Señora Patricia 3
No sé si era curiosidad excitación o las dos juntas pero quería seguir experimentando .
Después de esa noche, Gaby al otro día se marchó, no sin antes de despedirse y darme un beso, me sentí diferente, no solo era deseada por la señora Patricia, sino también por Gaby, me sentía una zorra, pude tener el mejor sexo, siendo la sumisa de las dos, no lo podía creer.
Hoy estuve en el colegio muy pensativa, pero no era esa impresión de tristeza como cuando mi papá se fue, sino con esa curiosidad, quería saber más, tenía muchas preguntas pero sabía que la señora Patricia podría resolver.
Ya en la tienda, en la noche, por invitación de la señora Patricia dormí con ella, antes de dormir le hice muchas preguntas y ella entrañablementee contestaba, pero después me dijo que tenía unos videos que mostrarme, en efecto, eran cámaras ocultas dónde mujeres mayores como la señora Patricia tenían relaciones sexuales con niñas o jovencitas como yo, lo que más me causaba curiosidad es que en varios de esos vídeos las niñas no llegaban a los 10 años de edad, la señora Patricia me decía que a esa edad tan tierna, las niñas son mucho más sumisas y ellas son muy fáciles a la hora de cumplir nuestras fantasías, veía una mujer y una niña, también orgías de varias mujeres sometiendo a una niña, una mujer negra con una niña blanca, una mujer blanca con una niña negra, en fin no daba crédito a lo que veía una gran colección de videos todos caseros, ella me explicaba que era un ritual todas las mujeres decía eran amigas de ella y tenían como costumbre grabarse teniendo sexo con niñas, la verdad hay un vídeo que me llamó la atención y disparó mi curiosidad, una mujer negra sodomizando a una nena más o menos de mi edad, la tenía arrodillada con sus manos esposadas, la mujer jalaba su cabello con fuerza y la obligaba a comerse su vagina, la niña lamía y llegó un momento en que la señora hizo abrir la boca de la niña para orinar en ella. Ésta escena me pareció asquerosa pero excitante y le plantee a la señora: – Señora Patricia, tengo curiosidad por estar con una mujer negra, ella por ejemplo me encanta. – Es mi amiga, Lisa, le gusta someter a las nenas a su voluntad a veces puede tornarse un poco violenta, pero podrías experimentar. Al poco tiempo me quedé dormida, al otro día, que era sábado no estudiaba la señora Patricia le dijo: – Hablé anoche con Lisa, dijo que quería verte, después de que le mostré una foto que te tomé mientras dormías, pero que eso sí iba a estar recibiendo a su mamá y a su hermana que venían a vacacionar a su casa. Yo, naturalmente no solo tenía curiosidad sino también ansiedad, quería saber lo que es estar con una negra y a falta de una podrían ser tres.
En la noche, iba hermosa, un vestido corto rojo, no llevaba ropa interior, ataviada como una prepago camino a satisfacer a un cliente.
– Amiga, que hermosa está la nena. – Si, es muy linda y ya está probada. -Uy amiga. – Paso mañana entonces. – Si claro. Y la señora Patricia se fue. Lisa una mujer negra alta, piel brillante, delgada, sexy, vestía un bicicletero ajustado y un top, se le veían unos senos grandes y un buen trasero, estaba tonificada, parecía que llegaba del gimnasio. Luego adentro de casa, entrando a la habitación ya me esperaban 2 mujeres también negras, totalmente desnudas con las piernas abiertas, hermosas las 2 cada una con una selva en su vagina, observaba eso y claramente me excité, lisa, me agarró y amarró mis dos manos, y me obligó a arrodillarme, al instante, ella me jaló mi cabello y acercó mi cabeza a la vagina de una de las mujeres, empecé a sacar mi lengua y a chupar, esta mujer gemía ya, hubo un momento en que pegaron mi cabeza tanto que yo lamía vagina y vello pubico a la vez, mientras hacía esfuerzo por lamer esa vagina, sentí que metieron algo en mi vagina a la mala, voltee a mirar y era lisa que se había puesto un pene de goma, ya estaba sometida, mientras yo chupaba la vagina de una de las mujeres, lisa me culeaba cuando mis compañeras de clase escuchábamos la historia de las grandes haciéndolo con sus novios, al principio me dolió, pero después lo empecé a disfrutar como la zorra que era, luego, estaba adaptándome cuando la otra mujer negra se levantó y se fue, seguía chupando la vagina cuando sentí otro empujón, está vez mi ano se estaba desgarrando, la negra con otro falo me estaba metiendo lo en mi cola, me sentí al principio incómoda, luego me sentí llena, dos mujeres negras me estaban culeando como machos, yo me estaba devorando al mismo tiempo otra vagina negra y velluda, me estaba metiendo los vellos en la boca y nariz, la negra gemía con cada lenguetazo y chupada, empezó a mover su pelvis con mi cabeza agarrada y pegada, estaba totalmente sometida, ellas iban a hacer conmigo lo que quisieran, era la puta perra de ellas, seguía chupando hasta que sentí a la negra correrse en mi boca, luego recosté mi cabeza a la vagina de ella mientras las otras dos me culeaban, el matorral servía de sostén a mi cabeza, su olor me atraía y cuando tuve mi orgasmo, apoye mi cabeza y me quedé oliendo su delicioso olor, luego la otra negra, me jaló el cabello y me metió la cabeza en su cola, lisa le ayudaba a abrir hasta que encontró el ano, me obligaron a chuparlo, lo sentí tan delicioso que seguí chupándolo, era la gloria, a pesar de mis manos inmóviles ese sabor me tenía loca quería más, al instante lisa me hizo abrir la boca en dirección a su vagina, y al efecto un chorro de orina cayó en mi cara y boca, me lo tomé y supo delicioso, mi vestido que era hermoso, ya lucía desordenado y untado de corrida y orina, luego chupé las dos vaginas la de lisa y la otra mujer, turnadas, yo arrodillada y ellas de pie una a cada lado hasta que las dos tuvieron su orgasmo en mi boca, me había vuelto una lesbiana real, ya me empezaron a gustar las vaginas y no podré controlarlo.
Después de esta aventura, volví a casa, esperé el tiempo de mayoría de edad y me fui de casa, trabajo ahora como prepago pero solamente me alquilo para mujeres ….
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