El cuidador de la colonia (parte I)
hola! me presento soy Amanda, tengo 13 años y vivo solo con mi abuela pues mis padres murieron lamentablemente, mi habitación es una de las primeras por lo que tengo vista a la calle lo cual no es nada divertido puesto que vivo en una colonia aburrida y sola.
hola! me presento soy Amanda, tengo 13 años y vivo solo con mi abuela. Soy una niña de piel morena, no soy muy alta, mido 160cm, soy delgada y no tengo mucho pecho pero en cuanto a caderas y trasero me defiendo muy bien. Vivo en una colonia pero la calle en donde se encuentra mi casa es aburrida y casi siempre se mantiene sola. Mi habitación es una de las primeras por lo que tengo una ventana que da hacia la calle en donde me gusta desnudarme y posar en diferentes formas y a veces hasta bailo por que se que los hombres que pasan por la calle me miran y eso me excita mucho.
lo que me lleva a contarle esta historia. Una noche mi abuela me dejo sola en la casa porque tenia que ir a una actividad de la iglesia que terminaba bien tarde por lo que eso significaba que lo mas seguro es que vendría hasta mañana, todas las noches pasa un hombre mayor por la calle, es el cuidador y siempre lo miraba pasar y me imaginaba cogiéndomelo en mi cama de princesas pero me da terror la idea pero esa noche estaba tan caliente que espere que pasara hasta que mire de largo que se acercaba, rápidamente saque la mitad del cuerpo y le sonreí diciéndole adiós, el solo me sonrió y me hizo seña con la mano disgustada cerré la ventana y me eche a dormir pero no me iba a dar por vencida.
luego de muchas semanas en las que nada mas le decía adiós y el me respondía con el mismo gesto, estaba por abandonar el plan cuando un viernes se acerco a la ventana y la toco suavecito, yo di un respingo de miedo y la abrí.
-Me quede esperando mi buenas noches, princesa.. – me dijo mientras se apoyaba con los antebrazos en la ventana, mi cama estaba pegada a esa pared por lo que solo tenia que alargar la mano para tocarme, que fue exactamente lo que hizo, me acomodo un mechón de cabello.-
-Es que usted nunca se acerco a platicar conmigo… -le hice un puchero y me puse de rodillas en la cama para estar a su altura, lo que hizo que el tirante de mi vestido se callera un poco y dejara al descubierto uno de mis pequeños pezones.-
-Es que me encuentro haciendo mi trabajo amor pero hoy me hizo falta verte.. -dijo suave y se relamio el labio viendo mi pezón, estiro la mano y con la ayuda de su dedo pulgar e índice, me lo agarro y lo apretó ligeramente jalándolo hacia adelante, esto lo hizo dos veces seguidas hasta que reaccione y le sonreí-
-Eso hace muchas cosquillas..-le dije calladito pues no quería despertar a mi abuela, me pegue un poco mas a la ventana y mire la erección que tenia. El miro hacia abajo y se bajo el cierre para sacarse una enorme verga que estaba adornada por bellos y se le miraban las venas.-
-Mira como me pusiste mi amor, esto es tu culpa… me vas a ayudar a que se me baje?-agarro mi mano y la guio hasta su miembro, mi pequeña mano no lo agarraba por completo pero se sentía duro y caliente. Mire al señor y este empezó a mover su mano de arriba abajo-
-Así pequeña.. así mi amor..-Decía mientras se masturbaba con mi mano y con su otra mano tocaba mi rajita ya bien húmeda- Mira como estas mi amor.. que rico mami.. -susurraba mientras me trataba de meter los dedos.-
Estábamos en plena mastúrbadera cuando escuche que mi abuela encendía la luz de su habitación, rápidamente le solté ese exquisito miembro que pronto podría comerme, el se arreglo el pantalón y me agarro del pelo para acercarme a el y darme un beso de lengua.
-Estas exquisita putita, mañana vendré a esta hora para que sigamos.. deja la ventana abierta..-Susurró y se fue, yo cerré todo y me acosté a dormir con mi entradita ardiendo por probar pija.-
Espero les guste, me anime a contar las cosas que eh pasado siendo así de caliente, dejen comentarios, me animaría a contarles mas sobre mi vida.
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