PERDIDOS (CAP 31) El INICIO DEL CHANTAJE A LA EMPRESARIA:
Cómo era de esperarse, La empresaria Herzoch reacciona con rotundo rechazo al libro donde se habla de su vida íntima, y su amiga periodista le cobrará bien caro la no publicación del mismo..
CAPITULO 31:
El INICIO DEL CHANTAJE A LA EMPRESARIA:
Cómo era de esperarse, La empresaria Herzoch reacciona con rotundo rechazo al libro donde se habla de su vida íntima, y su amiga periodista le cobrará bien caro la no publicación del mismo.
Estaba Judith aun chupándose los dedos y saboreando a su amiga. Entonces recordó a Tomás y de cómo él disfrutaba (allá en la isla) y disfruta aún hoy de los meos de mami, y de limpiarle la concha con la lengua después de cada meada de mamá.
Entonces cómo su amiga estaba aún descansando, aunque se sintió tentada a lamerle la concha a su amiga, prefirió dejarla descansar un rato antes de seguir con todo aquel festín XXX que las maduras amigas se estaban dando allí en casa de Jaky.
Entonces recordó el segundo regalito de su amiga, ese que encontró debajo de la almohada y que dejó en la mesita de luz.
Lo tomó entre sus manos, rompió el papel que lo envolvía, y allí estaba el segundo libro que su amiga escribió sobre ella y sus hijos y de los hechos que ocurrieron en la isla.
“LA VIDA SECRETA DE LOS HERZOCH EN LA ISLA”. Así se llamaba este libro.
En silencio Judith se sentó en la cama, al lado de su amiga quien parecía entre dormida. Y entonces comenzó a leer el dichoso libro.
Comenzó por el prólogo y ya no podía creer lo que su amiga escribía sobre ella.
Ya desde el comienzo del libro, Jakeline se planteaba si todo lo relatado en el libro anterior, no habría sido un “accidente”. Es decir: En el primer libro se habla de un naufragio, de un accidente marítimo y el posterior estado a la deriva del yate, y dando cómo consecuencia el igualmente accidentado desembarco en las costas de una deshabitada isla quien sabe dónde, por la que no pasa nunca un puto barco, ni son visibilizados por un avión de rescate.
¿Pudieron Judith y sus hijos simplemente planear “unas vacaciones distintas” en un lugar alejado de toda civilización para dar rienda suelta a sus vicios secretos?
¿Qué tipo de vicios ocultos tienen la empresaria más adinerada y exitosa de Crisao?
Jakeline Bauer se presentaba cómo amiga íntima de la empresaria y su familia, y por tanto y en cuanto fuente “autorizada” y con conocimiento detallado de todo lo que iba a narrarse en el presente libro.
Judith furiosa con su amiga, pero inmovilizada por el horror que sentía en ese momento, de sólo imaginar ese libro en las estanterías de las librerías de todo el país, no podía coordinar palabra ni reacción alguna, y sólo continuaba leyendo aquel puto libro, que, de llegar a las librerías del país, acabaría con su vida, su empresa y prestigio social y el de toda su familia.
Leía, y solo leía y continuaba leyendo.
Entonces su amiga comenzó a despertar y la vio leyendo aquel libro, estando de pie frente a ella, al lado de la cama y apoyada en la pared.
- ¿Y, que opinás amiga? …… ¿Te imaginás? ¡ese libro se va a vender cómo agua, cómo pan caliente, nos vamos a llenar de plata amiga! Le dice Jakeline con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Te volviste loca……! ¡Hija de re mil putas, la puta que te pario conchuda de mierda, te odio! Le murmuró casi llorando su amiga.
- ¡Epa, epa, epa, el tonito amiga, el tonito!……. ¿Y que son esas palabrotas? mirá que te las puedo hacer tragar ¿Eh? Le respondió Jakeline, poniéndose de pie frente a ella, y acariciándole el rostro, secándole las lágrimas con sus caricias.
- ¿Por qué me hacés esto? Le preguntó Judith, totalmente paralizada, viendo la perversa satisfacción que tenía en el rostro su amiga.
- ¿Te acordás cuando me hacías sentir una puta frente al grupo de amigas? ¿Te acordás cuando Yo contaba de mis novios y amantes, y me callabas con tus éxitos académicos y tus negocios exitosos? Yo también tuve y tengo mis éxitos ¿Sabés amiguita?, pero durante muchos años agaché la cabeza ante tus comentarios sobre mí y mi forma de ser con los hombres. ¡Nadie le podía decir nada a la señorita Hezoch, a la estudiante “10” a la abanderada, a la mejor compañera en varios años, a la Abogadita recibida a los 23, a la administradora de empresa, analista en sistemas informáticos, licenciada en economía, traductora de inglés, alemán, y no sé cuántos títulos de mierda más!…. ¿Cómo la voy a interrumpir Yo a la señorita Herzoch con mis anécdotas de cotín, Yo que me recibí apenas de periodista y que me tuve que ganar muchos de mis primeros logros con esta (dice agarrándose la concha) y con esto (dice golpeándose la nalga) y de pronto ¡Ups, la más puritana del grupo se raja a una isla a revolcarse con sus 4 hijos! Le dice casi a gritos en la cara su amiga.
- Está bien Colo, tenés razón en mi fea manera de ser con Vos durante muchos años, perdonáme amiga…. ¡Pero esto no, no me hagas esto por favor! Le suplica Judith casi llorando con el libro en las manos.
- ¿No me ayudas con la traducción del libro? … ¡Sí lo traducís al inglés y alemán, lo podemos meter en el mercado internacional, y llenarnos de plata, amiga, no trabajaríamos más, viviríamos de las regalías del librito! Le dice Jakeline.
Entonces Su amiga empieza a llorar desconsoladamente, y sólo le responde que no, a su pregunta.
Jakeline se queda mirándola mientras su amiga llora cubriéndose la cara con el libro.
- Bueno Judith, déjate de tanto escandalito que ya estás grandecita para esto…… ¿Entonces cómo hacemos? ¿Qué y cuanto das por mi silencio sobre tu vida privada? Le responde Jakeline a la negativa de su amiga a cooperar con la traducción del libro.
Entonces Judith levanta su mirada por encima del libro que tenía en sus manos, y la mira horrorizada y estupefacta a su amiga.
- No sé qué vas a querer de mí, te doy lo que quieras. Le murmura ella llorando y mirándola a los ojos totalmente derrotada.
- ¿Me repetís la oferta? Le dice su amiga excitada por ver a su amiguita a sus pies, llorando derrotada y dispuesta a “pagarle” caro su silencio.
- Te doy lo que quieras. Le repite Judith llorando y mirándola a los ojos.
- Mirá que te va a salir caro ¿Eh? La asusta su amiga.
- Ya lo sé. Le dice Judith sin dejar de llorar.
- Bueno, quedamos así entonces, igual no te hagas problemas, te lo dejo en cómodas cuotas, mientras me cumplas…… Le advierte la Colo.
- Si, está bien te voy a cumplir. Le responde Judith calmándose un poco.
- ¡Eso amiga, dejá de llorar y mostrame lo perra puta que Sos! Le pide la Colo metiéndole la mano por debajo de la faldita de su amiga y acariciándole la concha por encima de la bombacha, mientras Judith abre sus piernas y se queda en silencio entre sollozos.
- Bueno, acá me tenés, y ¿Que más vas a querer aparte de esto? Le pregunta Judith, para prepararse mentalmente para el interminable chantaje al que seguramente la sometería su amiga.
- ¡Que buena pregunta amiga! ¿No te gusta el periodismo? …. ¡Con esas preguntas tan interesantes que hacés deberías haber estudiado periodismo! …… ¿No te parece amiguita? Le responde sarcásticamente su amiga besándole las mejillas empapadas en lágrimas, mientras le seguía acariciando la vagina por encima de la bombacha metiéndole la mano entre las piernas por debajo de la falda.
- No sé, en su momento no se me ocurrió estudiar periodismo. Responde Judith, solo por darle una respuesta a la pregunta, y acordándose de su hijo Jonathan, cuando la humillaba cada vez que se la cogía allá en la isla, y aún hoy.
- A ver, que más puedo querer, ay amiga, ¿Me podés creer que tengo enfrente mío y a mis pies a una de las mujeres más ricachona de mi ciudad, y no se me ocurre nada que pedirle, y no puedo dejar de manosearle la concha y las tetas?……… no sé, déjamelo pensar, bueno la impresión del libro que no queres que salga a la venta, produjo sus gastos, así que un poco de plata no me vendría nada mal. Le responde Jakeline manoseándole la concha y las tetas al mismo tiempo con ambas manos.
- Aha, está bien ¿Cuánto es? Le pregunta Judith.
- No sé amiga, después me pongo a hacer cuentas, ¡con la calentura que tengo por tenerte tan sumisita y a mis pies, no puedo pensar en números ahora! ¡Vamos a la cama! Le responde Jakeline, sacándole el libro de las manos, agarrándola de la mano y acercándola a la cama, donde la Colo se sienta y Judith permanece de pie frente a ella.
Entonces Jakeline se la queda mirando, mientras su amiga solloza y por momentos llora inconteniblemente.
Y es que la empresaria estaba mentalmente entre el terrible miedo a que todo aquello llegara a saberse, y la rabia y odio que sentía por la que hasta hoy había sido su mejor amiga, o una de ellas.
Jakeline la veía llorar y no podía evitar sonreír de satisfacción, después de tanta “humillación” recibida de su parte, durante tantos años.
- Arrodillate y dame una buena chupada de concha, vamos. Le ordena Jakeline a su amiga, y se acuesta bocarriba en la cama abriendo bien las piernas.
- Está bien. Murmura apenas ella entre sollozos.
Entonces Jakeline abre las piernas, y Judith se arrodilla entre ellas y comienza a besarle y lamerle la concha a su amiga.
- ¡Aaaaaahhhh, ay si amiguita, besamela así, límpiamela bien con la lengüita mi amor, sé buena amiga y lávame bien la concha, que me mie por tu culpa, aaaaaaaaahhhhh!. Le decía la Colo a su amiga, entre gemidos de placer al sentir en su mojada concha los tiernos besos, el rose de la lengua y el cálido aliento de su amiga.
Judith sólo se esforzaba por dejarla bien complacida a la perversa periodista, para que no publicara aquel libro que podría dañarla socialmente de manera irreparable y arruinarle la vida a ella y sus 4 hijos.
Todo lo que quería en ese momento era que Jaky se complaciera pronto, y la dejara ir.
- ¡Aaaaaaaahhhhh, aaaaaaayyyy sí chiquita, así mi amor, cómo me calienta tenerte en la cama, cómo me calienta tenerte cómo mi putita personal! Le dice la pelirroja entre gemidos, acariciándole la cabeza con ambas manos y presionándola contra su concha.
Entonces Judith le mete su lengua lo más profundo que le es posible en esa concha con apenas unos pocos vellitos en los labios, y con su lengua adentro, comienza a intercalar un constante mete y saca, con algunos movimientos de escarbado, cuando le metía la lengua bien adentro.
- ¡Aaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaaaahhhhh, si hija de puta, aaaaaaaaaaahhhhh, seguí así hija de putaaaaaaa, me estás haciendo ver estrellitas, aaaaaaaaaahhhh! Gritaba y daba alaridos de placer la Colo, mientras la animaba a seguir.
Entonces, Judith totalmente convencida que pronto la haría tener el puto orgasmo que le pondría fin a todo esto (por lo menos por hoy), se concentró en aquellos movimientos linguales que tanto hacían gritar y estremecer a su amiga, e incluso al notar cómo se estaba mojando hasta el orificio anal, Judith le acerca un dedo al ano, y comienza a penetrarla por atrás, al mismo tiempo que la pajeaba con la lengua.
Entonces, al sentir esta doble penetración por ambos agüeros de su cuerpo, Jaky se estremeció, de forma tal que su cuerpo se tensó totalmente permaneciendo totalmente rígida, su boca se abrió lo más que pudo, sus ojos se abrieron y su mirada se clavó en el techo del cuarto, mientras con ambas manos se estrujó las tetas, tanto cómo pudo, y hasta llegar a causarse algo de dolor
En ese momento y con algo de bronca, Judith empuja repentinamente su dedo en el ano de la Colo hasta tocarle la mierda que su amiga tenía en su interior, y lamió su clítoris, tanto y tan rápido cómo pudo.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh! Lanzó un fuerte alarido la Colo, con su nuevo orgasmo.
Entonces Judith se incorpora, y se va al baño a lavarse las manos, pero cuando fue a enjuagarse la boca, prefirió conservar el sabor de su amiga en ella, y entonces volvió a la cama con la Colo.
La Colo permaneció unos largos instantes recuperando energía, y cuando ya Judith estaba quedándose también entre dormida, sintió la mano de su amiga acariciándola.
- Gracias amiga, fue hermoso ….. ¡Lo necesitaba tanto…!. Le dijo la Colo acariciándola dulcemente y besándola en la mejilla.
- ¿Me puedo ir ahora entonces? Le preguntó Judith.
- ¡Jijijijiji! ……. ¿Pero a dónde se me quiere ir tan apurada mi amiguita preciosa?…… ¡Todavía falta que su amiga le devuelva todo el placer que ella le dio! Le responde su amiga.
Entonces la Colo intensifica sus caricias sobre el hermoso cuerpo de su amiga.
Mientras lo hacía y Judith cierra sus ojos para disfrutarlo lo más que le fuera posible, pese a toda la situación de chantaje al que la estaba sometiendo su amiga. La Colo por su parte, ya estaba pensando en los próximos planes que tenía con su amiga.
Hoy mismo, después que Judith se fuera de su casa, telefonearía a un par de amigos (miembros del grupo de solos y solas al que ella pertenecía) admiradores de la bella y solitaria empresaria.
Uno de ellos era Don Tiburcio Álvarez, un hombre de 72 años, dueño del canal de televisión donde la periodista trabajaba al medio día.
Este Don Tiburcio le había echado el ojo hace unos años ya a la empresaria amiga de la Colo.
Todo ocurrió en una oportunidad que la Colo llevó a su amiga al canal de TV para hacerle una entrevista, y el hombre tuvo la oportunidad de conocerla personalmente a la empresaria y quedar totalmente flechado por ella y su hermosa apariencia juvenil y nivel cultural.
Don Tiburcio había tenido mucho que ver con el meteórico ascenso de la pelirroja en el mundo de la prensa, y cómo buen “viejo Verde”, también se echó al plato en varias veces a Jaky, quien obviamente tampoco lo hacía gratis, o porque sintiera algo pon Don Tiburcio.
Por su parte en cambio la empresaria, le había rechazado varios intentos de acercamiento al viejito.
Por otro lado, Telefonearía a Ramiro, el hijo de uno de los amiguetes de Jakeline, un chico de 17 años, que tenía una inclinación por las mujeres maduras, y que incluso intentó echársela al plato a ella, pero ella no le aceptó, por ser muy amiga del padre, y porque el “chiquitín” (cómo le decía ella de cariño) no tenía nada que le interesara. Pero, por otro lado, Ramiro cumpliría en pocos días sus 18 años.
Por lo que el padre de Ramiro, y el propio chico le contaron a Jakeline, el chico era muy tímido y nunca tuvo rose con el sexo opuesto.
La idea de Jakeline era darle al chico una noche con su amiga empresaria (de la que tan enamoradito estaba) para que debutase con ella.
Estas ideas se le estaban ocurriendo en la cabeza a Jakeline, mientras continuaba acariciándola a su amiga. Ya muy excitada otra vez, y esta vez con sus propios pensamientos, se levanta, y hace levantar a su amiga.
Entonces Jakeline empieza a abrazar y besar apasionadamente a Judith, imaginándola tener que cumplirle con estos nuevos caprichos a su amiga.
Mientras se besan intensamente, Jaky totalmente poseída por sus propios pensamientos, mete una de sus manos por debajo de la falda de Judith, quien instintivamente abre sus piernas e inmediatamente la mano de su amiga se poza sobre su peluda concha por encima de la bombacha blanca con corazoncitos rozados que llevaba puesta Judith ese día.
Entonces Jakeline Bauer hace que su amiga apoye la espalda contra la pared, y se arrodilla frente a ella, le levanta la falda y teniendo la concha de su amiga solo cubierta por la bombacha blanca con corazoncitos rozados, empieza a besársela (cómo le contó Jonathan que le hacían ellos para calentarla) y olérsela mientras su amiga le acariciaba tiernamente la cabeza.
Así están durante varios minutos, hasta que la Colo nota con sus labios cómo la delgada tela de la bombacha de su amiga empieza a humedecerse poco a poco e incluso puede oírla suspirar.
- ¡Aaaajjjj, aaaaaaaajjj, sí jaky hermosa, besamela así, aaaaaaajjjj, vamos linda seguí así mi amor! Le murmura Judith entre quejiditos de placer y suaves y tiernas caricias en la cabeza de su amiga, mientras se la cubría con su falda.
- ¡Jijijiji, cómo te gusta esto perra! ¿Eh? Le dice Jakeline.
- ¡Aaaaaajjj, ¡Ya sabés que me encanta, bájame la bombachita y cómeme la concha cómo te la comí Yo! Le dice ya casi entre gemidos su amiga Judith.
Entonces Jaky le baja la bombacha a su amiga Judith, y teniendo ya por fin esa concha peluda en frente suyo, abre la boca y la acerca cómo para mordérsela, y entonces Judith al sentir la boca de su amiga cubriendo gran parte de la superficie de su concha, cómo queriéndosela meter toda en ella y comérsela de un solo tarascón, siente un escalofrío que le recorre el cuerpo haciéndola estremecerse y hasta temblar, por lo que abre aún más sus piernas y con sus manos y por encima de la falda que aún llevaba puesta, presiona aún más la cabeza de su amiga contra su concha.
Y entonces siente cómo la lengua de la Colo se le mete adentro, y cómo si se le hubiera metido un bicho vivo allí dentro, empieza a moverse en su interior cómo escarbándole un pozo, tal cual le había hecho ella anteriormente a su amiga.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhh, aaaaaaaaaaaaahhhhhhhh, aaaaaaaaaaaaahhhh! Gemía Judith con movimientos espasmódicos de placer, retorsiendoce apoyada sobre la pared del cuarto, mientras su amiga, al sentirla gozando de ese modo, intensificó los movimientos linguales dentro de la peluda concha de su amiga.
- ¡Mmmmmmmmmmmhhhhh, mmmmmmmmmmmhhhh! Se la oía a Jaky escondida debajo de la falda de su amiga comiéndole la concha.
- ¡Aaaaaaaaauuuuuu, aaaaaaaaaaauuuuuuu, aaaaaaauuuuuu, ay amiga, aaaaaaaauuuuuuu! Aullaba la empresaria de 49 años, mientras se retorcía de placer con sus cabellos largos castaños claros, cubriéndole el rostro.
- ¡Mmmmmmmmmhhhhh, mmmmmmmmmmmhhhhhhhh, mmmmmmmmhhhhhhh! Continuó comiéndole la concha la Colo, mientras que, con el dedo índice de una de sus manos, comenzó a masajearle el orificio anal a su muy excitadísima amiga.
- ¡Aaaa! Gritó fuerte Judith, antes de enmudecer completamente, superada por el placer de sentir ese dedo hurgándole su puertita trasera.
Así permanecieron unos 2 minutos más, entonces Jaky hizo girar a su amiga, poniéndola de frente a la pared, le separó otra vez las piernas, se arrodilló nuevamente, esta vez detrás de ella, con la cola de Judith a la altura de su cara. Le metió la mano entre sus piernas y comenzó a acariciarle la concha, mientras que con su lengua masajea el orificio anal de su amiga, quien con sus dos manos se sujeta de la pared.
Jakeline acarició suavemente la concha peluda de su amiga, mientras lamía y penetraba suavemente el ano de Judith con su lengua.
Entonces y progresivamente fue convirtiendo a aquellas tiernas caricias a la concha de Judith, en suaves y progresivas penetraciones con sus dedos, hasta poco a poco transformar las caricias en una suave, lenta pero cada vez más profunda paja, que Judith disfrutó en el más absoluto silencio durante unos casi 3 minutos.
- ¡Aj, aj, aj, aj, aj, aaaaaj, aaaaaaaaaj, ay si amiga méteme los deditos, escárbamela despacito, aaaaaaaahhhhhh, aaaaaaaaaaaaaahhhhhh, aaaaaaaaaaah! Al principio se quejó, para después esos quejidos de placer, convertirlos en verdaderos gemidos Judith, conforme su amiga le iba haciendo aumentar el placer.
- ¡Te gusta perra? Le preguntó su a miga,
- ¡Aaaaaaahhhh, aaaaaaaaayyy si, cada vez más, me estás volviendo lesbiana hija de puta, aaaaaaaaahhhh! Le respondió Judith entre largos gemidos, casi apunto ya de su orgasmo.
- ¡Jajajaja! ¿Te gusta cada vez más revolcarte conmigo?……. ¿Vas a ser mi cachorrita? Le preguntó la Colo aumentándole el ritmo de la paja.
- ¡Aaaaaaaaahhhhh, aaaaaaayyyyy, si, si, si, si voy a ser tu cachorra, si amiga, si voy a ser tu puta cachorra, aaaaaaaaaaaaaaaaahhhh! Le responde Judith en medio de gemidos a gritos teniendo su orgasmo en la mano de su amiga.
Entonces, tras el orgasmo de Judith, su amiga la acuesta en la cama, y acostándola a su lado, ambas amigas descansan un buen rato abrazadas, hasta dormirse brevemente, por unos cuantos minutos hasta que el teléfono de Judith suena por una llamada de Jonás, desde la empresa.
Entonces ella luego de mantener un breve dialogo con su hijo mayor, se pone su bombacha, y le pide a su amiga que la lleve a la empresa.
- Bueno está bien, ah amiga ¿me das plata? Le responde Jakeline vistiéndose para llevarla a su trabajo.
- ¿Que? …bueno, ¿Cuánto nesecitás? Le responde Judith, un tanto sorprendida.
- Y por ahora, dame 25 mil no más. Le responde a secas su amiga.
- ¿25 mil? ….. ¿Nada más por ahora? Le responde muy sorprendida ella.
- Si, tuve algunos gastos con el libro que no querés que publique, Yo pensaba pagar mis cuentas con esa ganancia, pero bueno, te cobro mi silencio y listo. Le dice Jaky.
- ¡Bueno Jaky, pero ya te prometí que iba a ser tu cachorra! Protestó Judith, creyendo que el chantaje de su amiga quedaría en lo estrictamente sexual.
- ¡Si, y me encantó escuchártelo decir, pero ahora necesito esos 25 mil!
- Bueno está bien, en la empresa te los doy. Le responde su amiga agachando la cabeza con resignación, y provocándole una sonrisita de satisfacción a su amiga, que la miraba fijamente.
- ¡Así me gusta, una cachorra sumisa en todos los aspectos! …… ah y por la parte sexual, estate pendiente, en estos días voy a presentarte a un viejo amigo, y quiero que me lo trates muy bien. Le dice Jaky, dejando espantada a su amiga.
Durante el camino a la empresa, Judith quiso saber más de a que se refería exactamente con eso de “presentarle a un viejo amigo” y “que se lo trate bien”. Pero su amiga le negó más explicaciones al respecto. Solo le volvió a pedir que estuviera pendiente al teléfono, dejándola muy inquieta y preocupada a su amiga.
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