IMAGINO, por ErotikaLectura
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ErotikaLectura.
IMAGINO
Estoy en el coche. Un semaforo, un autobus que para, el paso de cebra, un atasco. Paso mas tiempo parada que en marcha. Empiezo a mirar a mi alrededor.
Una chica en el coche de la izquierda se esta maquillando, cuando abre sus labios para delinearlos la imagino ante una polla dura y tiesa; en mi imagen ella la mira tan fijamente como mira al espejo y la lame con el mismo cuidado con el que se pasa la lengua por los labios en la realidad. Hoy voy caliente.
Avanzo un poco y me encuentro con una pareja. Van hablando, los gestos indican que ella esta enfadada, el intenta ignorarla haciendo como que conduce pero estamos parados, tiene poco a lo que prestar atencion que no sean los reproches que ella le hace. Mi pensamiento se hace dueño de la situacion y le imagina a el soltando el volante y girandose hacia ella bruscamente, agarrandole del pelo con una mano y desabrochando su pantalon con la otra mientras le dice “Ahora te voy a enseñar yo a estar calladita”.
Cambio de carril. Siempre parece que mi carril es el mas lento de todos. He alcanzado al de la furgo de fontaneria que llevaba delante. Este va canturreando. Es un chaval joven. Seguro que le han llamado de urgencia para arreglar un estropicio. Lo que no sabe es que el tio que le va abrir la puerta va a intentar convencerle y hasta pagarle por abrirle el culo tambien. Casi puedo verle apoyado contra la encimera de una cocina, con su cliente detras congestionado y jadeante empujando contra sus nalgas.
Casi cincuenta metros del tiron, ¡vaya logro! Un camion a la izquierda, a la derecha estoy entre dos coches, no tengo protagonistas. Da igual. Los camioneros me dan mucho juego. Desabrocho mi pantalon y bajo la cremallera, el tanga con flores que llevo hoy se debe ver desde la cabina del camion, al menos yo imagino que es asi. Abro las piernas y echo el culo un poco hacia delante, por un lateral dejo ver el comienzo de mi rajita bordeada de pelitos muy cortos que acaricio con un dedo. Me estoy poniendo de lo mas cachonda.
Avanzamos poco a poco. Yo intento mantenerme a la altura del camion mientras mi mano va profundizando por momentos bajo mi pantalon. Cambiar de marcha es un fastidio para mi placer.
Hay un coche averiado y por eso lo del atasco de hoy. Saco mi mano de entre mis piernas y la chupo para limpiarla. El de la averia esta dando paseitos con cara de pocos amigos mientras la grua carga su coche. Me gusta su pinta de tipo duro. Me paro junto a el, “¿Necesitas ayuda?”. Me mira como si fuese un extraterrestre, “No, gracias”, pero apenas da un paso y se vuelve como si se lo hubiese pensado mejor, “¿Hacia donde vas?”, me pregunta. Le digo la zona donde trabajo. ¿Te pilla muy mal dejarme en la estacion?, dice bastante interesado ya. “Paso por delante”, le aseguro mientras desbloqueo la puerta del coche.
Habla un momento con el de la grua, saca una bolsa de viaje de su coche y se viene hacia el mio. Su cara de cabreo ha desaparecido. Entra en el coche y nos presentamos. No para de sonreirme mientas me cuenta que va de viaje de trabajo, que ha abierto el negocio hace poco y es importante quedar bien con los clientes, que habia llamado un taxi pero con el atasco a saber cuanto tardaria y que yo le he salvado la vida y a su vuelta me invita a cenar. Voy riendome con cada una de sus ocurrencias mientras conduzco, porque ahora parece que hemos cogido velocidad y no puedo mirarle tanto como me gustaria, pero en un vistazo furtivo le pillo con la vista clavada en mis muslos,… ¡Mierda!, he olvidado abrocharme el pantalon. Empiezo a ponerme roja como un tomate sin saber si sera mas violento taparme o hacer como que no me doy cuenta cuando el caradura de mi acompañante me dice “Preciosas braguitas”. Vale, ahora si que la ha hecho buena, para chula yo “En realidad es un tanga”, le digo sonriendo e intentando aparentar naturalidad. “Claro, desde aqui no lo veo bien. Igual si te abres un poco mas el pantalon…”, eso es una provocacion directa y la acepto, “Ayudame tu, que yo llevo las manos ocupadas”.
Desabrocha nuestros cinturones de seguridad y se inclina sobre mi, “Levanta ese culito” me dice agarrando mi pantalon con fuerza y tirando de el hacia abajo hasta dejar mis caderas al descubierto. Yo he levantado el culo mientras pisaba el acelerador y ahora dejo que baje un poco la velocidad, tampoco es cuestion de que nos paren para multarnos. El desliza sus dedos alrededor de mi cintura, acaricia solo con la yema como si no se atreviese a mas, sin embargo con los ojos se me come viva. Me levanta el lado derecho de la camiseta y besa mi costado, empieza a subir la caricia de una de sus manos por mi vientre y la mete bajo mi sujetador, mi pezon ya estaba animado pero al notar su mano se vuelve tan sensible que el contacto me hace suspirar involuntariamente. “Estas buenisima” me dice al oido, y para acabar de rematar la excitante situacion empieza a besarme tras la oreja mientras su mano amasa mi teta con pasion.
Me cuesta horrores mantener la concentracion en la conduccion. Echa a un lado el tanga y empieza a acariciar con sus dedos arriba y abajo cerca de mi rajita pero sin tocarla. Mis piernas se abren para el como si tuviesen un resorte. Muerdo mi labio y procuro recobrar el control con respiraciones ritmicas, pero entonces el desabrocha su pantalon y saca una enorme verga en ereccion que acaricia con el mismo vaiven con el que su otra mano entra y sale de entre mis piernas. Sus jadeos en mi oido me estan volviendo loca. Alargo la mano derecha para tocar su preciosa polla tiesa, el pone su mano sobre la mia y se masturba asi un rato, la mano se me moja cada vez que pasa por el glande, el coche se desvia un poco hacia el otro carril y un coche nos pita; me suelta la mano, se rie y dice “Tu conduce”.
Antes de volver a poner mi mano en el volante la huelo y la lamo para hacerme una idea de lo que me estoy perdiendo. Justo en ese momento me introduce un dedo en el coño, lo saca, lo huele y lo lame el tambien. La impresion que me ha causado su brusco gesto me hace soltar una exclamacion de gusto. “Es lo que quieres ¿verdad?” me dice en tono entre provocador y amenazante. “No exactamente, pero no tenemos mas opciones de momento”, le contesto. Entonces mete varios dedos dentro de mi y empieza a masturbarme con fuerza, escupe en la otra mano y me la pasa por una teta sin ninguna delicadeza. Su miembro excitado disfruta de la escena de mi masturbacion y aprovecha para segregar unas gotitas que yo desearia lamer con todas mis ganas.
No acabo de encontrar la postura adecuada para que sus dedos lleguen a darme todo el placer que intuyo por momentos y que esta tan cerca. Mi frustracion me hace pedirle mas y mas, mas rapido y mas profundo, “Follame” le exijo con voz ronca por el placer. Entonces el comienza a tocarse de nuevo. Intenta no perder el ritmo que llevaba con sus dedos pero le cuesta acompasar las dos manos. Empiezo a impacientarme, mi deseo por llegar al orgasmo hace que meta yo tambien mis dedos en mi coño junto con los suyos. Casi lo consigo, estoy a punto. El se corre entre jadeos y gruñidos, su cara apoyada contra mi cuerpo y su leche manchando el salpicadero del coche. Saco mi mano y cojo un poco de su semen con mi dedo, quiero probarlo.
Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que casi no me he dado cuenta de que he llegado al aparcamiento. Llego tarde. Me abrocho el pantalon y subo corriendo a la oficina. Laura me ha visto llegar por la ventana y esta esperandome en la puerta.
– Mario esta que trina. – me dice antes incluso de saludarme.
– ¡Vaya novedad! – intento frivolizar yo.
– Han empezado la reunion sin ti. Me ha dicho que en cuanto llegues te empuje dentro. – intenta apremiarme ella.
– Pues antes que nada tengo que ir al baño, que vengo muy necesitada. -y no puedo evitar sonreirme pensando en la paja que me voy a hacer a costa de mi reciente fantasia. A las reuniones me gusta entrar relajada.
La puerta de la sala de juntas se abre justo cuando pasamos por delante. El jefe asoma la cabeza y al verme sale y cierra la puerta.
– Buenos dias, Mario. – intento pasar de largo con mi mejor sonrisa falsa ante su cara de mosqueo.
– Nuria, mira que hora es. Ya no sabia como entretenerlos. – haciendo ademan de abrir la puerta para que entre en la sala.
– Pues te vas a tener que inventar algo para concederme un ratito mas porque ahora mismo voy al servicio. – y acompaño la frase con un gesto mezcla de “lo siento” y “sere breve”.
– Como tardes te juro que entro a buscarte. – y en cuanto lo dice se da cuenta de lo gracioso de sus palabras y le entra la risa.
Me encierro en el baño dispuesta a fabricarme un orgasmo ayudada por mi imaginario compañero de viaje, que curiosamente tiene la misma cara que mi encantador jefe.
Estaria bien si viniese a buscarme, empiezo a decirme a mi misma mientras mi mano se mueve rapida entre mis piernas y mi espalda se apoya contra la puerta.
Un relato de Erotika Lectura.
erotikalectura@hotmail.com
Autor: ErotikaLectura
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