Mi primera vez con mi vecina lesbiana
Yo tenía 9 años y ella 14, éramos unas niñas descubriendo, recuerdo sus pezones, sus pezones café oscuro, de ese café que hace que te pongas más caliente..
Ella se llamaba Cristal, era mi vecina unos 4 años más grande que yo.
Yo estaba en la primaria aún, siempre fui una niña muy bonita, tez blanca, ojos grandes , cabello largo y brillante. Cristal era la típica niña problemática, no le gustaba la escuela, no sé ni cómo empezamos a descubrimos mutuamente, era de tez morena y sinceramente no tan bonita de la cara, si era fea jaja, pero el cuerpo ya se le estaba comenzado a formar bonito, y yo era una niña súper promiscua.
Solo tengo una noche súper grabada en mi cabeza, que cada que lo recuerdo me hace mojarme y ponerme caliente.
Esa noche, recuerdo que su mamá no estaba y ella se quedaría a dormir en mi casa, me preguntaron antes y accedí porque ya habíamos tenido juegos previos de besarnos, ya sabes, de jugar a la mamá y el papá.
Llegó la noche y éramos dos niñas, en la misma cama, con la misma curiosidad de besarnos, pero era diferente, estábamos solas en el cuarto, ya no en un jardín con miedo a que nos vieran.
Nos comenzamos a besar de lengua, recuerdo muchísimo esos besos, casi nos comíamos, probando su saliva, metiéndonos los dedos a la boca, besos exagerados.
Yo tenía unos 9 años quizas, y ella unos 14, ella ya había entrado a la “pubertad “? No lo sé, solo están en mi mente sus bubis ya formaditas, duritas y el pezón grande, café, de ese color café que hace que te prendas más. Recuerdo que entre que nos besábamos me puso la rodilla en la entrepierna y empecé a frotar mi vagina con su pierna y ella la suya con la mía, una delicia, mi panochita aún estaba limpiecita sin ningún pelo, porque aún era muy niña y a ella ya se le empezaban a salir y los sentía en mi pierna junto con su panochita mojada.
Le chupaba y le mordía los pezones como si no hubiera un mañana, como si no fuéramos dos niñas, como si fuéramos adultas, sus pezones! Su areola grande grande y café oscuro; casi le cubría toda la teta, y su pezon durísimo.
La sensación era riquísima, ni siquiera sabía yo lo que era terminar, solo nos frotábamos, nos besábamos , me metía su lengua a la boca, y sentía como si me fuera a hacer pipí , no recuerdo en qué momento acabamos, pero fue la mejor noche de mi corta vida en ese momento.
Ahora a mis 28 años, jamás he experimentado esa sensación con otra mujer, evidentemente he cogido con varias, pero la primera vez con Cristal, no la olvido.
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