El libro de los misterios (Episodio piloto)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La oscuridad envolvía sus cuerpos de una forma sobrenatural y la luz que emitía la media luna que brillaba en la inmensidad de la negrura celeste no conseguía iluminarlos. La maravillosa sensación de poder ver sin ser visto era compartido por las cuatro chicas.
Según el libro, la luz de la luna era una poderosa fuente de energía mágica. Pero como en las ciencias aplicadas en la magia se debía usar mucha o poca energía según el hechizo que se quería realizar. Según el conjuro habían de hacerlo en luna creciente, bajo un bosque. Tupido de manera de que hubiera luz de luna. Pero no pudieran verse las unas a las otras.
El libro había sido un auténtico hallazgo. Lo había encontrado Shooting Star, totalmente cubierto de telarañas en la vieja biblioteca del pueblo, un día que había ido allí a estudiar. La tapa era de color granate y en el centro había una triada dorada., bajo esta podía leerse el título. "El libro de los misterios". Lo estuvo ojeando y se dio cuenta de que carecía de signatura o del sello de la biblioteca. Por lo que si lo sacaba como suyo nadie podría reprochárselo. Esa misma tarde se lo enseñó a sus amigas. Era un libro muy extraño, como de principios de siglo, encuadernado a mano, escrito por una tal Madame Rege Tonge, la cual en el prólogo decía que había sido discípula del mismísimo Aleister Crowley, y que había estado en poderosos círculos mágicos de finales del siglo XIX como la famosa Golden Dawn, y que había escrito ese libro después de un largo viaje místico. Pero lo que más las cautivó fueron la advertencia final del libro:
"Os prevengo a aquellos que quieran adentrarse en los peligrosos reinos del misterio… ya que como el poder atrae al poder, aunque lo uséis para hacer el bien, no se sabe quién… o qué puede venir a vuestro encuentro…".
La fruta prohibida siempre es la más apetitosa y más cuando empezaron a leer el libro, ya que no esperaban lo que encontrarían… sexo. Casi todos los rituales descritos en el libro tenían una carga sexual importante. Tanta… que solo podían realizar correctamente el primero de los hechizos, y solo después de haber hecho previamente una serie de preparaciones.
Lo primero debían ser sus nombres. En el libro explicaba que los nombres dan poder sobre todos los seres, y necesitaban nombres mágicos que las identificaran además de protegerlas. Y debían de escogerlos con cuidado siguiendo una guía que venía en el libro. Para elegir su nombre cada chica debía de pensar seriamente cual era el motivo más poderoso por el que quería adentrarse en el reino de los misterios.
A parte de por su curiosidad, por suerte cada una lo tenía bien claro:
La chica que quería adentrarse en el reino de los misterios para adquirir belleza, necesitaba un nombre que demostrara su anhelo de ser encantadora a los demás, pero que la protegiera de su vanidad. Su nombre sería Shooting Star.
La chica que quería adentrarse en el reino de los misterios para adquirir poder, debía tener un nombre poderoso que la protegiera de su propia ambición, la cual podría robarle la libertad de su alma. Su nombre sería Free Wig.
LA chica que quería adentrarse en el reino de los misterios para cobrar venganza, necesitaba un nombre con el que conseguir justicia y que la protegiera de su propio odio, el cual podría convertirla en un demonio. Su nombre sería Justice Mace.
La chica que quería adentrarse en el reino de los misterios para encontrar su redención, debía encontrar un nombre tan noble como su propósito y que la protegiera de su propia culpa, la cual podría convertirla en un fantasma. Su nombre sería Black Moon.
La chica que respondía al nombre de Black Moon, alzó los brazos y tocó en la oscuridad las puntas de los dedos de sus hermanas. Según el libro ese era un hechizo de contacto con las energías mágicas, en el cual debían de estar en una noche de luna en cuarto creciente, a la sombra de un bosque. Los participantes harían un círculo con sus manos unidas en la oscuridad. Dieron cuatro vueltas en el sentido de las agujas del reloj, una por cada participante del grupo. Y por último cada una se arrodillo y encendió una cerilla. Dieron un paso a delante, se agacharon y encendieron una pequeña hoguera que iluminó el círculo con la triada dibujada en el suelo del bosque. El fuego estaba en el centro de la triada y había prendido con facilidad ya los leños habían sido impregnado de aceite.
Las chicas dieron un paso atrás. Ahora era el momento de la verdad, en el que o bien pasaba algo mágico y espectacular o bien hacían un ridículo espantoso. Las chicas estaban envueltas en grandes telas blancas y titubearon en silencio durante un rato.
"No lo van a hacer". Pensó Black Moon. Ella había sido la más reacia de las cuatro a realizar aquella tontería. "Me han convencido para participar esta chorrada y ahora no lo van a hacer". Black Moon estaba enfadada, ya que ninguna daba el paso. "Bueno…". Pensó. "No seré yo quien me raje". Black Moon dejó caer la tela que la envolvía dejando ver su cuerpo desnudo ante sus compañeras que la miraron atónita. Black Moon era una chica muy hermosa pero cuando la vieron desnuda no se lo pudieron creer. Además que hubiese sido ella la primera en atreverse. Black Moon contaba dieciséis años, y tenía la piel pálida, unas preciosas caderas, el vientre plano con un ombligo grande y negro. Sus pechos grandes de pezones sonrosados. se había afeitado levemente el pubis y tenía una pequeña pelusilla negra. Al igual que negra era la hermosa melena que le caía ondulada por la espalda, y el flequillo que cubría su frente hasta llegar a sus preciosos ojos verdes.
La siguiente en dar el paso fue Justice Mace. Mostrando su joven precioso y delgado cuerpecito de quince años, sus pechos pequeños de pezón afilado y brillante, con un peercing en el derecho, que hacía juego con el de su ombligo, su nariz, y su lengua. Tenía el pelo corto por la nuca, negro con el flequillo despeinado que le caía por las sienes teñido de color rosa.
Después lo hizo Shooting Star. La estrella fugaz era la más joven de todas apenas hacía una semana que acababa de cumplir quince. Tenía un cuerpo muy delgado, más que el Justice Mace. Con unos pechos muy pequeños, y unas caderas escuetas. Casi todas las mujeres en su familia tenían un cuerpo tan menudo como el suyo, y ella no quería acabar así. Pese a todo, tenía un bonito color de piel bronceada, los ojos azules bajo sus gafas, y el pelo rubio que le caía rizado sobre los hombros.
En último lugar lo hizo la chica que quería adquirir poder. Free Wing. Primero miró a todas sus compañeras y después lentamente fue quitándose la tela blanca de encima. Tomándose su tiempo, primero mostró su cabeza de hermosos rizos de color cobre, su rostro ovalado, sus ojos de color miel, y sus labios finos. Después mostró sus hombros y poco a poco fue enseñando sus pechos, enormes y oblongos, en forma de melón, con el pezón pequeño y abotonado. Bajó la tela mostrando sus preciosas caderas y su sexo totalmente afeitado.
Todas las demás la miraban. Era la más mayor de ellas y parecía una diosa de la noche.
Pero el ritual debía empezar. Ya se habían desnudado y ahora una de ellas debía de dar el primer paso. Curiosamente la primera fue Free Wing. Lentamente se masajeó los pezones, tocándolos de manera circular. Y respirando lenta y ruidosamente. La joven Shooting Star fue menos parsimoniosa y lanzó directamente sus dedos a su vagina y comenzó a masturbarse más rudamente. Eso sorprendió a Black Moon y a Justice Mace. Que se miraron entre ellas, un poco incómodas.
Free Wing deslizó su mano derecha acariciando con los dedos su vientre y su ombligo, mientras con la otra mano no paraba de acariciarse y pellizcarse un pezón. Hasta que llegó con su mano a su sexo y empezó a a sobárselo. Mientras empezaba a jadear, lujuriosamente.
Juztice Mace miró a Black Moon, que le devolvió la mirada. Se encogió de hombros y empezó a frotar su sexo con la mano derecha. La Luna Negra miró como su amiga empezaba a jadear de placer se abría de piernas y con la otra mano empezó a tocarse el ano. Sus otras compañeras se estaban masturbando también, tal y como indicaba el libro. Justice Mace bamboleaba sus caderas pausada pero bruscamente al ritmo que ella misma se marcaba mientras introducía sus dedos en su vagina. La pequeña Shooting Star se frotaba salvajemente el sexo con ambas manos mientras su cuerpecito empezaba a temblar, y ella empezaba a lanzar pequeños gemidos.
A Blak Moon no le gustaba masturbarse. De hecho solo lo habría hecho un par de veces antes de empezar a acostarse con chicos sistemáticamente. Le gustaban los penes grandes y duros… no los dedos. Hecho un último vistazo a sus amigas. Shooting y Mace parecía que se habían olvidado de las demás. Pero la espectacular Wing la miraba mientras jadeaba y hundía tres dedos dentro de su húmeda vagina. Le sonrió. Fue una sonrisa descarada y burlona. Black Moon bajó la mirada, sonrió también. Suspiró y dio una carcajada queda, alzó la mirada a su amiga de rizos de cobre, sacó su enorme y ancha lengua, se lamió la mano, escupió en los dedos y la lanzó rápidamente sobre su sexo, frotándose frenéticamente el pubis.
"¿Preliminares? Quien los necesita". Black Moon tenía la facultad especial de excitarse a una velocidad pasmosa. Le encantaba el sexo y tenía una poderosa imaginación. No le gustaba masturbarse, pero solo por el hecho de lo muchísimo que le gustaba follar. Apenas había sentido el movimiento encima de sus labios que ya la maquinaria interna de su sexo había empezado a trabajar. A ella le gustaba comparar su vagina con el motor de un coche de formula uno capaz de pasar de cero a cien en segundos.
Mientras que Mace y Shooting, estaban concentradas en si mismas, Black Moon lanzó una mirada y una sonrrisa de maldad a Wing, la cual la miraba pasmada, mientras se masturbaba.
El cuarteto de brujas principiantes se masturbaban cada una a su manera y la quietud del bosque estaba rota por el chapoteo de los dedos en sus húmedos sexos, y de los jadeos y leves gemidos de placer. Según el libro debían masturbarse lo más silenciosamente posible, intentando no gemir demasiado cada una por separado al principio. Ya que en los gemidos se liberaba una poderosa energía que atraía a los espíritus. No importaba que los gemidos fueran fingidos, lo importante era hacerlos, para liberar la energía. Si lo hacían bien, y podían sincronizar bien su energía interna, el placer experimentado por los integrantes sería compartido al mezclarse la energía liberada por cada uno.No era necesario, pero si todos conseguían llegar al orgasmo al mismo tiempo es que lo habían hecho a la perfección y podrían ver como la energía mágica se condensaba…
Llevaban un rato masturbándose. Black Moon no pudo resistirlo más y empezó a gemir, no entendía que era lo que le pasaba, pero las pocas veces que se había masturbado no había sentido tantísimo placer. La cadera se le movía sola, el coño palpitaba y al hendirlo con sus dedos saltaban grandes salpicones de flujo… El placer que la inundaba era inhumano… era como si gozara cuatro veces más. Miró a sus compañeras. Mace tenía los dedos de una mano metidos en su coño y los movía eléctricamente mientras que con los de la otra se taladraba el culo. Tenía la boca desmesuradamente abierta y no gemía, directamente gritaba… La pequeña Shooting Star movía se hacía una paja a dos manos frotándose el sexo frenéticamente mientras chillaba. Y Mace…. Mace se estaba metiendo casi todos los dedos por su raja, de la que manaba un auténtico torrente de flujo vajinal que había empapado la tela que tenía a sus pies, la cual brillaba a la luz del fuego, mientras que con la otra mano había llevado uno de sus enormes pechos a su boca y se chupaba su propio pezón.
Black Moon se dio cuenta de que estaba babeando y sus piernas le fallaron, calló de rodillas, sobre su tela. Aquello no tenía sentido. "¡No soy una pajillera!" Pensaba mientras cerraba los ojos. "¡No lo necesito! ¡¡¡A mi me gusta follar!!! ¡¡¡ME GUSTA QUE ME FOLLEN!!! ¡Me gustan las pollas! ¡Duras, enormes, gruesas, húmedas, brillantes, venosas… Me gusta olerlas antes de besuquearles la puntitia, lamerlas a lo largo con mi lengua húmeda, y después engullirlas… tragándomelas hasta que me tapen la garganta y me quede sin respiración. Y después chupar, meneando la cabeza…atrás y adelante… atrás y adelante… arriba y abajo… arriba y abajo… ensalivando… babeando…
Chupar y chupar y que los chorreones de baba rebosen de mi boca cayendo… y que cuando ya mi afortunado chico no pueda más, que me la clave en el coño… mi inundado, grande y palpitante coño… y que me embista, fuertemente y salvajemente una y otra, y otra, y otra vez… mientras yo grito. ¡Ah! ¡¡Aah!! ¡¡Aaaah!! ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!! Blak Moon abrió los ojos y la boca de manera desmesurada mientras su cadera sufría una serie de espectaculares espasmos en el orgasmo más brutal que había sentido nunca. Sus compañeras también habían caído al suelo. Shooting Star estaba arrodillada mientras chillaba y se machacaba el sexo con ambas manos. Free Wing había caído sobre su empapada tela y a su alrededor se había formado un enorme charco de flujo también gritaba desmesuradamente. Tenía casi la mano entera dentro de su coño. Y Justice Mace se estaba boca arriba mientras se metía los dedos indice y corazón de ambas manos por el ano.
De repente el aire comenzó a volverse lentamente azul eléctrico. Eran como unos jirones desvaídos podrían ser rayos de luz, con la particularidad que se curvaban y ondulaban en el aire. Era un espectáculo increíble. Como si estuvieran dentro de una especie de aurora boreal. Black Moon no podía parar de masturbarse… pese a lo alucinada que estaba… Aquello estaba funcionando. El orgasmo aún no acababa… era increíble… y eso que era uno de los primeros hechizos… ¿Como sería hacerlo follando con una de esas enormes pollas?… ojalá hubiera tenido una a mano en ese momento.
Aquella sustancia inmaterial fue tomando la forma de una polla. Era increible… aquella cosa estaba recreando lo que estaba pensando en ese mismo momento… "Polla…" Pensó. "Quiero… esa… polla…" La polla se fue haciendo más grande y consistente. "Más…" dijo en voz alta… "Mas…". Otra enorme polla se fue formando al lado de la que apareció primero, y después otra y otra más, que empezaban a asediarla, a rozarle la cara, la nariz, las mejillas…. Incluso Black Moon estuvo a punto de lamer una… pero de repente su cuerpo ya no pudo más…. Y explotó en un climax bestial que la hizo revolcarse por el suelo y gritar hasta que quedó sin aliento y le ardieron los pulmones… Su alarido de placer se confundió con el de sus compañeras… que también rodaban por el suelo entre espasmos… Hasta que todo quedó en silencio… y la extraña sustancia se fue disipando.
Black Moon se incorporó después de unos instantes en los que recuperó el aliento. Y miró a sus compañeras mientras estas también se recuperaban de la experiencia… Sonrió… y empezó a reírse y les contagió a sus compañeras…
-Ha sido la Hostia… -dijo Mace.
-Increible… -Contestó Wing.
La pequeña Shooting Star guardó silencio, jadeando. Por último Black Moon, dijo:
-Bueno… creo… que para ser la primera vez…. Ha salido bastante bien.
Fin del Episodio Piloto.
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