Al entrar encontr a Clara mojandose el rostro seguramente para disimular su excitación, ella al verme no dijo nada y solo sonrio, yo me coloque a su lado y comnece lavarme las manos, ella no sabía que decir asi que dio vuelta y entro a uno de los pequeños cubiculos para de los baños, de inmediato la segui y sin darle oportunidad de hacer nada me meti al baño con ella. Puse mi dedo sobre mis labios para decilre que no hicera ruido, ella nos sabía que hacer. Yo estba a punto de cumplir una fantasía que todos tienen, me iba a coger una monja!!.
En momentos así es donde me sale lo golfa, jajajaj. Puse mi mano de forma delicada sobre la boca de Clara para que no hiciera nigun ruido, ella de inmediato dió un paso hacia atras y quedo contra la apred del cubiculo, yo solo tuve que dar un paso para pegar mi cuerpo al de ella. Clara estaba petrificada así que sabía que era mia, comence pasando mi bazo por su espalada a la altura de su cintura, cuando estuve bien pegada contra ella comence a moverme un poco pra que sintriera mis senos contra los suyos y mis muslo entre sus piernas. Sabía que no teníamos mucho tiempo antes de que el autobus partierá así que decidi apurar el tema. Mis dos manos fueron directo sus nalgas. Hasta este momento no les he platicado que traíamos de ropa: yo algo comodo jeans, tenis, y una playera olgada,la verdad pense primero en la comodidad del viaje, Clara traía ropa muy sobría, una falda sin niguna gracia que llegaba debajo de sus rodillas un sweter de botones al frente una una blusa cerrada hasta el cuello y en su cabeza esta tela que cubre su cabello, disculpen que no sepa el nombre.
Cuando baje mis manos directamente a su nalgas pude darme cuenta que debajo de esa horrible falda habie un buen culito, mi boca fue directo a su cuello, a dar suaves y humedos besos. Ella segui quieta con las manos a sus costados pero sentia como se iva moiendo a la par de mi ritmo, seguro estaba humeda.
Con mi muslo ejercia mas preción entre sus piernas y comence a mover la pierna para frotar su puvis, yo ya estaba muy cachonda asi que con un mano le comnce a masajear una teta sobre su blusa, como no me era suficiente trate de meter una mano por debajo de la blusa y me encanto lo que senti debajo. Clara comence a mover sus manos y las puso al rededor de mi cadera para jalarme y seguir el ritmo con el cual metia mi muslo entre sus piernas, erá como si quiesiera que empujara más fuerte.
Mi mano masajeaba su trasero y la otra mano pudo llegar hasta su bra, se veia que era un bra muy sobrio por no decir de señora pero de inemdiato note un pezon grande y duro, como me gustan, como no tenía varilla pude sacar una de sus tetas, sentí una piel suave y una aerulea grande completamente erizada por la excitación, su pezon era descomunal como un boton grande y duro, mientras más los sobaba y apretaba más se calentaba. A mi parecer no erá la primera vez ue estaba con una mujer, siendo monja supongo que estar rodeada de mujeres en un convento a de dejar habitos muy ricos, jajaja.
Mi cabeza tuvo un momento de coherencia y pesne en el tiempo, me quedaba muy poco así que decidi ir por un buen premio, sin dalr oportinidad me baje rapido al mismo tiempo que levantaba su falda para meter mi cabeza debajo, ella trato de detenerme pero fue tarde, yo ya tenia mi cara frente a sus braguitas, podía oler su exitación, eso me hizo calentarme más, con una palama de mi mano comence frotando su pubis sobre sus braguitas, estaba empapada, sentia sus manos sobre mi cabeza arroba de la falda, ya no trata de detenerme.
Despues de unas sobaditas decidi que era hora de cenar de nuevo con un dedo, movi su pantaleta hacia un lado, la punta de mi lengua busco su clitoris estando ella de pie y con las piernas levemente separdas no sería tarea fácil pero no me importaba. Para hacerla colaborar decidi meterle un par de dedos en su concha, con lo mojada y caliente que estaba Clara le entraron de inmediato, ella entonces separo más sus piernas y adelanto su pelvis, ahora si pude pegar bien mi boca para mamar ese rico lcitoris. tenía un sabor delicioso, un sabor salado pero sobre too a prohibido. No se cuanto munutos pasaron pero yo me estaba comeindo esa deliciosa panocha como si fuera la ultima dle mundo. Yo tambien me moria por que le dieran gusto a mi panochita, pero sabía que no había tiempo, estaba tan mojada que podia sentir como mis jugos estaban pasando de mis pantaletas hacía la mezclilla, eso solo me pasa cuando me sale lo golfa y estoy haciendo algo muy rico.
De repente alguien toco la puerta de los baños, y aviso que el autobus partiria en unos minutos, nos quedamos quietas las dos, cuando nos dimos cuenta que no entro nadie nos tranquilizamos, como no quería quedarme sin dejarle un regalo Clara meti otro dedo mas asu panocha, ya tenía tres hasta dentro y pegue mas mi cara ontra su puvis, le dí tan fuerte y rapido como pude para hacera venir, en unos segundos pude sentir como sus piernas temblaban y comenzaba a tener pequeñas convulciones, en un instante sus manos apretaron con mucha fuerza mi cabeza contra su panoch, yo no podia respirar pero sentia su orgasmo en mis dedos.
Caundo termino me levante ella estaba completamente roja de la cara, solo sonreia, le dí un beso muy largo y profundo para que probara sus propios jugos en mi boca. Se veia que le encanta el sabor, succionaba con su boca para llevarse todo mi saliva y jugos que tenia en mi boca.
Nos acomodamos la ropa y salimos del cubiculo, por suerte no había nadie, nos mojamos los rostros para disimular la sangre que nos corría por las venas y salimos al comedor.
Ccuando Carlos me vio sabía que había sucedido y más cuando lo bese y probó el sabor de la panochita de una monja.
Continuará…..
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