PERDIDOS II (CAP 27) EL CUMPLEAÑOS DE JUDITH (SEGUNDA PARTE) EL REGALITO DE SU MEJOR AMIGA:
Es el cumple de la mamá de los chicos, y su mejor amiga le tiene un regalito muy especial…. Y poco a poco, Judith irá cayendo en las manos de su perversa amiga..
CAPITULO 27:
EL CUMPLEAÑOS DE JUDITH (SEGUNDA PARTE) EL REGALITO DE SU MEJOR AMIGA:
Es el cumple de la mamá de los chicos, y su mejor amiga le tiene un regalito muy especial…. Y poco a poco, Judith irá cayendo en las manos de su perversa amiga.
Entonces allí quedo Judith, tendida sobre la mesa de madera y completamente desnuda, aliviada de que Jonás se haya ya satisfecho con su cuerpo antes de que ella ya no pudiera ser capaz de retener en su recargado estomago todo lo comido y bebido durante esa larga noche que aún no terminaba para ella.
Intentó apenas moverse en aquella mesa para levantarse, cuando por lo menos 6 manos la sujetaron firmemente, obligándola a permanecer acostada bocabajo sobre la mesa.
- ¡Vamos mami, vamos que falto Yo! Judith lo escucho decir a Jonathan.
- ¡Aaaay no, hijito basta! Apenas se la oyó murmurar con dificultad a ella.
- ¡Ayúdenme a darla vuelta! Les pidió Jonathan a sus hermanos.
- ¡No chicos basta, por favor, llévenme a mi cama! Volvió a implorar casi sin fuerzas ni voz la mamá, mientras Tomás, Jonás y Ronaldo la ponían bocarriba acostada en la mesa.
- ¡Jajajajajaja! Rieron todos ante la súplica de mami
Jonathan bebió varios tragos largos del pico de una de las botellas, y se las convidó a sus hermanos, mientras ella los miraba.
Entonces Ronaldo le empinó la botella torpemente a su madre, casi en su cara más que en su boca obligándola a tomar un largo trago hasta casi ahogarse.
Jonathan toma una jarra con algunos cubitos de hielos casi derretidos en su interior, y vierte la helada agua que había allí dentro sobre la peluda concha de su madre y con la otra mano le limpia la concha, lavándosela y preparándosela para chupársela.
- ¡Aaaaaaaaaahhhhh! Grita Judith despabilándose completamente cuando el agua helada moja su concha.
- ¡Jajajajaja! Ríen ellos.
- ¿Está fría mami? Le pregunta casi burlonamente Jonathan.
Una vez enjuagada la concha de Judith y despejada del semen del resto de sus hermanos, Jonathan se reclinó ante la concha de su bella madre y entonces comienza a besársela, lamérsela al tiempo que con un dedo comienza a hurgarle el ano.
- ¡Ah…! aaaaahhhh, aaaaay si mi amor así mi vida sé suavecito con mami! Se quejó, gimió y dijo ella al sentir lo que su hijo le hacía con la lengua en la concha y el dedo hurgándole y penetrándole el ano.
- ¿Te gusta mamita? Le preguntó Tomás y acto seguido empezó a mamarle uno de sus pechos.
- ¡Ouuuhhh …aaaaaaaahhhhhh, aaaaaaaaahhhhhh! Gemía ella cada vez más fuerte y excitada.
- ¡Aaaaaaammmmmmm! Gime Jonathan al comerle la concha y meterle el dedo en el ano, hasta toparse con la caca de mamá y le leche de Jonás
Y así están durante un buen rato, hasta que entonces Jonathan se descide a penetrarla.
Se toma el pene se lo calza en la entrada de la peluda y mojada concha de Judith, y fiel a su brusco estilo con su mamá, le hace entrar toda la verga de un solo empujón.
- ¡Aaaaaaaaaahhhhh! Gimen casi a gritos los 2, ella de placer al sentirlo entrar y un poco de dolor al sentirlo llegarle tan adentro de un solo golpe. Él por su parte grita de placer y un poco por burlarse de ella al saber que le produjo algo de dolor al chocar contra su matriz.
- ¡Aaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaahhhhhhhh! Gritaba Judith retorciéndose de placer acostada en aquella mesa de madera mientras Jonás, Tomás y Ronaldo la sujetaban y acariciaban su cuerpo desnudo.
- ¡Aaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaahhhhhhh, aaaaaaaaayyyyyyy, que hija de puta que concha hermosa tenés, te podría dar y dar y dar toda la noche sin cansarme, aaaaaaaaaahhhhh! Gemía y le decía Jonathan mientras la embiste una y otra vez contra aquella mesa.
- ¡Ahahahahahahahahahaha! Jadea la mamá mientras Tomás y Jonás se turnan para comerle la boca a besos.
Jonathan continúa bombeándola con todas sus fuerzas y sin parar, mientras el resto de los chicos besan y acarician cada rincón del cuerpo de la bella mamá.
Entonces tras varios minutos del más intenso sexo, ellos notan cómo ella se estremece y da un fuerte grito.
- ¡Aaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! Aulló la mamá levantando sus piernas y mirando al techo con los ojos a punto de desorbitarse.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhh, mamá aaaaaaaaaaaahhhhh! Gime casi al mismo tiempo Jonathan con un intenso orgasmo que le hace eyacular llamándola de leche a su mamá.
Y allí quedan Jonathan y Judith, totalmente exhaustos.
Una vez saciado el apetito sexual de los chicos por mamá, y hasta el de la propia mamá por ellos. Los chicos ayudan a Judith a vestirse y la acompañan a su cuarto. Y por expreso pedido de la mamá, es Jonás quien le hará compañía en la cama hasta que ella despierte.
Los demás entonces se fueron a descansar a sus respectivas habitaciones, sin poder dejar de sentir envidia de Jonás, el consentido de la mamá.
Pasaron varias horas, eran las 5 de la tarde para cuando ella despertó sintiéndose mucho más aliviada de su borrachera, pero algo cansada por la noche XXX tan intensa que sus hijos le dieron cómo “regalo de cumpleaños”, así que se metió en la ducha se relajó un rato bajo la lluvia de la ducha y entonces se enjabonó su cuerpo y lavó su pelo largo y castaño claro.
Se vistió muy elegantemente y se maquilló.
Al llegar al quincho, ya algunas de sus amigas y familiares estaban ya allí esperándola.
Los chicos se habían encargado de la recepción de los invitados y la atención previa a los mismos, antes que mami, la persona más importante por ser la homenajeada llegara al salón.
Ella llegó y ya casi todos estaban allí.
Saludó a todos uno por uno e hizo lo propio con cada uno de los que llegaron hasta completar la lista de los invitados.
Judith estaba muy feliz ese día, era prácticamente un milagro poder volver estar con toda su gente luego de la odisea familiar en aquella isla cómo náufragos, por 3 años.
Allí estaban sus amigos del trabajo, del club y de la vida, así cómo algunos familiares.
Los hijos de ella hicieron de meseros atendiendo formal y elegantemente a todos ellos, durante toda la reunión.
Luego de la cena, algún baile y varias charlas con uno y otro, Judith se sentó con Jakeline y tres amigas más a charlar animadamente y a beber casi compulsivamente.
Las amigas de Judith notaron sorprendidas cómo Judith bebía y bebía entre charlas animadas con una y con otra. Pero la justificaban tratando de entender la alegría que llevaba encima ese día tan especial para ella, no solo por ser su cumpleaños, sino por poder festejarlo junto a todos ellos.
Las horas fueron pasando, y los invitados uno a uno comenzaron a marcharse.
Entonces ocurrió que Judith quedó a solas con Jack, la “Colo”, y obviamente la invitó a quedarse a dormir en la finca.
Ellas conversaron durante horas hasta que los chicos terminaron con la limpieza del enorme salón, y entonces ellos se fueron a dormir, y las amigas luego de permanecer hasta las 9 de la mañana conversando, también se fueron a descansar al cuarto de Judith, donde cómo en cada vez que Jacky pasaba la noche en la finca, compartía la cama matrimonial con su amiga.
Llegaron las amigas al cuarto de Judith, pero sin muchas ganas de dormir que digamos.
Judith se sentó en el borde de la cama y Jaky lo hizo en el sillón que había en la habitación y continuaron la charla.
- Amiga, ¿Puedo contarte algo en absolutísima confianza? Le pregunta Judith.
- Si, obvia nena somos amigas ¿no? Le responde Ella.
- ¡Si, ya sé! Pero lo que vas a escuchar nunca lo hablé con nadie antes, y Vos me has hecho muchas veces preguntas sobre el tema, y no te he sido sincera, o te he respondido con evasivas, pero no sé por qué hoy siento que tengo que contártelo todo Y ESPERO NO ARREPENTIRME. Le dice Judith.
- ¡Ay bueno! ¿Qué es lo tan grave amiga? Le responde Jackeline.
- A ver, cómo te lo explico: Lo tan grave, es que siento que quebré todos mis códigos, que llegué demasiado lejos, que me fui al carajo, y que cuando lo quise parar todo en más de una vez, no pude. Le explicó Judith.
- No entiendo nada. Le respondió Jaqueline, simulando no entender nada, cuando en realidad y sin saber por qué, empezaba a tener una débil sospecha de adonde quería llevar la conversación su amiga, y supo que la charla se estaba por poner más que muy interesante.
- ¿Viste que en más de una vez Vos me preguntaste cómo llevé mi soledad allá en la isla? Le pregunta Judith, empezando a confirmarles las sospechas a su amiga.
- Sí. Responde a secas Jaqueline.
- Bueno, y Yo te respondí que allá tribus salvajes no había y que los únicos éramos nosotros…… ¿Entendés a lo que quiero llegar? Le continuó contando Judith.
- No amiga. Le mintió Jakeline, forzando a su amiga a entrar en detalles.
- Bueno a ver, acá el tema es que conforme fue pasando el tiempo, y nuestras mentes fueron procesando todo lo que nos estaba pasando, poco a poco fuimos retomando nuestras vidas y nos fuimos adaptando al lugar. Y una vez ya más tranquilos, nuestros cuerpos fueron empezando a tener sus “necesidades”. Continuó Judith.
- ¡Jajaja, entiendo amiga, entiendo! …. ¿Y entonces? La interrumpió Jaky.
- Bueno, Jonás y Yo dormíamos juntos, porque las camas no alcanzaban, y por las noches varias veces, es decir en varias oportunidades llegué a notar sus fuertes erecciones, cosa que al principio no le di importancia, y con el correr del tiempo y la repetición de la situación ya empezó a inquietarme e incomodarme, y después, jajajaja, después empezaron a gustarme y a calentarme, al punto que durante el día esperaba impaciente el momento de irnos a dormir, para estar con él en la cama y jajajajaja, sentir su verga casi clavándose en mi culo virgen. Esa situación perduró durante mucho tiempo, hasta que un día tuvimos una charla en donde el muy cabrón me contó cómo me espiaba cuando Yo me bañaba en el manantial de la isla, ¡Y me confesó que se pajeaba viéndome! Le cuenta Judith, envalentonada por el alcohol.
- ¡Amiga! Exclama “sorprendida la Colo.
- ¡Jijijijiji! Hasta que llegó el día que empezamos a salir a caminar, y entonces empezamos a tener ¡jijijijiji! Nuestros encuentros furtivos en esas caminatas, ere muy hermoso, Resulta que, en una de esas salidas a caminar por las costas de la isla, en un sector de los acantilados encontramos una cueva, en la que paramos a descansar, y ya ni me acuerdo cómo esa puta cueva se convirtió en nuestro “telo” a orillas del mar, por lo que íbamos a coger ahí. Y así fue que con el correr del tiempo, en uno de nuestros encuentros en esa cueva, entre calenturientas cogidas y revolcones, Jonás me empezó a comentar de sus hermanos y a hacer entender que ellos estaban pasando o en algún momento pasarían exactamente por las mismas necesidades que nosotros. Le contaba entre risitas nerviosas Judith a su amiga.
- ¿Y entonces? Insiste la Colo ya bastante excitada con toda la confesión de su amiga, y las escenas de los encuentros de Judith con cada uno de ellos, que ella pudo ver con las cámaras de seguridad de su amiga conectadas a su computadora personal.
- ¡Y entonces ahí Yo ya no supe cómo manejarlo Colo amiga mía, porque todo con Jonás se fue dando así cómo así y sin planearlo, todo iba saliendo cómo muy natural entre nosotros, pero nunca lo habíamos planeado realmente! Cada tanto Jonás se limitaba a recordarme cómo iban las cosas con sus hermanos, y Yo estaba cómo estúpida, cómo aturdida y sin saber para qué lado agarrar. Porque por un lado no quería cortar todo lo hermoso que nos pasaba con Jonás, ¡cada vez que me agarraba en esa cueva, me hacía ver las estrellas de la manera más dulce y tierna que puedas imaginarte!, pero tampoco estaba en mis planes el revolcarme con cada uno de mis 4 hijos ¡entendés? Dice ella.
- ¡Amiga! ¿Y entonces? Dijo la Colo, ya sin poder contenerse y tocándose sus partes escuchando el relato de su amiga.
- ¡Entonces llegó el día en el que simplemente explotó todo con Jonathan! Y un día antes de su cumpleaños me dijo que él quería su “regalo de cumpleaños”, y que, si no se lo daba, iba a ver el lio que se me armaría con todos cuando él le contara a sus hermanos de mis revolcones con Jonás en aquella cueva! Le cuenta Judith, mientras no dejaba de mirar a su amiga cómo se tocaba y acariciaba sus partes nobles ya sin pudor alguno frente a ella.
- ¡Amiga! ¿Y qué pasó? Pregunta ya en tono muy sensual la amiga de Judith.
- ¡Pasó que finalmente llegó el cumpleaños de Jonathan, me dijo que lo espere en la “cueva de los encuentros” y al llegar Yo, prácticamente me violó sin más ni contemplación alguna por su propia madre! Le respondió Judith.
Entonces Jakeline la hizo ahondar más y más en detales sobre aquel encuentro con Jonathan y cómo fue evolucionando todo con los demás y cada uno de ellos en particular.
Esta caliente conversación, junto al efecto de la bebida empezó a tener un efecto cada vez más evidente en las amigas.
Por un Lado, Judith, no podía dejar de mirar a su amiga pelirroja, cómo se tocaba, cómo se relamía e incluso cómo la miraba a ella mientras la escuchaba, y sin darse cuenta o tal vez por la bebida que traía encima esa madrugada, Judith estaba empezando a disfrutar más de la cuenta de lo que veía en su amiga.
Por su parte Jaky, la Colo, se excitaba escuchando de boca de su conservadora y recatada amiga, lo puta que resultó ser en cuanto se vio a solas con sus 4 hijos en aquella isla, y después de criticarla a ella durante tantos años por ser tan liberal.
Judith seguía contando y relatando en detalles sobre todo lo vivido con cada uno de ellos, y de las nuevas sensaciones que experimentó en la cama por primera vez en su vida durante aquel tiempo en la isla, y a cada momento repetía la muletilla: “¡Ay amiga, me acordaba tanto de Vos, y tus experiencias que tantas veces me contabas…”, Judith incluso llegó a pedirle perdón por burlarse tanto de ella, y hacerla sentir la puta más sucia del mundo frente al resto del grupo de amigas!
Escuchar todo eso una y otra vez en el interminable y siempre caliente relato de Judith, hizo que Jaki simplemente no pudiera más y en un momento determinado, se levantara del sillón, caminara hasta la cama, se sentara junto a su querida amiga, y la acariciara mientras Judith seguía hablando y hablando.
Jakeline ya no prestaba atención al relato de Judith, simplemente la miraba y la acariciaba, y esto al principio incomodó a su amiga, pero al ver en sus ojos un perverso y creciente deseo por ella, no supo por qué, pero para cuando se dio cuenta, empezó a excitarla.
Judith, entre nervios y excitación siguió hablando y hablando, y ya por dentro estaba esperando a que su amiga diera el siguiente paso.
Y Jaky se percató de ello casi al instante, como si las amigas de tantos años de conocerse ya, pudieran hablarse con la mirada.
Y entonces Jaky se relamió los labios, respiró profundo, y se abalanzó sobre su parlanchina amiga y la calló con un apasionado beso en la boca, metiéndole la lengua hasta la garganta.
- ¿Así que viviste un montón de experiencias nuevas amiguita mía? Le preguntó Jakeline.
- Si, muchas y sentí muchas sensaciones que jamás había sentido. Le murmura ella mientras se limitaba a corresponder los besos apasionados de su amiga.
- ¿estuviste alguna vez con una mujer? Le pregunta Jaqueline.
- ¿Eh? …. ¿Con una mujer? ….. ¡No, nunca! Respondió Judith, al tiempo que un escalofrío recorrió su cuerpo, haciéndola temblar.
- ¿Queres probar que se siente? Le preguntó su amiga periodista, recostándola sobre la cama y abalanzándose sobre su indefensa e insegura amiga.
- No sé amiga, creo que no estoy preparada todavía para esto, además…… además, me parece que estamos muy pasadas de copas cómo para tomar una decisión correcta sobre esto y disfrutarlo. Dijo Judith, tratando de poner algo de resistencia al asunto, antes de entregarse a su mejor amiga. Ya que, si bien estaba muy excitada, también se sentía sorprendida y confundida sobre todo lo que desencadenó la confesión a su amiga.
- ¡Jajaja! ¡Cuanto más tomo, más disfruto de la cama, y más ganitas de hacer cosas nuevas me dan! Le responde la Colo, sabiendo que quizás esta iba a ser la única oportunidad de echarse al plato a su hermosa y ricachona amiga.
- ¡Por favor amiga esperá un poco! Le suplica cómo último recurso ya Judith entre besos y mutuas caricias.
- ¡Shhhhhhh, Yo sé muy bien lo que hago, dejáme a mí esto, además te noto muy acelerado los latidos de ese corazoncito, cómo si se te quisiera salir del pechito, ¿sabés lo que significa eso amiguita? ……. Que estás re excitadita mi amor, ¿me equivoco acaso? Le murmura Jakeline mientras le acaricia los pechos con ambas manos y la besa en los labios y en el cuello.
- ¡No, no te equivocás en nada!, pero…. Alcanza a decir Judith, cuando su amiga le pone su dedo índice en los labios haciéndola callar.
Entonces la Colo empieza a desabotonar la fina y elegante camisa blanca de su amiga, mientras Judith la mira expectante, muy excitada y algo nerviosa y confundida por lo que estaban haciendo las dos amigas.
Una vez desabotonada completamente la camisa, la Colo empezó a besarle tierna y amorosamente.
Entonces Judith con sus dos manos le acaricia la cabeza y el largo pelo pelirrojo a su amiga, mientras la Colo puede sentir claramente la acelerada palpitación del corazón en el pecho de su amiga.
La Colo le saca el corpiño blanco a Judith y entonces empieza a comerle las tetas apasionadamente.
- ¡Ooooooooouuuuh! Gime fuerte y con ganas Judith, cuando su amiga le besa, lame chupa y da suaves mordiscos en las tetas.
- ¿Te gusta mi amor? Le pregunta la Colo.
- ¡Demasiado, mucho más de lo que esperaba! Responde Judith casi al borde del jadeo, y sujetándole la cabeza a su amiga contra su pecho.
- ¡Jijijijij, disfrutalo mi amor, es uno de mis regalitos de cumpleaños para mi mejor amiguita! Le murmura Jakeline y la besa tiernamente en los labios.
- ¿Haciéndome una puta bisexual? Le pregunta Judith sonriendo.
- ¡Jajaja, amiga! ¡Eso de volverte una puta bisexual, será una decisión que tendrás que tomarla Vos! En todo caso digamos que Yo te estoy mostrando lo que es estar con una mujer en la cama…. digamos que me gustaría llevarte al límite en la cama, y que seas Vos la que veas hasta donde Sos capaz de llegar, y que limite Sos capaz de cruzar y que limite no Sos capaz de cruzar. Le responde La Colo.
- ¡Jajaja! ¿Sabés que me excita mucho tu idea? Dice Judith para muy grata sorpresa de su amiga.
- Entonces…. ¿Podemos seguir? Le pregunta Entusiasmada la Colo.
A lo que Judith le responde con una pícara sonrisa, y asintiendo con la cabeza.
Entonces la Colo retoma sus besos y mimos sobre su hermosa y ya totalmente entregada amiga.
Ella empieza a bajar suavemente por el cuerpo de su amiga, besándolo, lamiéndolo, babeándolo y recogiendo la baba con su lengua, por todo el cuerpo, haciendo temblar y estremecerse a su ya muy caliente amiga Judith.
Al llegar al pantalón que Judith aún tenía puesto, desajustó el cinturón, desabrochó el botón y suavemente bajó el cierre de la bragueta, descubriendo la bombacha turquesa que llevaba puesta su amiga cumpleañera.
Jakeline le sacó los zapatos a Judith, y acto seguido le sacó el pantalón, y se quedó viéndola vestida solo con aquella bombacha turquesa.
- ¿Siempre le seguís dando la bombacha usada a Tomi por las noches? Le preguntó la Colo.
- ¿Que, cómo lo sabés? … ¿Te lo contó Jonathan? Reaccionó sorprendida Judith.
- ¡Jajaja! ¿y Yos cómo sabés que Jonathan me cuenta cosas? Le preguntó la Colo desvistiéndose frente a su amiga, hasta quedar un un conjunto blanco de Corpiño y Tanga.
- Digamos que ya sé lo que hay entre ustedes 2. Se limita a responder Judith.
- ¿A sí? ¿Y que hay entre el mucosito de tu hijo y Yo, si se puede saber? Le pregunta su amiga en tono casi burlón.
- Un noviazgo o algo así ¿No? Le responde ella.
- ¿Noviazgo? ….. ¡Jajajaja, que me decís, resulta que ahora es mi novio, faaaahhhh, se me enamoró el enanito que ni 30 años tiene! ¡Jajajajaja! Reaccionó burlándose la Colo del comentario de su amiga
- ¿Y que es entonces, ¿eh? ¡porque, bien que te lo has comido ya! Responde Judith algo disgustada con el comentario de su amiga.
- ¡Jajajajaja, ay amiga, no me zafé de la cárcel del matrimonio separándome, para volver a enjaularme ahora con un noviazgo con un muchachito! Tengo 55 años, a mi edad se aprovechan las oportunidades, se me dio con tu cachorrito, y ¡pun, la aproveché! Y ahora se me dio con la mamá, y ¿sabés cómo la pienso aprovechar? Dice Jakeline arrodillándose entre las piernas de su amiga.
Judith en ese momento sintió que tenía que aclararle algunas cositas a su liberal, y atrevida amiga, pero por todo lo bebido en su cumpleaños, no se sentía en condiciones de enfrentarla. Además, arruinaría el “bello regalo de cumpleaños” que le estaba dando su liberal amiga.
Entonces las palabras vuelven a dejar su lugar a la “acción” y la Colo se vuelve a concentrar en dar placer a su bella amiga, que vuelve a entregársele quedando en el más absoluto silencio.
Jakeline (recordando las tantas veces que había espiado a su amiga teniendo sexo incestuoso con sus hijos) empieza a olfatearle la concha por encima de aquella bombacha turquesa que tenía puesta Judith esa vez, y comienza a besársela, tal cómo lo hacían sus hijos antes de cogerse a mamá.
- ¡Ah, aaaaaaaahhhh, ay si amiga, así amiguita, besame la conchita por encima de la bombacha, aaaaaaaaaaaaaahhhh, me encanta Jaky, me encanta mi amor, aaaaaaaaahhh! Decía Judith entre gemidos acariciándole la cabeza a su amiga y presionándola contra su bombacha.
- ¡Jijijijiji! ¿Así que te gusta perrita? …. ¿lo hago mejor que ellos? Le dice la Colo sin interrumpir su sesión de besos.
- ¡Aaaaaaaauuuuuuuuu, no sé amiga, pero lo hacés muy bien mi amiguita del alma, aaaaaaaauuuuuuuu! Le respondió Judith, evitando comparaciones entre gemidos y aullidos de placer.
Así continuó su amiga, besándole la concha hasta notar cómo la bombacha empezaba a humedecerse.
Entonces ya impacienté por probar el sabor de la concha de su amiga, Jakeline despoja a Judith de su bombacha Turquesa, y hunde su rostro en esa concha peluda y empieza a lamerla con rapidez y pasión cómo queriendo escarbarle la concha con la lengua, lo que hizo incorporarse a Judith en la cama, casi sentándose y mirando a su amiga y lo que le estaba haciendo, empezó a gemir y jadear desesperadamente.
- ¡Aaaaaaaaaaahhh, ahahahahahahahaha, aaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!
Así estuvieron un largo rato las amigas, entonces Judith se deja caer nuevamente para permanecer acostada bocarriba, mientras la amiga le escarbaba la concha con la lengua.
- ¡Aaaaaaaaaahhhhhh, Jaky, aaaaaaaaaaaaaaahhhh Jaky, no puedo más, aaaaaaaaaaaaahhhhhhh, lo voy a tener, aaaaaaaaaaahhhhh, amiga, amigaaaaaaaaaaaa, aaaaaaaahhhhhh, ahahahahahahahahahaha! Gritó gimió y jadeó Judith con su magno orgasmo llenándole la boca de líquidos y flujo a su amiga.
Jaky se puso de pie, miró a su amiga con ojos llenos de perversa felicidad por por fin haber probado los olores y sabores de la concha de su amiga, e incluso de haber bebido de sus jugos. Y se abalanzó sobre ella para besarla.
Judith intentó resistirse a aquel beso apasionado que su amiga procuraba propinarle en la boca, porque sabía que dicho beso la obligaría a degustar del sabor de su concha y beber de sus propios jugos. Por lo que su amiga sin poder controlarse forcejeó violentamente con ella durante varios segundos, hasta que Judith se resignó a recibir en su boca aquel beso de Jakeline.
Cuando Judith por fin dejó de mover histéricamente su cabeza y abrió su boca totalmente resignada, casi instantáneamente la lengua de su hermosa amiga pelirroja entró a su boca y fue directo a clavarse en su garganta, ahogándola casi hasta el vómito. Su amiga al darse cuenta de las náuseas de Judith, le sacó la lengua del interior de la estrecha garganta, y se dedicó a comerle la boca a besos y mordiscos, durante unos largos instantes.
- Tal parece que te gustó lo que hicimos hoy ¿No? Le preguntó Jakeline.
- ¡Jijijiji, si me encantó! Pero tómalo con más calma, no me gusta que me beses así tan brusco, casi te vomito en la cara. Le respondió Judith.
- ¿Sabés cuánto tiempo llevo queriendo tenerte en la cama? Le confesó su amiga.
- ¡Ay amiguita! …. ¿en serio? Reaccionó diciendo Judith.
- Desde que Jonathan me empezó a contar la verdadera historia de lo que vivieron ustedes en la isla, guau, me di cuenta lo perversa que resultó ser una de mis amigas más puritanas y conservadora. Se sinceró Jaky.
- ¡Jajajajaja, te juro que Yo tampoco pensaba que podía llegar tan lejos con mis propios chicos! Le respondió Judith.
- ¿Te gustó llegar hasta acá conmigo? Le preguntó su amiga besándola tiernamente en los labios, acostada al lado de ella.
- ¡Si, me encantó! ……. Y si te he de ser sincera, me pregunto que otros limites me vas a hacer cruzar. Le contesta Judith mirándola a los ojos.
- Tengo muchas ideas en la cabeza, pero por ahora sigamos disfrutando de este momento…. ¿Te parece? Le responde Jaky.
- Sí, claro linda. Le responde Judith.
Y entonces ambas amigas comienzan a besarse y acariciarse mutuamente, y siguen así durante unos largos instantes.
- Bueno amiga tengo mucho sueño ya, gracias por tu regalito de cumpleaños, me encantó……. ¿Vamos a dormir un rato? Le dice Judith entre besos a su amiga.
- ¿Que? ¡ Vos estás loca! ….. ¿Y con esta calentura me pensás deja hija de puta, mala amiga? Le responde Jakeline, disgustada con su amiga.
- ¡Jijijiji, ay bueno, perdón, me dio sueño! …… bueno, y ¿Que querés que haga? Le pregunta realmente desorientada Judith.
- ¿Que? …… ¡Usá la imaginación amiga, usá la imaginación, sorpréndeme con algo! Le replica la Colo algo enojada.
- ¡Jajajaja, perdón amiguita, perdón, pero la verdad es que la que me sorprendiste siempre en temas de sexo, fuiste Vos, además no soy lesbiana, no sé, esta fue mi primera vez con una mujer, y cómo que no sé qué hacer! ¿entendés? Responde Judith, apenada con su amiga, siempre tan liberal en estos temas del sexo.
- ¡Pajeame, chupamela, méteme algo, no sé, usá la imaginación! Insiste la Colo.
- ¿Chupártela…? ¡Mmmmm, no sé, me da cómo asquito! Le es sincera ella.
- ¡Judith, por favor……! Le suplica la pelirroja.
- Bueno, está bien, vamos a ver que sale, acá voy. Le responde Judith, ya resignada y dispuesta a complacer a su amiga.
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