Señora Patricia 2
Y pensar que yo era la única mujer de la señora Patricia pero me equivoqué .
En mi mente han estado muchas cosas, la separación de mis papás, el colegio, pero en especial lo que viví con la señora Patricia, cada vez que recuerdo las escenas de lo que viví con ella me siento primero asqueada y humillada pero también excitada y más curiosa, tal vez es porque pasé por esto en el pleno de mi etapa de adolescente. Pasaron los días y yo seguía ayudando en la tienda a la señora Patricia, sin descuidar mis deberes, mamá también estaba pendiente de mi pero ahora debía trabajar tiempo completo porque ya no estaba papá y tocaba sostenernos a las dos. Cierto día, a mi mamá le tocaba emprender un viaje largo, demorado y después de decirme, le pidió el favor a la señora Patricia que me cuidara, ella feliz aceptó y después de pensarlo también concluí que era mi oportunidad para hablarle y comentarle mis dudas.
Llegada la noche, la primera que iba a dormir en casa de la señora Patricia desde aquella vez, sin meditarlo empecé a hacerle preguntas, muchas preguntas sobre mi desarrollo, preguntas que muy amablemente la señora Patricia guió para responderme, pero después de una hora me empezó a vencer el sueño y dormimos esa noche.
Al otro día, en la tarde, una señora muy atractiva con un vestido color beige claro, morena cabello rizado, rostro hermoso, una sonrisa que me llamó mucho la atención, senos grandes, trasero redondito y abdomen plano, bueno, eso marcaba en un principio, al llegar a ella preguntó: – Buenas tardes, está pato?. – Señora discúlpeme pero aquí vive la señora Patricia. – Es la misma. – Entonces si está, ya se la llamo. – Muchas gracias eres muy amable. Luego me retiré y sentí un cosquilleo después de hablarme, llamé a la señora Patricia, quien saliendo y viendo a la mujer se alegró y saludó: – Hooola Gaby, cómo estás cómo te ha ido?. – Muy bien pato y a ti? Veo que no te pasan los años estás hermosa. – Bien gracias pues a ti tampoco se te pasan los años, mira te presento a mi amiga Tati ella me ayuda en mi negocio después de clase, Tati ella es Gaby. – Mucho gusto señora Gaby. – ayy no me digas señora, dime Gaby y tú cuántos años tienes? – 14 años y gracias. – Oye, pero eres una mujercita muy linda. – Gracias Gaby perdón si te falto al respeto pero me parece muy hermosa. – Gracias Tati, mis 48 años no parecen notarse.
Luego, llegada la noche, Gaby se quedó debido a que no tenía más dónde hospedarse y pues yo me acomodé en un sofá de la casa, no podía quedarme dormida, aparte de pensar en lo vivido con la señora Patricia, veía a Gaby y también pasaba algo que no me dejaba hacerlo, pero en medio de mis pensamientos empecé a escuchar unos ruidos extraños, respiraciones pesadas y gemidos apenas audibles, yo me levanté del sofá y seguí el ruido hasta llegar a la habitación, la cual habían dejado con la puerta entre cerrada, abrí un poco y ví un espectáculo que reventó mis pensamientos, las dos mujeres en posición de tijera sudorosas y con una cara de excitación enorme, ahí me di cuenta de que yo no era la única mujer de la señora Patricia, ella estaba teniendo sexo con su amiga, y quedé en shock, instintivamente Gaby miró hacia la puerta de la habitación y al verme parada observandolas, se pegó un susto y la señora Patricia volteó a mirar y al verme a mi, lo tomó con calma.
– Ven Tati, ven con nosotras, no tengas miedo. – Yo en medio de mi letargo me fui acercando, el aroma a sexo se intensificaba y me senté en la cama, en medio de ellas, que sin mediar palabra, me empezaron a besar, la señora Patricia en mi boca, Gaby en mi cuello, mientras masajeaban mi espalda y mis pechos, rápidamente me empezó a palpitar mi vagina y respiraba fuerte, lancé un gemido tímido, ellas quitaron mi pijama dejándome desnuda, mi piel blanca estaba lista para el deleite de esas dos mujeres insaciables, Gaby me empezó a besar y a chupar un seno, la señora Patricia chupaba el otro, yo solo cerraba los ojos, me movía, me excitaba de una manera que nunca había podido ver, luego ambas bajaron a mi ombligo y empezaron a lamerlo, esas dos lenguas jugueteando con mi ombligo y mi vientre me excitaban, luego llegó la hora de los dedos, primero Gaby subió mis piernas y las puso en sus hombros, abriéndome mi colita, ella pasaba su lengua, yo blanqueaba los ojos y ya seguía gimiendo, ella lubrico mi anito, luego pasó un dedo por los alrededores, me estremecí un poco, pero al ver que estaba lubricado por la saliva de Gaby, me dejé llevar, en un instante ella metió su dedo en mi culo, yo emití un grito de dolor pero ella lo dejó quieto hasta que me pudiera acomodar, luego de unos segundos el dolor desapareció para dar paso a esa sensación de ser penetrada analmente, Gaby empezó a mover su dedo en mi ano, ya no me quejaba, gemía por la excitación, al mismo tiempo, la señora Patricia me metió un dedo en mi vagina, y empezó a chuparla, estaban llenos mis orificios, las dos mujeres me empezaron a culear por los dos orificios, yo me movía de la excitación, me sentía plena y gemía con unas ganas, sentía que el mundo se me iba, ellas me estaban haciendo suya, ya no era solo la mujer de la señora Patricia sino también de Gaby, su amiga, quienes en este momento aceleraban los movimientos de sus dedos, respiraba más rápido y gemía, no pude más y tuve un orgasmo, me agarré de la cobija, era un orgasmo fuerte y copioso, ellas lo tomaron y se lo bebieron. – Uyy pero que nena tan zorrita no? – Le gusta que le den por los dos agujeros. – Es verdad Gaby, Tati es una putita y la tenemos solo para nosotras. Luego me acostaron en medio de ellas, y me ofrecieron sus senos, los de Gaby eran grandes y por más que intentaba agarrarlos ni me cabían en las manos, entonces mientras chupaba los de la señora Patricia, manoseaba los de Gaby, las dos mujeres me veían complacerlas y realmente sonreían, luego, Gaby empezó a pasar por encima mío su ombligo, su vientre, su olor era fuerte pero me encantaba, finalmente posó sus rodillas a lado y lado de mi cabeza, ella al bajar quedaron mis labios de frente con su vagina, que era negra, con un vello en forma de v, me sentí atraída y empecé a lamerlo, sabía fuerte pero delicioso, tome con mis manos las nalgas de Gaby, mientras ella movía su pelvis al ritmo de mis chupadas, la señora Patricia por su parte, acomodó sus piernas y las cruzó con las mías y empezamos a hacer tijeras, Gaby a cada minuto agarraba mi cabeza y la pegaba hacia su vagina, su movimiento pélvico era fuerte, yo miraba hacia arriba y ella tenía cerrados sus ojos mientras que con el movimiento gemía, la señora Patricia empezaba a moverse rápido en su movimiento de su vagina contra la mía, ellas me tenían a su Merced, no podía gemir, ya que la vagina de Gaby tapaba mi boca, los movimientos se intensifican Gaby gime y pega con su mano mi cabeza hacia su vagina y sigo chupando con fuerza hasta que siento que si vagina contrae y empiezo a sentir un líquido saliendo de ella y pasando hacia mi boca y mis labios, Gaby ha tenido un orgasmo, su olor es más fuerte pero me gusta, se desgonza en mi cara, luego se levanta me da un beso en la frente y se va, la señora Patricia procede a hacerme arrodillar, me muestra su cola y ya entiendo que debo hacer, yo misma abro sus nalgas y entierro mi nariz y mi lengua buscando su ano, cuando lo encuentro empiezo a chupar con desespero, siento el sabor de su culo y me empieza a encantar, ya creo que no puedo vivir sin chuparle el culo a la señora Patricia, lamo y chupo, la señora gime y se mueve al compás de mis chupadas, cuando más caliente se pone, se sienta en la cama, y yo arrodillada, ya se que hacer, busco su vagina y la chupo directamente, me meto sus vellos en mi boca, ya me entrego a ella, y ella me agarra de mi cabello, y se menea con mucha fuerza, sus labios vaginales golpean mi boca, yo ya no quiero salir de ahí, ella vuelve y sube sus pies en mi espalda, para tenerme sujeta a su vagina, y yo sigo chupando, ella se sigue moviendo y gimiendo hasta que también tiene un orgasmo, que yo me bebo todo, me encantaron los líquidos vaginales de ambas, no puedo negarlo. Luego de ello, la señora Patricia también fue a dormir, yo por mi parte, me fui al baño a mirarme en el espejo, tenía el cabello sudado y desordenado, mis labios untados de corrida vaginal, a pesar de la humillación me sentí tan bien, que decidí tomar mi celular y me tomé una foto, con mi cabello desordenado, la cara y mis labios untados de corrida vaginal, ese color blanco que a pesar del color de mi piel sobresalía y me mostraba lo zorra que me había vuelto, después de tomar la foto me fuí al sofá a acostarme a dormir. En el próximo capítulo muestro otra aventura más…..
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