Masturbación en la biblioteca
Mañana aburridas y calientes en la biblioteca.
Hola. Me llamo Lucía, tengo 36 años y os voy a contar cómo fue la experiencia más excitante de toda mi vida. Tengo que reconocer que el sexo nunca me llamó mucho la atención, pero gracias a un chico empecé a masturbarme como nunca.
Para a quien le guste comenzaré describiéndome físcamente. Soy alta, mido 1,75, ojos azules, pelo largo, con gafas y una imagen, algo aniñada.
Todo comenzó una aburrida mañana de estudio en la biblioteca pública de mi ciudad. En mi casa hay siempre demasiado ruido y no puedo concentrarme muy bien. En esa época estaba terminando mis exámenes de bachillerato y a la vez la Prueba de acceso a la Universidad de Mayores de 25 años, así que estaba muy estresada.
En ese tiempo, recuerdo que estaba muy salida, o aburrida, depende de como se mire, y sólo buscaba gente por los chats que me calentara para poder masturbarme bien. Una noche conocí a un chico muy atractivo, que hacía que me corriera incluso sin tocarme. Aquí empieza todo.
Esa mañana llevaba estudiando desde las 9 30 que llegué, y a las 12:00 ya estaba un poco saturada y decidí conectarme al messenger para haber si estaba mi «ángel del sexo» y hablar con él, y tuve suerte, estaba, esa mañana, no trabajaba.
Estuvimos hablando de todo un poco hasta que la conversación fue a más.
-Hola guapo. Como estás
– Bastante bien, preciosa, y tú?
– Ahora? Bien gracias. Estaba deseando hablar contigo.
– Uy, y eso?
– No lo sé, estaba saturada de tanto estudiar y me han entado unas ganas enormes de ser mala, ¿Me ayudas?
– Claro!! Imáginate que estoy allí, contigo, y me acerco por detrás y empiezo a besarte muy suavemente el cuello.
– Mmmmmmmmmmm que bien suena, sigue por favor.
– Luego, te quitaría poco a poco la camiseta, te empezaría a acariciar los pechos, te besaría muy suavemente hasta llegar a tu coñito húmedo y caliente…
– no pares por favor, sigue,… sigue que meestás poniendo muuuuuuuuuy caliente,
. Empezaria a jugar contigo, con mis deditos y mi lengua saborearía todo tu coñito, y antes de que te corrieras te penetraría bien fuerte, hasta que tu cuerpo y tu coñito bien mojado, sientiera como crece mi polla dentro de tí, que se que eso te gustaría mucho.
. Ahhhhhh si sigue, sigueeeeeeeeeeeeeee,
– te has corrido?
– Mucho. Pffffff no se como lo haces pero cada vez que hablo contigo me corro como nunca.
– Tú tb haces que me corra…
Toda esta conversación la tuve con un montón de gente a mi alrededor y cuando me corrí tuve que disimular mucho. A si que cuando terminamos, me fui directamente al baño. Vigilé que no hubiera nadie y entré en el último inodoro,cerré la puerta y ahí empezó mi «diversión».
Empecé a tocarme los pechos, hasta que noté que mis pezones se pusieran duros, más de lo que estaban, y me los sujeté con un par de pinzas. Después, me bajé los pantalones y las braquitas, que estaban muy humedecidas a consecuencia de mi gran corrida, bueno, la primera. Empecé a jugar con ms dedos, despacito, estaba tan mojada que se escurrían, pero entraban bien. Pero me resultaba tan aburrido masturbarme siempre = que decidí utilizar mi móvil.
En esa época tb me masturbaba con el móvil, porque me bajé una app que era un vibrador y eso era divertidísimo!!!! Así que cogí mi móvil, le puse una buena tira de papel higiénico, y empecé a jugar con mi vibrador portátil. Empecé primero, con la mínima velocidad, cuando mejor me lo estaba pasando e iba a subir de nivel, entró alguien ¿Qué hice? Apagué el vibrador, y empecé a masturbarme con ms dedos, cuando oí que se fue, volví a coger mi vibrador y lo puse en velocidad medía, eso era la caña!!! la mejor masturbación de mi vida, pero todavía no había terminado, cuando estaba a punto de correrme (ya por tercera o cuarta vez), volvió a entrar alguien y volví a hacer lo mismo.
Cuando se fue volví a coger mi vibrador pero ya en la máxima velocidad, y ahí si que tuve el mejor orgasmo de toda mi vida, mezclaba vibrador con dedos, no podía para de correrme!!! Eso era un no parar!!! Tuve 6 orgasmos seguidos, el último apoyada en la fría pared, y ese fue el más intenso de todos. Yo no sé las veces que me corrí esa mañana, pero fue la más estimulante de mi vida.
Otro día os contaré más aventuras sexuales.
Lucía
P.D Cuando recuerdo esa mañana todavía me corro y acabo mastubándome frenéticamente.
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