Memorias de Gabriela 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Edelweis.
Mi vida está plagada de sufrimiento y de dolor, de tortura y de llanto.
Cuando le digo a algún aspirante a amo que soy una sumisa 24/7 y que soy absolutamente obediente, se ponen muy contentos. Pero vamos a ver, tener una sumisa dispuesta las veinticuatro horas del dia, los siete dias de la semana es un chollo. ¿Lo es o no? Una sumisa que esta a tu disposición siempre "SIEMPRE"… a cualquier hora del dia o de la noche. Bueno, es algo asi como tener una perrita de verdad.
No, es mejor, porque a la perrita la tienes que bañar, llevarla al veterinario, sacarla a hacer sus cositas, y sin embargo la sumisa se baña sola, va sola al médico y limpia sola sus cositas… ademas te limpia toda la casa, si se lo ordenas trabaja para ti sin cobrar nada, te cuida si te enfermas y además la puedes violar siempre que quieras sin que te denuncie, tambien le puedes pegar un puntapié (como al perro de verdad) cuando no quieres que te moleste, regañarle para que no ladre e incluso ponerle un bozal y una correa.
Pues bien, este preciado bien que soy yo. Una sumisa 24/7 obediente, servicial y sufrida, se ha encontrado con muchos amos que despues de varias escaramuzas, se han dado cuenta de que tener una sumisa 24/7 lejos de ser una bendición es un tormento y un incordio.
Y es que hay que servir hasta para ser adorado y servido como a un Dios.
Que no es tan fácil ser Dios.
Mi primer amo me rompió el corazón, que fué un preludio de todo lo que me romperian despues los demás. Eso todavía duele, asi que no os lo voy a contar.
El segundo amo que tuve, como les digo, se puso euforico al saber que iba a ser amo absoluto de una mujer joven, guapa, sensible, educada (tengo tres carreras), servicial y obediente a más no poder. Y que por añadidura iba a ser el dueño absoluto de ella TODO EL TIEMPO. Una mujer que le había asegurado que no le importaba que él estuviera casado, que no le importaba que tuviera otras amantes, que no le importaba que la tuviera que tener escondida y que no le impondría ninguna restricción ni límite.
El caballero tenía tres pisos en Fuengirola y allí me llevó a uno de sus pisos. La mujer se había ido de vacaciones a Barcelona y él tenía por delante una semana de entera libertad. Le pareció fácil, me iria a vivir a uno de sus pisos y él diría a su estirada mujer que lo había alquilado. Como era una zona de veraneo y la gente no duraba mucho tiempo, no tenía por allí muchos conocidos que fueran a irse de la lengua, y nadie se extrañaría de verle entrar o salir. El piso ya contaba con todo lo necesario y alimentar a una sola persona no representaba para él mucho inconveniente. Sus aspiraciones de probar aquello de tener una sumisa se ivan a ver por fin cumplidas.
La semana que su mujer estuvo de vacaciones fué como la seda. La sumisa aquella (yo) era un tesoro de verdad.
Yo me dejé azotar y apalear: era un inexperto, pero precisamente por eso no era demasiado cruel. Me dejé atar a la mesa, me dejé meter de todo, le lamí hasta las suelas de los zapatos, me comí todo lo que él quiso que me comiera. Le di todos los masajes que se le ocurrieron, hice de perro mientras él veía sus programas favoritos, dormi en el suelo, comí en el suelo, me dejé pinchar (pero al final no me pinchó, no consiguió echarle valor) Vamos que fué una semana de las de no hay dos. El se iva a trabajar las horas de trabajo y luego volvía con las bolsas del super y las energías renovadas para seguir metiéndomela. Pero un buen día, acabada la semana había que volver a la rutina de su infeliz matrimonio.
Él pensó:
-"Tu te quedarás a vivir aqui en el apartamento y yo vendré los días que pueda, como tengo el trabajo muy cerca, me podré escapar del trabajo a ratos y así llevaré una doble vida sin que mi mujer se entere"
Eso fué lo que él pensó.
Pero cuando llegó la hora de irse, él me dijo:
-"Espérame aqui en el apartamento, que yo vendré en cuanto pueda para echar otro rato"
Y luego para mas inri agregó:
-"No te vayas a ir a ningun lado… ¿Eh?"
Tal vez llevaba poco tiempo conociendome y no se había percatado de que yo le había dicho que SOY ABSOLUTAMENTE OBEDIENTE. QUE JAMAS ME CUESTIONO UNA ORDEN DE MI AMO Y QUE ANTEPONGO SUS DESEOS A MI PROPIA VIDA.
Así que me quedé allí esperando sumisamente a que mi amo volviera cuando le diera la real gana y como no me había prohibido que hiciera nada allí dentro, pues fuí feliz las primeras horas, e incluso los primeros días de espera, podía ver la tele, podía hacer yoga, podía masturbarme y castigarme sola (me gusta sufrir) todo lo que quisiera.
Pero es que mi amo tardó doce días en volver. Cuando llegó me encontró acostada en la cama, debilitada y enferma.
-Le dije con lágrimas en los ojos:
-"Mi señor… cuanto has tardado"
Pero ni siquiera se lo dije con tono de reproche, sino con sumisión y pena.
y él me dijo cabreado al ver mis ojeras:
-"Pero… ¿Que es lo que te pasa?"
y yo le contesté:
-"Tengo mucha hambre, llevo seis dias sin comer nada porque la comida se me ha acabado"
-"Pero… ¿Porque no has ido a comprar comida? Si te dejé bastante dinero!!" -Me dijo él muy enfadado.
Y yo me arrodillé a sus pies besandole los zapatos y le dije con mucho respeto y con un nudo en la garganta:
-"Mi señor… usted me dijo que le esperara aqui y que no me fuera a ningun lado"
Cuando se lo dije, recordó sus palabras y se asustó muchisimo, me reprochó que "me tomara sus palabras al pié de la letra", me dijo que en menudo lio le hubiera metido si él llega a tardar más, me dijo que estaba loca y que me fuera, que él no queria saber nada. Luego me ayudó a vestirme, me llevó a un restaurante y me pagó la cena, intentó con manos temblorosas y lleno de remordimientos darme todo el dinero que llevaba en la cartera, cosa que yo desde luego no acepté. Y me acercó a la parada de taxis más proxima para "que me fuera a donde quiera que viviese y que no me acordara de él nunca más", Que en mala hora se le había ocurrido aquello de tener una esclava.
Así que aqui os cuento esta anecdota de mi vida, para que los que os creeis amos y deseais que vuestras esclavas sean obedientes tengais mucho cuidado con las cosas que les pedis, porque a veces, seguramente no serán las cosas que deseais o las que estais pensando.
Cuando él me dijo que le esperara allí y que no me fuera a ningún lado, fue para mi como si él le hubiera echado a la puerta mil cerrojos, como si Dios hubiera hecho desaparecer de mi vida el resto del mundo. Pero él se olvido de mi apenas traspuso el dintel de la puerta y no se volvió a acordar hasta que le picó de nuevo el gusanillo de la lujuria.
Si hubiera sido hoy en día hubiese podido encargar comida por teléfono, pero en aquellos tiempos los moviles eran zapatófonos jeje y en las casas que habia teléfono eran primos hermanos de Dios.
Y es que no es tan fácil ser Dios, a lo mejor Dios tambien se ha olvidado de todos esos niños que ha puesto en Africa…
¿Creeis que estoy como una cabra? Solo es una opción personal que libremente he elegido, otros eligen obedecer a un obispo y se meten a curas… Además dicen que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y yo al servir a mi amo me siento como si sirviera a Dios.
Otro día os contaré mas cosas, tengo un baúl lleno.
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