Juego
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Juan.
Hola amigos:
Esta es la historia real que nos sucedio a mi mujer y a mi.
Empezare diciendo que somos una pareja normal, de 36 y 38 años, Ana, que asi se llama mi mujer mide 1,69, es de complexion normal, no es modelo, pero se mantiene bien. Yo, Juan, mido 1,85, peso 80 kilos.
Formamos una pareja tradicional, tenemos un hijo, mantenemos relaciones sexuales de dos a tres veces por semana, practicamos un sexo bastante tradicional. Ana es poco partidaria de la exhibicion, en la playa usa un bikini de medidas considerables, y con los amigos, a pesar de que acepta en las bromas de tipo sexual, no las alienta ni empieza ella nunca
Un dia, comprando en el supermercado, vi unas braguitas tipo tanga de color negro que me gustaron, ella no las usa nunca, no acostumbra a usar ropa sexy, prefiere la comodidad, pero como insisti un poco, las compramos. Eran negras, muy bonitas, y lo mas importante, tenian muy poca tela.
Cada semana nos reunimos con dos parejas de amigos, acostumbramos a cenar en casa de una de estas parejas, o en la nuestra.
Esta semana tocaba en casa de Marta y Jorge, quizas los mas cachondos del grupo, ella acostumbra a ser la que va mas escotada, aunque nunca exagerada, y les encantan los chistes de sexo.
La otra pareja esta formada por Luisa y Enrique, los mas jovenes, ya que tienen 33 años los dos.
Pues bien, ella se vistio con una blusa suelta y falda, como hacia calor, no se puso medias. Antes de salir recorde lo del tanga, y le pedi que se lo pusiera, aceptando con gusto.
En casa de Marta y Jorge, cenamos, bebimos y nos lo pasamos muy bien, como siempre, en la hora de los postres, Jorge conto un chiste que ni recuerdo, pero que se referia a una mujer que llevaba un tanga. Al oir esto, yo hice un comentario, que todo el mundo entendio, refiriendome al tanga que llevaba Ana. Marta, que como os he dicho, es la mas lanzada, dijo: "¡¡¡quiero verlo!!!", a lo que Ana se nego.
Pero Marta no se rindio, y se fue a su habitacion volviendo con varios tangas suyos, y Luisa nos comento que tambien tenia, a pesar de que hoy no los llevaba puestos.
Entonces fue Jorge quien se lanzo y dijo "yo quiero verlas, mi mujer te las ha enseñado, eso no es justo". Vi que Ana estaba muy nerviosa, pero no enfadada, por lo que yo le alente a que las enseñara, pero no lo consegui. La solucion la dio Enrique quien propuso un juego, que consistia en lo siguiente, cogeriamos un dado, y quien le saliera dos veces seguidas un seis, nos mostraria su ropa interior.
Realmente se levanto una discusion, los hombres estabamos todos de acuerdo, y las mujeres no, pero al final las convencimos, limitando el numero maximo de tiradas a cinco, pero con la condicion de que si salian tres seis seguidos, tendrian que sacarsela.
Como veian esta posibilidad muy baja, en solo cinco rondas, aceptaron. Empezamos a jugar, y en la primera vuelta solo salio un seis, de Enrique, pero no lo repitio, ya que en la segunda saco un tres. En la segunda vuelta, y despues de que tanto a mi como a Marta no nos saliera ningun seis, cuando le toco a Ana, esta tira el dado y, un seis.
La vi nerviosa pero alegre, por lo que no me preocupe, repitio el tiro, y, otro seis. Ana ya vio que le habia tocado, pero Enrique recordo que tenia que volver a tirar, si salia otro seis, tendria que sacarsela, volvio a tirar, pero salio un dos.
Ana, mas tranquila de lo que pensaba, se puso de pie, estaba muy roja, empezo a subirse la falda, timidamente. Cuando faltaba poco para empezar a ver su tanga, se paro, diciendo que le daba mucha vergüenza, y que no se atrevia. Todos dijimos que era un juego, que no pasaba nada, y que mucha gente enseñaba mas en la playa. Al final la convencimos, gracias especialmente a la ayuda de las otras mujeres.
Ana volvio a empezar, subiendo de nuevo lentamente su falda, pero esta vez lo hizo con mas gracia, de una manera altamente erotica y sensual. Al llegar a la misma altura en que antes lo habia dejado, se paro y nos miro a todos, me vio muy animado, y en un momento, solto la falda, volviendo a bajar, pero acerco su mano a los cierres, y en un momento, se la saco toda, quedando a la vista gran parte de su vello pubico, ya que su parte delantera no tapaba mas que la mitad.
Todos aplaudimos, ella estaba de pie, inmovil, muy avergonzada, entonces le pedi que se diera la vuelta, que queriamos ver la parte de atras, todos aceptaron, ella, ya menos vergonzosa, se giro, viendo todo su esplendido culo, ya que la parte trasera no era mas que una fina tira de ropa.
Pero Enrique dijo que no estaba de acuerdo, que la apuesta era ver su ropa interior, y que solo habia mostrado la mitad. Logicamente ella se nego. Despues de un largo forcejeo verbal, ella dijo que aceptaria, se puso de pie y se saco la blusa, quedando a la vista de todos su sujetador negro, bastante ancho, pero que permitia ver perfectamente las aureolas de su pezon, que trasparentaban, y lo mas importante, que estaba excitada, ya que se notaba duro y salido.
Ella, una vez superada la primera vergüenza, parecia estar relativamente comoda, ya que en ningun momento hizo nada para taparse, y por contrario, vi que su excitacion no bajaba.
Entonces fue ella la que tomo la iniciativa, y pregunto, ¿quereis que me lo saque todo?.
Evidentemente, todos los hombres dijimos que si, pero ella agrego, teneis que ganaroslo, ¿como?, respondimos todos
Mirad, ya veis que voy calentita, se nota en los pezones y seguro que lo habeis visto, tengo que hacer algo, ya que si no, despues me pongo de muy mal humor, y como aqui no puedo follar, tengo que masturbarme, si Marta y Jorge me dejan una habitacion, claro, lo sorteais, y hare lo que quiera el que gane.
Lo sorteamos, esta vez solo era el que sacaba la tirada mas alta, y gano Enrique, que se acerco a ella, y muy lentamente le desbrocho el corchete del sujetador desde delante, dejandolo caer al suelo, ya no se adivinaba su calentura, se veia claramente. Despues bajo las manos, y por el lateral, le bajo el tanga despacito, quedando a la vista de todos su desnudez.
Ya no aguantaba mas. Le pidio a Marta ir a su habitacion, a lo que ella evidentemente asintio, entonces dijo a Enrique, ¿quieres verlo?
El no se creia su suerte, Ana le cogio de la mano y le llevo a la habitacion, Estuvimos todos expectantes, escuchabamos en silencio, en un momento, Marta dijo: quizas le gustaria mi consolador, y se fue a la habitacion, al ratito, salio y me dijo: como estaba tu mujer, cuando ha visto el consolador, ¡uf!
Cuentanos, ¿como estaban?, mirad, ella estaba con las piernas abiertas, y los dedos de la mano derecha entraban y salian de su coño, y con la izquierda se apretaba los pezones, le he dado el consolador y se lo ha metido en el coño enseguida. Yo le pregunte por Enrique, ella me miro con cara picante, y me dijo, "que te lo diga ella".
Dicho esto, se sento en el sofa y llamo a Luisa a su lado, le dijo algo al oido, y se pusieron a reir, no se que le dijo, pero Luisa se puso las manos debajo de la falda, y Marta, que llevaba pantalon, se lo desabrocho, entrando tambien las manos, sus gestos nos dejaron adivinar que hacian. Poco a poco, la falda se le levanto, pudiendo ver que se acariciaba el coño por debajo de las bragas.
Los dos hombres estabamos alucinando, y Luisa dijo, enseñadnos vuestras pollas. Nos desnudamos en pocos segundos, Luisa se fue a agarrar a la mia con la mano izquierda, mientras que con la derecha continuaba acariciandose, Marta hacia lo propio con su marido. Asi estabamos cuando regresaron Ana y Enrique, ya os podeis imaginar como acabo …
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