Locura de pasión 4
Luciana llega de vacaciones y se consolida el amor.
Narra Andrea
Después de mi aventura con Brianna, nada volvió a ser igual, yo seguía en mi rutina, trabajando y hablando con gente pero sentía que me faltaba algo, tenía nombre y era Luciana, me sentía nerviosa porque una nena de 13 años me estaba robando el corazón me estaba enamorando.
Días después, Luciana llegó a casa de su viaje, más bronceada, más hermosa se veía toda una mujercita, esa tarde, al verme Luciana corrió a abrazarme:
– Te extrañé Andre.
– Yo también Luci.
– Hablamos mañana, mamá ya entra a trabajar y pues quedo sola.
– Está bien, mañana nos vemos.
Estaba feliz y nerviosa, ninguna mujer me hizo sentir todo esto, a pesar de toda mi experiencia con ellas, es la primera vez que sentía algo que era amor, en la noche casi no duermo pensando en la nena, mi nena.
Al día siguiente fuí a hacer mi turno en el hospital, fue la primera vez que sentía que mi jornada era eterna, pensaba en Luciana, cuando salí, me fuí rápido a mi casa, preparé una especie de cita, con palomitas y todo, quería darle una tarde de cine especial, ya terminando todo escuché golpear la puerta:
– Hola Andre
– Hola Luci, pasa por favor.
Comenzamos a hablar de sus vacaciones y de nuestros sucesos en su ausencia, después pasamos a la sala donde hice un cine improvisado y comenzamos a ver una película, mientras pasaba la película no podia quitar la vista de Luci, la veia tan hermosa, no pude evitar abrazarla y comenzar a acariciarla, ella también comenzó a acariciarme, en ese clímax nos besamos, fue diferente porque ya no era solo sexo, sentia algo mucho mas allá, fui desnudandola lentamente mientras la seguía besando, ella también me quitó mi blusa y comenzó a besar mi cuello, yo mientras también besaba su cuello, luego la terminé de desnudar, recordaba su vagina, me encantaba, lamía sus tetitas, empezaban a crecer, luego la llevé a mi habitación y ahí la acosté y seguí recorriendo su cuerpo con mi lengua hasta llegar a su vagina, ahí pose mi lengua y comencé a lamer, en un momento dado metí mi dedo, Luci ya gemía y movía su cuerpo al ritmo de mi lengua y mi dedo
– Ahh ahh Andre, extrañaba esto, ahh ahh sigue por favor no pares ahh ahh uhhmm.
– uhhmm me encantas Luci, te extrañaba y extrañaba el sabor de tu cuquita.
– ahh ahh ahh ahhajjjjajjjjjj uhhmmmmm.
Luciana tendría su orgasmo, mostraba su complacencia con su sonrisa, la recordaba tan inocente como siempre. Luego, sería yo quien me terminaría de desnudar, Luciana al verme desnuda mostrándole mi vello abundante preguntó:
– Todavía lo tienes así?
– Si, no te gusta? – suspiré con nervios.
– Al contrario, extrañaba esos pelos.
Ni corta ni perezosa, Luciana comenzó a pasar su mano por mi vagina, acariciando con fina delicadeza mis vellos vaginales, la veía absorta contemplandolos.
– Antes que todo, quisiera que hicieras algo por mi, Luci.
– Dime Andre, lo que tú quieras.
Después de esa respuesta me levanté, hice que se arrodillara y puse mi cola cerca a su cara, ella lamía mis nalgas, pero yo quería algo más, comencé a abrir mis nalgas, hasta mostrarle mi ano, ella tímidamente comenzó a pasar su lengua, comencé a temblar de placer, su gusto por mi ano fue tanto que ya no lamía sino chupaba, yo gemía y me agarraba de la cama para no caerme, Luciana me agarraba mis muslos, no quería soltar mi ano, literalmente se lo estaba comiendo, a veces con su lengua penetraba mi hoyo anal.
– ohh si Luci, cómetelo todo mi amor, este culito es tuyo, ahh ohh ahh ahh.
Luciana agarraba con más fuerza mi cintura, no quería desprenderse de mi culo, para ella era un manjar, luego me di vuelta, me senté en la cama, y sin mediar palabra, agarré su cabeza y la pegué a mi selva vaginal, ella comenzó a comérsela con alevosía, movía mi pelvis, subí mis piernas en su espalda, ella mientras chupaba subía su mirada para buscar la mía, cuando la Vi, era un espectáculo, esos ojitos inocentes mirándome, con mis piernas rodeando su cabeza y mis vellos cubriendo su boca, fue la imagen más hermosa que haya visto.
– si, Luci, si cómetela toda, ésta es tu comida de ahora en adelante, tu vas a ser mía ohh ahh ahhh ahhh.
Mis movimientos eran más fuertes sentía mi orgasmo llegar, tuve una fuerte contracción y pegué con todas mis fuerzas la cabeza de Luciana a mi vagina, sentía un río salir de mí, estaba saliendo mi alma, luego finalmente descansé.
Observé la cara de Luciana, su boca untada de jugos vaginales, brillaba, sus brackets se veían blancos relucientes, otro vello mío se había enredado en su bracket, despelucada pero con su típica mirada inocente me había enamorado de ella, decidí no besar su boca, sino besar su frente y sin acomodarnos nos sacamos una selfie las dos.
Al final de la jornada, estábamos acostadas una al lado de la otra, yo acariciaba su frente, ella con su mano jugaba con mis vellos vaginales, me encantó tanto que dije:
– Oye Luci, te tengo que confesar algo.
– dime Andre.
– Lo que pasa es que contigo éstas experiencias son totalmente diferentes y son las que más disfruto, aparte de eso no dejo de pensarte creo que estoy enamorada de ti.
– Andre, la verdad, me gustas y quiero seguir pasando este tipo de momentos contigo.
– Siendo así, Luci, quieres ser mi novia?
– claro que sí Andre, gracias te amo.
– yo también te amo.
Luego de terminar sellamos nuestro noviazgo con un beso profundo antes de que llegara su mamá.
A partir de ahí y hasta ahora Luci y yo somos novias me encanta como hacemos el amor y sobre todo, que ella me ama y yo la amo.
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