La perrita obediente
El día que comprendí que para mi mejor amiga yo era irresistible.
El día en que comprendí que para mi mejor amiga yo era irresistible
Era un sábado cualquiera, como casi todos los sábados iba a pasar el fin de semana donde mi amiga Lily, es mi mejor amiga y me encanta pasar el tiempo con ella.
Para ese entonces yo era virgen, al igual que mi amiga Lily. El sexo era algo que no tuviéramos en mente todavía y poco tocábamos el tema.
Ese día en especial, los padres de Lily iban a ir a una fiesta, y como ella es hija única, las dos íbamos a quedar solas en la casa.
Cuando los papas de Lily salieron, ella me contó que en la pieza de ellos había encontrado un video y lo había visto, ella no me dio muchos detalles de lo que vio, sólo me dijo que era un video porno y que quería que lo vieramos juntas. Como todas las cosas nuevas, Lily se veía muy emocionada con esa idea y como somos tan buenas amigas, yo me deje contagiar de esa emoción porque quería saber como era tener sexo, me morí de las ganas porque a esa edad ya se empiezan a pensar en esas cosas y como iba a ser algo que iba a compartir con mi mejor amiga, sentí que iba a ser algo muy especial.
Entramos a la pieza de los papas y nos acostamos en su cama, una junto a la otra. Ya nos habíamos puesto la piyama y la película empezó.
El video estaba grabado en una playa, ese video se quedó grabado en mi memoria y aun después de tantos años, lo recuerdo con cada uno de sus detalles. Lo primero que apareció fueron dos mujeres en bikini besándose, mi sorpresa no la puedo describir con palabras, yo quedé en shock, y mi curiosidad creció al máximo, nunca se me había pasado por la cabeza ver a dos mujeres teniendo sexo, pero debo confesar que se veía muy llamativo. Ver la forma en que se tocaban, como recorrían sus cuerpos. Yo nunca había visto a una mujer desnuda, además mis senos son pequeños y ellas eran dos mujeres adultas, de senos grandes y grandes traseros.
Ninguna de las dos decía nada, estábamos absortas viendo el video, las dos mujeres ya estaban completamente desnudas y cuando una de ellas empezó a lamer el coño de la otra, vi por primera vez un coñito, lo recuerdo como si fuera ayer, el clítoris era grande, al igual que los labios de la vagina, a pesar de que yo soy una mujer, nunca me había puesto a reparar como se veía mi vagina, en ese momento me entro la curiosidad se saber como era la mía. Todo era impactante, la que estaba chupándole el coñito a la otra, movía rápido su lengua, lo hacía de arriba abajo y se metía en la boca todo el coño de la otra y lo succionaba con fuerza, recuerdo que sonaba cuando ella iba sacando el coño de su boca. Como ya dije, Lily y yo no decíamos ni una sola palabra, al menos yo ni pestañeaba, me parecía tan impactante lo que veía que ni siquiera pestañeaba, y mucho menos juzgaba la situación, era algo tan novedoso que no pensaba nada.
En fin, la una le chupaba el coño a la otra y luego cambiaron, recuerdo como gemían como arqueaban sus cuerpos, como le restregaban el coño a la otra con los movimientos de sus caderas, nunca voy a olvidar en la vida ese video.
Cuando ellas terminaron, apareció un hombre completamente desnudo, tenía la verga enorme y las dos mujeres comenzaron a chuparla y mientras lo hacían ellas se besaban. Yo que nunca había tenido sexo, empecé a sentir un pequeño hormigueo en mi coñito, nunca había sentido eso, y entre más veía ese video más curiosidad sentía, mi cabeza empezó a girar a mil revoluciones por minuto, empecé a pensar, que si todos los hombres tenían la verga de semejante tamaño eso de tener sexo iba a ser muy doloroso, me intrigaba mucho la forma en que gemían las dos mujeres, no paraban de hacer ese mismo ruido una y otra vez, se me pasó por la cabeza que lo hacían porque les dolía porque en vedad era una verga enorme, me llamaba mucho la atención de que la cabeza de esa verga era demasiado grande y veía con mucha atención todas esas venas que sobresalían a lo largo de la verga.
Lo único cierto es que Lily y yo no dijimos nada, a pesar de que hablábamos como un par de cotorras, no hicimos ni el más mínimo comentario, lo que si recuerdo, y aun me excita, fue ver salir ese chorro de leche de esa verga y la forma en que caía en la cara de esas dos mujeres y el placer con que se lo tragaban cada una de ellas chupándoselo de la cara la una a la otra.
Lo cierto es que Lily saco el video, lo volvió a guardar y salimos de la pieza de los papas sin tocar el tema, nos sentamos a comer y ninguna de las dos tocamos el tema. Yo por mi parte no tenía ni la menor idea de que decir, aunque empecé a tener miles de dudas. Como era posible que dos mujeres tuvieran sexo, por qué gemían cuando les estaban chupando el coño otra mujer, no podía ser de dolor, entonces por que hacían ese ruido y sobretodo por qué lo hacían cuando las estaban penetrando.
Pensé en lo mucho que me había encantado ese hombre, era alto, corpulento, con unos tatuajes deliciosos, y también me encantó que las mujeres se dejaban dominar de él, ellas lo complacían en todo lo que él pedía, y aun ahora, gracias a ese video, mi mayor placer es que me dominen, cuando le doy gusto al que me domina, es cuando siento mayor placer.
Comimos casi en silencio, hablamos dos o tres cosas superficiales y como ya era muy tarde, porque una de las cosas que más recuerdo es que ese video era extremadamente largo y nos tomo casi una hora verlo por completo.
Yo propiamente estaba en shock, no me salían las palabras, en mi cabeza sólo habían miles de preguntas, recurrentemente las imágenes de ese video llegaban a mi cabeza y lo que más recuerdo, es que sentí ganas de tener sexo, porque lo que vi me dejó deslumbrada, se vio tan rico todo lo que veía, pero lo que nunca se me pasó por la cabeza fue hacer lo que esas dos mujeres se hicieron, porque a pesar de que lo disfrute viéndolo, sabía que eso no estaba bien visto.
Lavamos los platos, nos lavamos los dientes y nos fuimos a dormir. Lily y yo dormíamos en la misma cama, a pesar de la confianza que nos teníamos nunca nos habíamos visto desnudas la una a la otra.
Nos acostamos, nos dimos las buenas noches, y ahora que lo veo más detenidamente, ese video nos dejó sin palabras, nos dimos la espalda y a duras penas nos deseamos las buenas noches.
Yo no podía dormir, y yo sentía que Lily estaba en las mismas, pasamos como una hora intentando dormir, pero era imposible, así que me hice bocarriba, cuando menos lo pensé Lily se montó encima de mí y empezó a restregarme ese coño en mi estomago, no me dijo nada, solo sé que cada vez se restregaba con mayor fuerza hasta que bajó hasta mi cuello y lo empezó a besar. Yo no sabía que pensar, me dejé llevar de lo que Lily quería, fue la primera vez que me dominaron, yo no opuse resistencia pero debo confesar que no tenía ni la menor idea de qué hacer, me paralicé, Lily tomo las riendas y después de besarme el cuello metió sus manos por el cuello de mi piyama y empezó a tocar mis senos, como la camisa de mi piyama era con cuello en ve, sacó uno de mis senos y lo empezó a lamer. Yo no sabía ni que pensar, era la primera vez que me tocaban, así estuvimos un buen rato, Lily me dominó por completo, hizo que me excitara, se sintió muy rico, ella no dejó de restregarme el coño en mi cuerpo, y ahora que lo pienso detenidamente, ella ya había visto ese video antes que yo, y seguro hizo que lo viéramos juntas, porque pensó que podía hacer conmigo lo mismo que vio en el video, lo cierto es que después de que ella chupó mis senos yo ya excitada le hice lo mismo, la bese en el cuello, chupé sus téticas, las tenía hinchadas, los pezones salían como un par de teteritos y eran suaves.
No sé por qué nos demoramos tanto en darnos un beso, más fácil nos chupamos las tetas pero no se nos pasaba por la cabeza darnos un beso, hasta que ella tomo la iniciativa y puso sus labios sobre los míos, se sintió tan rico, sus labios son gruesos, en ese momento fue que me dejé llevar por completo, estaba disfrutando por completo eso de ser dominada, Lily hacía todo con tanta propiedad que dejé de pensar en qué era lo siguiente que tenía que hacer y dejé que Lily me enseñara que es lo que tenía que hacer.
Lily se bajo y puso sus pies sobre los míos y con mucha suavidad empezó a meter su mano por entre el pantalón de mi piyama y empezó a buscar mi coño, yo empecé a temblar de los nervios, al mismo tiempo ella tomo mi mano y la empezó a meter para que yo tocara su coño, la metió un poco, pero luego me soltó para que fuera yo quien la explorara.
Para ese momento yo ya estaba excitada, cuando tomé un poco de conciencia fue que comprendí que esa era la ocasión en que iba a perder mi virginidad e iba a quitarle la virginidad a Lily. Cuando menos lo pensé, fue que ella empezó a meter sus dedos dentro de mí, en ese momento fue que me di cuenta de lo mojada que estaba porque dos dedos de Lily empezaron a entrar suavemente en mi coñito, yo hice exactamente lo mismo que ella, dejé deslizar mis dedos hasta su coño y sentí todo ese jugo que se esparcía por su coño, estiré un poco más la mano y la empecé a penetrar igual que ella hacía conmigo, me excita mucho pensar que fue Lily la primera que me penetro, y también saber que fui yo la que tome su virginidad.
Para ese momento yo me encontrada entregada al placer, Lily con cada cosa que hacía me hacía sentir más placer, de cuando en cuando, con sus dedos dentro de mí, me besaba los senos, yo sentía como se estremecía cada vez que su lengua se deslizaba por mis pezones mientras ella no paraba de penetrarme, sentía sus dedos entrando y saliendo dentro de mí, y cuando los metía del todo presionaba mi punto G, por mi parte yo sentía como apretaba el coñito mientras yo hacía lo mismo que ella, no sé si era porque se venía con lo que yo le estaba haciendo, pero recuerdo que Lily estaba tan mojada que sin importar cuanto apretaba su coñito mis dedos entraban con mucha facilidad. Así estuvimos un largo rato quitándonos la virginidad la una a la otra.
Algo que me excitaba sobremanera era la propiedad con que Lily hacía las cosas, me agarraba la cabeza y la llevaba hasta sus pezones para que yo se los chupara, me daba besos largos, me enseño a sacar la lengua para que la metiera en su boca y me la chupara, parecía que ya tenía experiencia, quien sabe cuantas veces vio ese video y fantaseó en que me iba a hacer lo mismo.
Yo la empecé a empujar un poco, me dieron muchas ganas de agarrarla con fuerza, pero ella me miró de una forma que hasta ahora me excita y con esa mirada me lo dijo todo, inmediatamente yo comprendí que era ella la que llevaba el control de lo que estaba pasando, no puedo olvidar sus ojos, me miraron fijamente, no me quitó la mirada, fui yo quien bajó la vista, me era imposible sostenerle la mirada, era ella quien mandaba y yo me entregué a ella. Lo que si me dejó fue desnudarla, nos empezamos a desnudar la una a la otra, sus pezones estaban tan hinchados que presionaban la camisa hacia fuera, y aunque tenía las téticas pequeñas como las mías sus pezones eran grandes, como ya dije, parecían un par de chupones de lo hinchados que estaban.
Cuando estábamos desnudas yo me sorprendí mirando a Lily como nunca antes la había mirado, ella estaba sentada frente a mí y quedé hipnotizada mirando su coñito, por un momento pasó la idea por mi cabeza de que íbamos a hacer lo mismo que en el video, yo no sabía hasta donde iba a llegar Lily, ella tenía el control y yo estaba a la deriva esperando sus instrucciones, lo que no podía parar era de mirarla, pensé en el video, lo rico que se veían los culos de las actrices porno y reparaba el culo de Lily, no lo tenía tan grande como ellas pero era duro y paradito, Lily y yo somos personas pequeñas. De téticas pequeñas, pero a diferencia de ella yo tengo el culo muy grande, las tetas de Lily son muchísimo más grandes que las mira pero ella tiene el culito pequeño a diferencia del mío, sin embargo debo confesar que ella es completamente blanca, su coñito es rosadito, grande, tiene el clítoris enorme, yo en ese momento era muy inocente pero ahora logro comprender que el clítoris lo tenia duro, salía largamente de su coño, delicioso para hacerle una buena chupada.
Era mi primera vez teniendo sexo, yo era completamente inocente, sentía muchas dudas sobre que hacer, pero estaba tan excitada que empecé a recorrer el cuerpo de Lily, le di un beso largo con la firme intención de agarrarle el culito, era tan suave y firme, yo lo apretaba fuerte contra mí, mis dos manos recorría suavemente sus nalgas con intervalos de fuerza que le hacía para apretarla más a mí, ella también me agarraba el culo, pero la sentía más concentrada en recorrer mi espalda con la yema de sus dedos, me pone muy arrecha pensar que vio tantas veces ese video que se volvió experta en hacer lo mismo que hacían ellas, es que tenía en todo la iniciativa.
Después de explorar nuestros cuerpos ella me hizo acostar en la cama, se paró rápidamente y le echo seguro a la puerta, no fuera que los papas llegaran en ese momento y nos encontraran follandonos la una a la otra, cuando me acostó entre en pánico, me di cuenta de que ella quería cumplir su fantasía de lamer mi coño como en el video y me pregunte si yo iba a hacerlo bien cuando me tocara mi turno, así que pensé en prestar atención de lo que ella me hiciera.
Se volvió a hacer encima de mí, pero esta ves se sentó sobre mi pierna y empezó a deslizarse encima de ella y estaba tan mojada que se podían ver los parches blancos de su jugo que quedaban pegados a mi pierna, yo podía sentir toda la presión que hacía, y como su clítoris es tan grade, lo podía revolcar encima de mí para darse placer. Lo que me queda de duda, es cuanto tiempo pasó para que ella tuviera el valor para buscarme y poderme follar, cuanto tiempo pasó fantaseando conmigo, a mí ni se me había pasado eso por la mente, y menos con una mujer, yo cuando me arreche tanto, miré a Lily con otros ojos, me deleité mirando su cuerpo, su piel suave, su culo firme, sus tetas hinchadas, su coño rosado y apretado, su lengua mojada, sus miradas penetrantes, sus manos recorriéndome con tanta propiedad, solo había algo que me inquietaba, por que ella no hacía los mismos ruidos de las mujeres del video, pensé que lo estaba haciendo todo mal, pero luego comprendi que era porque tenía miedo de que los papás llegaran y la escucharan gimiendo, cuanto tuvo que contenerse para no gemir, y pienso que tan arrecha se debió sentir al cumplir su cometido conmigo, a mí lo que más me excitaba de ella era su cara, tenía los ojos grandes y azules, los labios gruesos y una estela de pecas que pasaban de un lado al otro de la cara por encima de la nariz, parecía un ángel lleno de inocencia porque su cara era tierna, pero eran solo apariencias porque cuando me follo esa inocencia desapareció de su rostro y se veía como toda una perra haciendo conmigo lo que le daba la gana.
Después de que le echo seguro a la puerta se metió entre mis piernas y con mucha fuerza me hizo abrirlas como nunca lo había echo en mi vida y podía sentir la fuerza que se quedó haciendo para que no fuera a cerrarlas, luego me miró firmemente a los ojos, esperando mi aprobación, yo se la di cerrando los ojos y tirando mi cabeza hacia atrás, y más me demoré en apoyar mi cabeza sobre la almohada que en sentir su lengua deslizándose sobre mi coñito, pude sentir que la puso desde la parte más baja de mi coño, casi rozando mi ano y subiéndola hasta mi clítoris, y ahí se quedó moviendo la lengua, seguramente saboreando todo el jugo que se quedó pegado en su lengua, yo ni me había imaginado que el coño se mojara de semejante manera, yo estaba empapada completamente y sé que cuando subió su lengua desde tan abajo pasó por donde yo estaba más mojada y pudo saborear mi jugo completamente, mientras yo pensaba todo eso, ella se concentro en mi clítoris no paraba de mover la lengua cada vez más fuerte que la anterior, se sentía tanto placer que fue inevitable empezar a gemir, me sentía en las nubes, empecé a arquearme de tanto placer, pero ella llevó una mano a mi boca y me hizo callar, me tocó morderme tanto los labios para no gemir que me quedaron doliendo horriblemente, pero la mejor parte llegó cuando empezó a chupar mi coño, se lo metía todo en la boca, y cuando lo tenía todo en la boca apretaba duro los cachetes y movía rápido la lengua haciendo que sintiera arcadas de placer, no despegó la boca de mi coño, se dedicó completamente en darme placer, no sé si se sentía cansada de tanto mover la lengua, pero lo cierto es que no dejó de moverla hasta que me hizo venir, yo con mi inocencia no sabía que era un orgasmo, lo cierto es que llegó un momento en que mi cuerpo se retorció con tanta fuerza que sentí que empecé a temblar sin poder controlar los espasmos que mi cuerpo producía, Lily como que supo que me iba a venir que dejó de hacerme fuerza para que no cerrara las piernas y me agarro duro del culo de forma que se movía con mis orgasmos y ni un solo momento quitó la boca de mi coño. Después de venirme, me toco agarrarla de la cabeza y separarla de mí porque no podía soportar que me tocaran más el clítoris de lo sensible que quedé. Fue tan duro quedarme callada, que yo creo que el sonido de mi respiración se podía sentir desde afuera y la verdad es que en ese momento me importaba muy poco si me oyeran o no, perdí por completo la vergüenza y sólo tenía cabeza para deleitarme en lo que Lily me hizo sentir, de tanto tiempo que llevábamos siendo amigas, nunca me imagine que le iba a entregar mi virginidad y menos que iba a sentir mi primer orgasmo pegada de su boca, a veces pienso en eso y a mi mente llega la pregunta de cuanto de mi jugo se tragó mientras me bajaba, lo único que sé es que no quitó su boca de mi coño hasta que me hizo venir.
Yo ya me sentía lista para hacerle a ella lo mismo, pero ella no me dejó hacerlo, lo primero que hizo cuando logré quitarle la boca de mi coño, fue que me dio un beso, pude sentir inmediatamente el olor de mi jugo, y sentí ese sabor por primera vez, me puse un poco tímida cuando sentí el sabor de mi jugo, pero ella me agarro duro la cabeza mientras me besaba así que fue imposible no saborear mi propio jugo.
Después de que me dio ese arrechante beso, se dejó acostar, yo sólo tenía cabeza para pensar en que quería que ella sintiera lo mismo que yo sentí, pero caí en la realidad cuando puse mi lengua encima de su coño y sentí ese sabor en mi lengua, ella me hizo sentir mi propio jugo, pero al contacto de mi lengua con su coño fue en donde sentí el verdadero sabor del jugo de un coñito arrecho, ella tenía parches blancos saliendo por su coño, sobretodo en los labios, eso me hizo sentir por primera vez como una perrita obediente, y comprendí que ella me había echo venir de primera porque sabía que después de hacerme venir yo iba a ser su perrita obediente y la iba a complacer en todo lo que ella me pidiera. Yo estaba tan arrecha que lo que hice con su jugo, fue esparcirlo por toda mi boca y empezar a tragarlo completamente, no sabría explicar lo que sentí al probar su jugo, el olor de su coño era muy fuerte, tenía muchos parches blancos y había un liquido que salía desde lo más bajito de su coño y le llegaba hasta el ano, yo quería chuparme todos los parches blancos pero mi timidez me impidió poner mi lengua en su culo, pero puse mi lengua en lo mas bajito de su coño y pasé mi lengua llevándome todo el jugo que pudiera.
Intente imitarla lo mejor que pude, era muy fácil jugar con su clítoris porque sobresalía mucho de su coño, estaba duro y era enorme, al ver su coño tan rosadito era imposible no sentir ganas de chuparlo, yo pasaba mi lengua por todo su coño, me lo metía en toda mi boca y cuando lo tenía adentro, chupaba duro y revolcaba mi lengua duro en todo su clítoris, era tan grande que era imposible no cruzarse con el cuando tenía su coño dentro de mi boca. No se cuanto de su jugo me tragué pero no paraba de salirle. Ella me agarraba la cabeza y se revolcaba duro en mi boca, subía y bajaba el coño, lo hacía en recorridos tan largos, que lo mejor que podía hacer era sacar lo más que pudiera mi lengua y dejar que ella la recorriera como le diera la gana, yo en vez de separarle las piernas, le agarre ese culito lo más duro que pude para mover mi boca a su ritmo, no se como hizo, pero no gimió ni una sola vez, pero a cambio de eso revolcó su coño como le dio la gana en mi boca, me sentí tan usada por ella que hasta el día de hoy nadie me ha hecho sentir así, fue delicioso ser su perrita obediente, concentrada completamente en hacerla gozar. Se revoco y se revolcó y se volvió a revolcar hasta que sentí que apretó todo el cuerpo en un arco y en vez de retorcerse como yo, los pies le temblaron tanto que no fue capaz de soportar su peso en el aire y cayo de un golpe sobre la cama mientras las piernas se le movían como si fueran de gelatina, fue el único momento en que dejó salir un quejido, pero fue muy sutil, me imagino que le salió sin poderlo reprimir al sentir su primer orgasmo, que rico que fue en mi boca al igual que el mío fue en la de ella. Apenas recobro la fuerza en sus piernas, se arrodillo en la cama y paso su lengua por toda mi cara chupándome todo el jugo que quedó pegado de mi boca.
Nos volvimos a poner las piyamas, ella quitó el seguro de la puerta por si los papás intentaban abrir la puerta, pasó su mano por debajo de mi cuello y me abrazó para que no me quedara la mínima duda de que de ahí en adelante me quedara bien claro que yo para ella era su perrita obediente.
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