Tremenda Silvia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nina.
Varios dias despues de aquel primer trio recibi este mensaje electronico de Silvia:
"Hola, Nina. He pensado mucho en ti y en la forma en que te entregue la virginidad de mi culo. Quiero volver a verte, quiero que me hagas lo que le hiciste a mi hermana. Un beso, Silvia."
Enseguida senti como se humedecia mi ropa interior, tuve ganas de masturbarme, pero antes escribi esta respuesta:
"Silvia, nena preciosa, quiero hacerte cualquier cosa que desees. Ven a mi casa, pero no le digas nada a Raquel."
Claro que queria volver a gozar con las dos, pero ya habria tiempo. En realidad preferia ser paciente y citarlas por separado varias veces antes de repetir mi sueño hecho realidad: tener la lengua de Raquel trabajandome el clitoris y la de Silvia seduciendo mi trasero.
Quedamos para el viernes siguiente y la joven Silvia llego a mi casa despues de clases. Aunque ya no usaba uniforme tenia ese aire de estudiante en el rostro y el arreglo, con mochila al hombro. Mientras le servia un vaso con agua para que se refrescara observe con atencion su fisico. No se le notaban los 16 años del todo, solo en su blanco rostro, que reflejaba lo mucho que habia disfrutado del sexo, ademas de una mirada llena de vida y de deseo. Su cuerpo era delgado y la proporcion entre sus pechos y sus caderas era deliciosa. Me gustaban mucho sus pezones, pequeños pero abultados, rosados, siempre turgentes y avidos de mi lengua.
-Bueno, pequeña, ¿que es exactamente lo que quieres hacer?
-Nina, ya te dije, quiero que me hagas lo que le hiciste a Raquel el otro dia.
-Uy, ese dia las tres hicimos muchas cosas… vas a tener que ser muy precisa, nena rica, ¿puedes?
-Quiero que me mames.
-Mhhh… eso suena como una orden y no me gusta. Seria mas agradable si me lo pidieras dulcemente y con mas detalles.
Dada la juventud de Silvia sabia que podia manipularla e incluso dominarla, pero no me despertaba esos sentimientos. No queria ser ruda con ella, solo deseaba enseñarle, ademas del placer, la seduccion del lenguaje durante el sexo. Por otra parte, la forma en que miraba mis pechos mientras hablabamos me revelaba cuanto le gustaba y cuanto deseaba estar conmigo, quiza mas de lo que yo misma queria tocarla.
-Esta bien, voy a ser dulce.
-Y explicita.
-Y explicita. ¿Te acuerdas de que a Raquel le chupaste la rajita? A mi solo me mojaste el culo y luego me diste por atras, pero nunca senti tu lengua en mi pepita. Raquel jadeaba tanto cuando se lo hiciste… le pregunte si le habia gustado, me dijo que nadie la habia mamado como tu.
-Dime, nenita, ¿te la han comido antes, ademas de Raquel?
-No, solo ella.
-¿Te has masturbado pensando en lo que hicimos?
-Si, Nina, todos los dias. Pero me ha gustado mas hacerlo imaginando estar otra vez contigo. Que bueno que no invitamos a Raquel, quiero que solo me hagas temblar a mi.
-Silvia, ricura, desnudate… eso es, hazlo despacio pero quitatelo todo y muevete mientras lo haces… quiero mirar tu cuerpo, tan blanco, tan caliente… ¿sabes que eres una puta ideal, Silvia? Con esa carita de deseo y tantas ganas adentro de los calzones, quien lo creeria… asi es, lo haces muy bien… ahora tocate un poquito los pezones, me gusta como se endurecen… ya, ven aca, sientate en el sofa conmigo.
Se acerco al sofa, completamente desnuda, note que queria decirme algo pero la interrumpi:
-Ya, mamita, ahora me diras lo que tu quieras, primero tienes que recostarte boca abajo en el sofa, pon tu trasero en el descansabrazos, asi, abre bien tus piernitas. Habla, dime exactamente que quieres de mi.
Levanto la cabeza de entre los cojines, se veia fantastica con el culo al aire, vulnerable y dispuesta a conocer en carne propia las habilidades de mi lengua.
-Nina, quiero montarte, quiero sentarme en tu cara. Quiero mover mi cuerpo encima del tuyo, quiero que sientas como se mueve mi cuevita encima de tu lengua inmovil… ¡quiero cabalgarte! Por favor, Nina, dejame sentarme ahi, dejame montar tu lengua…
Era dinamita pura. No deje que cambiara de posicion, solo le permiti mirarme mientras me desvestia para ella. Despues me sente en otro sillon, abri las piernas y empece a acariciarme.
-Silvia, me calientas mucho con esas palabras… ¿de verdad quieres que te la chupe? ¿O prefieres que vaya por mis juguetes y te de por el culo?
-No, no, por favor, despues puedes meterme lo que quieras, primero necesito tu boca y tu lengua, quiero venirme arriba de ti… no te masturbes, despues yo te dare un orgasmo… por favor…
-Ven nenita, ven conmigo, quiero hacerte feliz…
Me arrastre hasta la alfombra, puse un cojin detras de mi cabeza para no cansarme y tener una buena faena. Ya acostada y comoda senti como Silvia casi se abalanzaba sobre mi.
-Espera, pequeña, acomodate bien, asi, coloca tus piernas a los lados de mi cabeza… no, todavia no te agaches hasta mi lengua. Primero quiero ver como te masturbas un poquito… tocate los pechos.
Obedecio gustosa como siempre lo hacia. Acostada, tenia una increible perspectiva de sus senos y de como los recorria con las manos, se pellizcaba los pezones…
-Silvia, metete dos dedos a la boca, mojalos bien para que resbalen sobre tus pezones… asi, que rico, ya te estoy deseando, preciosa mia… ya puedes ponerme tu rajita en la boca, ven, damela… voy a sacar mi lengua tan grande como es, la voy a dejar ahi para que me montes, quiero ser tu potranca.
En cuanto saque la lengua probe sus jugos, muy abundantes para entonces. Olia y sabia a gloria, tan joven, tan perversa, tan mia. Al principio le costo trabajo moverse bien, asi que apoye mis manos en sus nalgas, las separe un poco para que le diera algo de aire en el culito e instintivamente cabalgara con mas ganas. Funciono: de inmediato empezo a moverse ritmicamente y a acelerar las caricias en sus senos. Entonces movi mi lengua, primero muy despacio, casi imperceptible. Poco a poco se dio cuenta y redujo el ritmo de sus caderas, al tiempo que yo aceleraba el de mi lengua traviesa. Le recorri la raja de adelante hacia atras, desde el clitoris hasta el ojo del culo, varias veces, para despues concentrarme en su boton de placer y darle lamidas largas y lentas, alternandolas con otras cortas y rapidas. Se retorcia y gemia, levante la vista y note que ya no se tocaba los pezones, ahora se tocaba los cabellos. Su cuerpo, asi alargado, aparecia bellisimo ante mi vista. Me excite mas y acelere el ritmo de la mamada. Aprete sus nalgas y la oi gemir de una manera especial, ni siquiera habia gritado tanto cuando le meti el consolador por atras.
-Ahhhhhhh, ah, ah, ah, ah… asi, asi, dame mas, rico, chupame, que rico… ahhhhh…
Cayo sobre mi, sudando. Me abrazo y empezo a decir mi nombre suavemente, en mi oido:
-Nina, que me haces, nunca habia sentido tanto placer… quiero aprender tantas cosas de ti y contigo… quiero que tu tambien goces, dime, ¿que quieres que haga?
-Para seguir tu estilo, niña mia, quiero que me hagas lo que yo te hice… no por atras, sino por adelante… ¿has cogido a una mujer?
-No, solo con mis dedos, pero nada mas.
-Hay un placer indescriptible al penetrar a otra mujer con un dildo, Silvia, y no porque en ello haya dominacion, sino porque sientes que entras en lo mas intimo de su persona. ¿Quieres saber como me gusta a mi?
-Si, si, dimelo y lo hare, hare lo que tu quieras.
Esas palabras eran sumamente seductoras para mi: "hare lo que tu quieras". Pronto supe que Silvia seria un caudal de experiencias intensas para mi. Fui por un consolador sencillo pero de buen tamaño, grueso.
-Mira, mi posicion favorita para ser penetrada, ya sea por un hombre o por una mujer bien armada, es desde atras, como los perros, ¿comprendes?
-Si…
-Voy a ponerme en cuatro y voy a decirte como quiero que me metas esta cosa. Pero antes quiero que me chupes un poquito la rajita para que entre bien.
-Si, tengo muchas ganas de ti, abre bien las piernas…
La lengua de Silvia era suave como la de una niña muy pequeña, pero estaba llena de energia. Algo debio haber aprendido de la mamada que yo le acababa de dar porque me provoco sensaciones extraordinarias. Recorrio tambien mi vulva completa y su lengua paso traviesa por mi ano un par de veces, pero se concentro bien en mi clitoris. Yo, agachada, abria mis labios con los dedos.
-Eso es, cachorrita, ponme bien caliente… dame tu lengua… ahora si, toma un poco de mis jugos y lubrica el pene… introducelo lentamente pero en un solo movimiento… aaaaahhhh, que bien se siente, sabes hacerlo muy bien.
-¿Lo meto y lo saco?
-No tan rapido, Silvia, dejalo ahi dentro un ratito y pasame tu lengua por el culo, muy despacio. Mmmhhh… que boca tan rica. Ahora fijate bien… ah… saca el dildo muy despacio y luego hundelo en mi cueva rapido… ah, ah, ah… delicioso… ahora metelo lentamente y sacalo con rapidez… toma el ritmo… ah…
Mientras ella me cogia me agache un poco mas y frote mi pepita con los dedos hasta venirme ruidosamente.
-Ah, que rico, si, asi… ahora dejalo adentro que me estoy viniendo… ah… mete tu lengua en mi culito… si, si, si… mas, mas, mas…
Silvia era tremenda, incansable y deseosa de proporcionarme placer. Yo le gustaba. Y le gustaba mucho.
Autor: Nina(ninochka_levis@hotmail.com)
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