Les. Yo a los 10 años con una mujer (4ª Parte)

Les. Yo a los 10 años con una mujer (4ª Parte).
LAURA

• Ah… Bueno… Te toca.

No quise darle importancia a esa información aunque mi corazón se aceleró más que nunca. Era la primera vez que hablaba con alguien como yo. Una chica que le gustaban las chicas. ¡Y era la chica que me gustaba!

• ¿Tienes novia?

Me giré a mirarla tras hacer esa pregunta. Pero decidí de nuevo hacer ver que no me iba a explotar el pecho de la tensión.

• No…
• Te toca…
• Sí… Eh… ¿Por…? Eh… No se me ocurre…

Cómo iba yo a pensar en ninguna pregunta si sólo quería preguntarle cómo se dio cuenta, cuándo, qué edad tenía, si Laura y ella habían sido novias mucho tiempo, si conocía a más chicas que les gustasen las chicas…

• Pues pregunto yo. Sarita, ¿a ti te gustan los niños o las niñas?
• No sé…
• ¿Seguro? A mí me lo puedes contar, eh… Que yo no se lo digo a nadie.

Me quedé mirándola en la oscuridad. ¿Por qué me preguntaba eso? ¿Se me notaba? ¿Eso se notaba? Yo no se lo había notado a ella. No… Eso no puede ser… ¿Es porque nota que estoy nerviosa? 

• ¿Te molesta que a mí me gusten las chicas?
• ¡No!
• Vale, vale.

Se rió por mi contundente respuesta.

• Es que no sé lo que estás pensando tan callada.
• Nada… Pienso la pregunta… ¿Laura y tú cómo os conocisteis?
• Pues en la universidad. Estudiamos juntas y estuvimos juntas unos años pero lo dejamos hace un tiempo. Unos meses antes de conocerte a ti.
• ¿Y cómo supiste que te gustaba?
• Pues… porque siempre quería estar con ella. Y hablábamos todos los días, quería hacer planes con ella como ir al cine o comprar… Pero a solas… Y quería besarla… Y me parecía super guapa…
• ¿Y cuándo te diste cuenta de que te gustaban las chicas?
• Pues… Más o menos con tu edad me gustaba mucho mi profesora de Inglés. Y yo pensaba que la admiraba mucho y por eso quería estar con ella y hacer todos los deberes y caerle bien, pero luego me di cuenta de que me gustaba.
• ¿Pero cómo te diste cuenta?
• Pues porque un día en una excursión me caí y ella me curó la herida. Y todo el rato estuve nerviosa porque me estaba tocando la rodilla. Ni siquiera me dolió el golpe.

Se reía mientras lo contaba mientras yo me ponía más y más nerviosa confirmando que María me gustaba y mucho. Daba todos los síntomas…

• Oye, me toca, que has hecho muchas preguntas…¿Me guardarás el secreto de que me gustan las chicas? Es que no todo el mundo lo entiende… Y no quiero que lo sepan todos… Es que en este pueblo hay mucha gente mayor y son de otra época…
• Vale. No lo cuento.
• Gracias preciosa.

Me dio un beso a oscuras que supongo que quiso ir al moflete pero terminó en mi comisura.

• Ay, perdona. Es que no veo.
• No pasa nada.
• Te va el corazón súper deprisa.

Ya no supe qué contestar. ¿Qué se contesta cuando te pillan de esa manera tan descarada?

• Perdón.
• ¿Por qué me pides perdón? ¿Estás nerviosa?
• No…
• ¿Y qué te pasa?
• Nada…
• Bueno… ¿Dormimos?

Estoy segura de que lo dejó estar para no incomodarme. Pero algo cambió ese día para ambas. Y ella nunca más volvió a ser la misma conmigo.

Continuará…