Mi primer encuentro lésbico
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Bhet.
Bueno, me presento, mi nombre es Bhetzabe, pero mis amigos me dicen Bhet.
Este es mi primer relato, Mido 1.55 soy blanca, delgada, senos medianos, un culo no tan grande pero paradito, caderas anchas y ojos café.
Soy heterosexual, pero ¿por qué decirle que no a unos ricos orgasmos con gente de mi mismo sexo ?
Esto me pasó cuando tenía 14 años, estaba en una fiesta que, aunque supuesta mente iba a ser interesante, estaba aburrido.
Había ido sola y de pronto una chica llamada Amelia, un poco mas baja que yo, se me acercó y comenzamos a entablar conversación.
Descubrí que tenía 15 años y era bisexual.
Pronto nos alcanzaron unas cervezas y entre trago y trago comenzamos a hablar de sexo y a manosearnos un poco, estábamos en un lugar oscuro así que no nos veían.
Poco a poco me acerqué a sus labios y nos besamos apasionadamente.
Decidimos ir a otro lugar con mas privacidad así que salimos de la fiesta y nos dirigimos a un callejón donde sabía que había una casucha abandonada donde nadie iba nunca.
De inmediato la desvestí quitándole primero el top y luego la minifalda y la deje con su pequeño hilo blanco, comencé a chuparle los senos y a mordisquearle los pezones que estaban bien duritos, tenía unos senos muy grandes y le encantaba que le jalara los pezones suavemente.
De pronto gimió y me dijo que había tenido un orgasmo delicioso, y que ahora era su turno de desvestirme a mí.
De inmediato me quito el polo y el brassier y me quitó mis shorts, Se alegró al ver que no traía ropa interior y de inmediato se dirigió a chupar mis pezones y me dejo un chupetón en uno de mis senos, luego bajo hacia mi vagina donde comenzó a frotar suavemente mi clítoris, aumentando la velocidad poco a poco, haciendo que me mojara más de lo que ya estaba, luego sacó algo de su cartera y me di cuenta que era un dildo, ella me pregunto "no te molesta que te lo meta o si ?" a lo que yo respondí "hazme lo que quieras, con tal de tener un orgasmo" de inmediato me lo introdujo e hizo que comenzara a gemir, y mientras lo introducía me iba lamiendo mi clítoris y sacándome dos orgasmos seguidos que me hizo gritar un poco fuerte.
De ahí estuvimos jugando con el dildo hasta el cansancio y después intercambiamos números telefónicos ya que esto debía repetirse otra vez.
Y aunque dos años después ella se mudó a otra ciudad, los recuerdos de todos nuestros encuentros siempre se quedará grabado en mi mente.
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