Lily y su perrito
Lily tiene 6 años y abre las piernas para su perrito..
Lily era una niña de seis años, de pelo rubio y labios carnosos, era pequeña y delicada pero con una colita linda, pequeña y parada. Un día cuando Lily estaba en su cama antes de bañarse, se estaba quitando su ropa, al quitarse sus calzones rositas con poquito flujo, se sentó en su cama y vio entrar a su perro Gold Retriever.
Ese perrito lo tenía desde bebé, era su mejor amigo, habían crecido juntos aunque ahora su perrito estuviera más grande y pesado que ella. El perrito se acercó a ella como siempre y restregó su cara en la pierna, cuando de repente sintió un olor extraño, olfateó las braguitas con flujo de Lily y empezó a lamerlas. Lily al ver esto sintió un extraño pulso de su vagina, para calmar la sensación se movió de adelante hacia atrás en sus cobijas rosas obteniendo un liquido viscoso extraño que salio de ella. El perro paró abruptamente y miro a la vagina de la chica, la chica sin saber que hacer abrió las piernas para el perro, en ese punto el perro estaba tan ansioso que movía la cola y le salia algo de su pene.
Lily al abrir las piernas sintió un lenguetazo en la vagina que la hizo estremecerse en su cama, el perro lamía el flujo de Lily de arriba hacia abajo dejando rastros de baba y flujo de Lily, del clítoris hasta el ano, deteniendose más en el ano causándole a Lily cosquillas. Lily al sentir la lengua de su perro en su clítoris sostuvo la cabeza de su perro y lo hizo quedarse ahí lamiendo rápido y humedo más tiempo mientras ella sollozaba y retorcia de placer por las nuevas sensaciones.
Había pasado mucho tiempo pero Lily quería más y más de lo que el perro le estaba haciendo, pero el perro queria meter su jugoso pene rojo y venudo en lily. Lily al tener una cama tan baja estaba a la altura perfecta para que el perro le metiera su pene; abrió mas sus piernas y el perro se paró en dos patas, puso las dos patas delanteras a los costados de Lily. Movia las caderas tratando de entrar en Lily pero era difícil. Hasta que en un movimiento metió su pene de 14 centímetros en la vagina virgen y apretada de Lily.
Lily sintió que la partían en dos, sentía un ardor en la vagina insoportable, gritó tan alto que le dolió la garganta, trataba de moverse pero el perro era mas grande que ella, entraba y salia de su vagina ahora llena de flujo viscoso, sangre y flujo de perro que parecía agua. Pasaban los minutos y el perro seguia entrando en la apretada vagina de Lily mientras ella sollozaba que la dejara en paz; el perro jadeaba tanto que le caía la baba a el estómago de Lily.
Lily lo había dado por hecho, no tuvo otra opción mas que abrir mas las piernas para el perro, lo hizo y el perro tocó un punto dentro de ella que la hizo saltar en el lugar y gemir ruidosamente, después de eso solo se movía de adelante a atras mientras el pene del perro hacía un ruido de chapoteo en su vagina, sentía los flujos entrar y salir de su vagina sintiendo que se hacía pipí. Por fin soltó el chorro de pipí mojando al perro y a si misma, se sentía tan bien que no quería que se acabara.
Con cada estocada su vagina se agrandaba y absorbía el gran pene rojo de su perro, la venas se veían por doquier y Lily tenía espasmos en la vagina cada cinco segundos. Sintió algo grande y en forma de bola entrando, el perro la había anudado, trato de quitarse pero dolía, pensó en aprovechar y ella misma metía esa grande bola dentro de su vagina hinchada y llena de esperma y sangre.
Pasaron los minutos hasta que el perro sacó su bola y se escuchó un ruido de tapon, chorros de semen resbalaban de la vagina de lily hasta su ano. El perro le empezó a lamer su vagina de nuevo pero ahora toda llena de esperma, saliendo chorros y chorros de su vagina. Lily habría más las piernas para que el perro le metiera la lengua lo más hondo en su vagina rozándole el clítoris y luego el ano.
Más tarde, en la noche, Lily durmió con la cabeza de su perro entre las piernas.
Hola, muy excitante tu relato, espero siga una 2da parte :). Saludos!!
Ojalá poder hacer esto realidad
Me encantó