WENDY Y LOS 20 000 PESOS (2dA Parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como ya puntualicé en mi anterior relato (si no han leído el primero, por favor aplacen la lectura actual para otra ocasión ya que no la entenderán sin haber leído la 1era parte), las cosas de por si difíciles en la casa de doña Laura y su nieta Wendy se volvieron aun más complicadas y extrañas cuando la muchacha con síndrome de down exigió sexo en vez de solo besos, todos coincidirán en que besar no representa ninguna dificultad, pero el sexo es mucho más complejo, laborioso, privado y tardado, implica muchas cosas más por parte de un ser humano, cada vez se me hizo más difícil controlar a Wendy, constantemente buscaba meter su cara entre mis piernas y yo tenía que evadirla como fuese posible, así que lo mas que podía hacer era dejarla que me masajeara la concha o las tetas, lo hacía sin cuidado y sin delicadeza, y poco a poco fue olvidándose de los besos, también intentaba (no importaba el lugar ni la hora) sentarme en el suelo y ella pararse frente a mí para poner su panocha en mi cara y nuevamente tenía que torearla de la forma más sutil y delicada posible, a veces, y recalco solo a veces, lograba distraerla con la televisión
Pero me estoy adelantando demasiado, vamos paso por paso, ya que la aventura en esa casa de locos acababa de empezar realmente y la segunda etapa de mi periodo lésbico fue todavía más tenebrosa, pervertida y demencial de lo que ya llevaba vivido con Wendy y si por alguna razón, yo creía que me había ido mal hasta ese momento, lo que estaba por vivir simplemente me haría conocer el infierno y de la mano de alguien que jamás hubiera tomado en cuenta
A la semana de habernos encontrado juntas y durmiendo en la misma cama, yo notaba muy seria a doña Laura, casi preocupada, imaginé que estaba molesta por tal situación, pero si ése era el caso, ¿Por qué simplemente no me echaba de ahí? Decidí dejarme de juegos y aclararlo a la hora de la cena, sentadas en la mesa se percibía un ambiente muy tenso, finalmente rompí el incómodo silencio:
-señora Laurita, yo no he tenido tiempo de explicarle lo que pasó el otro día…-
-y yo no te estoy pidiendo explicaciones…- me interrumpió cortantemente
-bueno señora, imaginé que usted…-
-pues te imaginaste mal, no me importa ni quiero saber lo que hagas con mi nieta mientras ella esté feliz y tranquila, yo no te contraté para eso que quede claro…-
Bajé la mirada un tanto avergonzada:
-si señora yo lo entiendo…-
-así que, lo que hagas es por cuenta tuya ¿entendiste? Yo no puedo pagarte más de lo que te pago…-
Asentí un tanto resignada:
-descuide señora, no se preocupe por eso…-
-y no quiero ver ni una cochinada enfrente de mí, a ver cómo le haces, te esperas a que yo me largue o que se yo… y debes jurarme que fue ella quien lo buscó y no la obligaste…-
-oh… no… no señora, se lo juro, es Wendy quien me lo pide y lo busca, yo de hecho me resistí al principio pero fue muy insistente y no se preocupe señora, no haré nada que la incomode, lo prometo…-
Rayos, me sentí como una andrajosa limosnera, aquella conversación fue de las más extrañas en toda mi vida:
-eso espero, no quiero saber nada de ese asunto, ahora si ya terminaste de cenar, retírate por favor, ya casi es la hora de dormir de mi nieta…-
Con mi ánimo y mi autoestima por los suelos, me levanté y me dirigí a la habitación de Wendy, solo eso me faltaba, que me regañaran como a un chamaquito pendejo adolescente y calenturiento al que atraparon masturbándose frente a su computadora, pero finalmente, me alegraba aclarar las cosas con doña Laura, ella sabía y entendía perfectamente lo que había pasado y no tenia problema con eso, la cuestión moral y ética que me incomodaba entonces ya no era de importancia, finalmente llegué a la habitación de Wendy y como ya se había vuelto una costumbre tan rápido, le quité los calzones y le lamí el felpudo vigorosamente hasta que lanzó su clásico chorrito de pis luego del cual, se quedó profundamente dormida como hacia normalmente, quité el plástico que había adaptado a su cama y después de tirarlo me fui a acostar
En mis días libres, aprovechaba para ir de compras o ir a visitar a mi familia en el auto que me había comprado, papá estaba muy mejorado y entonces sentí que el haberme vuelto lesbiana había sido provechoso, me sentí muy contenta verlo recuperado, pero a la vez me sentí sucia e indigna por mi obscuro y pervertido secreto cuando mi papito lindo me abrazó y me besó como hacía siempre desde que era una niña, me dieron ganas de llorar cuando me llamò: “mi princesita”, joder me consolé diciéndome que yo no importaba ni lo que tuviera que hacer para que él estuviera bien y lo que hubiese hecho bien habría valido la pena, pasada la alegría del encuentro y las novedades, mi mamá me llamó a parte y me dijo algo que hizo darme un vuelco en el estómago, Gerardo (si, el bastardo que había jugado con mis sentimientos y por el cual me habían echado del hospital) me había ido a buscar a la casa, aquello me descolocó sobremanera ¿Qué pretendía ese malnacido? Decidí no darle mayor importancia, ya no lo necesitaba ni deseaba nada de él, ya tenía a mi panzona y retrasada para dar y darme todo el amor que necesitara (mal chiste, lo sé), ya me despedía de mis padres, cuando recibí un mensaje de urgencia de doña Laura, me indicaba que no tardara pues Wendy tenía otra crisis, debo aclarar que doña Laura respetaba lo acordado y me daba los días libres que yo quisiera, aunque yo procuraba no abusar, a veces si necesitaba perdérmeles por un buen rato y no quería saber nada de vaginas, doña Laura solo interrumpía mi descanso cuando todo se le iba de las manos, la pobre anciana tenía varios métodos para mantener tranquila a Wendy mientras yo no estaba (los había empezado a usar desde Karen, la sobrina nieta preferida de Wendy) a veces funcionaban, a veces no, uno de ellos era la televisión y ciertas caricaturas, otro era con un aparato que emitía luces, uno más era en la tina tipo jacuzzi del baño, y en un caso extremo, con un sedante, pero yo no aprobaba este método y le advertí a doña Laura que lo utilizara lo menos posible o que de plano no lo usara
Y como ya lo habrán notado, yo vivía prácticamente recluida en la casa de doña Laura, Wendy era sumamente demandante y casi no me dejaba tiempo para socializar ni hacer nuevos amigos, con mi recién estrenada homosexualidad intenté darme un tiempo para mí, no sé, conocer nuevas personas y quizá una nueva pareja, pero algo andaba mal, si se suponía que yo ya era lesbiana, ¿Por qué no me atraía ninguna otra chica? En Celaya había guapísimas, mujeres de tremendos culos o enormes tetas, ¿Qué onda conmigo entonces? Descubrí que seguía viendo guapos a los chicos, pero decidí darle otra oportunidad a la lesbiana en mi interior y fui a un bar (no era bar gay, porque no hay de esos en Celaya) que yo sabía que aunque era un bar normal, ciertos días de la semana era frecuentado casi en su totalidad por lesbianas y homosexuales, fue un desastre, resulté ser una total pendeja para ligar con otras mujeres, al principio ninguna me fumaba, pero tampoco ninguna me atrajo, solo se me acercó una marimacho ruda y muy agresiva, me llevó a su auto y empezamos a besarnos, no me excité ni sentí nada y casi sin quererlo deseé que la machorra tuviera pene, total no quiero extenderme en ese patético incidente, solo diré que la lesbiana perdió la paciencia y me echó a empujones de su auto, me reí de mi misma, era un total fracaso, como mujer, como lesbiana, como enfermera, como amante, como puta, en fin, ¿Qué más podía pasarme?
La respuesta no tardó en llegar, tal vez socializar no era lo mío, con Wendy todo era muy fácil, no me exigía nada, tomaba lo que yo le daba sin condiciones, poco a poco le enseñé a lamerme la concha adecuadamente, yo sabía que le fascinaba mi vagina pero casi no dejaba que me la mamara porque le encantaba morderla, también le enseñé como debía masajearme el clítoris, nuestros encuentros sexuales se hicieron cada vez más largos y coordinados, Wendy poco a poco dejó de ser tan ansiosa e impulsiva para volverse una amante mas paciente y calculadora, no sé que tanto afectaba mi autoestima haberme convertido en la amante de una síndrome de down, tenía que aceptar el hecho de que una chica discapacitada era mi pareja y para colmo, en esa relación ella era el macho y yo la hembra, realmente yo era su mujer, nunca en mi vida lo hubiese esperado, terminábamos haciendo el 69, yo encima por supuesto, Wendy eyaculaba, se quedaba dormida como era su costumbre, yo la cobijaba y salía de su habitación, ésa era la rutina
Pero no todo estaba escrito en esa casa endemoniada, lo más duro y difícil en mi etapa lésbica estaba por comenzar, ya que una tarde después de hacer el amor con Wendy, escuché que alguien me llamaba discretamente, me asusté pero inmediatamente me di cuenta que quien me llamaba era Rosa, la señora que muy de vez en cuando iba a limpiar ciertas áreas de la casa, honestamente casi me había olvidado de ella, yo no la tomaba en cuenta porque la mujer era tan insignificante y poco agraciada que no se daba a notar, era muy discreta, llegaba, hacia lo que tenía que hacer y se iba sin decir más, por eso me extrañó que la desagradable mujer me estuviera llamado, así que intrigada fui a ver que quería:
-ay doña Rosa, que susto me ha dado, es que no la vi… ¿Qué puedo hacer por usted?-
Muy misteriosa, la mujer me indicó que la siguiera, aquello no me gustó nada pero igual la seguí, nos metimos a una especie de bodega donde guardaba los utensilios de limpieza:
-bien señora, ¿Qué sucede…?-
Sin decir una sola palabra y con una extraña expresión en su rostro, sacó su celular y me lo enseñó, debí imaginarlo, en la pantalla aparecía un video de dos mujeres haciendo el 69, y si… adivinaron: esas mujeres éramos Wendy y yo, hija de puta, no supe cómo ni cuándo pero nos había filmado ¿Qué pretendía esa maldita? Sentí la sangre agolpándose en mi estomago, Intenté quitarle el celular de un manotazo pero la infeliz enana fue rápida y escondió su celular a tiempo:
-ni se te ocurra volver a hacer eso, tengo copias en mi casa…- me advirtió la puta chaparra prieta
-bien ¿Por qué hace esto? ¿Qué es lo que quiere? Yo no le he hecho nada a usted- le dije trabada del coraje
-todavía, no me has hecho nada pero lo harás…-
-mire, si quiere dinero hable con doña Laura…-
-claro que quiero dinero, pero también quiero tu sexo putita, las vi por pura casualidad y ahora quiero hacérmelo contigo…-
La miré de arriba abajo, era horrible, chaparra, desguasangada, gorda, prieta, de cabello corto y rizado, de un negruzco sucio, y no se veía muy aseada que digamos, obviamente no se me antojó para nada, además esas no eran maneras, no obtendría nada de mí:
-está usted loca… yo no voy a hacer nada con usted y menos de esa forma…-
-¿Qué más te da? Te coges con esa cosa…-
-no le diga así…-
-uuuy perdone la princesa, yo le doy asco y se la sopla sin problemas a cuasimodo…-
-le dije que no le dijera así…-
Ya molesta, me señaló la bolsa donde ocultó su celular:
-hey… cuidadito con tu tono putita, me haces algo y mañana les posteo a tus amistades el video, ya sé cuál es tu dirección de facebook-
Maldita perra, sopesé la situación, la verdad no tenía muchas opciones:
-¿y qué quiere que haga?-
-que te me abras de patas mamacita… cuando te vi encueradita, te me antojaste un chingo…-
-lo voy a pensar…-
-no mami sabrosa, aquí no es de pensarle, es de que me aflojes a la de ya…-
-hoy no puedo, voy a salir…-
-pos mañana mi reina, vendré mañana por tu culito y lo quiero tan sabroso como cuando se lo das a la mongola ésa… de la feria (dinero) luego hablamos putita-
La muy perra salió del cuarto, dejándome con un sabor amargo, ¿Por qué me pasaban las cosas a mi? Por otro lado, reconocí que tenía razón en parte, no tenía problemas en cogerme con Wendy que, estéticamente hablando podía calificarse de deforme, Wendy era obesa y de carnes generosas aunque su cuerpo guardaba cierta sintonía y su rostro estaba desfigurado por un agudísimo grado de síndrome de down ¿Qué me sucedía? ¿Por qué Rosa me daba asco y Wendy ya no? Lo pensé toda la noche y llegué a la conclusión de que por el momento no tenía más remedio que someterme a la voluntad del bodoque ése, después de Wendy, otro bodrio como Rosa no debería ser un problema, al día siguiente, creo recordar que eran cerca de las cuatro, la maldita puta apareció en la casa (también tenía llave) y me dijo cínicamente:
-vengo por lo acordado…-
-permíteme… voy a preparar a Wendy para su siesta…- le dije cortantemente
Eso significaba que le practicaría sexo oral a Wendy para hacerla eyacular y se durmiera, subí con Wendy y nos metimos a su habitación, le quité las bragas a Wendy y la acosté, justo en ese momento, entró Rosa al cuarto, me indigné por su intromisión:
-¿acaso no escuchaste? Te dije que ya iba, espera afuera por favor…-
-ni madres…- contestó sacando su celular
-quiero ver como se lo haces, a la mensa no le importa… así que a ti tampoco te tiene por qué molestar, si me vuelves a gritar, te vuelvo a grabar…-
-ok… ok… guarda tu celular…-
Sumamente molesta comencé el cunnilingus, para mi mala suerte Wendy tardó mucho en venirse
-oh si… mamacita… que rico lo haces, así me la vas a mamar a mí en un rato más…-
Interrumpí las lamidas y me dirigí a Rosa molesta:
-¿quieres por favor guardar silencio…?-
-si perdona mamacita… continua…- dijo ella en un claro tono de burla
Yo continué lamiéndole la raja a Wendy hasta que finalmente lanzó su chorro de orina quedándose dormida de inmediato, le hice la seña de silencio a Rosa y salimos de la habitación, ya afuera, Rosa me tomó del brazo:
-en tu habitación mi amor…-
Yo me solté de su mano indignada:
-suéltame y no soy tu amor…-
Mentalmente me preparé, si su cabello lucía sucio y descuidado, imaginé cómo tendría el coño, un escalofrío recorrió mi cuerpo, ya adentro de mi habitación nos desnudamos, su cuerpo era como lo imaginé, abominable, reconocí que
Wendy tenía mejor forma que esa asquerosidad, no había duda de por qué se había vuelto lesbiana, ni el más desesperado de los hombres la hubiera tocado, la panza le colgaba hasta las rodillas, sus tetas parecían pulpos anestesiados, los pezones eran enormes como monedas y renegrido como zapote, además tenía las piernas flacas y casi no tenía nalgas, su piel era parduzca y llena de verrugas o lunares, sin mencionar las miles de estrías por todo su asqueroso cuerpo, finalmente se acostó en mi cama y abrió las piernas, dios, su panocha era todavía peor: macilenta y negruzca tupida por una enorme mata de pelo, parecía un pedazo de bistec podrido, me acobardé:
-y-yo… no puedo… de verdad… no puedo hacer esto… yo te daré el dinero que me pidas haré cualquier otra cosa…-
Rosa se puso seria, se levantó de la cama, tomó su ropa y se dirigió a la puerta:
-ok… como tú quieras…-
La detuve:
-espera, espera… no te vayas… mira… es que… dame tiempo… mejor empieza tu…-
Me acosté en la cama y me puse rígida tratando de transmitirle el asco y rechazo que me provoca la maldita puta fofa, Rosa se acercó y empezó a besarme, dios su aliento era horrible, además percibí que le faltaban dientes, casi le vomito encima, me metió la lengua y me pidió que le metiera la mía, cuando lo hice empezó a chuparla y sorber mi saliva con delicadeza y vigor, era una maestra tuve que reconocer, lo hacía tremendo la malvada, me chupó las tetas y resultó menos desagradable de lo que supuse, la verdad me calentó bastante en ese momento y no tuve problemas en abrirle mis piernas, cuando me mamó el coño, me chupeteó el clítoris con suma sabiduría, firmeza y buen ritmo, tanto que me provocó 3 orgasmos seguidos mientras la maldita me masajeaba mis pezones, la perra desgraciada sabía muy bien su oficio, yo lo estaba disfrutando ni cómo negarlo, pero después me llegó mi turno, dudé, su coño sí que me daba mucho asco, intenté resistirme nuevamente y Rosa hizo ademán de pararse, la volví a detener y me dijo en tono amenazante:
-si vuelves a hacer que me pare de esta cama una vez más, se acabó putita…-
Un furor se apoderó de mí, ya no me importaba nada, ser una puta sucia era mi destino:
-bien ¿quieres que te la mame? Eso haré perra…-
La acosté violentamente en la cama y comencé a lamerle su horrenda coña con desesperación, su vagina sabia horrible, era un sabor sumamente ácido y penetrante, entendí que padecía una infección vaginal, no me importó e hice algo que no había hecho hasta ese entonces, lamerle el culo a otra mujer (a Wendy aun no se lo había hecho) bajé mi lengua hasta su ano y lo lamí con fuerza, grave error, le apestaba a sudor y mierda, no se aseaba bien, no puedo asegurarlo pero sentí que se adehesaron a mi lengua fragmentos de excremento, el vómito casi se me sale por segunda vez, pero seguí lamiendo su ano mientras noté que con su mano ella seguía masturbándose el clítoris y antes de perder el horrible sabor, me aparté y besé a rosa con mi lengua llena de su propia suciedad, le metí mi lengua hasta la pinche garganta, ella percibió la asquerosa sensación y volteó el rostro instintivamente intentando zafarse de mi beso pero no le di tregua ¿quería cogerse conmigo? Pues ésa era yo, una puta sucia y pervertida, y desafortunadamente, el sexo también tiene su lado feo, técnicamente hablando el cuerpo humano es asqueroso, no se puede esperar mucho de un mecanismo orgánico que expulsa caca, orina y se echa pedos apestosos, tampoco puedes esperar cosas lindas ni bellos aromas durante el acto, finalmente puso su pezón en mi boca y lo chupé mientras tomaba mi mano y la ponía en su raja, le froté el clítoris hasta que percibí como su vagina se encharcaba, al fin había terminado…
Me paré al baño y al fin vomité:
-que exagerada eres mi amor…-
-no soy tu amor…-
-ya bebe no te enojes… ven…-
Me acosté a su lado, y Rosa me abrazó tiernamente acurrucándose en mi pecho, me dio tiernos besitos en mi seno izquierdo:
-ya siento que te amo…-
-no digas mamadas…-
-en serio cosita… me gustaste un chinguero putita… –
-¿y cómo supiste que Wendy y yo…?-
-ya sospechaba… yo sabía que la muchacha mongolita era lesbi porque la había visto besarse con una de sus primas, pero cuando llegaste tu, empecé a ver restos de meados y fluidos en las sábanas que me tocaba lavar, el olor a sexo era inconfundible…-
-¿y tú siempre fuiste lesbiana?-
-sí, desde que yo me acuerdo…-
Rosa empezó a besarme y terminamos cogiendo por segunda vez, hicimos el 69 y me llevó al baño, me puso de rodillas en la tina y orinó en mi boca, me rebelé, eso no lo soportaría, me hizo ver (según sus palabras) que mearse unas a otras es una práctica común entre lesbianas, yo no estaba muy segura de eso, para probármelo me pidió que yo la orinara lo cual hice con malsana satisfacción como para castigarla pero para mi sorpresa, Rosa bebió mi pis casi por completo, me dejó gratamente sorprendida, aquello era nuevo para mí y me pareció sucio, intrigante y excitante a la vez, era valiente y comprometida y contra todo pronóstico, esa noche Rosa se quedó a dormir en mi cuarto, y nos cogimos toda la noche, me enseñó cosas nuevas pero dormir con ella no fue nada agradable, tenía gases y se la pasó pedorreàndose toda la noche, antes de irse a la mañana siguiente, tomó mis bragas y las metió en su bolso, dijo que eran para recordarme, había encontrado una nueva amante, no le creí pero me dijo que estaba loca por mí y me pidió que lo intentáramos como pareja y no quería compartirme con nadie más.
Yo le hice ver que de momento eso no era posible, yo había accedido a tener sexo con ella por su chantaje, no por deseo, me pidió perdón, me dijo que nunca haría nada que me perjudicara, le fui honesta y le dije que no me atraía, que se pusiera en forma, que se bañara más seguido y se aseara de mejor manera y sobre todo, que cuidara su dieta porque sus pedos eran hediondos, y lo pensaría, eso fue todo, no se ofendió, aunque sus visitas a la casa se volvieron mucho más seguido, hicimos el amor muchas veces más, pero seguía dándome asco la pobre enana flatulenta, y vaya que se esforzaba, de hecho las cosas que me hacía eran súper calientes y satisfactorias, el problema era cuando me tocaba a mi complacerla, me seguía pareciendo repulsiva, en cada cogida me besaba apasionadamente y no dejaba de repetir que me amaba con locura y que se me mataría si me llegaba a perder, empezó a llamarme putita de manera regular y lo hacía a todas horas y en todo momento, casi se le sale decirme así delante de doña Laura, también se quedó a dormir conmigo varias veces, lo cual se convirtió en una molestia, quería estar cogiéndome toda la noche y no dejarme dormir, yo a veces tenía mucho sueño pero la desgraciada insaciable parecía no tener llenadera, una vez me quedè profundamente dormida hasta que sus lengüetazos en mi ano me despertaron, me hizo suya de las formas mas aberrantes posibles, la verdad me dejaba exhausta, no voy a negarlo (y se me cae la cara de vergüenza admitirlo) pero la pinche gorda prieta era una experta amante y me hacía correrme varias veces durante la noche dejándome agotada, Wendy obviamente por su condición no tenía esa capacidad, Rosa también me forzaba a lamerle el ojete, yo no deseaba hacerlo pero ella me obligaba y mal que bien, Rosa me hizo una experta en lamer culos, pero yo seguía entregada a Wendy al 100%, ella era mi prioridad y Rosa comenzó a ponerse complicada, decía que no soportaba ver cuando me encerraba con Wendy y que me quería solo para ella y que la desgraciaba saber que me compartía con una retrasada mental, yo intentaba hacerle ver que era parte de mi labor y que no tendría opción, si me quería tendría que ser bajo esas condiciones, para compensarla dejaba que practicara sus fantasías más bizarras y ella hacia locuras conmigo, le encantaba beberse mis orines, me ponía pinzas en mis pezones, me penetraba con un dildo, llegó al extremo de pedirme que defecara en su estómago, sí lo hice pero no quiero hablar mucho de eso, tendrán que imaginarlo, aquello fue traumàtico sobre todo cuando dejé caer uno enorme en su boca… en fin Rosa me adentró en el verdadero y mas pervertido mundo lésbico…
Bonito asunto para esta lesbiana fracasada, atrapada entre dos monstruos, siendo cogida por las mujeres más horribles del planeta, doña Laura se dio cuenta de que Rosa visitaba la casa demasiado seguido y la inteligente mujer sospechó por dónde iba el asunto, la anciana era directa y fiel a su estilo me encaró… me preguntó sin preámbulos si Rosa tenía o quería algo conmigo, su pregunta tan directa me descolocó momentáneamente , pensé en negarlo todo pero imaginé que tratar de engañar a la vieja rapaz hubiera sido un insulto a su inteligencia, no hubo necesidad de confirmarle nada, la señora muy seria y en tono amenazante me dijo que tuviera mucho cuidado con lo que hacía, yo era libre de hacer lo que se me pegara la gana con mis nalgas, pero no dejaría que nadie lastimara a su nieta, y de pronto, Rosa desapareció de mi vida, así como si nada, de un día para otro dejó de ir a la casa, una semana después supe el motivo, Rosa estaba robándole a doña Laura, la anciana astuta le puso una trampa a Rosa y la muy imbécil cayó redondita, la señora Laura colocó una cámara oculta y dejó algunas joyas a la vista, a Rosa se le hizo fácil y doña Laura la grabó tomándolas y guardándolas en su bolso, la anciana la amenazó con enseñarle el video a la policía y mandarla a la cárcel si me seguía molestando, joder con la dulce viejita, era de cuidado la anciana, pero por otro lado lo agradecí en el alma, Rosa ya se estaba convirtiendo en una molestia y un verdadero peligro, cada vez se ponía mas pervertida e impertinente, me pedía cosas cada vez más sucias y aberrantes y yo no estaba segura de poder soportarlo, la última vez que estuvimos juntas me puso una correa y me paseó desnuda y en cuatro patas por toda la casa como si fuese una perra, lo peor fue que me obligó a ladrar y a beber agua de un tazón en el suelo y a orinar en el patio, al final apagó un cigarrillo en mi ano como castigo por haber sido una perra mala
La maldita hizo conmigo lo que quiso, además empezó a exigirme que abandonara a Wendy y a doña Laura y me convirtiera en su puta personal, afortunadamente llegó la anciana al rescate y Rosa no volvió a buscarme ni a molestarme, bueno sí lo intentó mandándome mensajes de texto pero yo la mandé a la fregada, me decía cosas como: “voy a seguir cogiéndote aunque no quieras” o “siempre voy a ser parte de tu esencia aunque me niegues”, la muy estúpida aun pretendía que yo corriera a sus brazos después de todo lo que me hizo, me humilló y me sobajó de formas muy crueles, pero yo sabía que ya no se atrevería a nada, era su problema, que ahora se conformara con las cogidas que nos dimos y todo lo que me hizo hacer, la maldita vieja asquerosa me había gozado y disfrutado de todas las formas que se le ocurrieron y ahora ya no tendría nada de mí, haberme tenido y haberme perdido sería su castigo, pero en el fondo, Rosa había reafirmado mi confundido lesbianismo, no podía negarlo del todo, el mundo lésbico podía llegar a ser asqueroso y pervertido aunque también era fascinante, pero al mismo tiempo, algo seguía sin encajar en mi vida como lesbiana, seguían sin excitarme las mujeres, veía videos de shakira, beyonce, Rihanna, Lady Gaga, videos pornos de lesbianas pero nada funcionaba ¿Qué estaba haciendo mal? Por otro lado Zayn Malik de One direction me seguía poniendo caliente, lo mismo que George Clooney, a pesar de todo lo vivido con Rosa, me seguían gustando los penes aunque ese no era el problema, Rosa me había hecho caer más bajo de lo que ya creía posible, seguía sintiéndome más inmunda aún, nada quedaba ya de la inocente y dulce enfermera preocupada por los pacientes enfermos, ahora solo había una puta sucia usada como vil objeto de placer y no sabía exactamente si lo había odiado o me había gustado
A un mes de la partida de Rosa de la casa de doña Laura, llegó a la casa una grata e inesperada sorpresa… era Karen, la famosa prima de Wendy, la que antes de mi llegada se sacrificaba besando en la boca a su propia prima con síndrome de down, una corriente de simpatía surgió de inmediato entre las dos, la chica era guapísima, un ángel diría yo, con ella no hubiese tenido ningún problema en acostarme, “caray, ¿por qué no empecé cogiéndome contigo en vez de Wendy o la horrenda Rosa? Eso hubiera hecho las cosas mucho más fáciles” pensé mientras la chica seguía hablando, la bella muchacha me felicitó por mi “valor” y me contó como había surgido todo entre ella y Wendy:
-fue cuando yo estaba en la prepa… ella estaba de visita en mi casa un día y yo llegué del colegio acompañada de un novio que tenía, entonces Wendy vio cuando me besaba con el chavo al momento de despedirnos… mi familia salió de compras y yo me quedé a cargo de ella porque tenía tarea, de pronto vino hacia mí, y acercó demasiado su rostro al mío, al principio no entendí que quería, pero luego me di cuenta que me quería besar en la boca, recordé que me había visto cuando me despedía de mi novio, y supuse que quería hacer algo igual, se puso necia en querer besarme, yo al principio no la dejé, trataba de hacerle ver que yo besaba al chavo porque era mi novio, no sirvió de nada, no entendía y se puso como loca, entró en una crisis y finalmente tuve que hacerlo y solo así se calmó, a partir de entonces solo quería besarme a mí, y lo hacía con insistencia, al principio era raro, luego sucedía como si nada…-
Sonreí, la historia me sonaba familiar, me platicó cómo lidió con eso y cómo doña Laura empezó a pagarle por cuidar a Wendy y permitirle que la besara, me dijo que al principio era raro y molesto pero que terminó acostumbrándose, actualmente tenía novio y planeaban casarse en cuanto terminara sus estudios, me agradeció una y otra vez el sacrificio que hacía por su adorada prima, imaginé que doña Laura no le había contado nada acerca de Wendy y yo y nuestra extraña relación así que opté por no decir nada también, cuando le pregunté si no saludaría a su prima, me indicó que solo era una visita relámpago y se marcharía de inmediato y que además no quería alterarla ni estropear su nueva rutina ya que yo estaba haciendo un excelente trabajo: “no sabes hasta qué punto querida…” pensé yo, pero acepté que era buena idea que Karen no viera a su prima ya que las cosas con Wendy habían evolucionado muchísimo desde que la chica partió a estudiar, Wendy y yo habíamos caído en el terreno de lo plenamente sexual y no solo eran besos si no relaciones sexuales lésbicas las que yo practicaba con su prima, no quise ni pensar en lo que sucedería cuando Wendy intentase chuparle la entrepierna a su prima en cuanto la viera, lástima hubiera sido divertido ver la reacción de Karen
Karen se despidió efusivamente de mí y yo no volví a verla hasta que pasó lo que pasó, pero eso lo contaré en una próxima historia, relataré cómo terminaron las cosas y puedo adelantarles que fueron de la peor manera posible, gracias a todos por su paciencia y hasta la próxima
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!