La cualquiera Cap 2
Avanzando con la lujuria .
Capítulo 2: Dejando el miedo
Estaba agitada, transpirando y agotada, después de bajar mi ritmo cardíaco no fue difícil conciliar el sueño, a diferencia de todas las veces anteriores donde me había acostado a dormir luego de tener un orgasmo, esa noche fue mucho más exhausto el resultado del placer.
No recuerdo haber soñado nada, pero sin dudas no fue nada relevante, en caso contrario lo recordaría. Desperté al otro día con la voz de mi madre que yacía llamándome en la puerta de mi cuarto.
Mami: Nani despierta, ya llegó la tía y Jenny, están desayunando.
Yo: Voy mami, me estiré un rato sin levantarme de mi lecho, aun sentía algo de cansancio por lo de la noche anterior, sentía un poco de molestia en mis hombros, piernas y espalda que hoy estoy segura que con tanto placer, esa noche me fui demasiado lejos, acabe contracturandome un poco, pero sin duda sentir esa ensalada de sentimientos, sensaciones, aromas y experimentar las hormonas de un macho, había sido la mejor experiencia que me había ocurrido hasta la fecha. Me levanté sin más aunque con mucha pereza, fui al baño semi dormida y me lavé la cara, cuando me cepillaba los dientes, el Demonio del deseo se hizo presente para hacer de las suyas, miré al deposito de la ropa sucia y fui hasta el, iba a despertar ya gozando de un lindo orgasmo matutino. Pero para mi disgusto mami ya había recogido la ropa, seguramente por el hecho de que tendríamos visitas.
Termine de cepillarme, me sequé la cara, ya estaba más atenta, las cantidades increíbles de dopamina que había desprendido mi cerebro se quedaron en mi sangre por muchas horas, debido a eso mismo estando más despierta igual me sentía algo lerda, una sensación familiar a estar mareado por el alcohol pero sin estar hebria, no se si me explico.
Me vestí y me fui a desayunar junto a mi familia, mi prima estaba anciosa, nada más me vio vino corriendo a mi y nos dimos un abrazo fuerte, hacía almenos 3 años que no la veía, mi tía me saludó también y me dio unos regalos que habían traído, un diario con un candadito, de esos que hace unos años estaba de moda y una pluma decorada con estrellitas brillantes de varios colores, ese detalle me había encantado y la pluma estaba muy linda.
Me senté en la mesa y desayunamos los 5, café filtrado, tostadas, paté y jugo de maracuya, los adultos hablaban del auto, ese tema los tenía muy anciosos, mientras que nosotras estábamos poniendo la charla en día, ella me contaba que estaba teniendo clases de guitarra en la iglesia que frecuentaban y que estaba interesada en aprender también a tocar el bajo ya que los instrumentos de cuerda le gustaban mucho, así quedamos intentando decirnos todo lo que podíamos en el menor tiempo posible, cosas de niñas. Nuestro diálogo se vio interrumpido por mi padre, que me dijo que era hora de ir a la escuela, increíblemente se habían pasado casi 2 horas.
Subí a mi cuarto y me puse el uniforme, no era el típico uniforme de colegial que se ve normalmente, sino que era una remera blanca con el logo de la institución, y se podía usar con falda o geans, pero los zapatos tenían que ser negros obligatoriamente, tomé mi mochila y antes de salir del cuarto vi el diario que me habían regalado, yo lo había dejado sobre mi escritorio, a lo que abrí la mochila y lo puse dentro, iba a llevarlo por si me daban ganas de escribir alguna cosa.
El camino a la escuela se hizo rápido, papi fue todo el camino hablando por el teléfono con su jefe, coordinaba algún servicio que estaba algo complicado pude asumir ya que estaban discutiendo sobre como otros dos técnicos habían pasado por eso y no lo pudieron reparar, sea lo que sea que se había roto, no pude captar que era. Llegando a la escuela mi papá me dio un besito en la frente y me dio dinero para mi merienda, lo abrace y baje del auto, entrando rápidamente al liceo.
Yo solo quería que el día pasara rápido para poder irme a charlar con mi prima o quien sabe encontrar algo para hacer juntas ya que ese fin de semana seria solo para las dos. El primer timbre sonó y yo entre a mi salón, era la clase de historia, el profesor entró al aula saludó a todos, ordenando que tomáramos aciento y la clase comenzó.
Ya pasado todo la emoción del arribo de mi prima, volví a tener los pensamientos sucios de la noche anterior, debido a que estaba emocionada con la llegada de Jenny dejé un poco de lado lo que había sucedido, pero por otra parte el sentimiento de culpa que tenía por haber hecho eso con la ropa interior de papá de cierta manera no me dejó pensar en ello en todo ese rato, tomaba mi cuaderno de historia, cuando en el costado de todos los cuadernos estaba mi nuevo diario, era el momento ideal, ya sabía que iba a escribir, dejé por completo la clase de historia y puse mi cuaderno en la parte superior de la mesa aparentando que estaba tomando anotaciones mientras en mi diario comencé a escribir.
En la primer página puse: Me llamó Alexandra y este es mi Diario.
Algo dentro de mi me decía que alguien podría algún día localizar mis confesiónes y dejarme por tierra en caso que se lo mencionara a mis padres o a gente de mi entorno, así que tuve la brillante idea de efectivamente plasmar en ese diario mis deseos y de alguna manera llevar registro de mis ocurrencias, experiencias y deseos, pero cambiando palabras clave de manera que pudiera entender yo misma mi código, y si alguien lo tomaba, a menos que conociera ese código no podría entender de qué se trataba pasando desapercibido el real contexto de lo narrado y pareciendo ser cualquier otra cosa, por lo tanto en la página número 2, pase a contar lo que me había pasado la noche anterior.
Si leíste el primer capítulo, entenderás de qué hablo
Querido diario, ayer tuve una noche maravillosa, estuve toda la tarde pensando en el cuento que habíamos resumido en la clase de literatura, luego de cenar me fui a bañar, la ducha estaba muy rica ya que ese día el calor había sido casi insoportable. Luego de mi ducha baje a darle buenas noches a mis papis y después de estar un rato con los dos.
Como si de una aventura se tratara, de manera sigilosa, tomé el libro de literatura de la mochila que había dejado en la sala. Lo escondí detrás de mi de manera disimulada y subí las escaleras casi corriendo, para que mis padres no se dieran cuenta.
Entre a mi cuarto y cerré la puerta, apoyando mi espalda sobre esta y respirando aliviada por haber completado mi asaña con éxito, encendí la tele y apague la luz para que creyeran que dormía, con únicamente la claridad de la televisión, daba mi espalda a la misma para poder leer algo interesante, ese libro era nuevo por lo que no había nada conocido por mi en ese océano de palabras ordenadas de tal manera que formaban una sinfonía textual que me daba mucha curiosidad, lo abrí y luego de apreciar sus primeras páginas, dedicadas a dar crédito los editores, escritores y productores. Pude notar que se trataba de un fino ejemplar con su esencia propia, era increíble ese libro, demasiadas cosas por explorar en un mundo de historias narradas de manera perfecta, tomé ambos costados del mismo y lo acerqué a mi cara, pidiendo sentir el olor a tinta nueva y hojas recientemente plastificadas, el aroma era increíble. Luego de olerlo un rato me dispuse a poner manos a la obra, busque en el índice algo que me causará interés y lo encontré, el cuento se llamaba: La cuchara de palo, algo en ese título me llamó la atención por encima de los otros que allí estaban indicados, me acomode en la cama, busqué la página 37 que estaba allí indicada y me puse a leer.
El cuento se trataba de una niña que un día descubrió jugando que la cuchara de madera de su mamá, tenía la particularidad de hacer cosas mágicas, haciendo al principio que le diera una sensación como de electricidad recorriendo su cuerpo, cuando sin querer se tocó la pierna con ella, mientras estaba haciendo de cuenta que la cuchara era una varita mágica.
La niña cuyo nombre era Mabel, fue poco a poco descubriendo su nuevo juguete super poderoso, al final era capaz de hacer que la cuchara le rascara la espalda haciéndola flotar, podía hacer que la misma le masajeara los hombros, y le hiciera cosquillas, vamos la cuchara era una parte de ella. Yo estaba encantada con ese cuento fantástico, la niña estaba todo el tiempo descubriendo esas nuevas posibilidades. Mientras eso el olor que mencioné a papel y tinta nuevos, inundaba mi sentido del olfato, luego de leer por completo ese cuento que no era más largo que 4 páginas, acabe con la vista exhausta, pero yo estaba completamente satisfecha de mi dicha, mi aventura casi había llegado a su fin, me sentía completa, feliz y realizada. Me levanté, abrí la puerta y miré de lado a lado del corredor, no había nadie, miré por las escaleras y mis padres estaban concentrados hablando sobre sus asuntos, pensé entre mi, es ahora o nunca. Sólo con mis medias baje corriendo las escaleras, con el cuidado de no hacer ruido, me escondí detrás del sofá y después de ver que no me miraban, coloque el libro en donde estaba, me volví a esconder, mire que estuvieran de espaldas a mi y volví a subir las escaleras con el corazón a punto de salirme por la boca, entre a mi cuarto cerré la puerta y volví a apoyarme sobre la misma, esta vez volvía a respirar aliviada pero una sonrisa se apoderó de mi rostro, al saber que había hecho algo sin que mis padres se enteren, era algo normal y que no era malo, pero entrar en la fantasía de la aventura que yo misma me invente, me sentia como la niña del cuento, cuando escondía la cuchara o cuando disimulaba estar jugando con sus ositos, cuando en realidad era su cuchara, era increíble de verdad. Ya agotada de la lectura, y el cardio de haber bajado y subido las escaleras rápido pero con sigilo, me acosté y sin tardar mucho acabé dormida.
Desde mi ver una obra de arte, estaba todo perfectamente descrito de manera que al leerlo iba a poder vibir a la perfección todo lo que hice con aquella prenda íntima y mi discreto juguete sexual, de forma totalmente emblemática tal que si cambiábamos el libro por los boxers usados de mi padre, el índice con la búsqueda de las zonas más aromáticas del mismo, la cuchara de madera con el utensilio que use para darme placer, y todo lo que hacia la niña, reemplazando las cosquillas por el tacto en mis senos, el rascar la espalda por sentirlo yendo y vinendo en un baile hipnótico dentro de mi como si de rascar esa comezón interna se tratara, el masaje en los hombros como la forma que rozaba mi clitoris con el mango a la vez que me lo metia.
Me tome mi tiempo para escribir todo eso correctamente y sin equivocarme para no tener que arrancar la página, de forma que cuando por fin puse el punto final, el profesor estaba dando la orden de copiar lo que estaba en la pizarra, copié todo rápidamente para no perder el hilo y deje de lado mi diario, guardando lo posteriormente en la mochila ya que la clase había terminado al toque del timbre que indicaba el primer recreo de 10 minutos.
Salí al corredor y fui hacia la cantina a comprarme un agua con gas, en el camino miraba a los chicos que me gustaban como de costumbre, bajando la mirada y de manera disimulada, apreciaba sus físicos. En particular, había uno que me llamaba la atención más que ningún otro, se llamaba Gonzalo
Un Angel, morocho, el más alto del grupo de varones, pelo crespo y un rostro muy bello. Tenía un físico hermoso, era jugador de Fútbol de la selección sub 15, entonces tenía buena forma física. El era simpático pero como yo era anti social, nunca le dirigí la palabra. A no ser en ese día, que fue cuando dejé volar mi imaginación y di por sentado que si me estaba permitiendo descubrir más cosas, por qué no dejar de ser tan reservada y tratar de hablarle.
Me puse en la fila para comprar, esperé mi turno mientras podía ver que el estaba con sus amigos pateando una pelota improvisada con papel y cinta. No podía evitar morderme los labios viendo aquel sujeto, el me llamaba demasiado la atención, un golpecito en la espalda que me dio Sara, me hizo despertar y avance a comprar mi agua, me quede distraída mirando su complexión. Compré la bendita botella, ya había perdido la sed, en ese momento mi sed era otra, el demonio que me atormentaba ahora cobraba forma en mi imaginación , pero no una forma física o si quiera visible, sino que era en mi mente, me hablaba sin decir una palabra, y como si de mi conciencia se tratara pude entender lo que trataba de hacerme ver.
Abrí la botella y bebí un sorbo, acto seguido camine hasta donde estaba Gonzalo, caminando como despistada, hasta que llegando cerca me choqué a propósito con el, dejando caer la botella, fue la única interacción que se me pasó por la mente.
Gonzalo: l’ lo siento. *se agacha a recoger mi botella*
Yo: fue mi culpa por andar distraída.
Gonzalo: estas bien? donde te golpee?
Yo: no es nada, fue apenas un susto.
Gonzalo: de verdad lo siento.
Me dio mi botella y me fui sonriendo de alegría, los nervios que sentí valieron la pena, había sido hermoso verlo ser tan amable conmigo y tener esa consideración mismo no siendo el culpable del accidente.
El timbre tocó otra vez llamándome a la realidad y volví a mi salón, esta vez era la clase de matemáticas por lo que no pude pensar en otra cosa que no fueran los números, me encanta la materia y ese día teníamos tarea pendiente. La clase pasó rápido ya que a mi me gustaba, el tiempo pasó volando. En tercer timbre anunciaba un nuevo recreo y yo estaba decidida a volver a hablarle a Gonza, por lo que salgo en su encuentro deparandome con el segundos después, me senté próximo a donde el estaba y lo miraba fijamente esperando cruzar miradas, lo único es que cuando lo hicimos miré a otro lado por la vergüenza, hasta que el demonio me dijo: vamos ya hiciste contacto que tan difícil es que lo mires.
El me vio y le clavé la mirada, luego le sonreí y el me devolvió la sonrisa. Estábamos solo los dos en ese lugar, las personas al rededor parecían haber desaparecido.
Yo no tuve el corage de acercarme y el tampoco así que pasamos a cambiar miradas y nada más hasta que el 4to timbre sonó para avisar el retorno al aula, una vez más tocaba una nueva materia, esta vez quimica, solo había que corregir la prueba que habíamos hecho días antes, yo saque un 9 por lo que no quise hacer la corrección, me dedique a escribir nuevamente una nueva entrada en mi diario, pero esta vez te dejo a ti querido lector, que intérpretes el texto y conociendo mi formato decodifiques mi léxico.
Querido diario, hoy al salir al recreo pude ver la exposición de arte que colocaron el martes, no le había prestado atención anteriormente, pero hoy que la miré con más detención pude notar ciertos detalles que me hicieron reflexionar cada uno de sus matices.
Había una torre compuesta por partes de genja, cartón y cilindros de papel cartulina. Era una torre alta, muy linda, podía apreciar en ella los detalles de diseño que la mantenía firme y estable, estaba muy bien diseñada, tenia trazos muy precisos, pero a la vez un estilo rústico como al natural que encajaba perfecto con su estampa. Podía notar en ella como una personalidad propia, algo de esa obra me fascinaba, entonces miré a todos lados por si alguien me veía y al estar segura de que nadie lo hacía, de manera sutil la toque para comprobar su composición, como pocas veces en mi vida la espectativa fue idéntica a la realidad, al tocarla pude sentir la sensación que habia imaginado, era increíble. Ahora que la vi, no logro sacarla de la mente, estuve solo cercana a su exterior, pero ahora me siento curiosa de cómo es por dentro, que la sostiene, como es su punto de apoyo, ese que la mantiene ahí tan firme, me encantaría desarmar la parte que hace de cubierta en la torre y apreciar el interior de esa belleza, a su vez poder sentir esa firmeza entre mis manos. Todo eso lo quiero hacer para entender su funcionamiento, sin duda me vuelve loca la arquitectura y los materiales usados en esas maquetas, estoy curiosa de saber si es pegamento o tornillos, quisiera sentir el olor para verificar si se trata de algún adhesivo o es solamente el barniz que le da brillo…
Lograste entender?
Terminé de escribir mucho antes de que la clase llegara a su fin, me puse a escuchar lo que decía el profesor, pero era en segundo plano porque yo estaba era metalizada en hablarle a Gonzalo y acercarme a él.
Luego de un rato que para mi se hizo largo, sonó nuevamente el timbre y salí casi corriendo para verlo, estaba tan focada que no vi por donde caminaba y acabé chocando con Rocío, le pedí disculpas y salí al segundo patio. Ahí estaba el bajando las escaleras del edificio adyacente donde el tenía sus clases, el era de 3 año por lo que era otro sector diferente al mio. Me senté cerca de él y repetí la estrategia, lo miraba fijamente buscando una mirada de él, pero en esta ocasión fue diferente ya que cuando hicimos contacto visual, me mordí los labios haciendo una postura de encanto que sólo nosotras mujeres sabemos hacer para seducir.
Esto dio frutos, porque el se puso algo vergonzoso, pero sin hacerse rogar vino a sentarse a mi lado.
Gonzalo: Hola de nuevo.
Yo: Hola Gonza (tratando de entrar en confianza)
Gonzalo: Perdoname pero yo no se tu nombre.
Yo: Me llamo Alexandra, decime Ale.
Gonzalo: Que lindo nombre, igual de lindo que tu.
Les juro que no hay palabras suficientes para describir todo lo que sentí cuando me dijo eso, me puse roja al instante y le contesté.
Yo: Pues tu también eres muy lindo.
Gonzalo: Ah si? Te agrado?
Yo: Diría que algo más que eso…
Gonzalo: Ehhhm, ehm gracias Ale.
Supongo que no esperaba esa respuesta con tanta expontaneidad, por lo que se quedó sin palabras.
Yo: Tenes novia?
Gonzalo: No, porque?
Yo: Ahh, nada por saber.
Está vez la que no supo que decir fui yo.
Gonzalo: Estas queriendo decirme que queres ser mi novia?
Yo solo me puse roja y le sonreí, a lo que el tomo mi respuesta como un si.
Gonzalo: Como te dije sos linda, seamos novios entonces.
Yo me puse como loca, tenía a Gonza, todo lo que había querido, estaba en las nubes.
Pero una vez más el timbre sonó para quebrar el clima tan bonito que se había formado. Me despedí de él con un beso en la mejilla y el tanto como yo se quedó avergonzado.
Entre a mi salón, esta vez era la Pen íntima clase, que al terminar me daría mi último recreo. Esta vez ciencias físicas, más de lo mismo copiar un ejercicio, hacerlo y luego copiar la tarea, la clase de tardo mucho, yo terminé todo pero no dejaba de pensar en mi novio, y las ganas de darle un beso eran enormes. El aula acaba y yo salgo como una loca al encuentro de Gonza una vez más. Como tenía solo 5 min, debía ser rápido, miré a todos lados y no lo encontraba, pero en un momento miro al fondo del patio y el me estaba esperando, me hizo una seña y fui donde el.
Me llevó a un costado del patio que tenía una saliente a los contenedores de basura, el muy pillo había pensado en todo, me tomó de la mano y me llevó atrás de uno de los contenedores, allí me dio mi primer beso…
Fue genial de verdad, yo estaba en otro universo y pude entender de que hablaba la gente con lo del primer beso, no solo se quedó ahí, lógicamente yo no sabía besar pero le acompañaba el ritmo hasta casi sincronizarme con los movimientos de su lengua, sentía como por debajo de la falda me comenzaba a mojar. No pude más y con mucho miedo pero sabiendo que me quedaba poco tiempo llevé mi mano a su verga, el se detuvo al instante como si yo hubiera hecho algo mal. Pero porque nunca le había sucedido, estaba claramente procesando lo que estaba pasando, pero sin tardar se le empezó a poner dura, yo. Por otra parte estaba fascinada por ver como poco a poco el se empalmaba en mi mano. Antes de que dijese al menos una palabra, lo callé con un beso y le seguí sosteniendo la pija, el me besó con más fuerza, y pude sentir el timbre, ya a ese punto no me importaba, tomé una de sus manos y la llevé a debajo de mi falda, el la dejo completamente floja y con mucho cuidado cuando me tocó, llegó a rozar mi clitoris con sus dedos embarradolos con mis jugos, yo no estoy segura si el sabía de alguna manera que era eso, pero parecía que yo fuera muy experimente y el un completo ignorante, tomé su mano de manera que tuviera firmeza en sus dedos y me introduje su dedo índice. Por dios! Esa sensación fue increíble! Me faltarían palabras para describir lo que sentía mientras el me besaba y su dedo recorría mi vuelva, ya que lo solté y el siguió metiendo lo despacio pero sin pausa. La lujuria se había apoderado de mi, mi demonio esta vez estaba riendo a carcajadas de como de una chica normal pase a estar detrás de un basurero besando a un chico y con un dedo de el dentro de mi.
Me acordé del timbre y le dije, nos vamos a clases? Y el no decía nada, estaba anonadado, solo asintió con la cabeza. Tome su mano que estaba dentro de mi, y la saqué, su dedo estaba empapado con mis juguito, lo sostuve frente a él y la verdad no se que me hizo llegar a eso, pero se lo llevé a la boca, el respondió de manera casi inconsciente abriendo la boca sin dejar de mirarme, se chupo el dedo, pude ver en sus ojos la mirada de placer, lujuria y deseo.
Le dije: nos vemos a la salida y salí corriendo a mi salón, el también lo hizo pero a su edificio correspondiente.
Continuará…..
Me gustaría mucho ver sus comentarios abajo, la serie de me esta haciendo larga, veo que no serán 3 o 4 caps, sino cada uno de hará muy largo, acepto sugerencias, que desean? Largos y pocos capítulos o cortos y más cantidad de entregas. Ustedes mandan, desde ya gracias por leer y un abrazo.
Me encanta como va la perversión, me encantan así largos pero para mi gusto personal eliminaría ciertos detalles para abarcar más situaciones. Hasta donde llegará esa perversión? Hasta lo más sucio y humillante de la escuela?