NO SOY BISEXUAL PERO ME ACONTECIO
Mi historia comienza hace un mes, yo estaba como siempre en las labores ordinarias pero ese día note que una de mis colaboradoras estaba muy triste y al final de la tarde cuando paso a entregarme el trabajo que le había encomendado, note sus ojos muy rojos de tanto llorar y le pregunte si le podía a.
Yo soy Sofia tengo cuarenta y tres años, mi esposo se llama Jorge tiene mí misma edad y quiero compartir con ustedes la razón de lo que me sucedió sin haberlo siquiera pensado porque he vivido una época de matrimonio muy positiva, sin sobresaltos ya que mi esposo es una persona maravillosa, nuestra situación económica suficiente para tener una vida placentera, una buena casa, coches para cada uno, vacaciones a veces fuera del pais, que más se puede pedir.
Yo trabajo para una empresa internacional y dirijo un área con catorce personas, el ambiente de trabajo es armonioso, por eso llevo en este cargo más de ocho años.
Mi historia comienza hace un mes, yo estaba como siempre en las labores ordinarias pero ese día note que una de mis colaboradoras estaba muy triste y al final de la tarde cuando paso a entregarme el trabajo que le había encomendado, note sus ojos muy rojos de tanto llorar y le pregunte si le podía ayudar en algo. Me dijo que si pero que me lo contaba cuando ya todo el personal del área se hubiera marchado.
Diana es una mujer muy bonita que tiene mas o menos unos veintiocho años y siempre se le ve muy alegre y positiva desde el día que ingreso hasta la fecha. Cuando quedamos solo las dos, paso a mi oficina para que habláramos y para empezar le pregunte que le había pasado si era alguna novedad grave en su familia o ¿Qué más podía ser?
Ella me conto que el asunto era que su novio desde hace seis años, con el que habían acordado casarse en tres meses y esa mañana sin motivo ni razón ola llamo por teléfono para decirle que terminaban el noviazgo y por más que le había preguntado la razón, no le quiso dar ninguna justificación.
Después de escucharla, se me ocurrió decirle que tal vez no le convenía casarse con ese muchacho y estando tranquila con su conciencia de que no había nada de su parte que hubiera sido la causa del rompimiento, mejor tratar de recuperar el ánimo y ya encontraría alguien que tal vez valorara lo que ella se merecía, a fin de cuentas, ella era una mujer inteligente y muy bonita, por eso no le faltarían en adelante pretendientes. Ella se calmo un poco, pero la tristeza seguía, por lo cual la invite a mi casa para que habláramos mas tranquilamente aprovechando que estaba sola porque mi esposo se encontraba fuera de la ciudad por asuntos de trabajo y no regresaría en al menos una semana.
Le dije que organizara sus cosas y en diez minutos salíamos, luego bajamos al parking, entramos al auto y tomamos camino a mi casa. Era un poco menos de la seis de tarde y como estaba cayendo el sol hacia las ocho teníamos un par de horas para conversar.
Al llegar a casa le ofrecí algo de comer, pero me dijo que no, tal vez un vaso con agua.
Por mejorar su animo le dije… o mejor un café, una limonada o una copa de licor, esto ultimo era en broma, pero ella lo tomo en serio y me dijo que aceptaba la copa de licor que le podría venir bien para levantar el ánimo.
Entonces para acompañarla serví dos copas, le entregue una e hice un brindis porque pensara en que iba a tener un mejor futuro.
Al beberlo su actitud mejoro y tuvimos una conversación muy positiva, pero en algún momento, ella inclinó la cabeza y volvió a empezar a llorar, entonces. Entonces me acerque, la abrace y nuestras mejillas quedaron pegadas, sintiendo la humedad de sus lágrimas. Sin saber hasta ahora porque, nuestras mejillas se deslizaron llegando a rozarse nuestros labios y allí se produjo un primer beso muy espontaneo que me sorprendió, pero luego ella se animó y vino un beso más prolongado con lengua que de manera muy natural acepte y hasta me excito. Yo jamás había tenido una relación íntima con una mujer, pero esto que estaba pasando me saco de lugar y a cada minuto lo estaba aceptando al punto que lo que inició Diana, minutos después lo estaba liderando yo.
Creo que la belleza de Diana, su hermoso rostro y su cuerpo fenomenal me motivaron sin desearlo a aceptar lo que estaba sucediendo. Los besos apasionados que me parecieron mejor que los que había compartido en muchos años con mi esposo, se prolongaron por más de quince minutos y la excitación hizo que sus manos y las mías comenzaran a proporcionar caricias en el cuello, los senos y los muslos aprovechando que ambas teníamos falda. Las caricias en los senos se hicieron más intensas cuando las dos recíprocamente soltamos los botones de las blusas.
La situación era tan apasionante que me anime a servir una segunda copa que bebimos sin hablar mayor cosa, solo nos miramos mientras compartíamos una que otra caricia. Como el hielo ya se había roto me levante, tome de la mano a Diana y la invite a mi habitación. Allí me recosté boca arriba y Diana se subió sobre mí para continuar besándonos. Jamás había disfrutado una sesión de besos tan prolongada, ni siquiera cuando éramos novios con mi esposo.
Esta atracción, que todavía no se explicar, me unió a Diana para dejar que acontecieran los hechos sin control alguno. Creo que siendo las dos mujeres sabíamos perfectamente lo que nos gustaba y por eso esa atracción inmediata. Estando mas cómodas en la cama, poco a poco nos fuimos desnudando y cuando las dos quedamos en ropa interior, la excitación al compartir el calor mutuo nos enloqueció. Pronto los sujetadores los retiramos y tanto Diana como yo besábamos, chupábamos y mordíamos con suavidad los pezones que nos impulsaban a crecer nuestros deseos.
Los besos nunca pararon, era algo inmediato, bajar a los senos, para luego regresar a los besos muy intensos acompañados de lengua. Nuestros cuerpos estaban brillantes, por la transpiración producida por la excitación y los constantes movimientos de las caricias.
En todo este tiempo no habíamos llevado nuestras caricias a las partes íntimas, por eso cuando Diana decidió bajar y comenzar a morder por encima de mi panty mi coño la excitación subió a limites insospechados, así pasaron unos minutos hasta cuando ella se decidió a retirarme el panty y después de observar mi coño y alabar lo hermoso que estaba perfectamente depilado, acerco su boca y con su lengua le dio un recorrido total. Luego se concentró en mi clítoris prodigándome sexo oral como nos gusta a las mujeres, la verdad que ni mi esposo jamás logro darme lo que ahora estaba haciendo Diana para llevarme finalmente a un orgasmo que disfrute al limite dejando escapar sin control gemidos y pequeños grititos que indicaban lo que estaba disfrutando internamente, cuando ya no pude mas le pedí que parara para recuperarme y corresponderle con algo igual en su coño.
Cambiamos de posición y ella quiso un sesenta y nueve y mientras yo estaba visitando su coño, ella nuevamente me correspondía con caricias de su boca dejando deslizar su lengua dentro de mi coño.
De mi parte, además de motivar su clítoris con mi boca, labios y lengua, deje deslizar en su coño dos dedos y luego tres que ayudaron a que ella alcanzara el orgasmo que se merecía. Una vez que ella disfruto un poderoso orgasmo, permanecimos las dos al menos cinco minutos, pegadas en un beso apasionado, rozando nuestras partes intimas contra el muslo de la contraparte. Hubiéramos podido permanecer más tiempo, pero Diana debía ir a su casa, y era mejor que fuera aun de día, antes que llegara la noche.
Al despedirnos me agradeció enormemente lo que habíamos compartido, agregando que lo sucedido era como un bálsamo a su tristeza y siempre estaría muy agradecida conmigo. Le dije… ya veraz que mañana volverá el ánimo y podrás encontrar alguien que te valore y serás muy feliz, tanto como yo lo soy con mi esposo.
Cuando Diana se fue volví a la realidad, y no podía encontrar justificación como me había dejado llevar por las circunstancias permitiendo que esto pasara, pero la verdad es que disfrute de unos besos y caricias inolvidables, no me considero bisexual pero no se que pueda pasar si otra vez las cosas se dan con Diana, ella es una mujer muy hermosa y atractiva. Hasta aquí mi historia.
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