¿Conoces a Consuelo?
Mi amiga consuelo y su perro Squier tienen un secreto que descubrí por accidente….
Lo que les relatare es reciente, no tiene ni 48 horas de haber sucedido.
Desde que conocí a mi amiga Consuelo una madre con hijos relativamente adultos, se ha acostumbrado a salir todos los fines de semana con varias amigas en común, también divorciadas o viudas en el menor de los casos y aunque nunca he sabido a ciencia cierta qué es lo que hace porque tampoco tengo ganas de enterarme, me lo puedo imaginar. Afortunadamente nunca se ha traído a nadie a casa, o al menos estando yo con ella.
Mi amiga ya ha cumplido los cincuenta años, pero aparenta algunos menos ya que se cuida bastante. Es morena, de ojos marrones, 1,70m de altura y se mantiene delgada, para su edad sigue estando muy apetecible sobre todo con su culo de 120 cm y sus tetas enormes de copa D.
La historia transcurre un sábado de madrugada. Como siempre mi amiga había salido con sus amigas y yo me quedé en casa de ella ya que rento un cuarto de ella, en mi habitación jugando con el pc hablando con mis perras zoo de todo México y el mundo Hispano mientras en mi cama estaba durmiendo el perro de ella, un Golden retriever de siete años de nombre Squier. Serían sobre las cuatro de la mañana cuando veo que Squier se despierta y levanta la cabeza, signo inequívoco de que acaba de entrar mi amiga a la casa. El perro salió de mi habitación y al rato se asomó mi amiga por la puerta, me quité los zapatos y la saludé.
– Por fin has llegado –dije.
– Hola a ti también, Linda -me contestó con dificultad.
– Me voy a dormir, hasta mañana.
– Hasta mañana, Consuelo. Le respondí
Nada más verla supe que estaba borracha, y tras escucharla hablar lo confirmé. Y tenía pinta que esta era una borrachera de las gordas. Pero como ya estaba acostumbrada a verla así casi todos los fines de semana, me volví a poner los zapatos y continué mi partida de Halo. Al cabo de unos cinco minutos pausé la partida y me levanté camino de la cocina a por algo para picar. Mi habitación es la más alejada de la cocina por lo que para llegar allí tengo que pasar por delante de la de mi amiga Consuelo. Cuando me estaba aproximando empecé a escuchar unos ruidos raros provenientes de su habitación, ruidos que no supe identificar, por lo que cuando llegué a su puerta me asomé a ver qué estaba pasando. Lo que vi me dejó perpleja y sin saber cómo reaccionar.
En medio de la habitación estaba mi amiga totalmente desnuda y a cuatro patas, con el culo en pompa mientras Squier con sus dos patas delanteras enganchadas a la espalda de mi amiga trataba desesperadamente de penetrarla. Se movía nervioso encima de ella, pero no era capaz de conseguir su objetivo, la punta roja de su pene chocaba una y otra vez en los alrededores de la entrada de la vagina de mi amiga Consuelo hasta que en uno de esos movimientos por fin logró introducir su pene. A partir de ahí la escena se convirtió en un frenesí de sexo salvaje.
Squier empezó a embestirla con dureza mientras mi amiga aguantaba la posición como podía, a la vez que daba gritos de placer mientras yo, desde atrás, veía como el perro no paraba de bombear y pude observar algunas gotas de semen cayendo por las piernas de mi amiga, estaba claro que Squier ya se había corrido dentro de ella y aun así continuó follándosela durante un par de minutos más mientras eso pasaba logre grabar algo con mi iPhone. Cuando terminó de moverse quedó unos segundos subidos encima de ella para a continuación bajarse. Quedaron culo contra culo, con Squier dando varios tirones, pero la bola de su pene estaba enganchada dentro del coño de mi amiga, así que por más tirones que dio quedaron pegados durante unos diez minutos en los que de vez en cuando veía salir más semen de su coño. Squier seguía corriéndose a gusto dentro de ella y mi amiguita estaba disfrutando como una perra, dando gemidos de placer y grititos cada vez que sentía una nueva oleada de semen dentro de ella o cuando Squier tiraba para intentar soltarse.
En uno de esos tirones vi como por fin la bola empezaba a salir lentamente de la vagina de mi amiga. Squier siguió tirando y por fin salió completamente y pude observar también como salía su pene, bastante más grueso y largo de lo que esperaba, a la vez que un pequeño chorro de semen salió disparado cuando el coño de mi madura amiga quedó finalmente liberado. Squier se echó en el suelo y empezó a lamerse su miembro mientras que mi amiguita se sentó apoyando la espalda contra la pared, levantó la vista y me vio en la puerta. Su única reacción fue esbozar una pequeña sonrisa, estaba claro que seguía totalmente ebria y no le importaba que la viese en esa situación, con las piernas abiertas y con semen canino aun cayendo de su coño. Squier se levantó y se acercó a ella, agachó la cabeza y empezó a lamer su propio semen a la vez que le volvía a dar placer sexual a mi amiga con su lengua recorriendo de arriba a abajo sus partes íntimas, lo que provocó un nuevo estallido de gemidos por parte de ella y un chorro de orina salió disparado a donde estaba, su Squirt fue algo que no esperaba.
Mi amiga estaba excitada de nuevo, apartó la cabeza de Squier, le hizo tumbarse y le empezó a acariciar la funda del pene hasta que este empezó a asomar. Cuando había salido unos centímetros, mi amiga acercó su boca al pene y se lo metió entero. Empezó a mover su cabeza arriba y abajo mientras que la polla de Squier no hacía más que crecer y crecer, mi amiga ya no podía metérsela entera en la boca por más que lo intentaba, pero seguía a un ritmo implacable mientras Squier lanzaba chorros y chorros de esperma en su boca. Podía ver como algo del semen caía por la comisura de sus labios, pero estaba claro que la mayor parte se lo estaba tragando. Tras unos minutos en los cuales mi amiga dio todo de si, dio por concluida la mamada, pero obligó a Squier a mantenerse tumbado boca arriba.
Mientras el perro aún estaba empalmado y soltaba de vez en cuando chorritos de semen, mi amiga se puso sobre él, le agarró la polla dirigiéndola a la entrada de su coño y se la incrustó hasta el fondo, bola incluida, soltando un suspiro de placer mientras lo hacía. Empezó a mover su cintura, muy lentamente al principio para poco a poco ir acelerando hasta que empezó a botar sobre él. La polla de Squier entraba y salía de su coño a una velocidad inusitada mientras mi amiga milf cabalgaba al excitado perro. Así estuvo durante tres o cuatro minutos, gimiendo sin parar y sin aflojar en ningún momento mientras yo veía como de su coño salían entremezclados los fluidos de los dos, su vagina tenía que estar a reventar del semen de Squier porque eso parecía una fuente. Cuando terminó, desmontó al perro y con el coño aun chorreando semen se metió en la cama. Squier también subió y se tumbó a sus pies, estaba tan agotado que enseguida se quedó dormido junto a la que a partir de ese momento descubrí que ella era su hembra, mi amiga Consuelo.
Al otro día me encontraba plácidamente acostada en la alfombra de la casa, cuando el perro, un gran macho, Squier, se echó junto a mí, estaba entretenida viendo la televisión de momento voltee y vi que el perro estaba al alcance de mis manos, empecé a sobarle el pene y poco a poco apareció su puntita roja, yo observaba a todos lados, entonces vi que nadie venia, me acerque más y empecé a chuparle el pene al perro, estaba riquísimo, es de decirles que siempre que podía me hacía pasar como la perrita de Squier, de momento oí pasos me separe inmediatamente, saque su pene de mi boca y me hice la que no pasaba nada, era mi amiga Consuelo, que entrando me dijo que haces, al escuchar su voz el perro salió corriendo enseñando todo su pene desenfundado, y por lo que hace a mí, tenía varias gotitas de su liquido en la cara, las cuales trate de quitarme sin que se diera cuenta mi amiga, ella se me quedo viendo por largo rato, y yo sin querer me saboreaba con mis labios los ricos líquidos que me dio su perro.
Así pasaron los días, a Consuelo le gustaba siempre visitar a sus amigas, entonces casi siempre estábamos solas en casa el perro de ella Squier y yo. Pues resulto que era sábado, yo me levante como siempre tarde, me dijo mi amiga que comiera y que me dejaba unas cosas para limpiar el cuarto que le rento, después de un rato me comento que iría de visita por la tarde a casa de una de sus tías que vive a dos horas de la ciudad y que por lo mismo se quedaría a dormir allá por que tenían una cena y regresaría el domingo por la tarde, me lleno de alegría oír eso, tendría una gran noche con el perro, lo cual me excito mucho.
Por la tarde ella se fue, acomode todo en la recamara para que pasáramos una gran noche con su macho y yo, después de estar viendo la televisión, puse unas películas porno que encontré de ella que no tenía bien guardadas y que se suponía que yo nunca iba a ver, vi como dos o tres películas todo era de Zoofilia mujeres con perros lo cual hizo que me humedeciera todita, ya no aguantaba más, así que fui por el buen Squier que se encontraba en el patio, lo llame y lo deje entrar, inmediatamente hice que se echara y me abalance sobre de él masajeándole la funda de su pene, cuando apareció su punta roja, me acerque abrí mis labios y le empecé a dar una buena mamada, yo sabía que después de eso el buen Squier se ponía súper nervioso con ganas de montarme, así que mientras estaba echado dejando que lo mamara, tome un par de calcetas gruesas y se las amarre en las patas.
Terminado esto, me puse en cuatro patas y lo llame, el rápidamente me monto pero no atinaba a hacer blanco con mi vagina, con una de mis manos le ayude y entro, que sensación tan mas rica, siempre dejaba que se abotonara a mí, porque mientras estábamos pegados yo me acariciaba mi clítoris y obtenía varios orgasmos, sentí como me la metió toda, y de momento sentí su bulbo tratando de entrar, yo me abrí un poco más y me ensarto a él, quedando pegados, después él se dio la vuelta y quedamos ahora si como perros pegados, durábamos siempre unos 20 minutos pegados, habremos llevado como 10 o 15 minutos cuando de repente se abrió la puerta de mi recamara, era mi amiga Consuelo, quien dio un grito espantoso que el perro se movió pero como estábamos pegados me jalaba hacia donde se movía, le pedí a mi amiga que no hiciera más porque si no me iba a lastimar, que solo faltaba poco para que nos despegáramos, ella azoto la puerta y salió, pasaron unos 5 minutos y todo termino, el buen Squier me saco su gran y enorme pene de dentro de mí.
Saque al perro de la casa, y fui a donde estaba mi amiga, ya saben recibí toda una lista de reproches, empezando que era una enferma al hacer eso con perros, ella estaba hasta colorada de la cara, no dijo más se fue a su recamara, lo que sucedió que el autobús en que iba se descompuso y por eso tuvo que regresarse y sí que me sorprendió, le enseñé el video de ella con el perro, lo cual solo hizo enojarla más, porque no le gusta compartir “Marido”.
Pasaron los días, y ella casi no me hablaba, después el incidente se fue olvidando, solo me decía que no me quería verme ni cerca del perro así que obedecí, como a las tres semanas fui a un baile y estuve bailando las románticas con una Chica de Lituania que también era Lesbiana, cosa que me dejo súper excitada, y como siempre que me pasaba eso, rápido me iba a casa y el buen Squier me consolaba, al llegar a casa vi un nota que mi amiga se había ido a una cena, entonces tome un frasco con miel, me fui a la sala y llame al perro, me baje las bragas Calvin Klein nuevas y me unte la miel abarcando toda mi vagina y mi ano, abrí mis piernas y llame al perro.
Que cosa tan mas deliciosa, esa lengua musculosa dura recorriendo desde mi clítoris hasta mi ano, era una gran sensación, entonces empecé a tener un rico y largo orgasmo, estaba satisfecha, al levantar mi vista vi que mi amiga me veía no sé qué tiempo tendría ahí, pero de lo que estoy seguro es que vio todo, se me acerco y me di cuenta que traía unos tragos encima, no me dijo absolutamente nada, entonces la senté en el sillón y ella me pregunto que si el perro me lo había hecho rico, yo le dije que sí, sin pensarlo me arrodille junto a ella, metí mis manos por su falda y le quite sus bragas de abuelita, tome la miel y como lo hice conmigo se la unte y llame al perro, el enseguida empezó a lamer a toda mi amiga, yo me senté en otro sillón enfrente de ella y me dedique a ver el espectáculo, una vez que ella tuvo un orgasmo tremendo debido a las lamidas hechas por el perro, creo que recobro la conciencia se levantó corriendo y se metió al baño a bañarse.
Al día siguiente no comentamos nada, pero a leguas se vio que le había gustado lo que el perro le había hecho, pasamos todo el sábado en la casa y el domingo le dije que viéramos una películas, entonces nos sentamos en la sala, y como siempre que me sentaba en la alfombra llegaba el perro por su mamada, entonces me dijo mi amiga, ya lo tienes bien acostumbrado verdad, yo solo le dije que sí, me acerque al perro y delante de ella le empecé a acariciar al perro, y le dije esta súper acostumbrado a mis caricias, terminado esto vi que la punta del pene le estaba saliendo, me agache y me la metí en la boca, cuando el pene ya tenía un tamaño como de 22 centímetros, alce mi vista y moviendo el pene del perro le dije a mi amiga, que si quería ayudarme, me vi muy descarada, ella se acercó y yo sin soltar el pene y pasándole mi lengua para que mi amiga viera como trataba a su “marido”, le dije tómalo con la mano y se lo di, ella empezó a frotarlo la empuje por la cabeza y antes de hacerlo lo pensó, pero en un momento ya tenía en la boca el pene del perro, pero ella lo chupaba muy discretamente, entonces le dije voy a mi recamara, y subí por las calcetas.
Al regresar mi amiga seguía prendida del pene del perro, se tragaba todo y además se había quitado su bata, en ese momento aproveche y le puse las calcetas a Squier, desvestí a mi amiga, que tiene un cuerpo fenomenal para su edad, el perro empezó a ponerse nervioso y a moverse, mi amiga me pregunto qué era lo que pasaba, le dije es que Squier quiere montar a su perra esposa, entonces moví a mi amiga, la puse en cuatro patas, y abriéndole las nalgas llame al perro que rápidamente se montó y con mi mano guie el pene del perro hasta el ano de mi amiga Consuelo, quien sin moverse ni hacer ruido fue admitiendo dentro de ella centímetro a centímetro el pene del perro y mientras tanto yo veía muy claramente todo, de repente metí mi mano sujetando el bulbo del perro, pero después de pensarlo un rato, lo solté y mi amiga ya jadeaba porque estaba sintiendo rico, pero de pronto como espantada me dijo que pasaba y le dije:
– Te acaba de entrar el bulbo del perro por tu ano y te vas a quedar pegada con él.
Ella se movió y vio que si estaba pegada, el perro se giró y quedaron totalmente pegados, le dije a mi amiga que se masturbara y que no se preocupara porque esto solo dura unos 20 minutos, pero yo estaba súper excitada, entonces tome una silla me puse de frente a Consuelo y me quite toda la ropa, me senté y me abrí de piernas y me jale los labios vaginales hacia los lados y una vez bien abierta, se la puse a Consuelo en su boca, ella estaba descontrolada y me lamía como desesperada, lo más rico fue que trato de introducir su lengua en mi ano, lo que causo que tuviera un gran orgasmo, me senté a recobrar la respiración y después de unos 5 minutos el perro empezó a despegarse de mi amiga, al sacarla toda consuelo volteo y vio los 25 centímetros de pene que se había metido, ella me dijo que estaba impresionada de haber sido penetrada por tan largo y grueso pene, pero más porque a mí también me cabía; nos abrazamos, y platicamos largamente, me comento que ella se masturbaba casi siempre con videos de Zoofilia por lo de la ausencia de su ex marido (humano), y aunque tuvo oportunidades nunca ha querido meterse con alguien más.
Pasaron los días, a veces llegaba a casa y encontraba a mi amiga, prendida del perro, y otras veces era yo la que lo hacía con el perro, ya después de un tiempo convenimos los días que le tocaban a ella y los días que me tocaban a mí y siempre me decía que le gustaría que Squier nos embarazara a ambas para ser todas unas perras. Pero un día caminando por la calle, me dijo mi amiga, creo que Squier va a necesitar ayuda, tendremos que conseguir otro perro, yo le dije como cual, y señalándome al otro lado de la calle vi un hermoso Rottweiler y las dos sonreímos.
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