Descubriendo el orgasmo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me consideran una persona bonita y estoy segura que así es, soy alta, de pelo negro muy rizado, y con una complexión digamos gordibuena, no soy muy delgada pero tengo buena silueta, ademas soy muy alegre y fiestera, el tener este cuerpo y estar en estos ambientes, ha provocado que las personas que se me acercan solo quieran tener sexo conmigo, cosa que me da desconfianza y siempre prendo el boiler pero no me meto a bañar, ya se, soy algo mocha ahora, pero por alguna razón tengo el presentimiento de que viviendo mi primera relación sexual me haré adicta y querré realizarlas muchísimas veces al día, ya que desde muy pequeña me he masturbado aunque no con la conciencia de que lo estaba haciendo, agregando a esto cuando me di cuenta lo deje de hacer por pensar que era malo.
Esto es relevante pues una noche, mi soledad y mi curiosidad me sedujeron, y pues el cuerpo es debil y la mente abierta, así que quise investigar acerca de posiciones, masturbación, etc, todo lo que pudiera saber para dar y recibir el mayor placer posible. Empece a ver primero relatos eróticos, después vídeos de masturbación, terminando con películas pornográficas tanto lésbicas como heterosexuales (por cierto soy bisexual).
Al finalizar mi investigación, termine con unas ganas inmensas de que me follaran, así que empece a desvestirme lenta y suavemente, empezando con la playera que llevaba puesta, baje uno de los tirantes de mi sostén, seguido del otro, pasando mis manos por mis pechos dando vueltas con mis dedos en los pezones rosados que me adornan, después baje el pequeño short pegado con el que me duermo acariciando mi pelvis (que por cierto es la zona que mas me excita), luego abrí mis piernas como en posición de misionero y una de mis manos acariciaba por encima de mi truza sintiendo como mi clítoris se hinchaba, mientras que la otra viajaba de un pecho a otro, hasta que me despoje de ella. Imaginándome en todo momento como a una de mis amigas llamada Alejandra, con la que no dejaba de soñar.
Quedar totalmente desnuda sobre mi cama me excito aun más, sentía como mi vagina empezaba a mojarse, después me dispuse a mover en círculos los dedos de mi mano derecha sobre mi clítoris ya mas agrandado por mi calentura y de vez en cuando los metía dentro de mi vagina para mojarlos y seguir acariciando mi clítoris, mientras que con la otra mano me tocaba la pelvis de una manera por demás perversa, empece a gemir y a mover mi cintura adelante y atrás, no podía creer el placer que estaba sintiendo, no quería que se terminara, mis dedos cada vez los movía mas rápido, mis gemidos eran cada vez mas difíciles de ocultar, mis fluidos vaginales chorreaban la cama y el mi cadera bailaba a mas no poder, hasta que uno de los mas maravillosos orgasmos llego, mi cuerpo se paralizo y la sonrisa en mi cara no era imposible de contener.
Esa fue la primera vez que llegue al orgasmo por una masturbación, desde ese momento cada vez que me dan ganas mi imaginación vuelve a hacer de las suyas.
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