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Masturbacion Femenina

Ella con toda inocencia se masturbó para mí

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me hallaba en mi habitación, acostado en la litera en la cama de arriba. La puerta estaba totalmente abierta. En esos momentos mi madre recibió la visita de la vecina. La vecina tenía dos hijas pequeñas. La mayor era Mariana de 5 años, ella era muy tierna al hablar, tenía un tono de voz muy dulce, tenía el cabello hasta los hombros de color castaño oscuro, su cuerpo era esbelto. La segunda hija cuyo nombre no recuerdo tenía 3 años de edad, ella no se parecía a nada a Mariana, para su corta edad mostraba un carácter muy malumorado.
Mi madre y la vecina se pusieron a conversar. Las niñas se pusieron a jugar. Entre juego y juego las niñas se metieron a la habitación y cerraron la puerta detras de ellas. Sólo recuerdo el grito de su madre diciendo que no hicieran desastre, pero de un regaño a la lejania no pasó.

Las niñas se lanzaron a la cama de abajo de la litera. Estaban jugando haciendose cosquillas una a la otra. La pequeña se puso encima de Mariana, entre sus piernas. Mariana reaccionó envolviendola con sus piernas. Su diminito short se enrrolló hacia su cintura y sus pequeñas piernas comenzaron a mostrarse. Yo estaba arriba, mirando. Al parecer no sabían que estaba ahí, en la cama de arriba mirando.
Ellas al estar en esa posición comenzaron a respirar agitadamente por el cansancio del juego. Sus suspiros me ponian nervioso. Comencé a sentirme también muy agitado. El corazón me saltaba de la emoción y yo no comprendía porqué.
La pequeña de tres años comenzó a safarse de las piernas de Mariana, y esta no la dejaba escapar. La pequeña pegó un gritó —¡mamáááá!— entonces Mariana la soltó para evitar un regaño que su madre seguramente le daría.

Mariana se quedo ahí en la cama, con las piernitas desnudas y abiertas, con el short enrollado a modo que dejaba ver su calzoncito color rosado el cual le quedaba grande para sus pequeñas caderas. Su hermanita sólo la miraba ahí y se hizó para atras. Mariana de pronto comenzó a tocarse su pubis. Se acariciaba lentamente y cerraba sus ojitos. Su hermanita se asustó y volteó hacia arriba a donde estaba yo, mirando. Al verme se asutó aún más y dijo: Mariana no te toques ahí. Se acercó a ella y le dió un manazo y salió de la habitación. Mariana abrió los ojos y se detuvo. Yo estaba a punto de bajarme y salirme de ahí, pero me topé con su mirada tierna fija en mí. No decía nada y yo no me moviá. Decidí volver a la cama de arriba y no mirarla porque el corazón me latía fuertemente. Estando ya arriba me puse en la orilla, acostado bocabajo a modo que podía asomarme y verla directo a los ojos

Mariana no dejaba de mirarme y comenzó a acariciarse nuevamente atravez de su ropa. Ella comenzó a sudar y a suspirar. Sus piernas se veian brillantes, relucientes con su sudor. Sus gemidos comenzaban a ser mas y mas notables. Yo miraba hipnoticamente sus manos acariciando su vagina y tuve una fuerte erección. Yo no sabía aue hacer. Comencé a tocarme tambien pero atraves de mi ropa. Mariana seguia envuelta en su placer y yo comenzaba a sentir humedad en mi pene erecto. De pronto Mariana se hizo de lado su short y el calzón y comenzó a tocarse a viva piel. Su vagina se miraba hermosa, suave, delicada, atercipelada y mi pene estaba a punto de estallar. Los deseos de bajar y mirar de ser me llenaban el cuerpo. Deseaba profundamente bajar y tucar su vagina limpia de bello pubico.

Tenía la boca hecha baba y tenia la necesidad de provar su piel. Mariana se tocaba con mas impetu. De golpe me calleron sus palabras — veeen— lo dijo y mi cuerpo se estremeció de placer y tuve un orgamo. Pero yo quería bajar ahí, con ella. Pero el susto sustituyó el deseo sexual al escuchar a su madre decir —Mariana,vamos—. Ella se detuvo y se levantó de la cama pata irse. Mi corazón no paraba de soltar y ni que decir de mi pene. Desafortunamente nunca se volvió a repetir la experiencia y yo sólo deseaba tocar a Mariana cada vez que la miraba hasta que se mudó de casa y dejé de verla.

3997 Lecturas/1 octubre, 2018/0 Comentarios/por sexosintabues
Etiquetas: hermanita, hija, madre, mayor, vecina
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