Mi Bella Paula
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Y menos aún que me amaran a mi con tanta intensidad. Creo que no hace falta que diga que la amo con todo mi ser. La amo con todas las maneras que existen de amar. A veces me da hasta miedo de lo feliz que me siento. Está constantemnte en mi, ya forma parte de mis células. Es mía… yo soy suya.
Me dirijo a la cafetería a tomarme un café, saco el celular del bolso y la llamo, su voz diciéndome mil cositas lindas sin haber hablado yo aún me hace ser doblemente felíz. Se me pone cara de boba. Está en casa, pasando un trabajo al ordenador, extrañándome… a que hora llegas? A mi aún me queda esperar por la reunión, que es dentro de 2 horas, ahora voy a ir a la casa de Aura (mi tía), para recoger los monos que me hizo (mi ropita de trabajo, que mi tía me los hace perfectos). No despedimos con mil arrumacos de enamorados llenos de deseo. Mientras me tomaba el café hacía cálculos del tiempo…si me escapaba ahora a casa… mi mente y mi cuerpo la añoraban demasiado, la recordaba al despertarnos, nuestros cuerpos entrelazados, relajados, seguros uno del otro. Todo es suavidad.
La despierto a besos, como me apeteció la primera vez que la desperté, ahora no dejo de besarla con ternura, me pierdo en su olor, en la suavidad de su piel, se acurruca en mi, se pega mas, me besa y acaricia, abre sus impresionantes ojos verdes y ya me pierdo en su mirada que me busca llena de amor, diciéndome con ellos lo mismo que le digo yo con los míos, mis dedos se enredan en su pelo y la beso tiernamente, nuestras piernas presionan mas nuestros sexos, y nos fundimos en caricias, besos, miradas, secretos de entrega, de posesión… deslizo mi mano por sus senos, mi boca busca rápidamente esos preciosos rosados pezones, sus senos apenas caben en mi mano, sigo deslizándola por su vientre y la meto entre mi pierna y su sexo, mi boca busca su cuello, mis dedos abren sus labios, se retuerce de placer totalmente entregada, es tan bella, su cuerpo es perfecto, y su cara… se acurruca en mi cuello, me besa y su boca busca mis senos, su mano atrapa uno, y sus labios se adueñan de el, mi pierna presiona mi mano, siento todo su sexo en ella y como reacciona a mi contacto, la miro y le digo que es mía, su mirada me lo dice todo y siento explotar su cuerpo totalmente entregado a mi… me pego mas a su pierna y estallo en ella…
Nos besamos, nos decimos cuanto nos amamos, cuanto nos pertenecemos… Cuando hay que madrugar siempre me sabe a poco. Es delicioso.
Tiempo atras me hubiesen jurado que amaría a una mujer y los hubiese mandado a la hoguera. No es que sintiera antipatía por el lesbianismo, era sencillamente que yo jamás había deseado o sentido alguna atracción por mi mismo sexo, me gustaban los hombres, al ser atractiva, digamos que había tenido bastante éxito entre los hombres,mis relaciones sexuales con ellos eran satisfactorias, y estuve casada felizmente 12 años, que se dice pronto.
Nada mas verla la amé, y la deseé. Cada día crece ese amor y ese deseo.
Ya voy en el metro, así llego mas rápido a casa… Estoy impaciente por verla, por mas que la mire siempre me sorprende lo bella que es.
Llego a casa, entro y subo las escaleras hacia su cueva (tiene casi un laboratorio en la buhardilla), entro y no está ahí, me da un vuelco el corazón, habrá salido?, bajo a la habitación, tampoco, sigo bajando y me dirijo a la cocina, ahí está sentada en la barra, unos folios en una mano leyéndolos y una manzana en la otra… se ve impresonante con su batita a medio muslo, descalza, el pelo recogido con un lápiz…
Digo: Hola mi vida!, mientras ella levanta la cabeza y me mira sorprendida, su mirada me ilumina, valió la pena venir aunque sea para ver esos ojos, salta de la barra y corre a mis brazos diciéndome que me trajo con el pensamiento, la abrazo y beso con dulzura, tomo su cara en mis manos con ternura la miro y le digo cuanto la adoro, que no puedo estar sin ella, suelto su pelo y mis dedos acarician su cabeza, seguimos besándonos, acariciándonos, le quito la bata, admiro su cuerpo, la giro y pego su espalda de mi pecho, mis manos la recorren toda y voy diciéndole al oído lo bella que es, lo mucho que la deseo, me agacho y quito sus braguitas, beso sus nalgas y mi lengua recorre toda su raja, la giro de nuevo y subo a sus senos, los degusto a placer, ya ella me está desnudando, pero sólo dejo que me quite la chaqueta, la tumbo en la mesilla, como esta no es muy alta tengo que arrodillarme en el suelo, subo sus piernas a mis hombros, su sexo queda frente a mi, abierto, jugoso, palpitante de deseo al saber que pretendo, mi boca va hacía el besando y mordiendo sus muslos, mi lengua se introduce entre sus labios y se funden nuestras humedades, está mojadísima, rica, mi boca se apodera de todo sus sexo, es un verdadero elexir de dioses, mis manos suben a sus senos y mis dedos juegan con sus pezones, mi boca no para de chupar, lamer, penetrar, ella no deja de gemir y de decirme lo rico que me la como, estallá en un rico orgasmo gritando mi nombre, mi boca sigue un rato en sus sexo, degustando… me tumbo encima de ella y la beso con adoración. Por desgracia se me acaba el tiempo, tengo que irme a la reunión. Ella protesta porque no me disfrutó, quiere comerme también, recorrer mi cuerpo, pero no hay tiempo… le prometo ser todita suya por la noche, dejarme hacer a su antojo, darle la vida misma si asi me lo pidiese.
Me vuelvo al metro con el corazón en un puño, deseando quedarme con ella toda la tarde, acurrucaditas la una en la otra. Cuando salgo del metro tenía varios mensajes de ella en el celular, a cual mas tierno y bello, y un mensaje de voz de la clínica, la reunión se había cancelado, había una emergencia fuerte y muchos de los accionistas estaban atentiendo pacientes. Como tenía el auto en el parking de la clinica, me dirigí a buscarlo, pasé por casa de mi tía a recoger la ropa, después fui al super y compré algunas cositas que le encantan a mi amada, y también me acerqué a una zapatería a comprarle unas botas que había visto y le gustaron mucho, no tardé ni 2 horas en hacerlo todo teniendo en cuenta el tráfico. Llegué a casa y entré en silencio, la busqué y estaba en su cueva, sigilosamete me bajé a la cocina y coloqué las cosas, subí a la habitación, me duché y me tumbé en la cama desnuda, le mandé un mensaje a su celular, "baja a la habitación, tienes un regalo encima de la cama". Ahí mismo la sentí, abrió la puerta y ahí estaba yo, todita para ella…
Ahora mismo está de viaje, me dijo que abriera esta página y que leyera Amada mía… somos nosotras! Me sorprendió.
Chocolate69, no se si todos los amores de las mujeres son iguales, no se si todas amamos con la misma intensidad, lo cierto es que yo, cuando ella no está a mi lado, me siento sólo la mitad de mi misma. Con ella todo es perfecto, el amor, el sexo, la pasion, la sensualidad… pero estando juntas o no, lo vivimos y lo disfrutamos a placer, es damasiado bello para desaprovecharlo.
Gracias por gustarte nuestra historia.
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