LA PEQUEÑA ACTRIZ PORNO
la pequeña puta era casi una experta, movía sus pequeñas manos y me tomaba el culo, sabía cómo sujetarme las nalgas y al mismo tiempo como meterse más entre mis piernas para chuparme toda.
Esa mañana me desperté desnuda y en el mismo diván donde había terminado follando con todo el mundo después de acabar aquellas escenas tan picantes, todos me habían follado: el director, el camarógrafo, el sonidista y hasta el productor se había colado. El caso es que me levanté con el cuerpo pegajoso por el sudor y entre las piernas ni se diga, me fui directo a la ducha. Camino al baño me abordó el director y me dijo: hoy día te traen a la niña.
Entonces yo ya sabía cómo tenía que prepararme, me pegué una buena ducha para extraer de entre mis piernas todo el semen que había quedado pegajoso, también de mi culo, me eché mucha espuma encima y finalmente me pasé el rastrillo. Luego salí de la ducha y empecé a tomar agua, por suerte para mí tenía hasta la tarde libre, estaban filmando otras escenas así que aproveché para despejarme y tomar mucha agua, obviamente iba a orinar seguido, pero era necesario prepararme así para lo que me tocaba hacer más tarde.
A medio día trajeron pizza y soda, cortaron el rodaje para almorzar, fue el único momento en que me acerqué al lugar donde estaban filmando, cuando llegué una morocha estaba soltando de su boca una verga mientras un rubio le estaba sacando su verga del ano, me senté cerca de la morocha en la mesita de centro, empezamos a comer mientras el director, cómo siempre, enérgico y algo molesto daba algunas indicaciones, la morocha olía a sudor y semen pero eso era lo de menos, ya estaba acostumbrada a ese olor, mientras se llevaba el pedazo de pizza a la boca se le cayó un pedazo de tomate sobre el pezón, se lo quite con los dedos y me lo llevé a la boca, pensé en ese momento, “quizá le pusieron la verga sobre esa teta o le echaron el semen encima, bueno al final que importaba, ya me había comido cosas con semen antes en algunas filmaciones” el caso es que la morocha terminó agradeciéndome el gesto y el director dio por terminado el descanso para seguir filmando, en lo que preparaban la escena la morocha se me paró en frente, como estaba desnuda tenía su oloroso coño delante de mí, no paré de mirárselo mientras ella me comentaba algo sobre la doble penetración que le tocaba ejecutar, me pidió que me quedara a ver tras las cámaras pero le dije que debía de prepararme porque filmaba por la tarde.
Y es que debía continuar tomando agua y por consiguiente ir seguido a orinar, así me pase la tarde, cuando ya se acercaba la hora de filmar me fui nuevamente a la ducha, lavé bien mis partes íntimas, me eché bastante espuma y enjuague bien, en lo que salía de la ducha ya habían terminado de filmar y la morocha entró al baño, yo estaba totalmente desnuda delante del espejo secando mi pelo, entró apurada y me comentó que le dolía el culo, le dolía tanto que no quería ni sentarse así que abriendo bien las piernas y haciendo que el inodoro quedara entre sus piernas se puso a orinar de parada, yo lo vi desde el espejo.
Luego la morocha entró a la ducha y termine de maquillarme en tanto charlábamos, me preguntó sobre que escenas filmaría y yo se lo comenté a grandes rasgos, salió de la ducha y mientras secaba su cuerpo me dijo: No sé cuándo, pero igual me va tocar hacer esas guarradas, bueno suerte nena. Y así diciendo, nos dimos el saludito de putonas, es decir, juntamos nuestras tetas y nos restregamos los pezones, luego ella se salió y yo me retoqué el maquillaje.
Justo a tiempo porque en ese momento sonó el timbre y de seguro ya habían traído a la niña para la escena que nos tocaba hacer, salí del baño y seguí tomando agua, esta vez no para ir al sanitario sino para la escena. Me fui directo para el lugar donde se iba a realizar la grabación, estaban terminando de poner las luces. A mí me colocaron delante de una pared falsa y me pusieron unas alas de ángel, que era lo único que iba a llevar puesto, se puso la cámara en frente, el director dio sus indicaciones y cuando ya estaba lista despejaron el lugar o más bien todos tomaron su lugar tras cámaras para empezar, en eso sacaron a la niña de uno de los cuartos, estaba totalmente desnuda, no podría precisar su edad pues no soy buena para eso, lo cierto es que casi me llegaba a la cintura, no tenía ni pizca de pelos entre las piernas y ni siquiera se le habían formado los pechos, bueno eso a mí que me importaba, yo me limitaría a hacer mi trabajo y punto.
Colocaron a la niña en frente de mí y comenzó el rodaje, yo estaba como crucificada, es decir, con los brazos extendidos y la niña me miraba fijamente, en eso se me acercaba y me tomaba de las caderas, apoyando su cabeza en mi pubis y yo bajaba los brazos para abrazarla, con lo que cambiamos a otra posición, o más bien, el camarógrafo y sonidista se movían. Y seguimos, la niña movía la cabeza y se restregaba la cara en mi pubis, empezaba con unos besos y aferrándose más a mis caderas comenzaba a meterme la lengua, a lamerme, me chupaba también y lo hacía bien, la pequeña puta era casi una experta, movía sus pequeñas manos y me tomaba el culo, sabía cómo sujetarme las nalgas y al mismo tiempo como meterse más entre mis piernas para chuparme toda, yo le cedí espacio abriendo las piernas y dejé que metiera toda su cara entre mis piernas, sus lamidas empezaban en mi hueco, su pequeña lengua agitaba mis labios vaginales, se restregaba en mi coño, que zorra era, ya me había separado las nalgas para rozarme entre ellas con una mano, metieron otra cámara por ahí por cierto, pero su boca no paraba, después de darme unos buenos lengüetazos en el orificio y alrededores subía a succionar mi clítoris, sabía cómo sujetarlo entre los labios, esta vez no tuve que esforzarme para soltar unos gemidos y hasta me estremecí cuando soltó mi clítoris después de haberlo chupado bien y me metió una regia lamida desde muy abajo hasta llegar otra vez al cosito. Esto me estaba gustado no lo niego y le puse las manos en los hombros para acariciarle alrededor de las orejas, a esas alturas ya me había recorrido todo el culo con sus pequeñas manos y era dueña de mi coño, me lamía incluso las entrepiernas, seguramente las tenía muy jugosas y quiso darse el gusto, también la sentí lamer muy cerca de mi ano y hacia adelante.
Después me pidieron arrodillarme para ofrecerle las tetas, cosa que nos salió muy bien a la primera, yo le serví mis pechos como en bandeja y ella los tomó con su pequeña boca, me succionó ambos pezones y lo hizo tan rico que despuntaron de inmediato, no puedo negar que la excitación me hacía abrir las piernas sacar el coño hacia afuera y también las nalgas metiendo la espalda, además, así podía meterle mejor las tetas en la pequeña boca, como ya estaba al nivel de su pequeño cuerpo y como exigía la escena, metí una mano entre sus piernas y le di una buena masturbada, restregar ese coñito me producía un cosquilleo muy agradable en el mío, sentí como lo disfrutaba por como me tomaba las tetas y se las metía a la boca con mucha intensidad, como si quisiera comerme los pezones.
En la siguiente escena tenía que dejarme comer el culo, así que me puse de espaldas, apoyé las manos en la pared falsa y dirigí mi culo hacia la cara de la niña, esa escena se puso muy intensa desde el principio, tanto que el de la pizarra no se aguantó y sacó su verga que ya la tenía bien recta. La pequeña desde el primer momento me agarró las nalgas con toda confianza y empezó a metérselas en la boca, abría bien la boca y sus chupadas eran como mordidas, abarcaba con su pequeña cuanto podía de mis glúteos, cogía al centro, más abajo, casi al centro y luego se iba por ahí hasta salir de entre mis nalgas, en una de esas, con toda confianza me las separó con ambas manos y metió su boca directo a mi ano, porque no decirlo, fue la mejor comida de ano que me habían dado hasta ahora, todos se emocionaron en ese momento, incluido el cascarrabias del director, el que ya tenía su verga en la mano se la estaba jalando sin descanso y hasta la morocha apareció bien emocionada, que recién en ese momento me di cuenta que se había colado tras la cámara, yo estaba disfrutando de esa pequeña boca haciendo maravillas con mi ano, me emocioné también y quise ahogarla dentro de mis nalgas, de hecho le sujeté por la nuca y la aplasté contra mi ano, pero en ese momento me acorde que era una niña así que la liberé de inmediato, luego continuamos con unas lamidas en mis entrepiernas, unas cuantas lamidas más sobre mi coño por detrás y coronamos con la escena final que era para la que me había estado preparando.
Si quieres leer completo éste lujurioso relato escríbeme a mi correo: [email protected]
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