La Profesora de Piano 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por tintaenllamas.
Otra semana, otro día y otra lección.
Cada tecla que tocaba era una nota que emitía.
Cada nota era parte una partitura.
Una partitura para una música que invadía el departamento.
Al llegar al final la música acabo y reino el silencio por un instante.
Hasta que lo invadió el sonido del aplauso de una única persona.
-Muy bien Ana lo has echo bien-Felicito Maria a su querida alumna.
-Gracias profe.
Maria-Dijo La aludida sonriendo tímidamente.
Hacia solo dos semanas que habían echo el amor por primera vez.
Durante siete días no habían tenido contacto alguno.
Tiempo en el que Ana dudo de volver a las clases.
Tomo la decisión, tras mucho meditarlo, de faltar a la clase de la semana anterior.
Con la idea de cortar y no ver mas a María.
A pesar del maravilloso sexo y la complicidad se sentía rara, culpable y en falta.
Al dia, la veinteañera, recibió un correo electrónico de su profesora (para ella ex-profesora) con las simples dos palabras de “Vuelve Ana”.
Esas solas palabras la hicieron gritar de alegría y casi saltar.
Tanto que su hermana le pregunto que le pasaba.
No pudo contenerse y la abrazo con fuerza mientras le decía “Maria me quiere de vuelta, Maria no me corto, ¡Maria me ama!”.
A ella no pudo evitar contarle de los sucedido con la profesora.
Después de que la hallara, tras varios minutos, de estar sentada con las piernas apoyadas en el pecho y mirando el mismo metro cuadrado de pared blanca.
En cambio a sus padres no les habia contado.
No por que fueran a rechazar su homosexualidad.
Si no que, como a todos los padres, les costaría asimilar la idead de que su “pequeña princesa” tenia algo llamado “sexo”.
La joven (mas bien “la mas joven” ya que la profesora aun lo era) vivió con gran ansiedad, cada uno de, los seis dias antes de poder volver a ver a su profesora.
Normalmente demoraba cinco minutos en bañarse.
Pero la noche anterior había demorado quince.
Mientras estaba debajo de la ducha no pudo evitar bajar su mano hasta su pelvis.
Cerro los ojos he imagino la sonrisa de la mujer, su belleza, delicadas manos y su abultado pecho, mientras se masturbaba debajo del agua cálida.
Fue un orgasmo delicioso.
Con la clase ya concluida Maria invito a Ana a tomar te.
Ambas se sentaron en el sofá mientras, entre sorbos, charlaban de temas mundanos (el clima, la política, la música).
Al terminar la pupila se desperezo.
Por lo que su maestra le suguirio que se recostara.
Ella lo hizo recostándose.
en las piernas de la otra mujer.
Durante un rato la treinteañera se dedico a acariciar el rostro y cabello de la veinteañera.
Cuando la alumna tenia los ojos pesados, teniéndolos mas tiempos cerrados que abiertos, la profesora tomo una de las tazas de te vaciá y la miro.
Levanto una ceja como si hubiera descubierto algo.
-No le puse leche al te-Comento la mujer.
-Mmm.
-Fue todo lo que respondió la chica.
-¿Te gustaría un poco de leche?
-Mmm.
si.
no estaría mal-Levanto su mano y la apoyo en el pecho izquierdo de Maria.
La maestra le siguió el juego a su pupila.
Abriéndose la camisa y quitándose el corpiño/sostén (que termino tirado en el suelo) dejando al desnudo su pecho izquierdo.
Tras contemplarlos un momento, mientras le subía la temperatura, Ana se acerco y se prendió, con la boca, al seno como un niño al de una madre que le amamanta.
Chupaba y apretaba con la boca.
No salia leche.
¿pero que importancia tenia?
La mujer se acomodo mejor.
Tomandola entre sus brazos y apoyando su mano izquierda en la nuca de la chica.
Tras un rato desnudo su otro su otro seno.
Sus pechos eran de talla generosa, blandos y de grandes pezones.
-Ahora el otro-Le pidió Maria a Ana con suavidad.
Ella obedeció y se prendió al otro pecho.
La mujer echo la cabeza hacia atrás y cerro los ojos.
Sentía como le chupaba y lamia el pecho.
Recorriendo con la lengua alrededor del pezón.
Empapando en saliva.
Sus labios y alientos eran cálidos.
Sus manos tibias le tocaban y apretaban ambos pechos.
A cada segundo que pasaba su vagina se humedecía mas.
Se excitaba mas.
Empezo a gemir y a decir el nombre de su alumna-amante “Ana, Ana, Ana,.
”.
No pudo resistir bajar una hasta debajo de la bombacha/bragas de su pupila para masturbarla.
Al comenzar se prendió a su pecho con mas intensidad y apretujar, ambos, con mas fuerza.
Maria bajo la mirada y se cruzo con la de Ana, cargada de lascivia.
Mientras la mano derecha de la mas joven le tomaba el pecho izquierdo y la boca con la aureola y piel de alrededor dentro.
Mientras la mujer la masturbaba.
Cuando la maestra llego al orgasmo apretó con fuerza el pubis de su pupila.
Ella grito un poco.
Se dio cuanta del orgasmo de la mas joven cuando esta, de repente, hundió su rostro entre sus senos gimiendo.
Cuando el éxtasis, de ella, había acabado quito la mano de debajo de la ropa interior de su amante.
Noto que los dedos estaban y los chupo.
Ana aun tenia la cabeza hundida entre los pechos de Maria.
Con la máxima suavidad y lentitud del mundo le separo el rostro de su pecho.
Dedicaron un rato a mirarse para después unirse en un beso.
Se besaban con intensidad.
Una se sorprendió al sentir la lengua de la otra dentro de su boca, y le correspondio.
Se abrazaron con fuerza y acariciaron la una a la otra.
Ana corto el beso, solo lo suficiente, para abrirse la prenda superior y tirar su corpiño/sosten al costado.
Quería sentir sus senos contra los de Maria.
Pecho contra pechos, latidos contra latidos, calor contra calor, mujer contra mujer.
Se siguieron besando mientras cada par de manos recorría, de arriba a abajo la espalda de la otra.
El corazón les latia a mil a ambas.
En el ultimo momento la maestra-amante tomo con fuerza el rostro de su pupila-amante.
Le dio un beso tan largo que casi la dejo sin aire.
Cuando el interminable beso acabo juntaron sus frentes y cerraron los ojos.
Solo se escuchaba la respiración de las dos.
Maria por fin hablo.
-Nunca, nunca jamas creas que puedo llegar a estar molesta contigo.
-Ana abrió los ojos y miro sus bellos ojos, su hermosa mirada-Eres tierna, eres amorosa, eres dulce, eres amable, eres inteligente, eres tan buena.
Me gusta charlar contigo.
Me gusta escuchar tu música.
Me gusta tanto ser tu profesora.
Me gusta tanto tenerte cerca.
Me gustas tanto.
-Remato esas palabras con otro beso en los labios.
-Vos también me gustas.
-Respondió la pupila-Digo lo mismo de vos.
Y me gusta ser tu amante y me gusta hacer el amor con vos.
Se sentaron lado a lado abrazadas, con sus pechos desnudos y el cabello revuelto.
-¿Sabes una cosa Ana? Después de tu turno tengo mas alumnos.
Pero hoy decidí decirles que no iba a poder darles clase.
-Claro.
Ibas a estar muy, pero muy, ocupada.
-Si quieres puedo pasarte al ultimo turno.
Tendremos todos los días, después de clase , solo para nosotras dos.
¿Que te parece?
-La verdad que no.
Me queda bien este horario, no tengo ganas de tener clases mas tarde.
Ademas no quiero que hacer el amor, con vos, se vuelva una rutina horaria, como una clase.
-¿No te gustan mis clases?-Pregunto sorprendida la mujer.
-¡¿Que?! Obvio que me gustan tus clases.
Pero me gusta mas hacer el amor-.
-En ese caso lo haremos mas desectructurado.
-Como tiene que ser.
El sexo debe ser sin rutinas ni reglas.
-Detalle.
entre vos y yo habrá una regla al tener relaciones.
-¿Cual?-pregunto la chica levantado las cejas.
-Que la pasemos muy bien las dos.
-Jajaja.
La profesora de piano paso una brazo por detrás de los hombros de la joven.
A lo cual ella apoyo la cabeza en el hombro de ella y Maria su cabeza sobre la de Ana.
-La proxima ves que nos veamos, si podemos, me gustaría hacer el amor en la ducha.
Bajo la lluvia de agua caliente.
-¿Después de que me enjabones?
-Por supuesto
-¿Sexo oral?
-También.
-En ese caso mas me vale estar atenta a mi correo electrónico-Dijo en tono jocoso.
Maria le dio un beso en la mejilla a Ana.
Apoyo su frente en la cabeza de ella.
Y dedico el siguiente rato a oler el aroma perfumado de su cabello.
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