Sorpresas en el Colegio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
hola, quiero contarles mi historia, la cual ocurrió hace 5 años atrás, cuando aun estaba en el colegio, cabe decir que en ese momento a mi me gustaban los hombres pero admiraba mucho los cuerpos femeninos.
Todo esto comenzó a principios de mi ultimo año de colegio, cuando tenia 18 años.
El primer día de clases mi profesora jefe nos dice que tendremos una compañera nueva, que la tratáramos bien y que llegaría la próxima semana.
Todos estábamos muy emocionados, los hombres estaban ansiosos por saber que tal era físicamente la niña nueva y las mujeres queríamos saber si iba a ser simpática o una pesada.
Transcurrió toda la semana, esperando a Valeria (la profesora nos había dicho su nombre durante la semana).
El día lunes llego de las primeras a la sala y veo a una mujer sentada en la silla continua a la mía.
Rápidamente la escaneo, tenia un cuerpo envidiable, el pelo negro que le llegaba hasta la cintura, unos ojos negros penetrantes y un par de pechos gigantes.
Sentí algo de envidia por su cuerpo aunque yo no tenia nada que envidiar, tengo mi cabello cobrizo, unos ojos verdes por los cuales recibo muchos cumplidos, mis pechos son normales (muchos mas pequeños que los de valeria), pero lo mejor de mi es mi trasero y mis piernas, las que he ido moldeando debido a todos mis trotes matutinos los cuales hago antes de entrar al colegio.
Valeria me observaba mientras caminaba a mi lugar fijamente, lo que me hizo sentir algo incomoda pero lo ignore.
-hola, tu debes ser Valeria, la profesora nos ha hablado mucho de ti, me llamo Melina pero dime mel, todos me dicen así.
-Valeria se paro para saludarme y guau, tenia un trasero muy parecido al mio, pero mas ¡grande! Me estaba sorprendiendo a mi misma lo mucho que estaba mirando su cuerpo, así que desvié la mirada hacia el lado y acepte su abrazo
-hola, la profesora también me ha hablado mucho de ti, me dijo que me sentara al lado tuyo que iba a estar en muy buenas manos si no te molesta.
-claro que no, anda siéntate y cuéntame sobre ti.
Así comenzó una gran amistad entre valeria y yo, pasaban las semanas y nos íbamos haciendo mas cercanas, nos contábamos todo, rápidamente se gano mi confianza, pero algo estaba pasando en mi, con cada abrazo, cada beso en la mejilla que me daba valeria, yo empezaba a sentir cosas, deseos que nunca había sentido por una mujer.
-.
Un día en la clase de gimnasia vale salio a trotar sin brasier, se acerco a mi y me dio un largo abrazo- amiga estoy tan contenta de haberte conocido, te quiero mucho.
-anda vale, que te pasa, yo también te quiero mucho amiga, pero dale trota el profe nos va a retar- nos pusimos a trotar y sus pechos seguían el vaivén de sus movimientos, yo estaba embobada mirando como subían y bajaban, no podía apartar la mirada de aquellos, estaba tan confundida, siempre había apreciado los cuerpos femeninos pero netamente como referentes para mi, no con un deseo sexual, en ese momento me di cuenta que vale me empezaba a gustar, me asuste de lo que estaba pensando así que acelere el paso y termine de trotar mis vueltas y me fui a cambiar ropa.
Estaba poniéndome mi falda con mi polera (el uniforme de mi colegio) cuando ella llego al camerino.
-mujer pero que rápida eres, el profesor dijo trotar no correr- se empieza a reír y yo igual.
Se empieza a sacar la ropa y yo no dejo de mirarla, ya no tenia un cuerpo envidiable si no uno que yo deseaba y con muchas ganas.
-vale que te a dado por trotar sin sostenes, tenias a todos los hombres mirándote en el gimnasio, deben estar todos masturbándose en el baño ajajajaja.
-lo que pasa es que me he sentido sofocada hoy así que no me los he puesto para trotar pero no te preocupes ahora me los pondré, no quiero que mis compañeros mueran de tanto correrse ajajajaja- saca unos sostenes de su bolso y me mira- mel me puedes ayudar, estoy tan cansada que no me puedo nada.
– acepte para que ella no sospechara nada sobre mis últimos sentimientos hacia ella.
Me pare atrás de ella y nos podía ver por el espejo gigante del baño, le puse el sostén lentamente y luego empece a tocarle "inconscientemente" debajo de sus pechos ya cubiertos por el brasier,- que lindo cuerpo tienes vale, tus pechos son gigantisimos- ella me miraba por el espejo y puede darme cuenta que tenia sus labios entre abiertos y su respiración se estaba agitando mientras yo tocaba su cuerpo inocentemente, su estomago, su espalda y sus brazos.
-mel tu también tienes un cuerpo espectacular, tienes un trasero riquísimo, todos nuestros compañeros quieren apoderarse de el- yo me reí y me aleje de ella, estaba calentándome mucho y no quería asustarla.
-apúrate que va a empezar la siguiente clase la profesora de historia es insoportable si llegamos tarde.
Pasaron los días y el incidente del baño quedo en el olvido, aunque yo notaba a mi nueva amiga mas cariñosa y cercana conmigo, los abrazos duraban mas, los besos en la mejilla eran cada vez mas cerca de mis labios, se paseaba por delante de mi desnuda en los camerines, y yo hacia lo mismo con ella, nos dábamos nalgadas pero siempre de forma jocosa, o eso es lo que nos hacíamos creer.
Un día al llegar a la sala no estaba su silla así que me dijo que si podía sentarse encima mio hasta que le trajeran su silla, yo acepte gustosamente.
Tenia mis manos en sus caderas mientras ella hablaba sobre que ropa se iba a poner para una fiesta, lo cual yo poco entendí debido a que estaba extasiada con tener su trasero justo encima de mi ingle, mas aun cuando ella hablaba se le subía un poco la falda y yo podía ver sus muslos al aire.
Quería que se moviera, quería sentir el calor de su vagina en mi, así que le dije todo lo contrario le dije que no se moviera que pesaba mucho, y como espere, ella solo para molestarme comenzó a moverse, hacia adelante y hacia atrás.
-así que peso mucho gilipollas, te arrepentirás- se movía para hacerse mas pesada, juraba que me molestaba pero yo no podía mas de lo excitada que estaba, la postura en la que estaba me hacia imaginarme muchas cosas, cosas que no sabia si ella quería.
Aguante unos segundos mas pero ya no podía mas, sentía mi orgasmo venir por lo que me pare y le dije que iba al baño, salí casi corriendo de la sala, llegue al baño, me encerré en una caseta y me empece a masturbar como loca, imaginándome esos grandes pechos en mi cara, ese trasero sobajeándose en mis piernas, sus manos tocándome por todos lados, llegue casi inmediatamente al éxtasis, estaba controlando mi respiración cuando escucho unos golpes en la puerta.
-¿estas bien?- era la musa de mis fantasías sexuales.
-si, salgo de inmediato
-sentí unos gemidos así que vine a ver, ¿te hice daño?, ¿de verdad peso tanto?
-no tonta, no pasa nasa- salgo del baño y ahí estaba ella y sentí mis pezones erizarce de nuevo, esta mujer me ponía a mil con solo mirarla, es como la fantasía hentai de todo el colegio.
-estas roja, ¿lloraste?
-noooo
-mel dime que te pasa, ¿peleaste con tu madre de nuevo?
– me da vergüenza decirte que pasa- ella me insistió a que le contara y así lo hice.
-lo que pasa es que hoy día he despertado algo cachonda y me he excitado de la nada- ella se ríe de mi cara avergonzada
– y por que no me dijiste nada, te hubiera ayudado
Me acerco a ella y le pregunto- y como me hubieras ayudado
-mmm no se, y si revivimos lo que paso hace un rato y ahí veo como te ayudo- la miro y me rió de lo que dice- anda hagamos lo de nuevo- me hace un puchero y yo acepto como tonta- pero hagamos lo aquí en el baño, vamos a jugar a hacer actrices
Le sigo el juego y empezamos a recrear todo lo que ocurrió en la sala.
CONTINUARA.
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