Mi inicio sexual fue con una mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AlessandraGoudet.
Estaba en casa caliente, intente bajar el sofocon de mi lujuria y puse mi pequeño vibrador dentro de mi puchita vibrando entre mis labios, sabia que no era suficiente y recorde algo que me paso en un dia del niño y mis manos, y mis recuerdos se encargaron del deseo.
Estaba en casa de mi prima, tendria unos 12 años.
Me quede a dormir ahi pero esta vez fue diferente.
Como cada vez que me quedaba me dormiría en el cuarto de mi prima, en su cama.
Ella era un año mayor que yo, tez clara, cabello dorado y ojos verdes.
Yo morena, de ojos cafe claro.
Ambas apenas desarrollandonos, aunque ya se veia que los senos de ambas serian grandes.
No nos daba vergüenza vernos desnudas, incluso nos bañabamos juntas.
Esa noche hacia calor y no podiamos dormir.
Ella se acercó y susurro en mi oido: juguemos un poco, se que te gustara, pero sera nuestro secreto.
Entonces bajo con sus labios por mi cuerpo y levanto mi camisón para buscar mis pezones.
Los chupó y dijo, saben bien, ¿deseas probar mi lechita tambien? yo me estaba mojando ya, sintiendo sensaciones que desconocia pero me gustaban.
Busque esos botoncitos rosas y mientras pasaba mi lengua por ellos y los chupaba me perdiael en la lujuria de su cuerpo.
Despues de un rato, volvió a tomar el control ella y esta vez, mientras mamaba mis pezones metio sus dedos en mi puchita, haciendome vibrar y dandome mi primer orgasmo.
Lo unico que supe hacer fue corresponderle explorando con mis dedos entre sus labios, entre su humedad, sintiendo como resbalaban mientras sus gemidos se mezclaban con los mios, suavemente pues no queriamos ser interrumpidas.
El morbo de ser descubiertas haciendo cosas que no debiamos hacer, y el placer descubierto esa noche, la lujuria se adueño cuando bajo su cara a mi entrepierna y senti su boca en mi sexo.
Un mar de sensaciones explotaron en mi vientre, las cuales solo podia premiar del mismo modo.
Probando la miel que escurria de su puchita hasta la ultima gota.
Aun hoy me excita recordarlo.
Tanto que esas memorias bastan para tener un gran orgasmo.
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