La rica vagina de mi amiga
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Blueblue145.
Andrea y yo somos dos compañeras de universidad, estudiamos medicina y vamos en décimo semestre, vivimos en Bogotá, Colombia.
Ella tiene 20 años y es más alta que yo: 1,65, cabello negro, largo hasta las nalgas y algo robusta, definitivamente no es gorda pero tampoco es muy flaca, tiene unos senos enormes los cuales varias veces me había pillado mirando pues suele usar escotes muy marcados, incluso en la Universidad.
Yo mido 1,58, tengo 21 años y el cabello rubio y algo más largo que el de ella, también tengo unas buenas tetas aunque un poco más pequeñas que las de ella y soy algo más flaca, las dos tenemos un buen culo pero no muy grande; a decir verdad porque somos muy extrovertidas y tenemos bobita cara y cuerpo no b os faltan hombres y tampoco es que desaprovechemos oportunidades.
Somos amigas desde hace 4 años y en este tiempo hemos salido a bastantes fiestas y viajes, tomamos bastante trago y una que otra vez consumimos alguna droga como marihuana, perico o popper.
las primeras veces que salíamos solíamos besarnos cuando ya estábamos borrachas, nuestros amigos no lo podían creer pero les encantaba, incluso a las mujeres, quienes después de algunas ocasiones se nos unían y terminabamos todas las mujeres de la fiesta besandonos.
Las dos siempre hemos tenido una relación de amistad estrecha, nos apoyamos con la universidad, nos contamos los manes (hombres) con los cuales nos acostamos o alguna que otra vez de los que nos enamoramos, sin embargo nunca hay celos, lo nuestro es una relación diferente.
Llegó un día en el viajamos a una finca con piscina en una ciudad que se llama Melgar, está más o menos a dos horas de nuestra ciudad y es de clima caliente, más o menos 35 °C; viajamos 30 personas por 3 días, todos conocidos de la Universidad.
Había aguardiente y tequila por montón, así como marihuana, perico, extasis y LSD.
Andrea no se sentía atraida por ningún hombre del viaje, pienso que fue porque son compañeros y no los podía ver como algo más, sin embargo, yo sí tenía planes de comerme a un man que me encantaba y quien se notaba que estaba loco por mí, así fue, la primer noche del viaje nos acostamos, sin embargo no fue el mejor polvo, aunque lo disfruté porque el man estaba muy bueno, no me fijé en Andrea pero me enteré que se besó con alguno del viaje y consumió perico, no hizo más.
Al otro día, es decir: el segundo día de viaje volví a tirar (follar, coger) con el man de la noche anterior, me quedé dormida un rato y me desperté al mismo tiempo que él con la intención de tirar nuevamente, sin embargo tuve que ir a orinar al baño, fui al primero que encontré dentro de una habitación y empecé a orinar, vi que había alguien bañándose y pregunté quién era, Andrea respondió: soy yo amor (así solíamos decirnos, al igual que bebé, todo muy amistoso).
Le dije entonces que el man me estaba esperando en la habitación para seguir follando; ella se alegró por mi y me dijo que le hiciera de todo, que él estaba muy bueno.
Terminé de orinar y ya iba a salir cuando me agarró algo de curiosidad, me acerqué a la ducha (bañera) y corrí la cortina, Andrea estaba bañándose, el agua caía por todo su cuerpo y sus pezones estaban duros, en ese momento me metí en la ducha para acompañarla, no me dijo nada, sólo me miró a los ojos; yo no estaba borracha y ella tampoco, simplemente el trago ya había calmado su efecto y éramos sólo las dos.
La ducha o bañera tenía un vitral por lo que no se podía observar nada de afuera hacia adentro pero entraba bastante luz y justo debajo de éste, había una especie de silla en loseta para poner el shampú, jabón y demás, pero a decir verdad era muy grande y cabía un culo y hasta dos, ahí sentados.
Me metí debajo de la regadera hasta quedar completamente mojada, nos miramos y nos empezamos a besar, aún sin decir nada; al principio muy suave y empezamos a aumentar de intensidad, le metía mi lengua y la pasaba por toda su boca, ella hacía lo mismo dentro de la mía, empecé a subir mis manos sin aún rozarla y toqué uno de sus senos, su pezón estaba muy duro por el agua y por la excitación, subí mi otra mano y empecé a apretar sus tetas muy duro, ella sin más agarró mi culo y me acercó mucho más a su cuerpo, abría mis nalgas como buscando mi orto y cuando lo encontró lo empezó a acariciar, seguíamos ahí besandonos y tocandonos bajo el agua que caía.
Al cabo de algunos 20 segundos de estar paradas en esta posición baje mis manos por su cuerpo resbaloso y empecé a tocar la raya de su vagina, con mis dedos empecé a separar los labios y me encontré con ese clítoris grande, duro y papitante, lo empecé a tocar como muchas veces me había tocado el mío en mi habitación aunque consciente que era el de otra mujer, el de la mujer que me atraía cuando no estaba en mis cinco sentidos y que a veces me pillaba mirandole las tetas cuando estudiábamos pero que no se incomodaba, incluso, lo disfrutaba; Andrea se sentó en la "silla" en donde aún caía algo de agua y yo me sente encima de ella, nos besamos como si quisieramos rompernos nuestros labios; la deseaba tanto que no sabía ya en dónde más tocarla, ella se notaba igual de desesperada y de un momento a otro me pidió que me pusiera de pie y ella empezó a arrodillarse, abrió su boca y pasó un lenguetazo por toda la raja de mi vagina, me hizo estremecer, para ese momento el man que me estaba esperando en la otra habitación llegó buscándome, golpeó la puerta y nosotras nos miramos aterradas, como descubiertas, pero ella no paraba de comerse mi chocha; mi amigo se cansó de golpear la puerta y no recibir respuesta y se marchó; Andrea lamía y chupaba mis jugos que para ese momento eran bastantes y cogía mis nalgas abriéndolas e intentando introducir su dedo en mi orto; en ese momento casi me vengo (tengo un orgasmo) le dije que se sentara, que era mi turno, estaba impaciente por chupar por primera vez una vagina y más la de Andrea con la que me había masturbado tantas veces; me arrodillé, ya que ella estaba en la silla me puse en cuatro patas con mis atebrazos encima de sus muslos, lo primero que hice fue abrirle los labios y olfatear, yo no le había dado tiempo de bañarse completamente y estaba muy excitada así que olía a hembra, olía fuerte y me dieron más ganas de chuparsela, saqué mi lengua tratando de abarcar toda la superficie posible y lamí muy fuerte, ella soltó un gemido y me apretó contra esa chicha aún más, depronto subió sus piernas y las abrió bastante, yo veía la entrada de esa vagina rica, y me acerque a chuparsela toda, succionaba y succionaba como si fuera a salir leche, metí mi lengua lo que mas me alcanzó mientras ella frotaba su clitoris, lo que más me encendía.
Me empece a ayudar con los dedos y le metí dos de un solo tirón, ella gemía y parecía que fuera a gritar, cerraba sus ojos y cuando los abría sólo era para mirarme fijamente y cogerme duro la cara.
Aumentó el frote de su clitoris y yo ya sin chuparle la chochita le metía tres dedos rapidamente mientras me frotaba con la otra mano mi capuchón.
Ella fue la primera en venirse y verla así mojada y contorsionandose me puso aún mas excitada, (aunque yo creía que no se podía) y me empecé a frotar mas fuerte, ella ya repuesta me metió sus dedos en la chocha y empezó a besarme las tetas, casi me arranca los pezones y yo no paraba de decirle que así me gustaba, que lo hiciera más duro, la cogí del cabello y empecé a halarselo, estabamos como enfurecidas, en ese momento sentí que me orinaba y me vine en el orgasmo más delicioso que he sentido, me temblaban las piernas y sentía un cansancio increible, las dos respirabamos rápido, nos veíamos exhaustas pero satisfechas.
Nos besamos suavemente, me dijo que le había gustado mucho y que quería hacerlo desde hace rato, le dije lo mismo abrazandola por la cintura y besandola cariñosamente.
Nuevamente golpearon a la puerta aunque no sabía quien era y esperamos un rato para ponernos el traje de baño y salir con la excusa de que yo estaba vomitando debido a mi borrachera y ella me estaba ayudando, era otro amigo que necesitaba el baño, nos miró con cara de incrédulo y nos preguntó si estabamos "tijereteando" nos reímos como si hubiera dicho un gran chiste y lo negamos muy energicamente.
Andrea y yo seguimos siendo tan unidas como antes y nada ha cambiado en nuestra amistad; hemos tenido mas encuentros solas y hemos incluido a veces a alguno que otro amigo para hacer un trío porque nunca nos han dejado (ni creo que nos vayan a dejar) de gustar los penes, pero este que les acabo de contar fue el primero y es mi favorito; al igual es el primero que escribo, cuénteme qué les pareció.
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