¿Una primera vez perfecta?
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pasó aproximadamente un mes desde que comencé a pensar en cómo sería el sexo con un chica, cuando de pronto me agrega a una red social una antigua amiga que no veía hace más de cinco años. Una conversación muy larga, de horas y horas que se convirtió en días y días de conversaciones continuas. A la semana de comenzar a hablar, ésta me confiesa que es bisexual y que hace muy poco tiempo que ha roto con su pareja. Mi cabeza empieza a dar vueltas, y esta misma me obliga a ocultar a mi amiga el hecho de tener pareja chico. En ninguna de estas conversaciones interminables, se ha atrevido a preguntarme si tengo pareja, o si ha cambiado mi tendencia sexual; pero yo tampoco he dado pie a ello.
Sin saber cómo lo ha hecho, me doy cuenta de que no me interesa ninguna otra cosa más que pasarme el día tras la pantalla del ordenador hablando con esta chica. Una mañana me sorprende diciéndome que por cosas de trabajo tendrá que pasar el día en la zona en la que vivo, y me pregunta si estoy dispuesta a verle al finalizar su trabajo e ir a tomarnos algo.
Sinceramente no sé explicarte mi reacción, pero me quedé sin saber que responder unos largos minutos que para mí fueron eternos hasta que por fin me atrevo a escribir un "sí, claro que podemos vernos e ir a tomarnos algo".
Llegó la hora. Me preparo con algo sencillo, tal y cómo soy. Miles de cuestiones atormentan mi cabeza. Me siento rara, nerviosa como si esto se tratara de una cita cuando en realidad es un simple encuentro con una antigua amiga de tu infancia. Salgo a la calle y decido ir hasta el bar andando, ya que éste se encuentra una calle por debajo de mi casa.
Una sensación rara que nunca antes había sentido fue a que sentí en aquel momento en el que llegando a la puerta del famoso bar, observo a una rubia, alta, sencilla (al igual que yo), de pelo liso y piel blanca. Un cosquilleo recorre mi cuerpo cuando me acerco a ella y ha llegado el momento de saludar. Es una sorpresa para mí su forma de saludar. Ésta se gira y al verme decide darme dos besos y un tierno abrazo en el que formula un "cuánto tiempo, estás ..muy guapa" y yo con voz entrecortada, sólo puedo responder un simple "sí, cuánto tiempo ..".
Decidimos sentarnos en la terraza, ya que al igual que yo, al ver en sus manos un mechero, fuma. Nos pedimos un cortado cada una y entre conversación y conversación han transcurrido aproximadamente dos horas. Es hora de terminar con este encuentro, nos levantamos y caminamos al interior del bar a pagar lo ingerido. Una ves pagamos le digo lo siguiente "necesito ir al servicio porque no aguanto más, ya salgo" a lo que ella sin darme tiempo a virarme responde "espera, yo te acompaño que también tengo ganas para tirar ahora hasta casa". Comencé a ponerme algo nerviosa. No tardó nada en darse cuenta de ello. Hemos pasado al servicio cuando de repente posa una mano en mi hombro y pasándola por mi nuca dice "tranquila, te noto algo nerviosa" y sin decir más, me rodea con sus brazos y vuelve a darme un tierno abrazo que me hace sentir un escalofrío jamás sentido. Me pregunta que si me encuentro bien, a lo que le respondo que sí y paso al servicio.
Al abrir la puerta para salir, la veo apoyada en la pared mirando su móvil. Nada más oírme, levanta la cabeza, guarda su móvil, me mira y viene hacia mí. Yo me voy a echar a un lado para que ella pase a hacer sus necesidades cuando sin imaginarlo ésta me empuja hacia el interior y cierra la puerta. Me agarra con sus dos manos por el cuello y susurra un "no aguanto más, lo siento" y me besa apasionadamente.
Increíble, maravilloso; fue un beso imposible de explicar. No pude rechazarle aún sabiendo que mi pareja se encontraba en mi espera. Sin poder impedírmelo a mí misma, mis manos agarraron su cuello y volvieron a juntarse nuestros labios. Comienzan a sentirse nuestras respiraciones más aceleradas. Siento los latidos de su corazón cada ves más y más fuertes. La empujo, esta ves yo a ella, contra la pared. levanto su manos y me deshago de su camisa. Sin entender porqué, al ver sus senos, grandes y redondos me muerdo la parte inferior del labio mientras desabrocho su sujetador y éste cae al suelo segundo después. Mis manos acarician éstos muy suavemente, mientras mi mirada se cruza con la suya y ambas desbocamos una pícara sonrisa. Una ves noto como sus pezones comienzan a sentirse algo más duros, erizados, entre mis dedos; mi boca baja hasta éstos y al sentirlos en el interior de mi boca, decido comenzar a mover mi lengua seguidamente, justo en la punta de dicho pezón y siento como comienza a enloquecer de placer y me tira del pelo. Levanta mi cabeza, y se deshace de mi camisa y mi sujetador, muriendo de ganas por ser ella ahora quien juegue con mis pechos entre sus manos y dentro de su boca. No aguanto más y siento como ella me lo pide a gritos sin decir nada; por lo tanto, desabrocho su pantalón e introduzco mi mano en el interior de éste. Me vuelvo loca cuando paso un dedo por su sexo y noto lo increíblemente mojada que está. Comienzo a jugar con él y su clítoris, mientras observo como se muerde el labio y sin poder evitarlo sale un gemido de su interior con el que me pide en el oído y casi sin poder hablar que por favor entre en su interior ya. Le digo que no y cuando noto como me mira algo desubicada, bajo hasta su cintura, bajando un poco su pantalón y consigo su tanga.
Paso mi lengua por su sexo, de abajo a arriba; y es ahora cuando con su sabor en mi boca, le miro y sale de mi interior un gemido acompañado de una mordida de labio y un suave "mmm". Es ahora cuando ésta me agarra del pelo mientras comienzo con mi lengua a jugar de forma desesperada en su sexo. Me encanta su sabor, pero sin poder más me pide por favor que le penetre. Llegó el momento de introducir mis dedos en su interior, meto uno, dos, tres y comienzo a mover y jugar con estos en su interior de una forma en la que ésta se vuelve loca y entre gemidos me comunica que está apunto de llegar, por lo que aún con mis dedos dentro de sí, pongo mi boca en su clítoris y justo cuando ésta se va a correr, saco mis dedos de él y dejo que se corra en mi lengua, saboreando así lo mejor de sí.
Una ves se repone del fuerte orgasmo que le acaba de llegar, me baja mis pantalones junto a mi tanga, y bajando hasta mi cintura comienza a jugar con su lengua en mi clítoris mientras sus dedos se mueven de forma desesperada en mi interior. Y de pronto, entre gemidos y gritos, le digo casi sin poder formular una sola palabra del grande placer que está causando en mí que voy a llegar al mayor orgasmo de mi vida y así fue.
Ambas nos miramos, y sin formular ni una sola palabra, sonreímos mientras nos vestimos y salimos del servicio. Le acompaño hasta su coche. Y sin podérmelo creer, veo a mi pareja justo al lado de éste.
Mi pareja se acerca a mí, me besa en los labios. Le presento a mi amiga y ésta se queda parada, sin apenas saber que decir. Me acerco a ella para despedirme, y en un tierno abrazo, le susurro en su oído "fue un placer volver a verte, perdóname" y ella con un apretón un tanto más fuerte al escuchar esto, me responde "el placer es mío, espero volver a verte". Seguidamente se sube e su vehículo y mientras éste se aleja, de mi interior sale un suspiro que resume lo que para mí ha significado esto.
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