PERDIDOS II (CAP 28) EL CUMPLEAÑOS DE JUDITH, ÚLTIMA PARTE:
Las amigas continúan jugando y divirtiéndose, y al final de cuentas Jaky encontrará el modo de seguir avanzando en su plan de pervertir del todo a su amiga..
Dispuesta a complacer a su amiga, o por lo menos a intentarlo. Judith se levanta de la cama y entonces se ubica entre las piernas de su amiga, y recordando cómo hacían sus propios hijos antes de cogérsela, empieza a olfatearle la concha por encima de la tanga blanca que Jakeline tenía puesta.
Tímidamente Judith pegó su rostro a la tanga blanca de su amiga, y con algo de impresión, tal vez asco y mucho coraje y voluntad. Empezó a olerle y besarle la vagina a su amiga. Y no pasó mucho tiempo desde que comenzó a hacerlo, hasta que sintiera las manos de su amiga, que dulce y tiernamente se posaron sobre su cabeza y empezaron a acariciarla amorosamente.
- ¡Aaaaaaaaaaahhhhh, eso es amiguita, así mi reinita bella, dame besitos en la rajita, aaaaaaahhhhhh, así mi amor, tratamela con cariño, aaaaaaaaaa! Le murmuraba Jakeline a su amiga animándola a seguir.
- ¡Jijiji! ….. ¿lo hago bien? …. ¿te gusta amiguita? Le pregunta Judith a su amiga.
- ¡Aaaaaaaaaay, si mi reinita divina, seguí mi amor, seguí por favor! Le responde la Colo entre gemidos.
Jakeline levantó sus piernas y con sus manos presionó la cabeza de su amiga contra su vagina, para disfrutar de los besos y lamidas que Judith le daba por encima de la delgada tela de su delicada tanga blanca.
Así permanecieron unos cuantos minutos, hasta que Jakeline alcanzó a tener unos 2 pequeños orgasmos, con los que se estremeció y apretó fuerte sus labios para no gritar, al tiempo que retuvo la respiración todo el tiempo que fue posible.
Pero todo el esfuerzo que puso, le fue inútil para ocultarle los 2 orgasmos a su amiga, quien notó cómo la Colo se estremeció, tembló y mojó aún más la tanga que llevaba puesta.
Entonces Judith le sacó la tanga blanca a su amiga, y frente a ella quedó al descubierto una concha perfectamente afeitada, parecía lo concha de una nena de 55 años de edad.
Entonces Judith, volvió a tomar coraje, se relamió los labios, respiro profundamente, contó mentalmente hasta 3 y se zambulló sobre esa concha ya muy jugosa, la olió, la besó y metió en ella su lengua, cosa que tomó por sorpresa a su amiga.
- ¡Aaaaaaauuuuu, aaaaaaaaayyy mamita, aaaaaaaaayyyyy, si, seguí mi amor, seguí así hija de tu re puta madre, quien te enseñó a comerte una concha así, aaaaaaaaaaaahhhhh! Decía casi a gritos la amiga de Judith.
- ¡Mhmhmhmhmhmhmhmhmhmh! Se la escuchaba a Judith, mientras su amiga la agarraba de los pelos y le movía la cabeza penetrándose la vagina cómo si la lengua de su amiga Judith fuera una verga.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha! Jadeaba Jakeline a punto de tener otro orgasmo con aquella penetración lingual.
- ¡Mmmmmmmmmmmmmmmm! Le respondía Judith al intenso jadeo de su pelirroja amiga, al tiempo que con un dedo le penetraba el ano.
- ¡Ooooooouuuuuuuuh! Se oyó el fuerte quejido de Jaky al sentirse doblemente penetrada por su mejor amiga.
Entonces, Judith empezó a mover su lengua cómo una palanquita, cada vez que la tenía adentro de la concha de su amiga, mientras su dedo entraba y salía del ano de Jakeline, pudiendo alcanzar a tocarle la caquita con la punta del dedo.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Gimió fuerte la pelirroja con su orgasmo, que prácticamente le meó la boca y cara a su amiga, cuando su concha expulsó sus fluidos con tamaño orgasmo.
Esto hizo que Judith pasara del asco a una excitación mayúscula, al darse cuenta del orgasmo que le hizo tener a su liberal amiga, y en un increíble ataque de calentura, Judith lamió enloquecidamente la concha de su jadeante amiga recogiendo los restos de fluidos y relamiéndose tras saborearlos.
Judith se acostó a su lado, se abrazaron tiernamente y se quedaron profundamente dormidas, durante varias horas.
Para cuando Jakeline despierta, estaba ya sola en la cama de su amiga, pues Judith ya se había despertado y levantado.
Ella se vistió y fue en busca de su amiga, y la encontró afuera regando sus plantas.
Las amigas se saludaron con una sonrisa cómplice e intercambiando picaras miradas. Cómo cerca de ellas estaba Tomás, Jakeline se acercó a su amiga y le habló en voz baja.
- ¿Me podés acompañar a algún lugar donde estemos a solas? Quisiera hablar un ratito y que nos despidamos cómo buenas “amigas”. Le dice Jakeline, pensando ya en volver a su casa allá en Crisao.
- ¿Ya te vas?, ah bueno, y …… no sé a dónde podríamos ir……. A ver, veni vamos a aquel galpón. Le responde su amiga, proponiéndole ir a un cobertizo que había a pocos metros de donde estaban ellas en ese momento.
Al llegar a aquel amplio cobertizo, Judith hace pasar a su amiga y ya una vez las dos en el interior del mismo, cierra el portón y quedan allí dentro las dos a solas.
- Judith, Yo ya me vuelvo a casa, mañana lunes tengo que arrancar temprano, pero antes de irme quería que hablemos de lo que pasó entre las dos en tu cuarto. Y ahora la pregunta es: ¿Vos realmente estás segura de lo que me dijiste, de que querés que probemos nuevas cosas y ver hasta donde Sos capaz de llegar? Le pregunta Jakeline.
- ¡Si amiga, ya te dije que sí, no estaba tan borracha cómo para ni saber lo que decía, jajajaja! …… pero lo único que te voy a pedir, es que vayamos despacio con todo esto, y que nadie se entere de lo de hoy ¿bueno? Le responde Judith.
- ¡Jajajajaja, no amiguita, tranquila que nadie se va a enterar! ……. Y con respecto a que vayamos despacio, no te hagas problema, no pasa nada, pero es bueno que me hayas confirmado que querés seguir adelante con todo esto, porque así me voy poniendo en contacto con unos amigos que te quiero presentar. Le dice Jakeline, y la abraza y la empieza a besar en los labios.
- ¿Gente que me querés presentar? …. ¡Pero Jaky, te termino de pedir que mantengamos esto en secreto! Le dice Judith muy preocupada por la intensión de su amiga, quien no dejaba de besarla, manosearle las nalgas y empujarla para terminar arrinconándola contra una de las paredes de ladrillo del galpón.
- ¡Jajaja, no te preocupes, son una gente muy amiga, un ambiente muy selecto y exclusivo donde pasa de todo y nadie dice nada, la vamos a pasar muy bien, es un ambiente muy relajado y tranquilo! La calma su amiga.
- Jaky, no sé, eso ya me asusta un poco. Le dice Judith.
- Confiá en mí, no voy a dejar que nadie le haga daño a mi amiguita del alma. Le responde Jakeline.
Entonces ellas comienzan a abrazarse y besarse comiéndose mutuamente la boca durante un buen rato.
Cerca de ellas había una vieja mesa de madera, entonces Jaky entre besos abrazos y manoseos condujo a empujones a su amiga hasta la mesa, donde Judith se sentó sobre ella, abriendo las piernas para darle lugar a du amiga, quien comprendió enseguida la intención de Judith.
Entonces colocándose entre medio de las piernas de Judith, que colgaban de la mesada, Jakeline comenzó a desabrocharle la blusa a su amiga, para una vez liberadas sus tetas del corpiño negro que se puso tras ducharse cuando se levantó de la siesta. Empezó a mamarle las tetas, mientras Judith la acariciaba dulcemente.
- ¡Aaaaaaaaaaaahhhhhh, Jaky! Gimió y dijo Judith en voz baja, mirando al techo y cerrando sus ojos, mientras la acariciaba en la cabeza y el pelo.
- ¿Te gusta mucho mi amor? Le pregunta su amiga lamiéndole los pezones y acariciándole el vientre.
- ¡Me encanta, nunca me lo hubiera imaginado que me gustara tanto con otra mujer! Le murmura Judith estremeciéndose de placer.
- ¡Jajajaja! Acostate mi amor. Le responde Jakeline, ayudándola a acostarse suavemente sobre la mesa.
Una vez que Judith quedó acostada bocarriba en la mesa, Jakeline comenzó a desvestir a su bella y dócil amiga, que una vez más se le estaba entregando, en aquel cobertizo en la finca, en aquel atardecer de Domingo.
Entonces una vez que Judith queda solo con una bombacha blanca puesta, Jakeline le separa las piernas y comienza a besarle la concha por encima de la bombacha, mientras que, con una mano en cada nalga de su amiga, comienza a acariciarla y manosearle el culo, hasta estrujarle las nalgas, haciendo gemir a Judith de placer.
- ¡Aaaaaaaahhhhh! Gimió ella.
- ¿Ah, te gusta amiguita! Le pregunta Jakeline.
- ¡Aaaaaaahhhhhh, ay sí ya sabés que sí, para que carajo preguntás! Responde ella entre gemidos.
- Porque me gusta escuchártelo reconocer, ¿Me vas a reconocer que Sos una puta, tanto con hombres cómo con mujeres? Le dice Jakeline sacándole la bombacha blanca a su muy excitada amiga.
- ¡Ay sí amiguita, te lo reconozco, ¡Soy una puta, con mis hijos y con Vos! Le responde Judith quedando completamente desnuda, acostada en aquella mesa.
- ¿Me mostrás lo semejante puta que Sos? Le pregunta la Colo acariciándole la concha peluda a su amiga.
- ¿Cómo, que querés que haga? Le pregunta Judith acariciándose las tetas y disfrutando a pleno de las caricias de su amiga en su peluda concha.
- Quiero verte disfrutar cómo nunca, quiero irme a casa sabiendo que mi amiga es una perra. Le responde Jaky se desvistió hasta quedar solo en bombacha y corpiño, parada frente a su amiga, que la miraba acostada en la mesa.
Una vez en tanga y corpiño Jaky acarició nuevamente la concha peluda de su hermosa amiga, y luego de unas cuantas caricias, mirándola a los ojos y sonriéndole, le introdujo primero uno, y luego dos dedos en esa concha ya muy mojada.
- ¡Aaaaaaaooooooohhh! Gimió Judith al sentir entrar los dos dedos de su amiga.
- ¿Te gusta linda? Le preguntó Jakeline, metiéndose la mano adentro de la tanga y acariciándose la concha, mientras ya con la otra mano pajeaba a su amiga.
- ¡Ay sí, ahahahahahahahahahaha! Le respondió Judith y empezó un rítmico jadeo mirando a su amiga y estrujándose las tetas.
Al escucharla a Judith jadeando así, al verla estrujándose las tetas. Jakeline abrió aún más sus piernas, y metiéndose los dedos lo más adentro que pudo, comenzó a pajearse ella también.
- ¡Ahahahahahahahahahaha! Jadeaban las amigas a la par.
- ¡Ay, ahahaha, ay, ahahahaha que mierda tenés en los dedos, parecen dos vergas hija de putaaaaaa, ahahahahaha! Dijo Judith entre jadeos.
- ¡Aaaaaaaaaaaahhhhh, aaaayyy amiga, ahahahahaha, aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh ¡. Gemía y jadeaba Jaky ya a punto de tener su orgasmo.
- ¡Ahahahahahahahahaha, aaaaaaaaaaauuuuuu! Jadeó y aulló cómo loba Judith, cuando Jaky le metió sus largos dedos hasta lo más adentro de su concha peluda.
- ¡Ahahahahahahahahahahaha Amigaaaaaaaaaaaaaaaaa! Jadeó y gritó Jakeline, arqueando su cuerpo cuando tuvo el orgasmo sobre su propia mano.
- ¡Ahahahahahahaha, hacemelo tener hija de putaaaaaaaa! Protestó Judith entre jadeos, cuando su amiga se detuvo, por causa de su orgasmo.
Entonces, cuando Jakeline se recuperó de su orgasmo, empezó a chuparle la concha a su amiga.
- ¡ah, aaaaaaaaayyyyy, que lengüita hermosaaaaaaa, dale hija de puta, ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha, aaaaaaaaaaaaaaaaa, dale, dale que lo tengo,
- aaaaaaaayyyyyyyyy! Gritó, gimió y jadeó Judith, al poco de que su amiga empezara a lamerle la concha con desesperación, haciéndola tener un increíble orgasmo, que le hizo prácticamente mearle la boca y nariz a su amiga, que se tragó orgullosa y victoriosa todo aquello.
Al terminar, Jaky se vistió rápidamente, mientras su amiga descansaba acostada sobre la mesa, sin dejar de mirarla.
Antes de Irse Jakeline, le hizo abrir la boca a Judith, y limpiarle con la lengua, los dedos con los que se había pajeado. Entonces se fue del cobertizo, con el sabor de la concha de Judith en la boca. Y Judith se quedó con el sabor de Jaky en la suya.
Jakeline se subió a su coche y abandonó la finca de los Herzoch, y por la ruta a Crisao iba relamiéndose y disfrutando el sabor de su amiga en la boca.
Estaba eufórica, no solo obtuvo la confesión de su amiga de lo que había pasado en la isla, sino que, a esta altura de la historia, Jakeline se había comido a Jonathan, uno de los hijos de Judith, había obtenido muchísima información para escribir en su libro (sobre el incesto de su amiga con sus propios hijos) extra. Y hasta se revolcó con su propia amiga (sin tener que recurrir a ningún tipo de chantaje), haciéndola comprometerse a explorar nuevos límites en la veda sexual de la otrora recatada y conservadora empresaria.
Mientras conducía por la carretera relamiéndose, encontró en pegado en sus labios un pelo de la concha de su amiga, lo tomó entre sus dedos, lo miró, se sonrió y lo guardó de recuerdo.
Al llegar a la ciudad de Crisao, se dirigió a su casa, y entonces empezó a trabajar en la próxima fase de su perverso plan.
Jakeline, acostumbraba a llevar una vida sexual muy activa aún hoy a sus 54 años. Tanto estando casada, cómo ya ahora divorciada.
Y es que ella además de tener siempre algún que otro amante, participaba de un grupo de “Solas y solos”, en los que a menudo se organizaban encuentros y hasta orgías.
Pues ahí, a ese submundo de lo prohibido y perverso quería introducir a su adinerada y acomodada amiga.
Ella entonces se apresuró a seguir escribiendo aquel libro donde contaba todo sobre las relaciones incestuosas en la isla, de su prestigiosa amiga con sus 4 hijos.
Y es que este librito, una vez terminado le serviría para chantajear a su amiga, si ella no accedía sumisamente, o por lo menos por las buenas, a sus demandas.
Ella llegó a trasnochar escribiendo, hasta la hora de entrar en su trabajo en la radio cómo conductora del noticiero de las 6 de la mañana.
Por la tarde y terminada su jornada laboral, siguió escribiendo hasta la noche, hasta muy tarde y verse vencida por el agotamiento.
Y fue a ese ritmo, que en 3 semanas terminó de escribir y corregir el dichoso libro.
Y durante ese tiempo, se manejó por mensajes de WhatsApp con su amiga, pero sin tocar temas sexuales en las conversaciones.
Pero volvamos a aquel Domingo por la tardecita en la finca de Judith:
Luego de que su amiga le hiciera probar el amargo sabor a vagina que había en los dedos con los que Jaky se masturbó, Jakeline se fue sin más dejando a su amiga sola y desnuda sobre aquella mesa en el cobertizo.
Ella viéndose sola, recordó cuando allá en la isla, su hijo Jonathan, luego de satisfacerse con ella, casi siempre prácticamente violándola, tenía la misma actitud que su amiga, de dejarla sola y cómo abandonada.
Por lo que Judith se vistió en silencio y se fue del lugar.
Esa noche ella cenó con sus 4 hijos, y se fue a la cama con Ronaldo.
CONTACTOS CON EL AUTOR: [email protected]
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