Mi primera experiencia Sexual con la Chica de mis sueños.
Liz, una Chica de 18 años, tiene sexo con la chica que tanto desea..
Me llamo Liz y mi historia comienza así: Hace ya un tiempo estaba en mi último año de preparatoria y para ese momento estaba por realizarse un viaje de estudio – turismo a un estado vecino, luego de pensarlo un poco, vi que tenía algo de dinero, así que decidí apuntarme, para mi mala suerte ninguna de mis amigas quiso acompañarme, así que iría yo sola. El día llegó, iríamos por la noche para llegar por la mañana. Al abordar el Autobús fui hasta mi lugar, afortunadamente me dejaron pagar por el segundo asiento, así que iría súper cómoda. Antes de irnos, el bus se detuvo, pensé que tenían problemas, así que no le di importancia y seguí viendo películas en mi Tablet. Estaba acostada en los dos asientos, y de repente alguien tocó mi pierna, al quitarme los audífonos y bajar la Tablet, levanté mi mirada y oh sorpresa! Enfrente de mí estaba la chica más linda y Cool de toda la escuela, Violeta.
Violeta – Hola, me dijeron que había un asiento libre aquí. ¿Puedo sentarme contigo?
Automáticamente pensé en que perdí $500 por el asiento por el que pagué, pero no era momento para lamentos. La chica que tanto me gusta estaba parada enfrente de mí, y no pensaba molestarla diciéndole que no.
Liz – Hola Violeta (voz temblorosa) sí, claro que puedes ir conmigo, pasa y siéntate.
Violeta – Muchísimas gracias… Pensé que no me dejarían subir, se supone que debería ir en el otro bus pero veo que se adelantó, en fin.
Liz – No te preocupes, esta gente no es muy organizada jejeje.
Violeta se sentó y me hizo plática, normalmente no hay mucha relación entre ella y yo en nuestro salón, pero esta vez fue diferente, pasamos un buen rato conversando, y me di cuenta de todo lo que teníamos en común, fue una conexión inmediata. Solo veía su rostro, esos ojos de un negro penetrante y esos bellísimos labios. No hacía nada más que escuchar atentamente todo lo que decía, era un sueño para mí, no me lo creía. Al rato ella se quedó profundamente dormida, y yo también tenía sueño ya, pero antes de intentar dormir me acerqué a ella y en un movimiento sigiloso respiré su dulce esencia, fue tan genial que antes de voltear y dormir, tomé su antebrazo y acerqué su mano para besarla.
Por la mañana, Llegamos a la Ciudad. Violeta y yo Estuvimos juntas en todo el recorrido, visitamos varios museos, monumentos y Jardines. Traía mi cámara así que le pregunté a Violeta si le gustaría ser mi modelo, y aceptó. Le tomé muchísimas fotos, estas son mi tesoro personal. Por La tarde fuimos a comer juntas, estábamos en una terraza, ella comía con una tranquilidad digna de una diosa, con el sol detrás de ella, parecía tener un aura dorada, le hacía ver muy imponente, sin pensarlo y preguntarle, le tomé una foto le dije:
Liz – Violeta… te han dicho que eres muy linda?
Violeta – (Se sonroja) Sí, pero por qué me lo dices tú? ¿Acaso soy atractiva para ti?
Liz – Sí, la verdad sí. Y ahora que estamos aquí, debo decirte que… me gustas
Violeta está en silencio, no sabe que decir, pienso que no debí ser directa y decirle esto en un momento tan ramdom. Pero decidí dar otro paso, y le confesé mi amor por ella. Entonces ocurrió algo inimaginable, ella también declaró una atracción por mí. Nos quedamos silencio, mirándonos fijamente, entonces ella se acercó, al ver su movimiento, naturalmente hice lo mismo, y ella me preguntó: ¿Puedo darte un beso? Sin responder a su petición la besé, sentir sus labios junto a los míos provocaba en mí un sinfín de emociones. Ya era algo tarde, y debíamos reunirnos para ir al Hotel donde pasaríamos la noche, así que nos fuimos. Ya en el hotel, pedimos quedarnos juntas. Así que subimos nuestras cosas y luego bajamos para ir a un último recorrido del día.
La noche caía, el aire se hacía más frío y la Luna hacía su aparición. Ella y yo estábamos más juntas, hablábamos de todo lo que nos gusta y de otras cosas, nos divertimos muchísimo. Se rumoraba que nos dejarían pasar a las piscinas del hotel, y como no traía algo que ponerme para la ocasión, fuimos a comprar algún traje de baño. Estábamos en un centro comercial de ahí, y fuimos a ver qué había, sin pensármela escogí un conjunto muy picante.
Violeta – Estás segura de querer eso?
Liz – Por supuesto. Te contaré algo, me excita exhibirme, más aún si estaremos a la vista de los demás compañeros.
Violeta – Me agrada esa idea, igual me gustaría llevar uno, así que tú lleva el negro y yo el blanco
Ya terminada la visita nos fuimos todos hacia el hotel, eran quizás las 8 o las 9, de camino hacía allí nos cruzamos una tienda de autoservicio y Violeta me pido esperar afuera mientras ella compraba, una vez terminó, guardó las cosas en su mochila. Me dijo que tenía algo para mí, ya quería ver que era.
Llegamos luego de una caminata muy agradable, subimos a nuestra habitación que estaba en el quinto piso, tenía una buena vista, a la ciudad y al patio. Dentro, descansamos un poco. Saqué de un doble fondo de mi maleta una cajetilla de cigarros. Le ofrecí uno a Violeta, me dijo que lo intentaría por primera vez, y para ser la primera, lo hizo bien y parecía que lo disfrutaba bastante, ella se levantó de la silla y de su mochila sacó lo que compró, un par de cervezas, Le agradecí el gesto. Conversamos un momento mientras disfrutábamos del tabaco y el alcohol. Violeta terminó y se levantó para sacar de la bolsa la ropa que compramos.
Violeta – veamos qué tal se ve, anda! Ponte el tuyo.
Violeta comenzó a quitarse la ropa, empezó con su suéter, el cual dejó ver lo que esconde, luego se bajó sus jeans lentamente volteando y agachándose para que pudiera ver su culo, seguido de su playera. En ropa interior, me dijo: sigues tú. Me quité la playera y mis shorts, debajo de estos, tenía puesta una Fishnet, terminé de retirarme las botas y mis calcetines. Violeta tenía su vista en mí, ambas en ropa interior procedimos a desnudarnos. Ella tiene un cuerpo envidiable, un abdomen sólido y tonificado, sus tetas son hermosas, diría yo que son copa c, bien definidas y con unos pezones grandes y deliciosos, tenía poco o casi nada de vello púbico, pero con o sin él, sus labios vaginales eran perfectos, y ni hablar del buen culo que tenía, no era grande pero era muy genial, por su parte, tengo las tetas de un tamaño estándar, mis caderas son un poco pronunciadas y mi culo sí que es grande, Violeta se asombró al ver que yo si tengo abundante vello púbico, y la verdad es que me gusta cómo se me ve. Procedemos a vestirnos, su conjunto se ve muy espectacular, con ese top hacía que sus tetas se vieran más grandes, y sus pezones salían de entre la tela y ni hablar de su tanga, la parte frontal se veía reducida gracias a sus grandes labios en los que se metía la tanga. Al final yo, lo más resaltante era mi gran culo y mis pelos saliendo de entre la tanga. Para terminar recogimos nuestras toallas y nos pusimos las sandalias y bajamos hasta el patio.
Llegamos a la salida al patio, y las miradas y los susurros no se hicieron esperar, robamos la atención te todos, entramos a nadar un poco, estuvimos conversando con otras chicas y jugamos con ellas y los chicos, fue muy divertido.
Eran ya poco más de las 23:00 y muchos empezaban a irse, incluidas nosotras dos. Allí íbamos, un par de chicas a las que les gusta calentar penes y mojar unas cuantas vaginas con sus cuerpazos, subiendo por las escaleras todos no paraban de pervertirnos con sus comentarios y sus miradas, estaba claro que éramos las chicas más buenas de la escuela, dando a conocer nuestro lado más sucio, el cual está por llegar a su punto más alto.
Violeta se desnudó y se acercó a mí para quitarme la ropa, tomó mi mano y me llevó a la regadera, ahí comenzamos a bañarnos, el calor del momento era mucho, la excitación subía y los orgasmos esperaban pacientes a ser liberados. Estaba detrás de ella, la tome por los brazos, la junté a mi cuerpo mojado, y le susurré al oído “Te Amo”, Violeta asintió con un pequeño gemido, mi vagina estaba en contacto con sus nalgas, empecé a besar su cuello mientras mis manos iban hasta sus tetas, lo suaves y calientes que estaban eran motivos para que empezara a mojarme, masajeaba sus pezones de la forma más placentera posible. Salimos de la regadera y caminamos hasta la cama, acosté a Violeta boca abajo, separé sus nalgas y comencé besando su ano y luego a lamer su vagina, ella gemía suavemente y su respiración se agitaba más y más, disfrutaba mucho el sabor de su vagina y su humedad era tal que comenzaba a llenar mi cara. Dio vuelta, y me tomó del cuello haciéndome subir a la cama, lanzándome contra esta, y comenzó besándome, El roce entre nuestras lenguas y el intercambio de saliva entre nuestras bocas no hacía nada más que excitarme todavía más, bajó por mi cuello dándome caricias, hasta pasar por mis tetas, jugando con mis pezones, dando suaves mordidas y besos, luego, bajando por mi abdomen con su lengua hasta estar frente a frente de mi chorreante vagina, enredando mi abundante pelo con sus dedos, entonces toma uno de sus dedos para pasarlo entre mi vagina recogiendo un poco de mis jugos para llevarlo a su boca y saborearlo, entonces comenzó a lamer y a chupar mientras metía sus suaves dedos, lo hacía tan bien que mis gemidos aumentaban y mis piernas comenzaban a temblar.
La temperatura de la habitación aumentaba, nuestros cuerpos sudaban, estaba encima de ella y le sugerí tijerear un poco, así que lo hicimos, nuestras vaginas se juntaron, ya estábamos muy mojadas, los roces eran increíbles, me aferré fuertemente a su pierna, me gustaba ver su rostro lleno de placer, las dos gemíamos intensamente, estábamos casi exhaustas, así que me dispuse a cumplir una de mis fantasías, lamer sus pies, tenían un olor suave pero penetrante, eran suaves y aterciopelados, los lamía con cariño, y le pedí a Violeta que hiciera lo mismo, un poco extrañada accedió, era una sensación de cosquilleo y demás. Al final ya estábamos demasiado cansadas, no podíamos creer lo que había sucedido, pensar en que tuve sexo con la chica que tanto deseaba y que recién entablaba amistad con ella, resultaba extraño pensarlo, pero al final el acto se concretó, nuestros cuerpos desnudos y calientes se unieron y probamos nuestros sabores y esencias, no había duda, ella y yo teníamos un mismo destino. Luego de un pequeño descanso, decidimos dormir, entramos debajo de las sábanas, lo hicimos desnudas, rodeé sus piernas con las mías, mis tetas sentían su espalda y su reconfortante calor, respiraba su esencia dulce, le di un par de caricias y le dije: descansa amor mío.
Éste es mi primer Relato / Historia, espero y tenga una buena recepción. Me gustaría que comentaran que les gusta, para así saber que clase de Textos subir.
Ostia amiga que buen relato , excitante y una buena experiencia , ya veré si soy directo y conquistó a la chica que me gusta de una vez